04/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

CONSTRUYENDO LA ECONOMIA DEL FUTURO

01/07/2011
Gracias al programa de reforma agraria que comenzó alrededor de 1950, los pequeños agricultores estaban más dispuestos a trabajar la tierra y la producción agrícola de Taiwan mejoró en cantidad y calidad. (Chang Su-ching)

El Gobierno trabaja para garantizar la continuidad del desarrollo de Taiwan de una manera ambientalmente sostenible y socialmente justa.

Después que la economía local se redujo en 1,93 por ciento respecto al año anterior en 2009 debido a la reciente recesión mundial, Taiwan se recuperó y alcanzó un crecimiento del 10,82 por ciento en 2010. Aunque las economías crecen típicamente después de recesiones severas a medida que retorna la confianza de los inversionistas y consumidores, la recuperación de la isla ha sido una de las más sólidas del mundo. Mayor evidencia de que Taiwan se ha restablecido, puede verse en el Anuario de Competitividad Mundial 2010 publicado por el Instituto Internacional para el Desarrollo Empresarial (IMD) en Lausanne, Suiza. El anuario clasificó la competitividad de Taiwan como la octava entre las 58 economías más grandes del mundo, siendo la primera vez que la isla entra entre los primeros 10 desde que el IMD comenzó a publicar la lista anual en 1989.

Mientras que la recuperación saludable de Taiwan tras la recesión llama la atención en estos días, el auge económico durante los últimos 100 años es aún más impresionante. Parte de la base de la situación económica actual de Taiwan se remonta a la era colonial japonesa (1895-1945). “La contribución más visible hecha por los japoneses fue la construcción de la infraestructura”, dice Chen Tsu-yu, investigadora en el Instituto de Historia Moderna en la Academia Sínica. “La conclusión (por parte de la administración japonesa) de las líneas ferroviarias principales que corren por la parte -occidental de Taiwan en 1908 fue especialmente significativa”, dice.

También se debería dar crédito a los japoneses por establecer las instituciones financieras en Taiwan. El Banco de Taiwan, el mayor banco en la isla, fue fundado por la administración colonial en 1899, seguido por varias otras instituciones que aún existen hoy día.

Entre tanto, los japoneses introdujeron nuevas técnicas para mejorar la calidad y la cantidad de los cultivos y los productos industriales. Chen cita el ejemplo de la producción azucarera, el sector económico con la mayor producción bajo el régimen japonés. “Anteriormente, los taiwaneses operaban fábricas para refinar azúcar a pequeña escala, que dependían en gran medida en la mano de obra”, dice. “Pero los japoneses construyeron fábricas mucho más grandes que utilizaban maquinaria”.

No obstante, es importante señalar que los japoneses desarrollaron la infraestructura y la economía de Taiwan para servir a sus objetivos coloniales, según Chen. Gran parte del azúcar era llevada a Japón, así como otros productos como la sal, explica. Otro ejemplo puede observarse en la Guerra Sino-japonesa durante los años 30, cuando Japón usaba Taiwan como una base manufacturera para procesar materias primas, tales como aluminio para el uso militar.

Después de la capitulación de Japón al final de la II Guerra Mundial, el gobierno nacionalista se reubicó a Taiwan en 1949. Hasta cierto punto, la infraestructura física y financiera dejada por los japoneses benefició a los nacionalistas en su cometido de industrializar la isla. “Por otra parte, debería acreditarse al gobierno nacionalista el hecho de traer un grupo de tecnócratas de elite a Taiwan para llenar el vacío dejado por la partida de los japoneses”, dice Chen.

Taiwan se hallaba en muy mal estado después de la II Guerra Mundial, según Wang Chien-chuan, vicepresidente del Instituto para la Investigación Económica Chung-Hua (CIER, siglas en inglés). “Nadie en el mundo pensó que Taiwan sobreviviría la infortunios de la post-guerra”, dice Wang, aludiendo la costosa reconstrucción de la era, la amenaza de conflicto con China continental, la alta inflación y las deterioradas finanzas del Gobierno. “Muchos creyeron que Taiwan sería tomada pronto por los comunistas”.

Lejos de subyugar al país, la crisis fomentó un sentido de resistencia. Los 2,97 millones de taeles (aproximadamente 112.860 kilogramos) de oro transportados por el gobierno nacionalista de Shanghai a Taiwan alrededor de 1949 también desempeñó un papel estabilizador durante aquellos años vulnerables, según Liu Wei-kai, profesor de historia china moderna en la Universidad Nacional Chengchi en Taipei. El oro era principalmente usado para respaldar la emisión inicial del Nuevo Dólar de Taiwan en junio de 1949, así como para satisfacer las necesidades de los militares y pagar a los funcionarios públicos, dice Liu.

