06/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Adiós, Tamsui

01/11/1988
Pleno verano en Taipei. A pesar de estar anocheciendo, la agobiante humedad ha dado una apariencia marchita a un pequeño grupo de estudiantes parados en el andén de la estación del tren donde olas de calor penetran. Uno de ellos murmura que la orilla del río en Tamsui sería un "bienvenido alivio".

De repente comienzan a zumbar los rieles y se comienzan a llenar los oídos con la cacofonía de sonidos que sólo puede hacer un tren. Los tres estudiantes y su profesor extranjero son amantes del ferrocarril.Y en cuanto a esto útimo, aunque el tramo de 21,2 kilómetros entre Taipei y Tamsui es tal vez muy diferente a otros viejos tramos ferroviarios, la locomotora desgastada por el tiempo y de aspecto raído está entrando en la estación para traer gratos recuerdos de la vida en los trenes, esos graciosos príncipes de las praderas.

Taiwan no tiene muchas rutas activas del ferrocarril y muy pronto, una de la más amada, y a la vez odiada, línea de Taipei será cancelada. La vieja línea Taipei­ Tamsui, inaugurada en 1901, será reemplazada en cuatro años por una moderna línea de transporte masivo (el MRTS) para personas que viajan a diario, y para entonces, el chirrido de la vieja locomotora surgirá solamente en la memoria.

Para los motoristas que esperan que el tren termine de bloquear el cruce de vías, el retiro del tren da lugar a gracias jubilosas. El tramo de ferrocarril corta por algunos de los sectores más concurridos de Taipei y su horario pareciera estar siempre arreglado para coincidir con las horas de mayor tráfico. Todos los días, las masas de vehículos atascados queman toneladas de gasolina en espera que pase el tren.

Y ahora volverá a pasar, pero a la historia. La modernización irá a ayudar a un mejor flujo del tráfico, aumentando su eficacia y confort, y claro está, ahorrando tiempo. Pero durante el proceso, se perderá parte del pasado. Otros pasajeros que permanecen cerca tienen el mismo sentido de nostalgia inevitable, ya que estarán tomando el tren de hoy para tener un viaje más antes que sea descontinuado.

El tren se sacude hacia un alto total y el frenazo final marca los suspiros de por lo menos un pasajero que aborda el tren por última vez.

De alguna forma la nostalgia puede ser transformada en realidad. Para ser honesto, los vagones del tren no son del todo lugares para disfrutar en un día de verano. Aparte de la falta de aire acondicionado, el arreglo de cada vagón difiere en la mayoría de los trenes. En vez de asientos cómodos en par, orientados hacia el frente, los pasajeros tienen que correr para procurarse un asiento en bancos colocados a lo largo de cada vagón. Cubiertos en cuero sintético de color verde, los bancos son cualquier cosa menos algo confortable, y hacen sudar a caudales en medio del calor implacable. Los ventiladores giratorios en el techo del vagón solamente ayudan a redistribuir el aire caliente y pegajoso.

Los que abordan de último tienen que permanecer parados y agarrarse a las barras que corren en el pasadizo central de cada vagón. Hay espacio suficiente para 120 pasajeros de pie, pero en el día de hoy hay asientos para todos. Solamente dos o tres pasajeros van de pie. más para recibir alguna brisa desde las ventanas abiertas que por falta de espacio.

El pequeño grupo se une a algunos estudiantes que dormitan en los largos bancos. Cerca de allí, algunos campesinos hablan en alta voz en dialecto taiwanes y una joven madre tratar de calmar a su bebé que se queja con seguridad del calor.

El tren se desplaza hacia adelante y el craqueteo de las ruedas sobre los rieles transforman inmediatamente los ánimos. A medida que los oídos reciben los sonidos amistosos de un lento viaje, la brisa que sopla desde las ventanas y el cambiante escenario refrescan estimulantemente.

