29/04/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Análisis: Evitando el Proteccionismo

01/05/1987
Los exportadores y las autoridades del gobierno de la República de China están observando con creciente ansiedad los desarrollos de la legislación comercial en los Estados Unidos, ahora que el Senado, la Cámara de Representantes, y la Administración Reagan han salido cada uno con su proyecto de ley comercial.

En su presente forma, la versión de la Cámara ha sido percibida como la más dañina; ya que insta a las naciones que gozan de enormes excedentes comerciales con EE.UU. para que hagan una reducción anual del 10 por ciento en tales excedentes por cuatro años consecutivos. De otra manera, como lo demanda el proyecto de ley de la Cámara, los EE.UU. adoptarían medidas de represalia. Aunque el proyecto de ley introducido por el Senado es menos proteccionista, sin embargo requiere también fuertes represalias en contra de aquellas naciones que son consideradas de estar usando prácticas comerciales injustas. Como el borrador legislativo de la Cámara, el proyecto de ley del Senado también reclama por la apertura de negociaciones sobre los tipos de cambio con las naciones que ahora registran enormes excedentes comerciales con los EE.UU.

En comparación, el paquete de propuestas dadas por las Casa Blanca parece estar en mejor posición de poder controlar los problemas comerciales norteamericanos. El mismo hace hincapíe, entre otras cosas, pasos a largo plazo para elevar la competitividad de EE.UU. mediante la educación, investigación y financiamiento más fácilmente asequible. Existen pocas posibilidades, sin embargo, de que el proyecto de ley comercial de Reagan en su presente estado logre ser aprobado por el Congreso, debido a la creciente ola de proteccionismo en el Capitolio. Una mayor probabilidad es que ambas cámaras del Congreso votarán por una ley comercial de compromiso usando la propuesta legislación de la Administración como armazón.

La República de China, que vende cerca de la mitad de sus productos de exportación a los EE.UU. y goza de un continuo excedente comercial que durante el año pasado alcanzó unos US$14.000 millones, sería uno de los blancos más notorios para tales estipulaciones de la ley comercial de EE.UU. Para poder enfrentarse al impacto de la inminente nueva legislación comercial de EE.UU., que posiblemente será aprobada a mediados de verano, la República de China está buscando por todos los medios posibles de reducir su enorme excedente comercial con los EE.UU.

La República de China ya ha tomado varios pasos para facilitar las importaciones provenientes desde los EE.UU. Por ejemplo, ella bajó más las tarifas arancelarias durante el año pasado, ha relajado los controles de importación, y ha liberalizado el mercado local para los servicios de EE.UU. Más aún, el gobierno de la República de China ha revaluado el Nuevo dólar de Taiwan en un 13 por ciento en contra del dólar americano desde septiembre de 1985, en un esfuerzo para hacer que los productos norteamericanos sean más competitivos en el mercado local.

No se puede negar la sinceridad de la República de China en la búsqueda de la reducción de su excedente comercial con los EE.UU. y el mantenimiento de unas relaciones bilaterales armoniosas. Un ejemplo raramente anunciado fue dado a conocer recientemente por una fuente oficial cuando se le preguntó porqué el Banco Central de China había fracasado en tomar contramedidas para reducir las pérdidas de las altas reservas en divisas extranjeras de la nación, especialmente en vista de la abrupta caída del dólar americano.

Más del 80 por ciento de las reservas en divisas extranjeras de la República de China, que ahora están en el nivel de los US$50.000 millones, se mantienen .en dólares de EE.UU. Desde septiembre de 1985, cuando comenzó la actual caída, el dólar americano ha bajado cerca de un 50 por ciento en contra del yen japonés y cerca de un 30 por ciento en contra de las otras principales monedas. Las pérdidas en las reservas de dólares, que en su mayoría están depositados en los EE.UU., son indudablemente sustanciales y seguramente continuarán creciendo con el decline en el valor de la moneda de EE.UU. En vista de esto, muchos ciudadanos chinos han culpado al Banco Central por su fracaso al no convertir las reservas de dólares de EE.UU. en monedas más fuertes como el yen japonés y el marco alemán, o tomar otras medidas para evitar las pérdidas.

