05/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

La industria de yates de Taiwan

01/01/1984
Cuando Australia II venció al Liberty y ganó la Copa Americana en "la carrera del siglo" en Rhode Island Sound, toda Australia lo celebró envuelta en una ola de júbilo. Sin embargo, los fabricantes de yates en la isla de Taiwan no solo se sintieron impresionados e intrigados por la victoria australiana, sino también observaron las innovaciones especiales en el diseño del misterioso yate. "Si los australianos pudieron superar a los norteamericanos llegando a ser los campeones, ¿por qué no podemos hacer lo mismo y llegar a ser los proveedores más grandes de yates del mundo?" preguntó uno de los jóvenes ingenieros de la fábrica de Taiwan. Estados Unidos es el país que fabrica los yates más grandes del mundo, pero la República de China en Taiwan ha dejado atrás a otros países para convertirse en el exportador de yatesa. Estados Unidos más grande del mundo. En los años comprendidos de 1977 a 1981, Taiwan ha conseguido el 33 por ciento del mercado norteamericano de yates, ganando US$268 millones y reemplazando al Canadá como el mayor proveedor de yates a Estados Unidos. Las exportaciones aumentaron tan rápidamente que hicieron recordar a algunos norteamericanos la afluencia de los automóviles japoneses; sin embargo, en este "lujoso" mercado, los norte­ americanos estarían dispuestos en reconocer a Taiwan como "el reino de los yates." La industria de yates de Taiwan es aún muy joven; cuenta con una nueva generación de jóvenes trabajadores enérgicos y diestros para un continuo desarrollo. Debido a que muchos empezaron el negocio de yates durante el apogeo de esta industria, su futuro desarrollo podría ser mucho más difícil de lo que podrían esperar. Durante más de diez años la cantidad de fabricantes de yates en la isla aumentó de solamente cinco o seis a un número comprendido entre 60 y 70. Ahora se han desplegado a las costas de Keelung, Tamsui y Taoyuan, en la parte norte de Taiwan y Pintung y Hsiaokang en el sur. Los astilleros del sur son generalmente más grandes que los del norte, pero la mayoría de estos negocios se encuentran aún en las categorías menores en el proceso de exportación de la isla. Solamente una cuarta parte de los fabricantes de yates hace negocios anuales de más de US$1 millón. Hace seis o siete años, la industria logró mantenerse a pesar de los efectos causados por la recuperación económica de la primera crisis petrolera. Su tasa de crecimiento se ha duplicado, puesto que muchas personas hicieron inversiones en dicha industria. Estos pioneros de la industria de yates de Taiwan eran, más o menos, veteranos de la tradicional industria de barcos de la isla: fabricantes de barcos pesqueros o contratistas en la fabricación de barcos militares norteamericanos; algunos han sido miembros del personal de astilleros de yates de los Estados Unidos y muy pronto fueron contratados por los constructores de casas y fabricantes de acero. Cuando la economía se fue recuperando, proliferaron las fábricas pequeñas. El dueño de uno de los astilleros del sur de Taiwan informó: "Siete u ocho de mis trabajadores se han independizado, trabajando por su cuenta." Hizo ver su punto de vista sobre estas empresas, así como también, su impaciencia con estos pequeños fabricantes, quienes suelen perjudicar el mercado al reducir los precios. La Corporación de Yates Lienhua no empezó en una forma pequeña. Su casa matriz fue un molino, e invirtió más de US$5 millones de una sola vez, para construir esta subsidiaria para fabricar yates en un lugar justamente opuesto a la gran Corporación de Construcción de Barcos de China en Kaohsiung. Lienhua pronto se convirtió en el mayor fabricante de yates pequeños de la isla. Desafortunadamente, poco tiempo después de haber empezado a operar en 1979, sufrió los efectos de la recesión económica; todavía hoy, Lienhua no puede operar en su completa capacidad. En total, Taiwan vendió 1.200 yates al extranjero el año pasado, ganando US$72 millones y totalizando solamente el 0,3 por ciento del total de las exportaciones de la República de China. Esta es la recompensa del duro trabajo de los jóvenes trabajadores, quienes construyen los yates pero no saben conducir la industria. Actualmente, sus "yates" comprenden tanto lanchas de motor como