20/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Definiendo el papel de una potencia comercial global

01/11/1990
El mundo debe encontrar formas para integrar a Taiwan dentro del GATT, el Banco Mundial y otras organizaciones económicas y comerciales internacionales, al menos que "todos perdamos por la ausencia no natural de un principal y entusiasta jugador económico".

A mediados de junio, el Dr. James C.Y, Soong (宋楚瑜), secretario general del Comité Central del Kuomintang (KMT) disertó ante algunos de los más co­nocidos líderes del mundo, acerca del fuerte deseo de la República de China por lograr una mayor integración dentro del escenario económico internacional.

A invitación del expresidente estadouni­dense Gerald R. Ford, Soong asistió a un Foro Mundial de tres días organizado y pa­trocinado por el American Enterprise Ins­titute, con sede en Washington, D.C. En el Foro estuvieron presentes el expresidente francés, Valery Gisgard D'Estaing; el ex­canciller alemán occidental, Helmut Schmidt; el exprimer ministro del Reino Unido, Leonard James Callaghan; y el se­cretario de defensa norteamericano, Ri­chard Cheney.

Soong presentó uno de los discursos claves, titulado "Los cambiantes años no­venta: Una era de reajuste económico mutuo". Prometiendo un papel más activo de la República de China como donante de ayuda internacional, él hizo énfasis en el deseo de la Rep. de China de unirse al GATT o Acuerdo General sobre Aranceles Aduanerosy Comercio.

"Yo uso nuestra admisión al GATT como una de las formas en que el mundo debe reajustarse a la realidad de la econo­mía de Taiwan y su importante estatu co­mercial", declaró Soong, añadiendo que el "fortalecimiento del comercio internacional, a través de nuestra participación en el GATT, es una política principal del presi­dente Lee Teng-hui".

A continuación ofrecemos el texto com­pleto del Dr. Soong:


Señor Presidente Ford, distinguidos huéspedes, damas y caballeros:

Es un privilegio poder tener esta oportunidad de compartir puntos de vista, puntos de vista asiáticos, con una tan distinguida reunión de líderes guber­namentales y empresariales del mundo entero. Agradezco especialmente la invi­tación de nuestros amigos en el Ameri­can Enterprise Institute, quienes creen, al igual que yo, que la República de China en Taiwan tiene algo valioso que contribuir a un foro de esta envergadura.

Para empezar, expreso las palabras de un isleño: Ningún país es una isla en la actual economía mundial. La tendencia de la globalización económica está uniendo cada nación y cada territorio en tales formas que nunca nuestros antepa­sado hubieran imaginado. Hoy día, no hay nación alguna que no sea afectada por los grandes cambios que están to­mando lugar en el mundo. Por ejemplo, la economía global ha sido tanto golpe­ado como presentada con nuevas oportu­nidades por la súbita caída del comu­nismo en Europa Oriental, así como el rápido surgimiento de la prosperidad en la Cuenca del Pacífico. Esos y otros cam­bios han creado la necesidad de mayores reajustes en la economía global. Ese es, básicamente, el tema de mi disertación de hoy.

Esencialmente, veo cinco eventos o tendencias principales que tienen gran impacto sobre el comercio mundial. El primero entre ellos es el monumental cambio en Europa Oriental. En forma inesperada, el súbito surgimiento de la democracia y la libre empresa en la mayor parte de Europa Oriental ha creado una desviación en el comercio mundial. Me refiero especificamente a la reexaminación de las prioridades comer­ciales por Occidente. La atención que ori­ginalmente se enfocada en el Este Asiá­tico ha sido ahora orientada dramática­mente hacia Europa Oriental, y los fondos internacionales que estuvieron dirigidos a inversiones en Asia también han sido desviados.

Nadie puede culpar a los comer­ciantes occidentales por querer un pedazo de esta acción comercial. ¿y quién se está quejando? Nosotros tam­bién estamos moviendonos rápidamente hacia esta área, así como hacia la Unión Soviética. Solamente en los últimos seis meses, nuestro comercio con Europa Oriental se ha duplicado a más de US$400 millones.

El segundo evento principal que afecta al comercio mundial es la llegada del Mercado Europeo Unico. Los comer­ciantes en mi país y otros países asiáticos están apresurándose para echar pie firme en Europa antes que este mercado se transforme en realidad. Más aún, te­nemos que estar todos preparados para ajustarnos a la eventual realidad de una economía europea más fuerte.

En Taiwan, nuestros esfuerzos de re­ajuste ya están produciendo resultados. El Plan del Mercado Europeo Unico ha venido precisamente cuando nos dimos cuenta de la necesidad de diversificar nuestros mercados, disminuyendo nuestra dependencia en los EE.UU. y Japón. Por esa razón y debido a que muchos de nuestros fabricantes ya tienen una fuerte presencia en Europa, nuestro comercio bilateral con Europa está prosperando. Actualmente alcanza más de US$20.000 millones, o un dieci­seis por ciento de nuestro comercio total.

El tercer evento, o tendencia en este caso, que afecta el comercio mundial es la regionalización. El Mercado Europeo Unico no es un caso aislado. La zona de libre comercio entre los EE.UU. y Canadá es otro ejemplo reciente, mientras que las conversaciones de una Comunidad Económica de Asia y el Pací­fico, o APEC está tomando cuerpo en el panorama del comercio regional.

La cuarta tendencia es el surgimiento de la prosperidad y poderío económico en el Este Asiático. Los cuatro "Pe­queños Dragones" del Asia, la República de China en Taiwan, Corea del Sur, Sin­gapur y Hong Kong, están siguiendo los pasos de Japón. Persiguiendolos de cerca se encuentran Malasia, Tailandia y otros socios de la ASEA .

