En el siguiente artículo, la Dra. Hsueh Li-min (薛立敏), investigadora asociada del Instituto de Investigación Económica Chung-Hwa, hace una mirada a fondo en lo que ha hecho que las empresas medianas y pequeñas de Taiwan hayan tenido tanto éxito en el pasado, e indica cómo estas experiencias pueden ser aplicadas en la competitividad futura, tanto en el mercado doméstico como en el internacional. Esta es una versión editada del informe que ella presentó durante la "Conferencia sobre Hungría en los 90" celebrada en Budapest en noviembre de 1989.
El índice de crecimiento del Producto Nacional Bruto (PNB) en un 9% durante los últimos treinta años, ha transformado a la República de China en Taiwan en una de las exitosamente recién industrializadas economías. Las empresas pequeñas y medianas (a las cuales a partir de ahora nos referiremos como SMEs) de Taiwan han jugado un papel más importante en este proceso que aquellas en Corea del Sur y otras naciones en vías de desarrollo.
Existen aproximadamente 750.000 establecimientos empresariales en Taiwan, casi todos los cuales (un 98,5%) están clasificados como SMEs. Desde 1982, el limite de la cantidad bajo la cual una compañía pasa a integrar la categoría de las grandes empresas ha sido establecido a un poco más de US$1,5 millones (para algunas en los derechos del propietario sobre el activo para la manufactura y para otras en el total bruto sobre las ventas). Casi dos terceras partes de las SMEs están en el sector comercial (que incluye comercio al por mayor y menor y el negocio de los restaurantes) y muy apenas el 17 por ciento se encuentra en el sector manufacturero. Las SMEs constituyen casi la mitad del PNB de los sectores manufacturero y comercial, emplean el 60% de la mano de obra en estos dos sectores y constituyen el 60% de las exportaciones de todos estos sectores de la economía. Estas proporciones han permanecido relativamente estables a través de los años.
Muchos economistas creen que la política de expansión de las exportaciones perseguida por el Gobierno desde los años 60 es en gran parte responsable del rápido desarrollo económico de Taiwan. Bajo esta política, los empresarios de Taiwan han explotado todas las oportunidades para exportar productos y servicios mediate el establecimiento de numerosas fábricas y compañías comerciales pequeñas. Las SMEs orientadas hacia las exportaciones tomaron la delantera en las industrias que fabrican artículos electrónicos, productos plásticos, zapatos, artículos deportivos, ropa, productos metálicos fabricados, maquinaria y alimentos procesados.
El predominio de las SMEs en el desarrollo económico de Taiwan ha tenido varios efectos positivos. Primero, están concentradas en las industrias de mano de obra intensiva y, por lo tanto, crean muchos empleos. Las SMEs también han contribuido al equilibrio de las áreas urbanas y rurales. Muchas fábricas pequeñas entre las SMEs fueron establecidas cerca de villas y poblados. El empleo rural en el sector manufacturero creció en un 12,l por ciento en el período 1971-76, mientras que en las áreas urbanas, el incremento correspondiente fue de menos del 8%. Las fábricas SME ubicadas en las áreas rurales aumentaron considerablemente el ingreso no-agrícola de los hogares y ayudaron a reducir la migración de los trabajadores rurales a las zonas urbanas.
Un tercer efecto positivo del predominio de las SMEs ha sido su contribución a la equitativa distribución del ingreso entre los hogares. El "coeficiente Gini" (una medida que se refiere a la igualdad o desigualdad del ingreso: "entre más bajo mejor") gradualmente descendió de 0,369 en 1964 a 0,303 en 1980 (empezó a ascender lentamente en 1980). Otra medida para la distribución del ingreso muestra el índice del total del ingreso de la quinta parte más rica de la población en comparación con la quinta parte más pobre. En 1964 este índice era bastante alto: 5,3 (¡era del 20,5 en 1953!), pero bajó al 4,2 en 1980 y en 1987 aumentó al 4,7.