Estados Unidos comenzó a prestar ayuda financiera a Taiwan en 1951 a medida que la isla se enfrentaba a su intimidante rival comunista al otro lado del Estrecho de Taiwan. Con alrededor de US$100 millones anualmente, el programa de ayuda perduró hasta 1965. En 1952, el Gobierno de la República de China firmó un acuerdo de protección de las inversiones con el Gobierno de Estados Unidos. Dos años más tarde, la República de China anunció un conjunto de reglamentaciones de inversiones que procuraban animar la inversión extranjera. “En el lado de Estados Unidos, estimularon también a sus empresarios para que invirtieran en Taiwan en ese momento”, dice Huang Deng-shing, investigador en el Instituto de Economía de la Academia Sínica.

En el sector de la agricultura, Taiwan logró la estabilidad y el crecimiento gracias a la política de reforma agraria que comenzó alrededor de 1950. Bajo esa política, el Gobierno confiscó las propiedades de grandes terratenientes y entregó parcelas a pequeños finqueros. Según Huang, la propiedad reforzó en gran medida el deseo de los agricultores de arar la tierra y estimuló una mayor producción de cultivos. “También motivó a los agricultores de Taiwan a investigar con el fin de mejorar la calidad de sus cultivos”, dice Huang.

Las exportaciones agrícolas, así como las textiles y de electrónicos recibieron un impulso importante con el advenimiento de la primera zona de procesamiento de exportaciones designada en 1966 en Kaohsiung, en el sur de Taiwan. “Tanto Corea del Sur y Taiwan construyeron estas zonas aproximadamente en la misma época”, dice Huang. “Luego, los académicos comenzaron a ver las zonas de Taiwan y Corea del Sur como modelos para las economías emergentes”.

A medida que aumentaban las exportaciones, la necesidad de mano de obra capacitada también incrementó. Esa necesidad fue parcialmente satisfecha después que el Gobierno extendió la educación obligatoria para todas las personas de seis a nueve años en 1968. “Las empresas internacionales, junto con sus tecnologías, podían estimular el crecimiento de las empresas locales hasta cierto nivel, pero el crecimiento también dependía del nivel educativo de la gente”, dice Huang. “Las empresas extranjeras invirtieron también en otros países en desarrollo, pero eso no ayudó a crear un milagro económico como sí ocurrió en Taiwan. El factor clave es la mejora del nivel educativo”.

Una traba que limita el desarrollo económico apareció en los años setenta cuando la infraestructura de la nación comenzó a alcanzar la máxima capacidad. Como resultado, el entonces primer ministro Chiang Ching-kuo, propuso los Diez Principales Proyectos de Construcción con seis de esos proyectos destinados a la infraestructura del transporte vial, ferroviario, marítimo y aéreo, y los otros cubrían la construcción de barcos, la refinería de petróleo, la fabricación de acero y la generación de electricidad. El trabajo comenzó a principios de los años setenta, y la mayoría de los proyectos fueron concluidos para finales de la década. En cuanto al desarrollo de las capacidades de transporte, electricidad y fabricación de acero, el Gobierno estableció una base sólida para una economía cada vez más orientada hacia las exportaciones.

El Instituto para la Investigación sobre Tecnología Industrial fue fundado en 1973, un hito en el desarrollo de la industria de la alta tecnología en Taiwan.

Impulsando la tecnología

Entre tanto, el Gobierno estaba también trabajando para fomentar las industrias de la alta tecnología. Una de las principales figuras que impulsó ese esfuerzo fue Sun Yun-suan (1913-2006), quien fue Primer Ministro y Ministro de Economía de la República de China (1969-1984). A Sun se le conoce por impulsar la creación del Instituto para la Investigación de Tecnología Industrial (ITRI, siglas en inglés), que fue fundado en 1973, y desde entonces ha desempeñado un papel importante en muchos avances tecnológicos de Taiwan. Otro personaje importante fue K. T. Lee (1910-2001), quien fue Ministro de Economía y de Finanzas (1965-1976). Lee fue un factor importante detrás del establecimiento del Grupo Asesor de Ciencias y Tecnología bajo el Yuan Ejecutivo en 1979.

