Taiwan Today

"¡Qué bella es la humanidad! ¡Qué grandioso el nuevo mundo!..." exclama Miranda -la ninfa- el principal personaje femenino de La Tempestad de Shakespeare, cuando ve por primera vez a un ser humano. Inspirado por Shakespeare y más tarde quizás desilusionado, por sus visiones internas, Aldous Huxley (1894-1963) escribió el libro "Un mundo feliz" para representar el futuro donde los seres humanos son dominados por el desarrollo de la alta tecnología. A través de las décadas, sus amenazantes predicciones han sido consideradas como unas abstracciones siniestras y distantes. Posteriormente, en 1982, la revista Time escogió como el Hombre del año a una computadora la primera selección no-humana en 55 años, confirmando el advenimiento de la tecnología hasta llegar a colocarse en la cima de su evolución. Repentinamente, más y más personas se dieron cuenta que el hombre ha desempeñado muchas veces el papel secundario a la par de la máquina, mucho antes de nuestra así llamada Segunda Revolución Industrial. En la República de China, las personas conservadoras y amantes de la tradición de Hsinchu, al norte de Taiwan, están los que se enfrentan a la fuerza motriz que conduce hacia la creación de "un mundo feliz", pero afortunadamente más inclinado hacia la embellecida visión de Shakespeare que a los temores de Huxley. Con sus espaciosas calles y sus antiguos edificios de color gris, abundan los letreros anunciando empanadas de carne y fideos de arroz (ambos conocidos productos de Hsinchu). También se le conoce como La ciudad de los vientos, debido a las constantes brisas que soplan en sus calles durante las cuatro estaciones. Sorpresivamente, este es un pueblo que se ha levantado para enfrentar los desafíos de un mundo nuevo, de pasos acelerados y de alta tecnología con casi ningún cambio en su ambiente antiguo y elemental. Sin embargo, a quince minutos de distancia, tenemos otra historia: el Parque Científico e Industrial de Hsinchu (PCIH), lejos de la tradición y tratando constantemente de desempeñar un papel importante en la economía internacional. Aquí, máquinas ensordecedoras continúan alterando la topografía para preparar estructuras de vidrio y de concreto más modernas, que producen semiconductores, obleas de silicio, circuitos integrados, micro-procesadores, sistemas computarizados controlados numéricamente, discos magnéticos, resonadores de cristal: una gran diferencia entre los productos tradicionales de Hsinchu (deliciosas comidas tradicionales, productos de vidrio y fertilizantes). Establecido en septiembre de 1980 como un nuevo valle del silicio, el parque es la primera zona industrial dedicada a desarrollar exclusivamente industrias de alta tecnología en el sureste del Asia. Ingeniado por el Consejo Nacional Científico de la República de China y sus autoridades relacionadas, el parque es la esperanza de Taiwan para alcanzar una revolución de alta tecnología en 1990. A través de las últimas décadas, los países desarrollados solían considerar a Taiwan como un lugar en donde podía conseguirse mano de obra calificada a bajo costo, por lo que se crearon millares de trabajos y empezaron a formarse todo tipo de industrias. Las perspectivas de prosperidad de la isla parecían ser ilimitadas. Sin embargo, posteriormente empezó a surgir una nueva imagen. Con la llegada de los años 80, las tradicionales industrias de labor intensiva: textiles, electrónicas de bajo consumo y de contrachapado, entre otras, empezaron a enfrentar una serie de competencias de parte de los países de salarios más bajos y menos desarrollados, además de una nueva presión debido al aumento local de salarios. Por otra parte, los robots y otras aplicaciones de la tecnología redujeron ciertos costos de fabricación en los países desarrollados a tal grado, que un gran número de sus líneas de producción llegaron a ser altamente competitivas con las especialidades de Taiwan. La solución del gobierno de la República de China ha sido estimular sistemáticamente el mejoramiento de la estructura industrial de la isla hasta el punto que pueda fabricar productos sofisticados y de un nivel de calidad incomparable por otros de precios competitivos. El Parque Industrial de Hsinchu, dependiendo de un consorcio de ingenieros locales, de bajo costo y de técnicos adiestrados, constituye la clave del esfuerzo en la transición de la alta tecnología. Localizado a 70 kms. al sur de Taipei, a 100 kms. del puerto de Keelung, el parque se encuentra únicamente a 45 minutos por carretera del Aeropuerto Internacional Chiang Kai-shek, o sea es un lugar de fácil acceso. Las principales instalaciones tecnológicas de la isla saludan a los visitantes en un ambiente de tranquilidad. El exterior es bastante silencioso y difícilmente puede advertirse la presencia humana; sin embargo, aquí se encuentra dispersa una fuerza de trabajo de más de 6.000 personas, en medio de 42 plantas de producción de alta tecnología. A un lado de la entrada principal, luego de traspasar las puertas de entrada al parque, se encuentra un edificio de dos pisos para el personal de alto nivel, el cual es un reflejo de