Para poder contemplar el escenario a medida que va pasando, los pasajeros tienen que girar sus cuerpos en forma inconfortable en los bancos, especiamente en un vagón completamente lleno. Aunque este viaje ha empezado justamente poco antes de la hora de mayor actividad, es difícil permanecer en una posición semidoblada por mucho tiempo sin disturbar a los pasajeros vecinos que tratan tranquilamente de rodearse con tanto espacio como sea posible.

Las siluetas de los edificios de la ciudad y las sinuosas calles laterales van siendo rápidamente reemplazadas por cada vez más numerosos parches de montes verdes. Muy pronto, aparece en la vista el río Tamsui, pero antes se hacen una serie de paradas para recoger más pasajeros que retornan a casa o simplemente tratan de escapar del calor y, tal vez, disfrutar del atardecer en las riberas del río. La escena pareciera no ser más extraordinaria que en los días normales, pero hoy es diferente. En unos cuantos días, para el 16 de julio, se cerrará la línea férrea con 87 años de existencia.

La sucesora de la línea Taipei-Tamsui tendrá que llenar grandes calzados para el freno. ya que el tren ha side por mucho tiempo una parte atesorada de la vida diaria de innumerables personas. Debido a la corta distancia entre las ocho estaciones que hay en el trayecto, la línea ha sido usada por dácadas como la mejor forma para llegar y salir de Taipei por aquellos que viajan a diario.

Apenas han transcurrido unos tres minutos desde que partió del andén 6 de la Estación de Taipei, cuando el tren hace su primera parada en Shuanglien. La parada está identificada por un letrero desgastado que no ha sido pintado por años. A pesar de su estado desesperante, este andén ha presenciado un uso voluminoso de sus instalaciones. Muy cerca se encuentra un templo popular y un enorme mercado; y el tren ha estado transportando personas a ambos lugar por muchas generaciones. Este es uno se los sectores más antiguos de Taipei y en el pasado era un principal punto para desembarcar materiales de construcción. Hoy día, los faroles amarillos que están colgados en la entrada del templo ya están cubiertos de polvo, desgastados y a punto de caerse. Su apariencia da una mirada de cansancio, algo que encaja con los chirridos y gruñidos del tren a medida que se aleja de la estación.

Moviéndose hacia el norte, el tren pasa debajo del sobresaliente Grand Hotel con sus columnas de colores brillantes que hacen irrumpir su techo de tejas doradas en el cielo húmedo. Muy pronto llega la segunda parada: Yuanshan, donde las estudiantes del Colegio femenino Mingchuan, muy cerca al Grand Hotel, abordan con bulliciosas risas. Algunas vienen con amigos que las acompañan y se ríen en tonos más tranquilos.

La escena desde las ventanas es típica para este momento del día. Los rieles corren paralelos a una de las principales carreteras que circulan en el norte de Taipei y ya se ha comenzado a formar el pesado tráfico de las horas cumbres que llegan al punto de casi inmovilidad. De la cubierta de los taxis surgen olas de calor que se mezclan con la fiera humarada de los buses de la ciudad. De repente, el tren pareciera ser un punto más fresco y tranquilo.

Desde que Taipei fue designada como municipalidad especial en 1968, ha ocurrido una escalada en el desarrollo de nuevas carreteras hacia la ciudad. Esta ruta particular ha sacada pasajeros del tren, ya que la sirven un mayor numero de líneas de buses que dan vueltas por el area a intervalos mucho más cortos. Y resulta más conveniente tomar el bus, o por lo menos pareciera mejor. Frecuentemente, sin embargo, el tráfico intenso atasca a los buses de tal manera que los trenes con su menor frecuencia de recorrido llegan a transportar más rápidamente a los pasajeros a sus destinos. Teniendo esto en mente, a primera vista el tren de hoy en día es la mejor alternativa para los estudiantes de más de 20 colegios a lo largo de la ruta.

Como para confirmar esto, el tren se detiene de nuevo en Shihlin y recibe una larga fila de estudiantes. La tarifa barata del tren es un atractivo extra. Un viaje de Taipei a Tamsui cuesta solamente 50 centavos para los adultos, y se conceden tarifas especiales a los estudiantes y oficinistas que viajan en forma regular.

