El mercado de valores de Taiwan ha caído un 60% desde el 10 de febrero de 1990, cuando el índice de Taiex había alcanzado un climax de 12,490 puntos. El escape de fondos causado por la estrictas política de crédito establecida por el Banco Central y por las creciente inversiones en el exterior constituyen algunas de las principales razones de la caída sin precedentes del mercado bursátil. Una medida que tal vez ayude a estabilizar la volátil situación es un plan de parte del gobierno de liberalizar las inversiones extranjeras en el mercado. La fases iniciales del plan incluyen permitir a las instituciones financieras extranjera, tales como la compañías de seguros y fondos en comunidad, a que inviertan en el mercado local. Al dejar que esto inversionistas entren, mucho del capital necesitado podría inyectarse al mercado.
Además los oficiales gubernamentales esperan que al invitar a que los inversionistas institucionales extranjeros participen, la débil estructura del mercado mejore. En la actualidad, los inversionistas individuales constituyen casi hasta el 90 porciento de los compradores de acciones. Durante mucho tiempo la volatilidad del mercado ha sido culpada por el índice anormal de inversionistas individuales porque tienden a buscar rápidas ganancias y se apersuran a comprar y vender acciones basándose en los rumores circulados por los grandes jugadores y otras fuentes no fiables en el mercado.
El Ministerio de Finanzas de la República de China está encargado de coordinar los cambios en las políticas que abrirán el mercado bursátil a los inversionistas institucionales extranerjeros. Bajo las estipulaciones actuales, ningún extranjero o empresa extranjera puede abrir cuentas en nuevos dólares taiwaneses en el mercado de valores. También, las entradas de remesas de divisas extranjeras se limitan a US$2 millones anuales por individuo para las transacciones sin niguna relevancia comercial. La relajación de todos estos restrictivos reglamentos está ahora siendo considerada. También hay la posibilidadd de que las autoridades gubernamentales decidan dar tratamiento especial a los inversionistas institucionales extranjeros con respecto a la entrada de remesas y a la apertura de cuentas en la moneda local, un avance que tal vez eliminará la necesidad para cambiar las restricciones existentes.
Los planes para regular a los inversionistas extranjeros así como para proteger a las compañías locales registradas ya están en marcha. Un reglamento especificará las categorías de acciones en las cuales se les permitirá invertir a las instituciones extranjeras. Otro impondrá restricciones para evitar que los inversionistas extranjeros se apropien de más del 5 porciento de las acciones de cualquier empresa registrada. Además, los fondos enviados para invertirse en valores no podrán utilizarse con ningún otro propósito.
El gobierno ha vacilado en abrir el mercado de valores a las inversiones de ultramar. La razón principal de ello ha sido el temor de que los inversionistas extranjeros, con el apoyo de sus enormes recursos, quizás inviertan en el mercado para manipular los precios locales de las acciones y controlar los derechos administrativos de las emrpesas registradas. En la actualidad, a los extranjeros se les permite invertir en la bolsa local indirectamente a través de cuatro empresas de inversiones fiduciarias, incluyendo la International Investment Trust Company. A principios de este año, la Securities and Exehange Commission, aprobó las solicitudes de dos casas de corretaje de los Estados Unidos, Merril Lyneh & Co. y Shearson Lehman Hutton Inc. para que establezcan sucursales aquí con el fin de que participen en los negocios de valores locales y extranjeros.
Pero a pesar de las restricciones, durante años, muchos inversionistas institucionales e individuales extranjeros han descubierto maneras de invertir en las casas de corretaje y títulos, utilizando la mayoría de ellas nombres sustitutivos. Según cálculos oficiales, alrededor del 10% de las acciones de las empresas registradas son propiedad de inversionistas extranjeros. Este índice se compara con el 4% apropiado por los inversionistas extranjeros en el mercado japonés, y el 6% en los Estados Unidos.
