06/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Caminando al compás de la moda

01/01/1985
¿Zapatos de corcho? Cuando me encaminé hacia la fábrica de zapatos Hua Hsin en Hsichih, cerca de Keelung no estaba segura de lo que podría encontrar. De hecho, resultaron exactamente como me habían dicho, "altos y suaves." Quizás no representen lo último en la moda, puesto que hace más de diez años tuvieron su apogeo en el mercado local, pero los zapatos de corcho han mantenido una línea sólida y clásica para Hua Hsin. Lo que les falta en elegancia les sobra en comodidad; llevarlos puestos es como caminar con un par de almohadas atadas a los pies. Esta línea de producción de zapatos de corcho es una muestra de la variedad en cuanto a la especialización dentro de los aproximadamente 1.000 fabricantes de calzado de Taiwan. En el caso de Hua Hsin, aunque mantiene modernas técnicas de ensamble, busca complacientemente satisfacer al mercado, sobre la base de que "cuando se hace algo de calidad hay que mantenerlo." Sin embargo, la mayoría de fabricantes de calzado se encuentra en un mercado sujeto a presión y en donde lo esencial es responder a las demandas de la moda. Para los fabricantes de calzado femenino, ésto representa estar a merced de los diseñadores italianos, quienes han probado ser especialmente volubles recientemente. Los fabricantes de calzado deportivo deben conceder al menos una remodelación anual de estilos. Uno de los principales proveedores de calzado deportivo de Taiwan es Vulcan Incorporated, fabricantes tanto de calzado como de ropa deportiva de la marca Adidas en Taiwan. En el mundo de la fabricación de calzado, el campo del calzado deportivo constituye la competencia más fuerte y contando con los altos costos de mano de obra, solamente a través de un estricto régimen de administración y práctica de mercadeo es que una compañía como Vulcan Incorporated puede ganarse los trofeos en mercados de competidores tan fuertes como los de Corea. Vulcan produce y comercia actualmente una quinta parte de los productos Adidas en el mundo, empleando una fuerza de trabajo de más de veinte mil personas en más de diez fábricas bajo su propiedad o contrato. En su fábrica en Chungli, pude observar a esta joven compañía en acción. C.T. Chen, gerente de personal, me llevó a ver las etapas de ensamble de zapatos hechos con suelas inyectadas con polieuretano, la especialidad de la fábrica. Ochocientos empleados divididos en tres turnos tienen que producir 2.000 pares de zapatos diarios, mediante la limitada capacidad de ocho mesas giratorias de 35 pies de diámetro, lugar donde se realiza la inyección a las suelas. Atendidas por trabajadores en rotación, dichas máquinas presentan cuarenta pares de puestos en un círculo de estaciones para alimentar la parte superior de los zapatos y la inyección de suelas en dos etapas (adentro y afuera). Al final de la línea, se encuentra el empaquetado. Más arriba, se lleva a cabo el proceso de cortar y coser la parte superior, lo cual implica mucho trabajo. Alimentando las ocho líneas de ensamble en el segundo piso de la fábrica, se encuentra más de una docena de máquinas cortadoras hidráulicas, a través de pieles y piezas de plástico PVC. Las costosas pieles importadas requieren mucho cuidado para cada corte. Llegué a las 3:00 p.m. -la hora del té­ sin embargo, muchos trabajadores se encontraban aún en sus máquinas, trabajando horas extras para poder tener derecho al el plan de incentivos por cada pieza terminada, ofrecido por la fábrica. La se;orita C. Liu, sin interrumpir su trabajo, explicó que ha permanecido trabajando allí durante cuatro años. Con 26 años de edad, se considera como la trabajadora de edad promedio entre sus compañeros. Cuando le pregunté si le gustaba su trabajo, sonrió y dijo "Hoy sí, porque es día de pago." La producción de calzado Adidas depende principalmente de las materias primas importadas (un polieuretano especial para la suela, importado de Alemania, pieles de calidad) y tecnología importada (manejo de materiales y maquinaria.) Esto ha probado ser la clave del éxito y un modelo para otros fabricantes de calzado de Taiwan. Las cifras de exportación hablan por si mismas, mostrando los reembolsos de inversión resultantes de la elevada tecnología de los fabricantes de calzado. Otra parte de co-fraternidad en la fabricación de calzado la constituye la industria de calzado de moda para damas. En Nankang, una ciudad localizada en las afueras de Taipei, la Fábrica de Calzado Nankan produce calzado de moda sobre una línea de producción establecida. Los constantes cambios en la moda mantiene en funcionamiento al departamento de diseño, aunque prácticamente todos los diseños son proporcionados por las firmas compradoras, reservando un tanto del talento artístico para poder interpretar todos los aspectos del producto final. La mayor parte de la producción de calzado femenino es hecha en cuero o plástico. Aunque las actuales técnicas de producción son adecuadas para producir calzado de alta calidad, la factibilidad de la situación tanto del mercado local como mundial, han limitado la actualización de