Existen dos razones para la equitativa distribución de los ingresos durante este período: ingreso laboral, como un porcentaje del ingreso nacional procedente de todos los factores de producción (agrario, obrero, capital y empresarial), el cual subió de un 48,14 en 1964 a un 61,03 en 1987 debido al rápido crecimiento de las SMEs de mano de obra intensiva; la segunda razón es que numerosos y arriesgados empresarios, dueños de las SMEs que obtuvieron ganancias del clima económico en Taiwan, también previnieron la concentración de la riqueza en manos de un puñado. (Aunque la información para 1988-1989 aún no está disponible, los expertos calculan que estas cifras de la distribución de los ingresos son ahora menos favorables).
Las empresas pequeñas y medianas de Taiwan han tenido éxito porque son dinámicas, flexibles y rápidas para ajustarse al ambiente cambiante y capaces de identificar oportunidades para obtener ganacias. Pero actualmente están enfrentando un período de cambios estructurales. Taiwan ya no sufre de escasez de capital pero sí de fuerza laboral. Esta última crea costos más altos en la mano de obra, así como una falta de personal capacitado para realizar nuevas tareas, lo que impide la flexibilidad que ha dado fama a las pequeñas y medianas empresas de Taiwan. Además, desde 1983, el valor del Nuevo Dólar Taiwanés (NT$) se ha apreciado en un 36% contra el dólar estadounidense. Como resultado, la supervivencia de las SMEs de mano de obra intensiva está amenazada por la competencia de las fábricas en lugares tales como Tailandia, Malasia y China continental. Es definitivamente necesario mejorar la tecnología, la administración y la investigación y el desarrollo de las SMEs, pero existen varios obstáculos que harán difícil el futuro desarrollo.
Uno de los problemas de las SMEs es su falta de información sobre comercialización internacional. Las SMEs por lo general no poseen la habilidad y economía de escala para establecer canales de mercadeo y publicidad. Se adhieren a su especialidad y experiencia en las exportaciones y dejan el mercadeo en el extranjero a las empresas comerciales extranjeras, muchas de las cuales son japonesas. Por ejemplo, según un observador bien informado, se cree que las empresas japonesas administran el 60% de las exportaciones textiles de Taiwan, aunque algunos importadores son estadounidenses y europeos, incluyendo muchos pequeños. Las SMEs han aprendido que para ellas es mucho mejor producir artículos que venderlos en el mercado doméstico o en el extranjero.
En general, las fábricas pequeñas de Taiwan manufacturan productos según los diseños de los compradores o bajo las marcas de los mismos (la denominada manufactura de equipo original, OEM, siglas en inglés). Este acuerdo crea gran incertidumbre para las fábricas pequeñas y medianas de Taiwan porque tan pronto como los compradores extranjeros descubren que los costos de los productos de Taiwan ya no son competitivos, ellos buscan otras fuentes dejando a las SMEs sin negocio.
La manufactura de equipo original es intrínsecamente inflexible y muy vulnerable a las decisiones empresariales hechas en otros sitios, con poca atención a las necesidades e intereses de las SMEs. En respuesta, el Gobierno durante años ha estimulado el desarrollo de las marcas locales, pero pocas empresas han tenido éxito al hacerlo. Por ejemplo, las empresas de computadoras personales Acer y las raquetas de tenis Pro-Kennex eran empresas muy pequeñas que ahora son internacionalmente reconocidas. Pero la falta de capacidad de comercialización aún un obstáculo para el desarrollo de la mayoría de las empresas pequeñas y medianas de Taiwan.
Otro problema es la falta de capacidad administrativa. La mayor parte de las SMEs son empresas manejadas por familias. En 1985, el 37,15 por ciento de las SMEs fueron organizadas como corporaciones, el 69,78% como propiedades y el 1,12 por ciento como asociaciones. Pero incluso las que se organizaron oficialmente como corporaciones fueron en realidad administradas como propiedades, lo que significa que las finanzas de las compañías y sus dueños no estaban claramente separados. Su presencia entre las corporaciones es más nominal que real.
