Taiwán Hoy
El poder de la Perestroika
01/09/1990
Motivados por los rápidos cambios políticos y las reformas económicas en la Unión Soviética y Europa Oriental, funcionarios del Gobierno y hombres de negocios de la República de China están haciendo todo los esfuerzos posibles para fortalecer las relaciones comerciales e inversiones con esa región del mundo. Aunque todavía es limitado, el comercio de la República de China con la URSS y Europa Oriental está creciendo más rápidamente que en cualquier otra región del mundo. Esto se debe, en parte a la política de liberalización comercial que ha adoptado el Gobierno con respecto a los estados comunistas, y en otra al resultado de varios años de esfuerzos de parte de los hombres de negocios para desarrollar esos mercados.
El comercio bilateral de la República de China con la Unión Soviética y Europa Oriental en 1989, aumentó en un 46 por ciento sobre el año anterior, para alcanzar más de US$369 millones. Las exportaciones a dicha región aumentaron en un 90% para alcanzar US$116 millones, mientras que las importaciones aumentaron en un 15% para alcanzar US$248 millones. El mayor crecimiento fue registrado en el comercio con la Unión Soviética, que aumentó en un 67% el año pasado, para llegar a la suma de US$75 millones.
Desde fines de los años 80 se ha estado haciendo comercio con la URSS. En aquellos momentos, las firmas comerciales de Taiwan comenzaron a tomar ventajas de la política de la perestroika de Gorbachov y la potencialmente enorme demanda que tiene la URSS por bienes de capital y bienes de consumo. Sin embargo, el comercio fue por vías indirectas hasta el 1- de marzo de 1990, fecha cuando el Gobierno de la República de China levantó la prohibición sobre el comercio directo (a excepción de bienes estratégicos) con la Unión Soviética y Albania, los dos últimos estados de Europa Oriental que aún quedaban con restricciones comerciales por parte de la República de China. Hasta esa fecha, las empresa de Taiwan vend’ian sus productos a la Unión Soviética a través de compañía japonesas y de terceros países, tales como Austria, que tienen una acceso más conveniente al mercado soviético.
Habiéndose eliminado la mayor parte de las restricciones comerciales, los comerciantes de Taiwan están ahora moviéndose más activamente para promover las relaciones comerciales con los soviéticos. Por ejemplo, la Asociación de Comercio Internacional de la República de China, una entidad privada, inauguró el primer centro de exhibición de productos de Taiwan en Moscú, el 31 de marzo del presente año. El centro, que ha sido organizado conjuntamente con la Reitz Holdings, una compañía australiana que se especializa en el comercio con la Unión Soviética, exhibe productos de 300 a 400 firmas de Taiwan. La operación aún se encuentra en su fase preliminar y deberá crecer rápidamente en los próximos dos años, cuando se espera que el número de exhibidores aumente a 1.000.
Más aún, Taiwan tendrá muy pronto su primera compañía comercial creada exclusivamente para realizar negocios con la Unión Soviética. La firma comercial, con un capital de más de US$25 millones y que inició sus actividades en mayo de 1990, comercializará inicialmente productos electrónicos, computadoras y equipos periférico, textiles, productos petroquímico y productos de hierro y acero. Hsieh Lai-fa, un miembro del Yuan Legislativo y presidente de la Great Electronic Corporation de Taipei, es el presidente de la nueva compañía. El espera que el volumen de ventas anuales de la recién establecida firma comercial alcance US$30 millones en su primer año de operaciones y posteriormente sea de US$100 millones.
Para ayudar a los comerciantes locales a obtener información de primera mano acerca del mercado soviético, el semioficial Consejo para el Desarrollo del Comercio Exterior de China (CETRA), la organización de promoción comercial más grande de Taiwan, organizó una misión de comercio e inversiones de la República de China compuesta por 15 miembros, que viajó a la Unión Soviética. La misión fue encabezada por Liu Ting-tsu, secretario general del CETRA. Además de entrevistarse con los funcionarios encargados de asuntos comerciales y hombres de negocio soviéticos, la misión procuró el intercambio de oficinas comerciales, que son necesarias para la administración de visas y otros asuntos que surgirán con el aumento del comercio bilateral.