Shihlin tiene el mayor mercado nocturno de Taipei. Aparte de la enorme variedad de productos baratos, el lugar es muy famoso por sus interminables puestos de comida que dan más que suficiente razón para una visita. Pero en el calor de la tarde, de alguna forma pareciera remoto el bullicio de la noche que se mezcla con el aroma de comida que generamente se filtra en el área.

Para PENG Kuei-hsiang (彭貴香), quien ha trabajado por más de 25 años en el servicio ferroviario, sus últimos cuatro años como superintendende de la estación de Shihlin, esta parada tiene un significado que va más allá del simple hecho de ir de compras o comer. Desde que se anunciara el cierre de la línea en 1986 por el entonces recién formado Departamento de los sistemas de tránsito masivo, la Administración del Ferrocarril de Taiwan ha estado preparando el destino que le esperaba a esta vieja línea de transporte diario. Aunque se aplazó la fecha de cierre varias veces, del 1 de enero al 1 de junio, 1 de julio y 4 de julio, finalmente se eligió el 16 de julio como fecha final. Las demoras fueron debido al inesperado caudal de nostalgia que surgió sobre esta línea histórica, así como el deseo generalizado de los residentes por montar unas cuantas veces más en el tren así como la falta de preparación por parte del gobierno para iniciar el nuevo proyecto. No obstante, la Administración del Ferrocarril anunció en forma clara que su personal sería mantenido al mínima hasta el día oficial de su clausura. Como resultado. Peng quedó como el único superintendente en toda la línea durante los meses finales.

Al igual que Shuanglien, Shihlin ha sido por años un importante sitio para cargar y descargar arroz, cemento, materiales de construcción y diarios de las impresoras más importantes del área. El anuncio inicial del cierre de la línea, aunque fue una falsa alarma, tuvo gran impacto sobre el uso de los pasajeros. "He presenciado un rápido decline no sólo en el transporte de bienes, sino también en el número de pasajeros", dice Peng. "Muchas compañías de camiones y transporte ya han buscado otras alternativas de transporte para sus encargos. En cuanto a los pasajeros, muchos de ellos están confundidos por los repetidos aplazamientos de la fecha de cierre. Ellos estuvieron convencidos de que ya se había llegado a la fecha final y dejaron de tomar el tren".

A medida que habla, se nota claramente una repentina tristeza en la cara de Peng. "Ahora que mi servicio en esta línea terminara muy pronto, percibo una sensacián de perdida". solloza él. "Después de todo, he estado con esos colegas por cuatro años. Y esta línea ha sido más útil que lo que mucha gente piensa. Tomemos la hora pico, por ejemplo. Sólo toma 15 minutos desde Taipei a Shihlin, mientras que en la carretera se tomaría por los menos 40 minutos. Por otro lado, en muy raras ocasiones es que se demora el tren. Ningún servicio de buses puede jactarse de esto."

Sin embargo, los buses tienen un mejor control de los boletos. El Sr. Jiang, quien ha estado sirviendo en la Administración del Ferrocarril de Taiwan por más de 30 años, ha side en los últimos años conductor encargado del embarque y desembarque de pasajeros. Esta tarea tiene sus frustraciones. "Esta línea ha sido notoria por los pasajeros que alteran sus boletos. Como la mayoría de ellos son estudiantes, ellos son particularmente inventivos acerca de las formas de abrir forzosamente las puertas, supuestamente debido a que ellos 'desean tener más aire fresco'. Pero mi trabajo es evitar que hagan eso", nos dice Jiang.

A medida que el tren se acerca a Shihpai, Jiang se prepara para la embestida de los pasajeros, que siempre ha sido fuerte en esta parada, incluso después que se anunció el cierre. "El tren es importante para las personas de la localidad, debido a que el servicio de buses no es tan bueno aquí". dice Jiang.