la meticulosa atención puesta por dicho proyecto para ofrecer un ambiente atractivo. Contrastando con sus tintes y colores brillantes, el edificio de la administración, de ocho pisos y de color amarillo oscuro -el punto más alto en el área del parque­ contrasta con las montañas circundantes que lo rodean a lo lejos. En este parque industrial, no se ve ninguna chimenea. En su lugar, las arboledas que se encuentran a lo largo del camino acentúan la juventud del parque: solamente ha sido completada totalmente la primera fase de su plan de desarrollo, cubriendo 210 hectáreas (una décima parte del área completa de desarrollo) . La primera fase de dicha meta fue establecer aquí una industria de alta tecnología y atraer a los más altos científicos y tecnólogos. En una nueva fase de tres años, habrá una mayor coordinación con las industrias extranjeras y locales para ayudar a que se enraícen las técnicas de tecnología y mercadeo. Desde 1987 a 1990, la atención al desarrollo del parque se enfocará hacia el progreso en la tecnología y a productos innovadores. Tanto el parque como sus instalaciones especializadas están diseñados para las industrias avanzadas como las de electrónica, de informática, instrumentos y maquinarias de precisión, ciencia de materiales de alta tecnología, ciencia de la energía, ingeniería biológica, etc. La administración del parque, que cuenta con un promedio anual de 15 fabricantes, intenta acomodar a finales de esta década, entre 150 a 200 compañías, empleando una fuerza de trabajo de 30.000 a 40.000 personas y crearán productos valuados entre US$300 y 400 millones. Hasta el momento, la administración del parque ha aprobado 63 solicitudes de inversión. Ninguno está más familiarizado con el desarrollo del parque que Bobo Wang, director administrador de Microtek International Inc., la sexta inversión aprobada por el parque. "Hemos crecido con el parque", remarcó Wang. "Al principio cuando venimos, no existían sino edificios medio vacíos y las carreteras no estaban asfaltados." Hace cuatro años, Wang y tres amigos suyos, Benny Hsu, Carter Tseng y Jon Hu, todos profesionales adiestrados con varios años de experiencia en ingeniería, fabricación y mercadeo en las principales corporaciones norteamericanas, -literalmente- decidieron invertir su dinero en Taiwan. Con una inversión de US$1 millón, la sociedad se convirtió en parte del crecimiento de la nueva industria científica tecnológica local. "Muchos de nuestros compañeros han triunfado en sus carreras en el extranjero pero queríamos probar suerte en nuestra propia tierra, a sabiendas de que si lográbamos triunfar, otros habrían de seguirnos", declaró Wang. El director de Microtek es un hombre enérgico con un sentido común por demás obvio. Obtuvo el grado de maestría en ciencias de la computación en la Universidad de California en Los Angeles y cuenta con ocho años de experiencia trabajando con microcomputadoras en la compañía Xerox, de los Estados Unidos. Para los inversionistas como Wang, el parque ofrece generosos incentivos en cuanto al estímulo a la inversión en lo relacionado con Taiwan. Los inversionistas del parque disfrutan de cinco años consecutivos de exención de impuestos dentro de los primeros nueve años de operación y de un 22 por ciento de rebaja de impuestos después de transcurridos cinco años. Además, las industrias del parque gozan de exención de importación y exportación para los productos vendidos en el extranjero. El Consejo Nacional Científico y dos instituciones financieras gubernamentales, según una ley, han ofrecido proporcionarles hasta el 49 por ciento de la inversión total en una industria del parque y hasta el 25 por ciento a las patentes del mismo. Además, el inversionista tiene la opción de comprar posteriormente otra vez, el 49 por ciento inicial; al igual que cualquier inversionista chino, los inversionistas extranjeros podrían poseer el 100 por ciento de las empresas en las cuales inviertan (naturalmente, las empresas conjuntas constituyen por sí mismas atractivas opciones). Otros incentivos comprenden el arrendamiento libre de la tierra por 5 años así como bajos intereses de financiamiento. Los esfuerzos iniciales de Wang y sus socios se muestran en una serie de productos innovadores: el MICE-I (microprocesadores con reproductores de circuitos), considerado como "el mejor producto de 1981" por la revista Electronic Products. Los MICE-I son instrumentos de un valor incalculable para los ingenieros de diseño y pruebas en las fábricas y laboratorios de todas partes. El MICE-I fue escogido también como el "mejor producto en el area de sistemas de desarrollo" en Paris Informatique, muestra que tuvo lugar en marzo de 1983. Habiendo empezado con apenas 20 empleados, Microtek cuenta ahora con 150 personas, además de los agentes en el extranjero, en más de 20 países. Su fuerza de trabajo de elevada calidad -115 con título universitario o incluso grados más altos y 20 con adiestramiento especial en los Estados Unidos- permite un enfoque fructífero en investigación y desarrollo; un total de 70 personas se encuentran en dicha área. El año pasado, se