Taiwan Today

(El profesor Jan S. Prybyla, de la Facultad de Economía de la Universidad del Estado de Pensilvania, Estados Unidos, analiza en este artículo la nueva estrategia económica de China comunista, describiendo sus puntos de vista referentes a varios aspectos de importancia. En un discurso pronunciado en enero de 1985, Hu Yao-pang, jefe del Partido Comunista admitió que China continental "desperdició 20 años" de "radicales disparates izquierdistas" bajo Mao Tse-tung. El economista norteamericano Ramón Myers lo expuso mejor: Cuando Teng Hsiao-ping tomó el poder en 1978, la economía de China continental se encontraba "al igual que un enfermo de cáncer, en urgente necesidad de terapia." Tres asuntos necesitaban atención: (1) tenían que identificarse los males económicos (2) tenían que diagnosticarse las causas de esos males y (3) tenían que prescribirse y aplicarse los remedios. Los males: Los principales males de la economía fueron identificados rápida y acertadamente. A pesar de ser tan evidentes, algunos de ellos fueron ignorados por los "observadores occidentales de China." Los males comprendían: la distribución errónea de recursos masivos (desperdicio); inferior calidad de inversión (factor de productividad bajo y decadente) y producción (producto inferiores); desbalances estructurales entre la industria pesada y liviana, industria y agricultura, producción de maquinaria y potencia de energía, inversión y consumo, producción de mercaderías y rendimiento de servicios, etc.; los ciclos de comercio socialista incluyendo el así llamado "Gran salto hacia adelante", que en intensidad ha sido comparado con la derrota militar del Japón durante la Segunda Guerra Mundial; la amplia expansión del empleo de mano de obra inferior, tanto en la industria como en la agricultura; el enorme valor de los subsidios (cubriendo más del 30 por ciento de las mercaderías básicas producidas por una agricultura ineficaz); la innovación y difusión lenta de moderna tecnología; el daño ecológico infligido en grandes áreas del país y el bajo ingreso per cápita: En 1979 el producto nacional bruto per cápita fue de US$235 (al igual que en Sudán), con una tercera parte de los equipos de producción rural (formados quizás por 300 millones de personas) con un ingreso per cápita anual menor de US$65.00 Diagnóstico: La búsqueda de las causas de los problemas económicos de China continental se efectuó en dos etapas. Durante la primera, de limpieza política e ideológica (1976-79), todas las desventajas económicas fueron atribuidas a las políticas ultra-izquierdistas de la Banda de los Cuatro y posteriormente también en parte a Mao. En otras palabras, los problemas económicos del Continente eran -de acuerdo a este diagnóstico- debidos no tanto al modelo socialista de planificación central, sino que al defectuoso empleo de dicho modelo. La debilidad de este diagnóstico era que otras economías socialistas, incluyendo la mayor de todas ellas, la Soviética que sufría de idénticos males, permitieron las diferencias en el nivel de desarrollo. No podían encontrarse allí chivos expiatorios de la Banda de los Cuatro. La segunda etapa en la búsqueda de las causas (desde 1980 hasta el presente) ha sido menos asombrosa. Durante esta época, los más perspicaces investigadores de China continental lograron acercarse un tanto al diagnóstico correcto. La causa de los males económicos de China continental no residía en el uso equivocado de un buen sistema, sino en el mal sistema de planificación central, que China continental ha adoptado de la Unión Soviética. Esta es una conclusión peligrosa, puesto que inevitablemente pone en duda las bases del sistema económico soviético. Remedios: Las autoridades de China continental reconocieron que existían dos tipos de remedios para enmendar los males que se habían identificado. El primero consistía en los cambios dentro del sistema: ajustes políticos, que comprendían la reconstrucción administrativa y la reorganización de los aparatos de planificación y supervisión; reorganizar las metas prioritarias del régimen (una cantidad mayor de mercaderías para el consumidor y una cantidad menor para el productor) y el préstamo de diferentes técnicas (tanto sociales como de ingeniería) de sistemas de comercialización, en el supuesto ético y que las mismas estén separadas del sistema pluralístico, económico y cultural dentro de los que fueron concebidos. El segundo consiste en reformas sistemáticas: cambios en la estructura del sistema de planificación central. Esta "reforma" involucra la comercialización de las transacciones y la privación de los derechos de propiedad en la economía, hasta el punto en que las relaciones de venta y los derechos de propiedad privada de facto se conviertan en los arreglos dominantes de organización del sistema. Por lo tanto, la reforma es un cambio dentro del sistema: en términos marxistas "restauración capitalista". La experiencia de la Unión Soviética y del Este de Europa sugiere que dichos ajustes no habrán de curar los males económicos del sistema. A partir de 1978 esto ha sido confirmado por la propia experiencia de China continental con remedios de ajustes de este tipo. Ajustes (1978-80): Las autoridades de China continental trataron primero de curar los males económicos diagnosticados a través de los remedios de ajustes de este tipo. En cuanto a la organización; el aparato ministerial de planificación central -destrozado por la Revolución Cultural- fue reconstruido, habiendo sido restaurada la administración del municipio en el campo (por ejemplo, la comuna fue despojada de las funciones del gobierno local). Se hizo un esfuerzo por reducir el número de burócratas y rejuvenecer sus rangos. Como ha pasado en otras partes (la Unión Soviética y el Este Europeo) durante los períodos de regímenes en transición, fue reajustado el rango oficial de las metas de la sociedad para darle mayor peso a las mercaderías para el consumidor y menor peso a las mercaderías para el productor, para poder así sostener un ineficaz sistema de incentivos. La economía estuvo abierta al comercio, a los préstamos y a la inversión por parte de los capitalistas extranjeros, para ayudar a estrechar