La liberalización del margen de préstamo es considerada como uno de los metódos principales para rescatar el mercado bursátil de Taiwan, y el gobierno está tomando medidas para actuar dentro de esta posibilidad. A través de los años, sólo a una firma, Fu-Hwa Securities Finanee, se le ha permitido el financiamiento de títulos. Dado a su incapacidad de satisfacer las necesidades financieras de los inversionistas, el monopolio de Fuh-Hwa ha contribuido a un alarmante margen de empresas prestamistas ilegales. Estos operadores ilegales han causado numerosos problemas en el ambiente financiero de Taiwan.
Al permitirle a las casas de corretaje integrada y a otras instituciones financieras realizar préstamos limitado para el financiamiento de títulos, como ahora se está considerando, las autoridades gubernamentales esperan también poder incrementar los fondos disponibles para la compra de acciones. Un aumento en la disponibilidad de fondos tal vez también ayude a aliviar la presión de venta dado a que los inversionistas no tendrán que deshacerse de su acciones al costo con el fin de obtener dinero.
La liberalización de los márgenes de préstamo quizá ayudará, pero en este momento no es seguro que inyectará dinero al mercado de valores para revitalizarlo. Los crédito han sido muy escazos bajo la estricta política monetaria del Banco Central, y el suministro de dinero en efectivo y las cuentas de cheques registraron un descenso del 3.4% en mayo de 1990 durante el cuarto mes consecutivo.
Mucho inversionistas y sus partidarios han hecho un llamado al Banco Central para que relaje sus políticas de créditos con el objeto de que libere los fondos necesarios para la bolsa de valores, pero el banco se ha negado. Varios oficiales gubernamentales y economistas privados apoyan la postura del Banco Central. Ellos, en efecto, se oponen a cualquier intervención de parte del gobierno, citando razones económicas y sociales. Por ejemplo, Lin Chuan (林全), profesor asociado de finanzas e impuestos de la Universidad Nacional Chengchi, dice; "La liberalización de los créditos ahora sin duda alguna incrementaría el flujo de capital en el mercado de valores, pero así mismo podría contribuir a las presiones inflacionarias durante un período cuando los costos del transporte, alimentos y los salarios para los funcionarios públicos han registrado incrementos."
Lin duda que la intervención del gobierno puede salvar el mercado. Opina que el mercado puede levantarse sólo cuando las exportaciones (que crecieron menos del uno porciento en los primeros seis meses de 1990) mejoren y cuando haya un descenso en la salida de capital (que durante el mismo período alcanzó los US$8 mil millones). La creciente ola de salida de capital también ha significado menos dinero disponible para comprar acciones.
K.C. Lee (李高朝), director del departamento de investigaciones económicas del Consejo para la Planificación y el Desarrollo Económico bajo el Gabinete, describe la actual caída brusca del mercado como un resultado natural de sus considerables aumentos en el pasado, refiriéndose al aumento décuplo del índice de Taiex en los tres años antes de la última ronda de correcciones en el mercado.
"La profunda corrección afectará adversamente nuestra actuación económica, pero también podría beneficiarnoa de dos maneras muy importantes," dice Lee. "primero, la corrección quizás ayude a calmar la fiebre especulativa y a rectificar el desequilibrio económico y financiero que provoca. Segundo, un importante ajuste en el mercado podría obligar a muchos de los compradores de acciones a reubicarse en empleos más productivos."
Los economistas no están de acuerdo en su afirmación sobre qué tan seriamente la caída del mercado - de su climax de 12,500 puntos el 10 de febrero a 4,500 el 7 de julio- afectará la actuación económica de la nación durante el resto del año. Pero la mayoría de los observadores están de acuerdo en que podría reducir uno o dos puntos en el índice del crecimiento económico del 7 porciento previsto para este año. El descenso surgirá esencialmente como resultado de que los inversionistas disminuirán sus gastos de consumo dado a sus reducidas ganancias en las transacciones bursátiles en vista de la caída del mercado. Los negocios tales como bienes raíces, empresas automovilísticas y turísticas así como los restaurantes, están sufriendo reducidas ventas. Los empresarios culpan la débil demanda a los inversionistas individuales que constituyen casi el 80 porciento de los tres millones de cuentas de transacciones bursátiles.