dicho desarrollo. Por un lado, en Taiwan no se encuentran cuero de alto grado y por el otro, los compradores no pagarán lo suficiente por un calzado de calidad que no sea hecho por fábricas italianas. Sin embargo, recientemente, las estadisticas han mostrado un cambio por parte del mercado norteamericano, de los fabricantes italianos a los fabricantes asiáticos y sudamericanos. Mientras que Brasil obtuvo las mayores ganancias en este mercado durante el primer trimestre de 1984, Taiwan ocupó el segundo lugar, con un aumento del 55 por ciento en cuanto a volumen y un poco más alto en cuanto a valor. Italia, por otro lado, cuenta a su favor con las ventajas de sus precios: cada par de calzado de cuero tiene un valor promedio de US$11.30, o sea por encima de los de Taiwan y Brasil, que sólo llegan a los US$7.00. Las estadisticas del Gremio de Fabricantes de Calzado 1983, mostraron una exportación total de más de 89 millones de pares de todo tipo. Esto coloca a Taiwan en la posición principal dentro de los exportadores mundiales de calzado sobre la base del volumen, ascendiendo del vigesimosexto lugar en 1981 al cuarto lugar en 1982. Del total de este volumen, la imitación de cuero y otro tipo de calzado de plástico constituyeron el 50 por ciento del total a un precio promedio de US$3.10, seguido por el volumen de calzado hecho de tela y algodón, a US$2.10 el par y a continuación, el calzado de cuero, con más del 100 por ciento de aumento en cuanto a volumen de exportación total a US$6.20 cada par. Finalmente, el calzado de hule -en el volumen más bajo- con un precio promedio de US$2.60 el par. Quizás la clasificación más útil en cuanto al tipo de calzado, sea la del calzado deportivo, ocupando el primer lugar con el 30 por ciento del calzado importado, a un precio promedio de US$4.50 el par, seguidos por zapatillas y correas a US$1.30 el par y sandalias a US$3.10 el par. Detrás del éxito actual de la industria de calzado de Taiwan se encuentran veinte años de historia. El crecimiento real en exportación empezó con el establecimiento de la industria petroquímica de la República de China, quien empezó a proveer adecuados materiales PVC para la producción de sandalias y zapatillas. En 1967, solamente treinta fabricantes se habían unido a la vanguardia de la exportación de calzado, pero desde entonces, la industria floreció, estimulada por un aumento del suministro y por una variedad de plásticos, permitiendo una diversificación en calzado de­ portivo y de moda. Los fabricantes que se quejaron de la crisis energética de los años 70, realmente se vieron afectados cuando en junio de 1977, Norteamérica y la República de China suscribieron un acuerdo de cuotas de exportación de calzado no hecho de hule fabricado en Taiwan; otros países siguieron su ejemplo. En 1981, cuando se suprimió el acuerdo de cuotas, la mayoría de los más de 500 fabricantes de calzado de exportación se mantuvieron en dicho campo. Trataron de consolidar sus empresas a través de avances tecnológicos y de administración y al mismo tiempo, lograron conseguir mayores ganancias por cada par vendido. La rebaja del precio trajo como con­ secuencia que los competidores internacionales se trasladaran hacia áreas donde los proveedores de Taiwan se encontraban limitados por las cuotas y por la reducción de precios de parte de las compañías locales que iniciaron sus negocios a partir de 1981. Habiendo sufrido las consecuencias, los fabricantes aumentaron su producción, colocando a la industria del calzado en el mismo nivel de los textiles y de la industria electrónica y en el primer plano industrial, con un valor de exportación de más de US$550 millones en 1983. A la par de la industrtia del calzado, se han desarrollado industrias asociadas, por ejemplo, la contribución de la industria petroquímica ha suministrado PVC, EVA, PE, PV, TRR y ABS. Otro avance importante fue el de una industria local de maquinaria para calzado. Actualmente Taiwan cuenta con tiendas que se especializan en la fabricación para el consumo, tanto del mercado local como del de exportación. La fabricación de calzado requiere muchas pequeñas operaciones que no pueden automatizarse únicamente en una sola operación de maquinaria. Hace tres años, cuando un comprador australiano se preguntaba, "¿qué irá a hacer Taiwan con su industria de calzado?" era porque consideraba que dicha industria se encontraba en decadencia, encaminando entonces sus compras hacia Corea. La industria parece haber dado una respuesta clara a esta etapa. Ha hecho grandes progresos a pesar de los menores márgenes de ganancias y de su expansión en términos reales; sin embargo, Corea constituye una amenaza debido a sus bajos costos de mano de obra. La producción de Corea es menor, pero en lo referente al calzado deportivo, se encuentra a la par de Taiwan en cuanto a volumen de ventas, proveyendo cada uno aproximadamente el 30 por ciento del total mundial. En el futuro, indudablemente la industria de calzado de la isla contará aún con una mayor demanda, la que permitirá fabricar calzado de mejor calidad aún.

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