la brecha tecnológica resultante de los 20 años de aislamiento que China continental se auto-impuso. Sin embargo, no existía ninguna intención de democratizar las políticas de China continental. Al menos se hicieron esfuerzos para liberarse de los peores excesos maoístas. Intencionalmente el orden político se mantuvo monística, dictatorial y represivo. Ajuste y reforma (desde 1981 hasta el presente): Después de 1978, en un sector de la economía -la agricultura- se aplicaron progresivamente más cambios importantes. Conocida como "la responsabilidad de la producción", estos cambios atravesaron por dos fases de ajuste (1979 y 1980) hasta 1981, cuando empezó a asumir la calidad de una reforma al sistema. Desde 1981 la responsabilidad de la producción ha sido sinónimo de agricultura familiar, siendo el Estado el propietario de la tierra. Bajo el sistema conocido como pao-kan tao-hu (baogan daohu), las familias individuales contratan (equipos de producción) con la colectividad para entregar determinadas cantidades de producción a precios establecidos por el Estado, pagarle al Estado el impuesto agrícola y pagar ciertos cargos colectivos a la colectividad. El título legal de la tierra continúa siendo colectivo, pero se conceden derechos de uso extensivo a cada unidad familiar privada por 15 a 20 años. Cada familia puede poseer bueyes, pequeños tractores, camiones y otros medios de producción. Contando con la aprobación de la colectividad, puede cambiar el contrato con otra familia, pero no vender la tierra que cultivan. Las familias podían especializarse en ciertas ocupaciones relacionadas con la agricultura (por ejemplo labranza, reparación de maquinaria, transporte) u ocupaciones no relacionadas con la agricultura y cosechar los beneficios después de pagar los impuestos. La producción extra de las familias bajo contrato podría venderse al Estado a precios de mercado libre o a precios "negociables". No existen puntos de trabajo determinados por la colectividad y la unidad familiar por sí misma es quien decide cómo realizar su trabajo, por ejemplo, la distribución del ingreso básico y las decisiones de producción son en gran medida concedidas en la unidad familiar privada. El cambio representa una privación significativa de las relaciones parciales del mercado de producción, así como el intercambio y la distribución de los ingresos en el campo. La mayoría de transacciones se vuelven caprichosas y se efectúan a precios competitivos de mercado. La actual reforma inmediata en la agricultura fue seguida por una lógica interna de venta y privatización, que no aecpta medidas a medias. Por ejemplo, en un principio el "contrato" para trabajar la tierra, era de uno a tres años, lo que dio por resultado el uso abusivo de la tierra por parte de los campesinos, dando lugar a los contratos actuales de 15 a 20 años. Sin embargo, el pao-kan tao-hu no constituye un sistema completo de reforma. Está restringido en muchas formas (por ejemplo, los títulos legales de tierra no son privados y el Estado es el mayor comprador de la producción agrícola), produciéndose repetidos sabotajes en su realización por parte de los cuadros locales, a través de numerosos impuestos caprichosos y otros hostigamientos. Más aun, no todos están contentos con el cambio. La mayoría de campesinos empresarios sí están contentos; en cambio los que no están contentos son los campesinos menos afortunados quienes anteriormente habían salido beneficiados por la distribución igualitaria; los burócratas a nivel medio, quienes han perdido su antiguo prestigio y autoridad; los puristas idcológicos, quienes observaban con alarma el aparecimiento de la diferencia de clases en el campo, basada en el ingreso; los sectores de la armada y muchos poderosos y "antiguos" funcionarios del Partido y del Gobierno quienes veían con recelo la comercialización y privatización rural y los que añoraban la era dorada (como ellos la veían) del Plan de los primeros cinco años de Stalin (1953-57). Una coalición de estos descontentos disparates podría desencadenar incluso otro de los endémicos ciclos políticos, debido al establecimiento del régimen comunista en el Continente. La historia de China continental previene en contra de cualquier cambio, considerándolo como irreversible. A pesar de estas obstrucciones, a partir de 1980 podría acreditársele al pao-kan tao-hu, el significativo aumento de la producción agrícola, la productividad y el ingreso en el continente chino (aunque de niveles muy bajos). Hasta cierto punto, la agricultura del Continente ha sido liberada de las trabas de una economía centralmente planificada. En octubre de 1984 el Comité Central del Partido de China comunista, d­ecidió que los principios del sistema de responsabilidad de la producción rural fueran extendidos a la industria y al comercio empezando en enero de 1985 y que dicho proceso debía completarse en 1989. Los cambios propuestos comprenden la reducción en la esfera de planificación obligatoria y una mayor confianza en la guía y planificación de señales de mercado; reducción en la esfera de los precios establecidos por el Estado y aumento en la influencia de los precios "flotantes" del mercado y una mayor comercialización de los canales de suministro al por mayor, así como separación y propiedad estatal en la administración de firmas, por ejemplo, la extensión de poderes administrativos en la toma de decisioncs. Las reformas propuestas serán difíciles de realizarse. Afectan al sector estatal altamente burocrático de la economía a nivel central y provincial y podría esperarse la rígida oposición por parte de los "partocrat" y el establecimiento del "profitariat". En la agricultura la decentralización de decisiones asignadas fue hecha a nivel de firmas privadas (la familia); en la industria, la unidad básica es el Estado o la firma colectiva, con los administradores nombrados por el Partido, siendo responsables entre los superiores administrativos del mismo. Por muchos años ha existido en la agricultura mercado para una variedad de productos. Esto no ha sido el caso en la industria y el comercio urbano. La mayoría de transacciones fueron hechas a precios establecidos artificialmente. □