03/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Perspectivas económicas de la República de China

01/11/1985
Wang Tso-jung, distinguido economista y comentarista en economía, confirmó que "actualmente las proyecciones económicas y populares predicciones económicas están encerradas en un estado sin precedentes de depresión, todavía peor que durante la crisis del petróleo." Indudablemente ha habido poca inversión, algunas compañías confrontan serios problemas, como el escándalo financiero ocurrido a la Cooperativa del Décimo Crédito y a su empresa relacionada, la Compañía de Seguros e Inversiones Catay, para no citar sino sólo un ejemplo. Sin embargo, también es cierto que numerosos altos funcionarios, empresarios y otros observadores de autoridad no parecen preocupados por tal "estado de ineficacia". Más bien ofrecen ejemplos concretos, datos y análisis objetivos demostrando que nuestro país se encuentra negociando actualmente una serie de asuntos económicos con perspectivas muy sólidas; por lo que en comparación con otros países, tenemos toda la razón para sentirnos satisfechos y optimistas. ¿Dónde está la fuerza crucial para enfrentar los desafíos que se encuentra atravesando la República de China en Taiwan? Este país cuenta con mano de obra talentosa, riqueza acumulada, eficiente infraestructura, base social y política estable y sobre todo, con excelente experiencia en cuanto a logros económicos. Debido a que tanto el pueblo como el gobierno le han prestado consistentemente una gran importancia a la educación, la República de China ha desarrollado talentosos recursos de mano de obra, mucho mayores que los que se encuentran disponibles en los lugares en donde residen sus principales competidores y en otros países desarrollados. Nuestro número acumulativo de graduados universitarios excede los 1.400.000 (o sea el 11,5 por ciento del total de la fuerza de trabajo empleada), pudiéndose comparar muy bien con Corea, Hong Kong y Singapur y ocupando el segundo lugar en el Asia, después del Japón. Bajo la restrictiva situación financiera de la República de China en 1968, tres años después de que terminara el programa de ayuda norteamericana, los funcionarios locales en el campo de la educación hacen notar aun, que el presidente Chiang Kai-shek institucionó resueltamente un programa para extender la educación pública y gratuita de seis a nueve años. Su visión colocó la base para la riqueza de mano de obra existente hoy en día, que constituye también el principal recurso de "capital" y que es la respuesta de este país en cuanto a la demanda del progreso industrial; estos hombres y mujeres se encuentran enfrentando los desafíos para el futuro inherentes a las tendencias científicas y tecnológicas. La institución en el país de iguales oportunidades educativas rompió con el monopolio del alto estrato social, que antes fuera tan evidente. La persona común que ha llegado a convertirse en un principal funcionario, ha dejado de constituir una anomalía histórica; dentro de los ejemplos actuales se encuentran figuras tan importantes como la del vice-presidente Lee Teng-hui y la del vice-primer ministro Lin Yang-kang, nacidos ambos de familias agrícolas pobres, quienes actualmente se encuentran prestando sus servicios a la nación con sus conocimientos y habilidad. Asimismo, Hsu Shui-teh y Su Nan-cheng, nuevos alcaldes de las ciudades de Taipei y Kaohsiung, respectivamente, quienes durante su infancia ayudaron a sus padres a vender leche de soja y manías. Todos estos hombres se encuentran dentro de las numerosas demostraciones de la movilidad de nuestra sociedad hacia arriba y de su fuerza motriz para el progreso. Una política abierta para facilitar los estudios avanzados en el extranjero ha ayudado también a ensanchar la reserva de altos talentos disponibles en el país. Ciertamente, los estudiantes de la República de China totalizaron el mayor número dentro de los estudiantes extranjeros que estudian en los Estados Unidos. Existen por lo menos 80.000 de nuestros graduados, con abundante experiencia en el trabajo, empleados por las principales instituciones norteamericanas. "Nunca un país en vías de desarrollo ha tenido tantos ciudadanos que mantengan tantas posiciones importantes en los mejores institutos de investigación, en las mejores