La Administración de las SME establecida por el Gobierno de la República de China en 1981 lanzó una serie de programas para mejorar las capacidades administrativas de los directores de las compañías pequeñas y medianas. El programa enfatiza cursos fundamentales tales como contabilidad, administración financiera, control de inventario, control de la calidad y administración de personal. Dado a las limitaciones presupuestarias, estos programas sólo pueden llegar a un número limitado de las SMEs. Por otra parte, los funcionarios no están seguros de si las limitaciones son en realidad lamentables para aquellos a quienes los cursos estaban destinados. Según una encuesta de la Adminitración de las SME realizada en 1986, las compañías pequeñas están menos interesadas que las empresas medianas en obtener ayuda de las agencias gubernamentales o firmas consultoras para mejorar sus administraciones.
Dado al creciente costo de la mano de obra en Taiwan, las SMEs necesitan mejorar su tecnología de producción y orientarse más hacia el capital intensivo y al ahorro de la mano de obra, pero están encontrando problemas porque no poseen información adecuada sobre inversiones, capital y capacidad de investigación y desarrollo. En respuesta a estas dificultades, mucha SMEs han trasladado sus fábricas de mano de obra intensiva a otras naciones en vías de desarrollo, como Malasia, en vez de mejorar sus operaciones en Taiwan o invertir en nuevas y prometedoras industrias.
Los gastos en las tarea de investigación y desarrollo de las empresas mediana y pequeñas en Taiwan aún son muy reducidos en comparación con otras naciones desarrolladas, porque dichas empresas por lo general no realizan tareas en esos campos. Por ejemplo, en 1985, los gastos en investigación y desarrollo de las SMEs constituyeron un 1,06 por ciento del PNB de Taiwan 2,83% del de Alemania Federal, 2,53% del de Japón y 2,72% del de los Estados Unidos. El sector privado contribuyó menos del 50% del total de los gastos en investigación y desarrollo en Taiwan.
Para suplementar la deficiencia de las investigaciones y desarrollo privados, en 1973 el Gobierno estableció un laboratorio nacional de gran escala conocido como el Instituto Nacional de Investigación Tecnológica Industrial (ITRI, siglas en inglés). Las empresas pequeñas y medianas pueden hacer contratos con el ITRI para solucionar problemas técnicos específicos, o el Instituto puede transferir a las SMEs la tecnología que ha desarrollado. El ITRI ha hecho considerables contribuciones al desarrollo de la industria electrónica de alta tecnología en Taiwan.
Las SMEs de la República de China tienen dificultades para obtener préstamo a pesar de que Taiwan posee un substancial excedente comercial. El problema es que las SMEs no poseen un sistema sólido de contabilidad, lo que hace que sus estados financieros sean poco seguros para ser aceptados por bancos y otras instituciones financieras. Por su parte, los bancos han adoptado políticas de préstamos muy rígidas y conservadoras porque la banca ha estado estrechamente regulada por el Gobierno. Durante mucho tiempo, la obtención de préstamo ha sido un problema para las SME en Taiwan. Aunque la proporción de los préstamos bancarios destinados a las SMEs se ha incrementado a través de los años, la cifras permanecieron a alrededor del 36% en 1986. Para obtener dinero, las SMEs están obligada a pedir préstamos a sus parientes, amigos y usureros que cobran intereses exorbitantes.
En respuesta a esta situación, el Gobierno ha establecido The Medium Business Bank of Taiwan (sic.), una institución pública que se especializa en préstamos para las empresas pequeñas y medianas. Además, hay siete bancos privados, ubicados en diversas áreas locales, que sirven a las empresas pequeñas y mediana.
Estos ocho bancos contribuyeron un 80,34% del valor total de los préstamos a las SMEs en 1985 y un 76,91% en 1986, según información oficial.
Asimismo, el Gobierno estableció un fondo para garantizar créditos en 1974 con el fin de apoyar las solicitudes de préstamos presentadas por las SMEs. En 1986, el 10,6 % de todos los préstamos bancarios destinados a las empresas pequeñas y medianas fueron respaldados por el fondo fiador, un incremento en comparación al 6,5% registrado en 1982. Aproximadamente 40.000 SMEs han ido asistidas por el fondo en mención desde que éste fue establecido. De vez en cuando ha habido fondos especiales disponibles para las SMEs, incluyendo uno para la compra de equipo para el control de la contaminación, uno para automación y uno de capital de inversión para industrias estratégicas.