Entre las muchas razones del porqué el Banco Central no movió sus reservas en dólares para procurar inversiones que generen mayores ganancias, indico la fuente que ha preferido permanecer en el anonimato, fue una consideración en la política comercial: la República de China quiere que los depósitos recuerden a los EE.UU. que cualquier excedente que exista en el campo comercial está casi totalmente depositado en los EE.UU. Esto significa que el excedente comercial con los EE.UU. también ha beneficiado claramente a la economía norteamericana.

Con todo eso, la República de China aún debe fortalecer sus esfuerzos por mejorar el problema del desbalance comercial para desactivar los sentimientos altamente proteccionistas de EE.UU. hacia Taiwan. Los expertos locales han urgido al gobierno a tomar en consideración las siguientes medidas:

-Establecer un panel de compras en América. Este panel iría a coordinar los mayores proyectos de gastos del gobierno y las compañías privadas y persuadirles que dirijan sus compras hacia los EE.UU.

-Avanzar el horario de las programadas reducciones anuales de tarifas. En el pasado, el gobierno se ha movido tradicionalmente a recortar las tarifas hacia fin de año. Para aliviar las crecientes tensiones comerciales con los EE.UU., el gobierno debería tomar en consideración adelantar en tiempo las proyectadas reducciones del presente año. También, los recortes en las tarifas deben ser dirigidos a productos que tengan un alto potencial de ventas en Taiwan.

-Liberalizar en forma más acelerada los mercados domésticos para los productos y servicios. Los EE.UU. ya han programado realizar negociaciones a mediados del presente año con Taiwan sobre la banca, los seguros, los servicios navieros y otras industrias de servicios. Si el gobierno se mueve para abrir más ampliamente dichos mercados, se estará haciendo bastante para mejorar las relaciones comerciales bilaterales.

Aparte de considerar la eficacia de las medidas antes mencionadas, la República de China debe permitir que el Nuevo Dólar de Taiwan siga subiendo en el ritmo medido, tomando en consideración el aún creciente excedente comercial de la nación y la competitividad de sus productos de exportación. Esta medida, sin embargo, ha creado un problema clave para la República de China ­ algo que Washington debe entender: Los esfuerzos de la República de China por revaluar el dólar N.T. deben ser igualados por sus vecinos competidores como Corea del Sur, Hong Kong y Singapur. De otra manera, esto sólo permitirá que más productos de dichas áreas reemplacen aquellos de Taiwan en el mercado de EE.UU. Y eso no será de ayuda en la reducción del déficit comercial general de Norteamérica.

Mientras la República de China hace todos los esfuerzos posibles para recortar su brecha comercial, los EE.UU. deben también asistir en este esfuerzo ayudando a las compañías manufactureras de EE.UU. a bajar sus costos de producción y aumentar la competitividad de manera que puedan competir en forma efectiva en los mercados mundiales. De acuerdo a un estudio recientemente dado a conocer por la Oficina de Presupuesto del Congreso de los EE.UU., la fuente común de las dificultades a que se enfrentan las cuatro industrias de EE.UU. incluídas en dicho estudio: textil y vestidos, acero, de calzados, y automotriz; es que sus costos de producción son sustancialmente más altos que la de los productores extranjeros. Y los altos costos no están igualados por una mayor productividad.

El estudio indica claramente un hecho: para poder enfrentarse efectivamente al enorme déficit comercial, que alcanzó los US$170.000 millones el año pasado, los EE.UU. deben hacer algo para mejorar su competitividad, además de combatir las "prácticas comerciales injustas" de sus socios comerciales.

Los intentos por cerrar el mercado norteamericano a las importaciones en el mejor de los casos no ayudará en lo mínimo, sino que sólo servirá para impedir el comercio mundial, dañar la competencia sana, y probar a final de cuentas que son mutuamente destructivos. Esto es algo que los miembros del Congreso de los EE.UU. deben pensarlo bien al promulgar una nueva ley comercial que según ellos irá a mejorar el déficit comercial norteamericano, y por ende, toda su economía. (Osman Tseng, vice-presidente de la China Economic News Service, es un periodista veterano que reside en Taipei.)

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