universidades y en las compañías más grandes de los Estados Unidos," afirmó Sun Chen, presidente de la Universidad Nacional de Taiwan. Las instituciones locales mantienen contacto con los profesionales de la República de China que se encuentran en el extranjero; estimulándolos para que regresen a trabajar a Taiwan, empleándolos a través de empresas que tienen conexión con nuestro país en los Estados Unidos o bien invitándolos para que realicen visitas profesionales, asistiendo a seminarios y conferencias; con ello están ofreciéndole a este país una ayuda crítica en su habilidad para prosperar dentro de la intensa competencia internacional. Mientras tanto, las estadísticas muestran que el desarrollo de la República de China ha creado no solamente un mayor número de atractivas oportunidades, sino que ha robustecido el orgullo nacional; el porcentaje de estudiantes que han regresado al país después de realizar estudios en el extranjero ha mostrado una tendencia definitivamente más alta durante los últimos años. Además de la mano de obra altamente capacitada, la fuerza total de trabajo continúa manteniendo una ética de enérgico esfuerzo y aunque nuestro horario semanal de trabajo es menor que el de Corea, supera sin embargo, al de los Estados Unidos y los países europeos. La República de China es también uno de los pocos países en el mundo que distribuye equitativamente su riqueza dentro de sus habitantes; no solamente el país es rico, sino que los habitantes del mismo también lo son. Lo más impresionante de todo es el hecho de que la riqueza acá acumulada durante las últimas tres décadas ha sido distribuida en forma relativamente igual dentro de la población. El índice de distribución de ingresos de la República de China (o sea la relación entre el promedio de ingresos del 20 por ciento de los más ricos de la población y el 20 por ciento de los más pobres), era el más bajo en el mundo, antes de ser sobrepasado recientemente por el Japón; la brecha entre los grupos más ricos y los más pobres es de 4,3 veces en la República de China, comparada con la de 8 en Corea del Sur, 10,9 en los Estados Unidos y 19,9 en México. Una destacada característica de este país -muy elogiada por los visitantes extranjeros y considerada como algo natural por la mayoría de nuestros compatriotas- es que la construcción de la infraestructura de Taiwan ha sido extendida hasta sus raíces. Localmente los precios de los artículos básicos son estables y la institucionalización política y social ha sido sólidamente avanzada a través de años de logros programados. No importando cuán aislado o remoto se encuentre, donde existan pobladores en la República de China, existe electricidad; estando disponible para el 99,7 por ciento de las familias del país, una cifra que se encuentra entre las mejores del mundo, sobrepasando a los logros de países industrialmente más avanzados, con ingresos nacionales más altos. El desarrollo de la infraestructura básica fue vigorosamente promovido en los años 70, llevando caminos de acceso a las aldeas más remotas. Los campos de la República de China, cubiertos por arrozales, no sólo cuentan con autobuses, sino que también los servicios postales y de telecomunicaciones son comúnmente disponibles. Tan amplias estructuras de servicio, aunque no estrictamente de acuerdo con algunas proporciones básicas de beneficio económico, han engendrado incontables dividendos en la vitalidad y estabilidad comunal. La estabilidad política y social constituye un bien muy valioso en cualquier país y así lo ha sido también en la República de China. Su efecto ha sido notado debidamente por lo observadores extranjeros: "Los habitantes de Taiwan aman a su país y cuidan bastante la reputación de la nación", afirmó James R. Klein, presidente de la firma General Instrument of Taiwan, Ltd. Dicha reputación fue construida por medio del extra­ ordinario récord alcanzado por la República de China, al haber superado la tormentas internacionales sufridas durante las tres últimas década, manteniéndose inquebrantable a pesar de la propensión económica actual. Durante el período comprendido entre 1953 y 1983, la productividad económica de la República de China creció 13 veces, la tasa de crecimiento del ingreso nacional, 5,5 veces, mientras que la del comercio exterior, 22 veces. Todo