Sin embargo, entre los que han sido más seria y directamente afectados, se encuentran aproximadamente 380 casas de corretaje que florecieron alrededor de Taiwan durante los últimos dos o tres años para participar en la locura de las compras de acciones qeu azotó la isla. Estas casas cobran una cuota fija del 0.15 porciento sobre cualquier transacción. Hasta hace poco, ellos disfrutaron ganacias astronómicas ya que el volúmen de las transacciones en la bolsa ascendió a más de US$5 mil millones diarios. Ahora que el volúmen diario de las transacciones ha disminuido a casi US$1.5 mil millones, casi todas las casas de corretaje están sufriendo pérdidas. Incluso las más o menos veinte y cinco corredurías integradas han corrido la misma suerte. Además de los servicios de corretaje, estas empresas también ofrecen servicios como aseguradores y se dedican a la compra-venta de acciones por su propia cuenta.
A pesar de las grandes pérdidas, se sabe que hasta mediados de 1990 pocas corredurías cerraron. Pero, en efecto, el entusiasmo por integrarse a los negocios de corretaje se ha enfríado, cuando menos por el momento. Según las cifras del Mercado de Valores de Taiwan, dieciséis nuevas corredurías que tenían proyectado el inicio de sus operaciones esta año han pedido la anulación de sus solicitudes de registro.
Muchos observadores del mercado bursátil predicen un inevitable trastorno industrial si las transacciones bursátiles se siguen manteniendo al bajo nivel en que se encuentran. El actual volúmen diario de las transacciones de entre US$1 mil millones y US$1.5 mil millones simplemente no suministra suficiente negocio para que muchas casas sobrevivan. Según Daniel Chiang (蔣國樑), subgerente general de la International Investment Trust Company, una correduría integrada, la firma necesita generar un volúmen comercial de cuando menos US$18.4 millones diarios para mantenerse al corriente.
Chiang dice que hasta una tercera parte de las casas de corretaje tal vez eventualmente se verán obligadas a cerrar, mientras que otras surgirán para consolidar las operaciones. "Hablando en términos generales," dice, "las casas de corretaje que mejoren sus operaciones y suministren servicio más sofisticados a sus inversores, son las que sobrevivirán la crisis."
Se cree que cuando menos un millón de personas estaban involucradas en las transacciones bursátiles durante los años de auge del mercado. La mayoría dejaron sus empleos o cerraron sus megocios para participar personalmente en el mercado y dedicarle todo su tiempo. El "boom" del mercado de valores causó ambos, un descenso en la productividad y un giro en la ética del trabajo. La gente decidió que podría ganar dinero fácilmente jugando en la bolsa y tendió a olvidarse de los valores tradicionales chinos relevantes al trabajo.
En lo que respecta al mercado de valores de Taiwan en sí, la última serie de bajas parece ser básicamente robusta. La repentina caída de la capitalizacion del mercado de US$257 mil millones en febrero de 1990 a US$135 mil millones a medidados del año, ha constituido una reducción de su excesivamente elevado valor. El promedio de la proporción entre los precios y las ganancias, que era cien veces mayor en el pasado reciente, ha descendido 28 veces, indicando que el mercado está madurando en línea con los estándares internacionales. Danny Chan, (陳少杰) director administrativo de la Fidelity Securities Investment Consulting Corporation establecida en Taipei, se muestra optimista hacia el futuro del mercado. "Las acciones que poseen buenos fundamentos actuarán bien, mientras las que no los poseen actuarán pésimo," dice. La actitud indica un importante giro en la percepción. Quizás el evento común anterior del surgimiento total de las acciones más allá del nivel justificado por la presente actuación de las compañías registradas llegará a ser algo del pasado. □