Aunque se preocupa acerca de la inconveniencia a corto plazo que tendrán los pasajeros después del cierre de la línea Taipei-Tamsui, él está de acuerdo con la idea del tránsito masivo rápido. "Claro que me gusta la atmósfera tranquila de esta línea, pero mire cómo esta tan fuera de moda. Los vagones están viejos y oxidados, y las puertas se atascan siempre. Por otro lado, el tramo sencillo de esta línea es sencillamente irreal. Mientras más pronto se descontinúe su uso, más pronto será puesto en marcha el MRTS".

La vieja ruta ha servido mucho más que a viajeros y expedidores. En 1945, después de terminar el yugo japones en la isla, la línea añadió dos breves paradas especialmente para peregrinos. Una de ella es la breve parada en el Templo Wang Chia en las cercanías de Shihpai; la otra es en Chungyi para los fieles que asisten al gran Templo de Kuan Yu (Dios de la guerra). Ninguna de estas paradas tiene una casilla para venta de boletos, de modo que los pasajeros deben pagarle al conductor una vez hayan subido al tren. Este "subir primero y pagar después" resulta ser un proceso complicado en trenes repletos de pasajeros, especialmente cuando la distancia entre las paradas es tan corta. Con frecuencia, los pasajeros están listos para desembarcar antes que el conductor llegue a ellos, y la práctica es tan generalizada durante las horas más ocupadas que la "fuga de pasajes" se ha convertido en causa principal de la perdida de dinero de la ruta.

Aparte de su valor económico y conveniencia para los que viajan con frecuencia, la línea Taipei-Tamsui ha servido por mucho tiempo a los turistas, tanto locales como extranjeros. La parada en Peitou es el mejor ejemplo. Situada al pie del monte Ta Tun. Peitou es una famosa fuente termal que queda muy cerca a Taipei. Se ha convertido en una parada tan popular que una línea accesoria de 1.2 kilómetros fue construida en 1916 para transportar turistas que llegaban a las bien conocidas fuentes termales en la villa de Nuevo Peitou. El viaje sólo toma tres minutos y su sólo vagón (que hace unos 40 viajes por día) es incluso más anticuado que los vagones de la línea principal.

En Chungyi, Jiang abre las puertas del vagón para permitir que algunos pasajeros desembarquen. La estación es tan pequeña que solamente tres vagones caben dentro del andén. Los pasajeros de los otros vagones deben bajar directamente a la calle, un peligro que preocupa bastante a Jiang. "Es necesario que preste especial atención a la seguridad de los pasajeros aquí", nos dice. "Uno nunca sabe que cosa puede ocurrir".

Después de Chungyi, el tren entra a un valle más amplio en camino a su próxima para en Kuantu, una estación tan pequeña que sólo hay una persona que se encarga de vender boletos y maneja todos los aspectos administrativos de la estación. A pesar de su tamaño, Kuantu es bien conocida. Gracias a su proximidad al tunel Kuantu inmediatamente al norte de la estación, los residentes de la localidad ven con frecuencia a personal del cine y la televisión haciendo uso del escenario.

Un bullicioso y sofocante viaje a través del túnel queda recompensado con una de las mejores escenas a lo largo de la ruta, cuando el tren sale cerca del estuario del río Tamsui. El monte Kuan Yin, así denominado debido a que se parece al perfil de un buda reclinado, queda claramente visible al otro lado del río y a sus pies se encuentra Pali, una tranquila aldea pesquera. Dominando el escenario junto con la montaña está el puente de Kuantu, resaltando con su color rojo en medio del sol del atardecer.

En la orilla del río se encuentra un amplio remanso de mangles que ya ha sido declarado por el gobierno como área protegida. Los árboles tienen doble importancia debido a que el pantano que les rodea sirve como sitio para que aniden garzas blancas y otras aves marítimas. En los fines de semana, un flujo constante de observadores de pájaros toman la línea Taipei- Tamsui para disfrutas de los graciosos vuelos de esas magníficas aves. Especialmente al atardecer. cuando el cielo se llena de bandadas de aves que retornan a guarecerse entre las retorcidas ramas de los mangles.