organizó la compañía Microtek Automation Inc. -una empresa asociada- para concentrarse en la investigación y fabricación de dispositivos de robots y sistemas controlados numéricamente por computadoras. Para poder enfrentar el rápido desarrollo comercial, Microtek está construyendo una nueva planta de dos pisos sobre un terreno de 250.000 pies cuadrados. "Los gobiernos tanto centrales como locales deben unirse a los fabricantes del parque en la realización de mayores esfuerzos para promover el completo desarrollo de Hsinchu. Considerando las ventajas del parque, así como su cercanía con las instituciones académicas e industriales como las universidades de Chiao Tung y Tsing Hua, el Instituto de Investigación en Tecnología Industrial y el Centro de Instrumentos de Precisión del Consejo Nacional Científico, llegará a convertirse en un centro principal de investigación y desarrollo, demasiado importante como para que pueda pasar desapercibido por los hombres jóvenes de talento locales y por los profesionales del extranjero." Un punto de vista similar es sustentado por Robert H.C. Tsao, presidente de United Microelectronic Corporation (UMC), la segunda empresa más grande del parque y el principal proveedor de circuitos integrados del Sureste de Asia. Una empresa que cuenta con una inversión local en un 100 por ciento, la UMC -con dos años de experiencia- es una empresa conjunta del Instituto de Investigación en Tecnología Industrial, del Banco de Comunicaciones y de varios fabricantes privados de aparatos eléctricos, incluyendo Sampo y Pacific Electric Wire & Cable Co. Usando tecnología transferida del Instituto de Investigación en Tecnología Industrial, el año pasado la UMC realizó negocios equivalentes a US$25 millones. Su tasa de crecimiento en ventas fue del 480 por ciento, situándose como la tercera empresa con el crecimiento más rápido de toda la isla. "El parque ha hecho todo lo posible, por ofrecer los servicios más completos, mejorando las condiciones de vivienda, etc., pero la solución a los problemas que aún enfrentamos se encuentra fuera de la capacidad del parque," explicó Tsao. El año pasado, la administación del mismo inició una serie de proyectos de construcción para mejorar totalmente la calidad de vida del parque y en diciembre del mismo año, fue abierto al público un centro de actividad para usos múltiples -de dos pisos- cubriendo un área de 2.000 ping (72.000 pies cuadrados), que ofrece las siguientes instalaciones: centro de compras, auditorio público, sala de conferencias, cafeterías, sala para ejercicios, etc. Mientras tanto, los trabajos de construcción del área de deportes se espera estarán terminado en agosto de 1985: dos canchas de basketball, cinco canchas de tenis, una pista de patinaje, una piscina y un lago artificial cubriendo un área de 2,7 hectáreas. El parque ofrece también una elevada protección para la salud. Una clínica que ofrece servicios básicos como medicina general, cirugía general, oftalmología y odontología se espera será abierta al público para finales del año 1985. Los esfuerzos por el mejoramiento del ambiente del parque comprende el establecimiento de una escuela experimental, que estará enfocada directamente a la solución de los problemas educativos de los niños, que es lo que en el pasado ha impedido el retorno de muchos profesionales del extranjero a Taiwan. Siendo una excepción al sistema educativo de la isla, la proyectada escuela ha llamado bastante la atención y dado lugar a un prolongado debate dentro de los profesionales de la educación y las autoridades relacionadas. Abierta formalmente en septiembre de 1983, esta escuela estableció un récord de expansión en la isla: de 7 a 25 clases en el período de un año, aunque la inscripción está restringida a los niños cuyos padres trabajen en el parque o en las cercanías de los institutos de investigación. Chung Nien-liang, profesor de biología y presidente de la división de asuntos generales de la escuela, se refirió a las normas educativas de la escuela: "Cubriendo desde el kindergarten hasta el decimosegundo grado, está dividida básicamente en clases experimentales y clases bilingües. Maestros de habla inglesa son contratados para ofrecer cursos en éstas últimas." "Además, nuestra escuela cuenta con muchos recursos, tanto materiales como humanos. Los fabricantes de los parques están felices de poder ofrecer toda la ayuda necesaria. Por ejemplo, la UMC donó US$6.250 para enriquecer los recursos de nuestra biblioteca. Muchos padres -experimentados profesionales- se encuentran muy complacidos de haber sido invitados a dar clases, un recurso potencial que ha sido elogiado por muchos intelectuales." En mayo de 1984, el Ministerio de Comercio e Industria Internacional del Japón aprobó un proyecto para establecer "19 Technopolis" una expansión más amplia del concepto futurístico de la Ciudad Científica de Tsukuba. El Parque Científico e Industrial de Hsinchu es como un sueño: más distante, quizás, de la realización total, sin embargo, lo suficientemente importante como para que pueda dar un paso hacia adelante con un objetivo determinado. □