Las autoridades comerciales y las compañías de Taiwan también han tratado de promover el comercio y las relaciones económicas con Alemania Oriental, Polonia, Hungría, Checoslovaquia y Yugoslavia. Taipei le dio inicialmente prioridad máxima a esas cinco naciones en el desarrollo de los mercados de Europa Oriental, debido a que fueron las primeras en introducir cambios políticos y económicos, y lo más importante de todo, ellas han mostrado un fuerte interés en hacer negocios con la República de China. Pero, pareciera ahora que Rumania, y en menor grado Bulgaria, están dirigiéndose por la misma ruta y podrían aflojar sus anteriormente fuertes lazos ideológicos y políticos con China continental. Incluso Albania ha mostrado indicios de procurar una política más progresista. Esto ha hecho que la República de China incluya Albania dentro de la decisión de permitir el comercio directo con la URSS.
Otra razón importante para desarrollar el comercio con Europa Oriental es que las economías de sus países y aquella de Taiwan son complementarias en muchos aspectos. En su revitalizado esfuerzo por lograr el desarrollo económico, esas naciones neceitan urgentemente productos y bienes de consumo en rubros donde Taiwan es fuerte. Ellas pueden, de vuelta, venderle maquinarias y materias primas a Taiwan para tomar ventajas de la rápidamente creciente demanda por bienes de producción de la isla.
Junto a los estado europeo orientales, Alemania Oriental parece prometer las mejores perspectiva de ventas para Taiwan. Esto se debe no sólo a que Alemania Oriental goza del mayor ingreso nacional entre las naciones de Europa Oriental. Ni tampoco se debe a que Alemania Oriental está llevando a cabo vigorosas reformas y esté en el proceso de reunificarse con Alemania Occidental, desarrollos que contribuirían a la expansión económica de Europa Oriental y aumentaría su demanda por bienes y servicios del exterior. La principal razón es que Taiwan tiene una mejor oportunidad de vender productos en una Alemania Oriental liberalizada, debido a que ya tiene acceso a ese mercado.
Actualmente, Taiwan está exportando un volumen cada vez mayor de productos a Alemania Oriental, principalmente textiles, electrónicos, computadoras y alimento enlatado. La mayor parte de esas exportaciones se hacen a través de comerciantes de Alemania Occidental, debido a que la República de China ya mantiene fuerte lazos económicos y comerciales con Alemania Occidental. El comercio entre los dos países alcanzó cerca de US$5.000 millones el año pasado, sobrepasando muy por encima al comercio bilateral que tiene la República de China con cualquiera de los otros socios comerciales europeos. Por lo tanto, el mejoramiento de las relaciones de Alemania Occidental con Alemania Oriental debe, de igual manera, ayudar a facilitar el comercio de la República de China con Europa Oriental.
El comercio de la República de China con Polonia espera tener una auge mayor durante este año en vista que ambos países acordaron formalmente en marzo concederse mutuamente un trato con tarifas preferenciales. En el presente, Polonia es el socio comercial más grande que tiene Taiwan entre las naciones de Europa Oriental, con un comercio bilateral que totalizó US$82 millones el año pasado. Las perspectivas comerciales con Checoslovaquia, Hungría y Yugoslavia son también muy prometedoras, ya que el Gobierno de la República de China procura expandir los vínculos comerciales con dicha región.
Los contactos e intercambios comerciales son importantes para facilitar el comercio bilateral frente a la ausencia de relaciones diplomáticas entre la República de China y los estados de Europa Oriental. Para responder a esta necesidad, el Gobierno de la República de China comenzó, a inicios de 1989, a eliminar las restricciones para permitir que los hombres de negocios de Taiwan puedan viajar a Europa Oriental, llevar a cabo sus operaciones comerciales y otras actividades complementarias. Simultáneamente, la República de China ha relajado las restricciones para poder ofrecerle un trato recíproco a los hombres de negocios provenientes de Europa Oriental.