Las empresas pequeñas y medianas descubrirán que les será más fácil obtener préstamos cuando el sistema bancario de Taiwan se liberalice más, lo que esencialmente significa que los nuevos bancos privados puedan integrarse al mercado.
Durante los últimos años, las empresas pequeñas y medianas en el sector comercial, tales como supermercados pequeños, restaurantes y panaderías, han estado enfrentando serios retos por parte de los supermercados modernos y de las cadenas multinacionales. En Taiwan, este sector era más bien convencional e ineficiente antes de que a estas firmas internacionales se les permitiera introducirse bajo las previsoras políticas de internacionalización y liberalización de la República de China. La modernización del sector comercial ha avanzado rápidamente en los últimos años, y esto ha beneficiado enormemente a los consumidores, pero también amenaza la supervivencia de las pequeñas tiendas tradicionales.
La estructura de la economía de Taiwan está cambiando rápidamente, y nuevos avances incluyen el incremento del crecimiento de las industrias de alta tecnología y de las modernas industrias de servicios, lo que deja menos posibilidades para que las empresas pequeñas y medianas tradicionales progresen y aumenten en número. Las SMEs tienen que mejorar sus administraciones y tecnologías con el fin de crecer y sobrevivir durante este período de transición. Las agencias gubernamentales, coordinadas por la Administración de las SME, han iniciado muchos programas para ayudarlas a mejorar. Pero las únicas empresas que prosperarán en el futuro son aquellas dirigidas por empresarios que poseen la previsión de aprovechar el ambiente de desafios y que están dispuestos a arriesgarse, que es exactamente lo que los llevó al sitio que ocupan hoy. □
Elasticidad Financiera: Empresas Pequeñas y Medianas Significativamente Distintas
Por Richard Sorich
La "baja proporción del capital social" es uno de los clichés proverbiales que los analistas occidentales utilizan en las discusiones sobre el desarrollo económico y la estructura financiera de las corporaciones en el este de Asia. Hay debates acerca de si ello introduce vulnerabilidades precarias en naciones como Japón y Corea del Sur dado a la considerable dependencia de los créditos bancarios que proveen recursos financieros que en los Estados Unidos procederían de las inversiones privadas y no de préstamos bancarios. Algunos creen que este sistema es aceptable en los buenos tiempos pero podría constituir un desastre financiero para las corporaciones gravadas con préstamos excesivos que están a punto de la bancarrota en sectores económicos decadentes. Otros creen que el establecimiento económico público privado en Japón y su contraparte en Corea del Sur mantendrán una mano firme y no permitirán que las crisis se alimenten del desastre de una estructura financiera empresarial corporativa con pobres inversiones y en estado de tensión.
Los datos sobre finanzas empresariales en la República de China en Taiwan muestran un patrón similar de bajos derechos del propietario sobre el activo en la estructura corporativa, pero hasta allí termina la similaridad. En Taiwan, son las SMEs las que poseen poco capital social y viven de dinero prestado.
El cuadro 1 compara la SMEs con las grandes empresa en Taiwan. Los dato sobre las grandes empresas dejan las cifras de las SMEs en un agudo relieve y crean una clara imagen sobre las SMEs, hablando en términos financieros. Los datos constituyen una transformación en forma más conveniente de las copiosas estadísticas del informe original que la Dra. Hsueh presentó en la conferencia llevada a cabo en Budapest en noviembre de 1989.
Como se puede observar en el cuadro 1, las grandes empresa tienen una estructura de capital más parecida a la de las compañías al estilo occidental. Pero debido a que la SME dominan la economía, en general es correcto decir que las empresas de Taiwan también son pobres en capital social. La empresas pequeñas y medianas de Taiwan no dependen de préstamos bancarios ya que muchos de sus préstamos proceden de una variedad de fuentes informales, muchas de ellas emparentadas. Por esta razón, en caso de que surgiera una seria caída económica, se duda que la SMEs estén propensas a las crisis del sistema financiero que preocupan a la gente en el caso del Japón y Corea del Sur. Las SMEs son intrínsecamente demasiado flexibles para que eso ocurra. □