El viaje de 45 minutos esta casi por concluir. A medida que el tren frena para detenerse en Tamsui´, los pasajeros ya están saltando de los vagones y corriendo hacia la puerta donde TSENG An-ning (曾安寧) está esperando para recolectar los boletos. Tseng ha trabajado en esta estación por 33 años. "Nunca se me ocurrió que permanecería aquí por tanto tiempo. Quiero mucho a este lugar. El aire es más fresco que en cualquier otro sitio que conozca, y el paisaje es también muy hermoso", recalca. Además de marcar los boletos, su trabajo incluye recompilar las estadísticas acerca del número de boletos vendidos y recolectados. El nos dice que hay un obvio decline en el número de pasajeros que usan ahora el tren, especialmente entre los estudiantes: "Hubo momentos en que recolectábamos más de 10.000 boletos por día en esta estación. Ahora, el total es apenas de unos 3.000".

Tamsui se convirtió en un puerto importante en 1860, cuando su comercio mayor en té y alcanfor lo hizo prosperar astronómicamente. Durante la dinastía Ching. Tamsui era conocido como Huwei (滬尾), o la "coleta de Hu", una abreviatura de Shanghai, el mayor puerto de China. El viejo nombre no sólo indica los estrechos lazos entre Taiwan y el continente en aquellos tiempos, sino también el papel importante que desempeño el puerto de Tamsui en términos económicos.

Debido a su situación estratégica, los españoles, holandeses, ingleses, franceses y japoneses se turnaron para invadir la ciudad, dejando sus huellas. Lugares tales como el Fuerte de San Domingo, el Colegio Oxford, las viejas mansiones al estilo europeo, los raros templos y las dos calles más antiguas en el poblado son muy populares atracciones turísticas. También es popular la Playa Shalun en Tamsui, famosa por su arena fina y hermosos atardeceres.

Y en cuanto a lo gastronómico. Tamsui es un placer especial. Los restaurantes locales son famosos por su amplia variedad de mariscos: peces, camarones y jaibas son preparados en virtualmente miles de formas para complacer todos los gustos. Tan pronto se pone el sol, comienzan a llenarse los restaurantes con hambrientos clientes que muchas veces viajan a Tamsui especialmente con el propósito de comer.

La estación del tren en Tamsui en sí es un pedazo de historia. Tanto el techo como los andenes de la estación han sido bien desgastados por el aire marino y fluvial. De acuerdo a YANG Peng-fei (楊鵬飛), quien ha estado de jefe de estación desde febrero, la arquitectura original de la estación del tren, que fue diseñada durante la ocupación japonesa, ha sid preservada. Esto también es verdad en la mayoría de las otras paradas a lo largo de la línea. El yeso de las paredes ahora apenas oculta la arcilla negra que hay debajo, y los marcos de las ventanas y mesas sobre las cuales Tseng y sus colegas cuentan los boletos y eseriben sus informes han sido confeccionadas con madera fina, posiblemente importada directamente desde Foochow a través del puerto de Tamsui antes que los depósitos de sedimento hicieron que fuera demasiado inaccesible para barcos de gran calado.

La vieja estación alberga un millar de historias y aparentemente está impreso en las mentes de muchos viejos viajeros. Tseng se recuerda que hace poco un hombre de mediana edad junto con sus dos hijos lo vino a visitar. Apenas entró en la puerta, él dio una palmada en el hombro de Tseng y le preguntó: "¿Se acuerda aún de mí?" Después de rascarse la cabeza por un buen rato, un hombre más joven apareció de repente en la memoria de Tseng, un joven que frecuentemente le traía refrigerios y dulces a su oficina en medio del camino a la Universidad Tamkang. Tseng solloza: "Sólo en ocasiones como esas me doy cuenta que me he ido marchitando junto con Tamsui".