El excitante surgimiento de las eco­nomías libres en el Este Asiático ha dado lugar a muchos comentarios sobre la lle­gada de un "Siglo del Pacífico". Asia ya posee más del 22 por ciento del comercio mundial. El año pasado, parece que el Este Asiático y la Cuenca del Pacífico ha sobrepasado a Europa como centro de la actividad económica fuera de los EE.UU. Pero los cambios en Europa Oriental podrían cambiar grandemente esta tendencia. En todo caso, el mundo debe seguir reajustándose a las realidades económicas dinámicas del Este Asiático, al igual que éste ha aprendido a reajus­tarse al crecimiento y posterior crecimiento, del Japón.

Finalmente, algunos viejos pero inal­terables factores siguen rondando el co­mercio mundial. Me refiero a las tasas de cambio inestables, los precios de los bienes, la inflación, las tasas de interés y todos los otros factores claves que pueden afectar drásticamente los frágiles equilibrios en la economía mundial. Una cosa es certera: Cada nación debe estar preparada todo el tiempo para reajustarse a tales factores. Un buen ejemplo de esto lo tenemos en Taiwan, que ha sobrevi­vido una revalorización del 45 por ciento del Nuevo Dólar de Taiwan en un perí­odo de dos años, de 1986 a 1988. Los rea­justes que hicimos, cambiando hacia exportaciones de alta tecnología y capital intensivos, así como dependiendo más en las importaciones y servicios, fueron esenciales para nuestro continuo éxito económico.

No soy un economista de formación, creo que sería pretencioso extenderme en los temas económicos. Un papel más importante mío en el día de hoy es ha­cerles llegar el punto de vista chino de Taiwan de cómo el mundo debe reajus­tarse al surgimiento de un singular factor nuevo en el comercio mundial, a saber, el surgimiento de la República de China en Taiwan como un jugador cada vez im­portante del escenario del comercio mundial.

En sólo una generación, Taiwan pasó del atraso y la pobreza a ser un ru­giente Pequeño Dragón. Pero, a través de los años nuestro poderío económico ha estado en parte aprisionado por la in­tervención política. A pesar de su cre­ciente presencia económica y su deseo por asumir un papel más responsable en los asuntos económicos mundiales -un papel que conmensura con su poderío- la República de China en Taiwan ha sido excluida de importantes organizaciones económicas y comerciales mundiales, tales como el Banco Mundial y más nota­blemente, el GATT.

En mi lista de cinco cosas impor­tantes para reajustar el comercio mun­dial, debo añadir una sexta. Esta tiene que ver con un nuevo papel para Taiwan. Expresado en forma sencilla, el mundo debe encontrar medios para integrar a Taiwan en esos organismos, a menos que cada uno pierda por la ausencia no natural de un importante y entusiasta ju­gador económico. Los hechos hablan por sí. Hoy, la República de China en Taiwan es la decimoséptima nación más rica del mundo, el decimosegundo país comercial, el primero en reservas de di­visas extranjeras y el segundo mayor in­versionista extranjero en Asia. Excluir a Taiwan de las organizaciones económicas y comerciales del mundo sencillamente es algo que no tiene ningún sentido. Te­nemos un papel positivo que jugar. Incluyendo un papel de donante y estamos ansiosos de contribuir.

Sin embargo, para alcanzar esta meta hemos de darle un asiento político para respaldar nuestros intereses econó­micos. Por ejemplo, si el GATT fuese de hecho la piedra angular del comercio mundial como dice todo el mundo, en­tonces, ¿porqué permite que las políticas exclusionistas se interpongan al papel po­sitivo del decimosegundo país comercial más grande del mundo? Esto no tiene sentido alguno.

De nuestra parte, hemos demos­trado que estamos preparados para en­frentarnos a esos problemas con mente abierta y un ojo para lograr desarrollos significativos. Nuestra solicitud formal para ingresar en el GATT, presentada el 1 de enero del presente año, evidencia este espíritu. Dejando aparte nuestra dis­puta de soberanía con Pekín, hemos soli­citado al GATT como un territorio adua­nero independiente, bajo los nombres de Taiwan y otras pequeñas islas bajo nuestro control efectivo. Esperamos que esta acción pavimentará el camino para nuestra admisión al GATT, libre de toda interferencia de parte de Pekín.

Hemos apartado la política por el bien de resolver los urgentes problemas económicos y comerciales. Fortalecer el comercio internacional a través de nuestra participación en el GATT es una política prioritaria del presidente Lee Teng-hui. Esperamos que en la próxima ronda de conversaciones del GATT en Uruguay se eliminarán las políticas ex­clusionistas y se nos permitirá jugar el papel que merecemos. De otra manera, temo que los objetivos del GATT no podrán ser alcanzados nunca. Yo uso nuestra admisión al GATT como un medio de reajustar las necesidades del mundo a la realidad de la economía de Taiwan y su importante posición comercial.

He comenzado resaltando breve­mente los eventos o tendencias a que no­sotros en Taiwan y en realidad, todos no­sotros debemos reajustarnos. Los años noventa prometen ser un excitante capí­tulo en la busqueda de la humanidad por la cooperación y el mutuo entendimiento. La globalización está finalmente convirtiéndose en una realidad. Ya no es solamente un eslogán de los soñadores li­berales. De nuevo, las palabras de un isleño: Ninguna nación es una isla en el comercio global del día de hoy. Todos hemos de reajustarnos y hacer lo mejor a nuestro alcance para asegurar un futuro brillante para el proceso de la globalización económica.

Muchas Gracias. □

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