veleros; la mayoría mide de 30 a 50 pies de largo. Generalmente, los precios varían de US$ 2 a US$ 20 millones (US$ 50.000 a 500.000) y ya sea que se trate de una cómoda lancha de motor o de un impresionante velero, el precio es siempre el justo en el mercado extranjero. Un yate puede ser considerado como una pequeña casa construida en el agua. Después de que se moldea el casco de fibra de vidrio, los carpinteros, pintores y mecánicos empiezan a hacer su trabajo y desde la proa hasta la popa, las únicas máquinas que pueden verse son sierras y taladros eléctricos. Se estima que el costo de mano de obra equivale al 25 o 30 por ciento del precio de un yate. Aún, un yate construido a mano en Taiwan cuesta únicamente entre una y dos terceras partes del precio de una nave norteamericana, cuyos principales elementos son producidos en masa. La diferencia es debida al costo de mano de obra de los hábiles artesanos que aquí es menor. Sin embargo, aparte de la mano de obra los artesanos de Taiwan parecen ser más diestros que la mayoría de sus homólogos norteamericanos. En cualquier caso, la decoración interior, como los paneles de madera, le proporcionan más orgullo al propietario que las paredes de fibra de vidrio norteamericanos. Bob Cantwell, un abogado familiarizado con la industria dijo: "Los trabajadores de Taiwan son realmente capaces; pueden hacer un yate prácticamente con sus manos." Según Wang Tsu-hua, gerente del departamento de yates de la Corporación Industrial Lienhua, la popularidad de los yates de Taiwan se debe a tres razones: son más baratos, construidos con más destreza y hechos a la medida. En los Estados Unidos en cambio, los yates son construidos en serie, por lo cual existen grandes problemas para los clientes en cuanto a cambios en especificaciones. Prácticamente, todos los yates construidos en Taiwan son exportados: dos terceras partes a los Estados Unidos y el resto a Europa y otras áreas, incluyendo Australia. Algunos clientes hacen sus pedidos directamente al proveedor, pero la mayoría de ellos consigue sus yates a través de agentes. Debido a que los fabricantes son visitados frecuentemente por extranjeros, la mayoría de los agentes han aprendido a hablar inglés. Los fabricantes de yates de Taiwan aprendieron mucho de sus tratos con los clientes extranjeros. En el pasado, se mantuvieron pasivos. Sus agentes del extranjero primero se ponían en contacto con distintos diseñadores de yates en los países extranjeros y compraban sus anteproyectos de diseño. Luego, los agentes compraban los moldes. Aunque un fabricante podría ahorrar varios miles de dólares por medio de dichos moldes, únicamente se le permite vender los yates terminados al agente que los haya proporcionado. Con mucha frecuencia, los agentes amenazaban con retirar sus moldes para que así, los constructores se ajustaran a sus términos. Los fabricantes quienes han prosperado, pueden ahora darse el lujo de insistir en comprar tanto los anteproyectos como los moldes de los agentes y aún, pueden escoger sus propios agentes. Algunas compañías comparten su inversión con sus agentes; las partes múltiples se estudian mutuamente a través de complicados contratos. Aunque la mayoría de fabricantes de yates de Taiwan no está bajo el control de los agentes, debe contar con ellos para conseguir información del mercado y promocionar las ventas. Los astilleros de Taiwan deben confiar en los "ojos y oídos" de sus agentes para estar a la moda, "puesto que están fabricando yates no para ellos sino para los mercados a medio mundo de distancia," comentó un diseñador norteamericano. Otro fabricante dijo también: "La mayoría de fabricantes locales usa la marca de fábrica de sus agentes; muy pocos usan su propia marca." Los fabricantes más emprendedores de yates demuestran un constante rechazo en seguir escondiéndose detrás de sus agentes y se esfuerzan por lograr su propia reputación. Los ejecutivos de la Corporación de Construcción de Barcos Tachiao han dado un ejemplo en este aspecto, quitando los derechos de promoción a sus agentes. Tachiao se encuentra invirtiendo NT$6 millones (US$ 150.000) al año en anunciar sus productos. "Ponemos nuestro nombre en letras grandes, en la parte superior de nuestros anuncios; el nombre de nuestro agente, lo ponemos en la parte inferior y en letras pequeñas," dice Chen Wen­ yuan, presidente de la firma. En el despertar de un vasto mercado, los fabricantes de yates de Taiwan aún tienen que depender de sus propios esfuerzos para expandir sus negocios; lo más que el gobierno puede hacer es ayudarlos a participar en las ferias internacionales de yates. La mayor preocupación de la industria de yates de Taiwan es el diseño. La mayoría de ellos depende de reconocidos diseñadores extranjeros. Algunos perspicaces inversionistas han promovido el cultivo de diseñadores locales pero la industria se muestra renuente a aceptar, porque saben que estos diseñadores nunca tendrán la oportunidad de guiar dichos barcos en aguas extranjeras, por lo que no les interesa hacerse famosos. Ciertamente, algunos fabricantes hacen sus propios diseños de yates para ser vendidos a clientes menos exigentes y delicados. Algunas firmas envían sus ante-proyectos a reconocidos diseñadores especialistas del extranjero para que den su aprobación. El resultado final de ambos métodos son los yates hechos en Taiwan de gran belleza y fina fabricación, producidos por los mejores trabajadores de la industria de fibra de vidrio, carpinteros y otros artesanos. Las tuercas, los cerrojos y los componentes principales no han sido estandarizados: Sin embargo, a algunos clientes más prudentes les gusta ir a los astilleros para ver la construcción de sus yates, observando cada detalle. Un cliente británico dice que "si usted quiere un yate construido exactamente de acuerdo a sus especificaciones, debe observar a los carpinteros muy cuidadosamente. " Aunque los competidores del extranjero están preocupados por eso, la mayoría de fabricantes de yates de Taiwan pone más atención en sus propios problemas que en la creciente competencia de Corea y otros países. Razonan que la industria de yates de Corea empezó mucho después que Taiwan y por ello, a Corea le hacen falta fabricantes competentes y experimentados. "Aunque el nivel de salario se encuentra a un nivel más bajo que el nuestro, sus costos totales continuarán aumentando, por lo que en el futuro, no serán fuertes competidores," dijo confiadamente un fabricante local. Sin embargo, Chen Wen-yuan no está de acuerdo con esta afirmación. Según sus contactos con los fabricantes coreanos, sus instalaciones de construcción de yates son más grandes, tanto en inversión como en tamaño físico y siempre rebajan las ofertas de precios a los fabricantes de Taiwan; se encuentran también preparándose para establecer su propia red de trabajo de mercados, por lo que no debemos tomarlo tan a la ligera. La mayoría de fabricantes locales están decididos a producir yates de alta calidad, más rápidos y más bellos aún. Prefieren construir yates, pues así obtienen un valor agregado más alto. Otros fabricantes están preparándose también para diversificar sus líneas. Los fabricantes de yates de motor se preparan, además, para fabricar barcos pesqueros. Los fabricantes de veleros están planeando incluir barcos de motor en su línea de producción. Pero ninguno de ellos planea aplicar aún las técnicas de producción en masa para los yates o de usar fibras de vidrio para la decoración interior, como en los Estados Unidos. Lin Hsien-hua, presidente de la Corporación de Construcción de Barcos Chienhua enfatiza: "Debemos continuar usando la madera; si la cambiamos por fibras de vidrio, no seremos capaces de competir con los fabricantes norteamericanos debido al flete que tendríamos que pagar por nuestros productos." Las dos crisis petroleras afectaron también la industria de yates de Taiwan, pero logró sobrevivir. Ahora, para un desarrollo futuro, los fabricantes locales de yates deben romper con el status­ quo. La fabricación de mala calidad y la falta de previsión pueden ser las barreras principales para este intento. El descuido en cuanto a calidad dentro de la competencia de rebaja de precios es un problema común en las industrias pequeñas de mano de obra intensiva en Taiwan; la obsesión de ciertos empresarios quienes obtienen ganancias de estos fabricantes, se iniciaron en dicho campo atraídos solamente por las ganancias, podrían reforzar la industria si levaran anclas y se dirigieran hacia otros mares más lucrativos. Ese, ciertamente, no es el camino para transformar a Taiwan en el "reino" de los yates. □

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