El ferrocarril ha moldeado las vidas de muchos de los residentes de Tamsui. A unos pasos de la estación se encuentra una abarrotería que ha servido a sus clientes por más de 44 años. La dueña, Sra. Chen, tiene 71 años y se hizo dueña de la tienda en 1945, justamente cuando los japoneses se evacuaban de Tamsui. La tienda ha permanecido esencialmente la misma desde aquellos tiempos. El apiñamiento de mercaderias es algo que difiere mucho del estilo de las tiendas más modernas que ahora se apiñan alrededor de su negocio.

Chen ha observado el crecimiento de Tamsui por muchos años. "Existieron barreras naturales que contenían el crecimiento", dice ella, "debido a que Tamsui está apretada entre el puerto y los cerros cercanos. El área alrededor de la estación de tren era el sitio de más temprano desarrollo y los dos principales caminos allí han permanecido casi igual durante todos esos años, asimismo como las tiendas que las flanquean".

En los años recientes, los residentes han comenzado a construir en las faldas de las montañas, pero el área cercana a la estación permanece siendo un centro de actividades. Yang está de acuerdo con los puntos de vista de Chen: "Las áreas cercanas a las estaciones de ferrocarril siempre son las más prosperas y las primeras en desarrollarse ya que el tránsito por ferrocarril era con frecuencia la forma más antigua de transporte. Esto ocurrió con Tamsui. Y si Tamsui seguirá desarrollandose, la única vía sería el MRTS".

YAO Yung-li (姚永棣), jefe de sección de la Oficina de Ingeniería del MRTS, dice que la nueva "línea roja" que usará parte del viejo camino de la mejorada ruta Taipei-Tamsui, tendrá 73 kilómetros de longitud. Será completada en cuatro años y ofrecerá un servicio más ráipido y cómodo que el tren o las seis compañías de buses que ahora sirven a Tamsui. El tiempo de viaje programado desde Taipei a Tamsui será reducido a 30 minutos y habrá una mayor frecuencia de viajes.

La capacidad será aumentada muchas veces por encima de los 20.000 viajeros diarios que existen actualmente. "Con esta perspectiva al frente, incluso nuestra nostalgia por la vieja línea ha sido reemplazada por una gran anticipación del nuevo sistema", nos indica Yang. A pesar de su actitud optimista, existe una generalizada incertidumbre entre los actuales usuarios acerca de que hacer entre ahora y la terminación del nuevo sistema.

Por ejemplo, Tseng se preocupa acerca de la capacidad de las rutas alternas existentes. "Ir de Tamsui a Taipei no irá a ser fácil", nos indica. "he visto un ya constante congestionamiento de las carreteras, ¿que pasará después del 16 de julio?"

Chen esta preocupado por razones más personales: su tienda será demolida debido a la construccion del MRTS, y ella perderá tanto su negocio como su hogar. Aún cuando recibirá una compensación por su pérdida, el cambio no es fácil de aceptar. "Dejar un lugar es algo muy triste", dice ella.

El pasado 9 de junio se celebró en Taiwan el Día del Ferrocarril, conmemorando el primer tren en la isla, que unió Keelung y Hsinchu hace 101 años. Un grupos de niños del jardín de infantes de Chungyi, juntos con sus maestros, hicieron un viaje en la línea Taipei-Tamsui para celebrar dicha ocasión. Después de desembarcar en Tamsui, ellos presentaron flores a Tseng y otros miembros de larga permanencia en la estación de ferrocarril. Antes de partir de Tamsui de vuelta a casa, uno de los niños lloró en el andén diciendo: "Adiós, abuelo". Desde la voces de los niños, la línea Taipei-Tamsui, que ha sido considerada por mucho tiempo como parte de la "época del ferrocarril en Taiwan". pareciera como un abuelo artrítico que se retira de un cargo que ha desempeñado por toda una vida. Pero a medida que los pasajeros se alejan del tren y los rieles viejos, ellos se alegran al pensar que una generación más joven y más fuerte irá a continuar llevando a cabo su trabajo de servicio. □

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