esto significó la transformación total de un país agrícola en industrial. En el transcurso de la modernización de la República de China en Taiwan, como ya se dijo, se redujo la brecha entre rico y pobres y se popularizó masivamente la educación. El año pasado, el crecimiento económico real del país fue del 10,9 por ciento, el más alto de Asia. Este año, se alcanzó sólo un 5,3 por ciento de crecimiento en las exportaciones durante el primer trimestre, desilusionando así a muchas personas; sin embargo, fue mejor, comparado con el crecimiento del Japón y de los Estados Unido, menor del 1 por ciento y con el registrado por los otros tres dragones del Asia. El crecimiento de Corea del Sur fue menor del ocho por ciento. Por qué entonces -puesto que la República de China se encuentra en tan buenas condiciones- el escenario acá se encuentra impregnado por una aparente atmósfera de pasividad, ineficacia, intranquilidad y ansiedad? Por un lado, todo deriva de las tendencias actuales en cuanto a la situación internacional, así como de las curvas en el transcurso de la propia modernización del país; pero por otro lado, algunos observadores autorizados ven un fuerte desbalance en los informes presentados por los medios de comunicación. El profesor Hsu Chia-shih, especia­ lista en medios de comunicación, lamenta el fracaso de los medios de comunicación, diciendo que constituyen un verdadero "espejo" de la realidad con­ temporánea. Desafortunadamente agrega, son un espejo distorsionante, que deforma la situación objetiva. La intensa competencia de los medios de comunicación da por resultado el manejo de noticias "sensacionalistas" Además -dice- nuestras instituciones de periodismo tienen que luchar con defectos estructurales construidos internamente. A diferencia del Japón, los Estados Unidos y Gran Bretaña, donde las noticias más importantes son manejadas por reporteros experimentados, entre 30 y 40 años de edad, debido al rápido crecimiento de los medios locales de comunicación y a la rápida mobilidad hacia arriba, dichos reporteros han sido promovidos a posiciones administrativas y dejado de escribir. Muchas de los grande informes analíticos de nuestros tiempos están siendo escritos por manos talentosas pero inexpertas. Esto podría atribuirse a la vulnerabilidad en sus sentimientos personales momentáneos, a los fracasos en cuanto a los juicios para distinguir las órdenes de importancia, a la urgencia y a los grado de influencia ya sea parcial o total. De acuerdo con el Dr. Lee Teng-hui, vice-presidente de la República de China, quien estudió en los Estados Unidos, algunos comentaristas de nuestra comunidad académica podrían estar demasiado influenciados por las práctica de muchos comentaristas norteamericanos especialista en economía: "demasiado prácticos, demasiado superficiales en sus encuestas, sobre­ enfatizando los problema más recientes; sobreutilizando estadística para revisar los hechos y sobre todo, llegado a alcanzar resultados finales con falta de previsión, como en las investigaciones de prueba." La primera generación de empresarios de la República de China, quien empezó a construir su reinados durante los años 50, 60 y 70, crearon su riqueza en gran parte, a través de la cooperación técnica con el Japón pero principalmente por medio de su propio esfuerzo. Pero actualmente, teniendo que enfrentar una era de más alta complejidad económica e innovación tecnológica, dudan, debido a las limitaciones en sus historiales educativos, al de conocimiento de la nuevas tecnologías y a las situaciones del mercado internacional. De acuerdo con una encuesta efectuada por la revista Commonwealth, "no conocer en dónde se encuentran los mercado actuales" constituye realmente la raíz principal de la duda en cuanto a la inversión local. Esto da por resultado una embarazosa situación: se poseen los recursos pero no se tiene la confianza para invertir. Quizás podría existir también una lección ofrecida por parte del mundo artístico: Lin Huai-ming, fundador del conjunto de danza Puerta a las Nubes, considera que "podemos reunir la energía de vida de la República de China, por medio de la disciplina y una clara dirección, dentro de una fuerza clara; no tenemos ninguna razón para ser tan pasivos." □

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