Para manejar todos los asuntos relacionados con viaje y comercio, la República de China ha estado también procurando el intercambio de oficinas de representación comercial, un esfuerzo que ya ha obtenido respuestas positivas. Hungría ha acordado con la República de China, crear oficina comerciales en las capitales de ambos países en un futuro cercano. Se están conduciendo negociaciones en este mismo sentido de parte de la República de China con Checoslovaquia, Alemania Oriental, Polonia y Yugoslavia.
Con el fin de alentar a los empresarios de Taiwan para que inviertan en Europa Oriental y procurar protección para sus inversiones, la República de China está tratando de negociar pactos bilaterales en ese entido. Esta idea de protección a la inversión ha surgido debido a que mucho empresarios de Taiwan están considerando invertir en Europa Oriental. Ellos esperan producir bienes de consumo allí, no solamente para satisfacer la demanda interna de dichos países, sino también para tomar ventajas de la proximidad de esa región con la Comunidad Europea.
Entre los fabricantes que están tomando en consideración este tipo de inversiones se encuentran los fabricantes de muebles de Taiwan. Esos empresarios consideran que ellos pueden producir muebles en forma lucrativa en países como Yugoslavia y Checoslovaquia, haciendo uso de sus ricos recursos madereros y mano de obra barata. Aparte de eso, CETRA está entrevistando a fabricantes importantes de otras industria de Taiwan para estudiar la posibilidad de que realicen inversiones en Europa Oriental.
Las inversiones de la República de China también podrían tomar la forma de inversiones conjuntas con el respaldo financiero del Fondo para el Desarrollo y la Cooperación Económica Internacional de Taipei (IECDF). En un esfuerzo por apoyar las reformas económicas en Europa Oriental, la República de China decidió a inicios de este año incluir a esas naciones como objetivos de la asistencia financiera con un fondo de US$1.100 millones. El programa ofrece, entre otras cosas, la posibilidad de que cualquier inversión conjunta que busque promover el desarrollo industrial en Europa Oriental pueda calificar para obtener apoyo financiero. Algunos de esos países, incluyendo Yugoslavia, ya ha recurrido a la República de China para ver la posibilidad de obtener tal financiamiento.
A pesar de todos los esfuerzos gubernamentales y privados por aprovechar las oportunidades comerciales y de inversiones en la Unión Soviética y Europa Oriental, los retos a que hay que enfrentarse para hacer negocios con esos países son formidables. Este es el punto de vista que los empresarios de Taiwan están tratando de aprovechar en medio de la reestructuración política y económica de la URSS y las naciones de Europa Oriental. Una causa de preocupación es que la situación política en muchos de esos países aún dista de ser estable. Los desórdenes políticos o serias intranquilidades étnica, como los que han ocurrido en la URSS, pueden poner en peligro cualquier proyecto de inversiones bien planificado. Incluso fuera de esta consideración, la infraestructura inadecuada y el bajo rendimiento siguen plagando a casi todos los países europeos orientales. Esto dificulta mucho las operaciones por parte de los inversionistas que vienen de fuera.
La falta de divisas extranjeras es otro problema muy común en los países europeos orientales, y es uno particularmente difícil de solucionar. En muchos casos, la venta de productos a dicho países tiene que ser llevada a cabo por medio del trueque, o mediante el pago aplazado con términos de 90 a 180 día. Las firmas comerciales con debilidad financiera no pueden darse el lujo de realizar negocios en cualquiera de estas dos formas.
La falta de información en Taiwan acerca de los mercados de Europa Oriental es otro problema que tienen los hombres de negocios, especialmente debido a su continuamente cambiante situación política y económica. Como resultado, mucho empresarios de Taiwan, quienes hasta recientemente tenían prohibido viajar a cualquier país comunista, siguen dependiendo de terceros países para obtener información acerca de Europa Oriental.
Todas esas dificultades han llevado a que Hsu Ko-sheng, director general de la Junta de Comercio Exterior del Ministerio de Economía, aconseje a los comerciantes en Taiwan a no ser demasiado optimistas acerca de los negocio con la Unión Soviética y los países de Europa Oriental. □