Sun y Lee trabajaron también juntos en la fundación del Parque Científico de Hsinchu, en el norte de Taiwan. El parque comenzó a funcionar en diciembre de 1980 y fue testigo del nacimiento de los jugadores de la tecnología de la información mundial, tales como United Microelectronics Corp. ese año y Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. Ltd. en 1987. Con el apoyo de ITRI, las compañías han pasado a ser dos de los más grandes fabricantes de chips de circuitos integrados del mundo.

En parte gracias a los esfuerzos de la reinvención de Taiwan como un centro de manufactura de alta tecnología, el crecimiento económico promedio entre 1963 y 1980 alcanzó el 10 por ciento, un alza del 7,93 por ciento entre 1952 y 1962. Entre tanto, el producto interior bruto (PIB) per cápita se disparó de US$2.385 en 1980 a US$8.124 en 1990, US$14.704 en 2000 y US$18.603 en 2010. El crecimiento económico promedio alcanzó el 7,8 por ciento en los ochenta, pero el crecimiento disminuyó a medida que la economía maduraba, bajando al 6,4 por ciento en los noventa y luego al 4,5 por ciento en la década del 2000.

La transformación y el crecimiento de la economía tuvieron un impacto negativo significativo en el ambiente. Cabe mencionar, RCA Corp., que comenzó a funcionar en Taiwan en 1967. En ese entonces con sede en Estados Unidos, RCA desempeñó un importante papel en el desarrollo del sector de la alta tecnología de Taiwan a través de las transferencias de tecnología y la creación de empleos. Sin embargo, Huang, de la Academia Sínica, menciona la contaminación causada por las operaciones de RCA en Taiwan, principalmente en su fábrica en Taoyuan, en el norte de Taiwan. La mayoría de la gente en Taiwan no estaba al tanto que la compañía había causado contaminación del suelo y el agua subterránea al emitir cantidades considerables de desperdicios tóxicos sin procesar, dice. RCA cerró sus operaciones en Taiwan en 1992, y el público no supo de la contaminación que causó hasta 1994, cuando un legislador reveló esos datos.

RCA, considerado responsable por el desastre medioambiental, solucionó el asunto del terreno contaminado, y ahora trata de resolver el problema de la contaminación del agua subterránea que es más complicado. Entre tanto, el Gobierno está redactando un plan para buscar compensación de RCA.

De manera similar, la industria del desmantelamiento de embarcaciones, que prosperó en el sur de Taiwan hasta mediados de los ochenta, produjo ganancias financieras significativas, pero también causó gran daño al medio ambiente, dice Huang, quien trabajaba a tiempo parcial en el sector a principio de los ochenta. Entre otras cosas, el desmantelamiento de embarcaciones puede emitir desechos de aceite al mar y producir emisiones tóxicas de la quema de cables recubiertos con plástico. El fomento de la conciencia medioambiental entre el público y la creación de una Administración para la Protección Medioambiental en 1987 ha llevado a la disminución gradual de la industria del desmantelamiento de embarcaciones en Taiwan.

Otra preocupación sobre el medio ambiente relacionada con el medio ambiente se centra en las potenciales emisiones de gases de invernadero que causan el cambio climático. Mientras que el Gobierno ha establecido objetivos ambiciosos para reducir esas emisiones, Huang insta a mayores cambios a medida que se reduce gradualmente la dependencia en la industria petroquímica. Las plantas petroquímicas comenzaron a operar en la isla en los años setenta, pero la construcción de nuevas plantas ha encontrado una oposición más fuerte en los últimos años debido a los temas relacionados con las emisiones transmitidas por el aire de los compuestos orgánicos volátiles y el dióxido de carbono.

Sin embargo, el Gobierno ha tomado medidas para que Taiwan deje a un lado las industrias con emisiones altas y contaminantes, y se dirija hacia aquéllas que producen beneficios para el medio ambiente. Por ejemplo, en marzo de 2009 el Yuan Ejecutivo anunció una política que procura el desarrollo de seis industrias claves emergentes. Una de ellas es el llamado sector de “energía verde”, que incluye la fabricación de celdas fotovoltaicas que generan electricidad de la luz solar, y otro es el sector de los diodos emisores de luz (LED, siglas en inglés), ya que éstos requieren de menos energía que otras fuentes de luz. La política también procura el desarrollo de la industria cultural y creativa, que se centra principalmente en la creación de la propiedad intelectual, y por lo tanto genera poca contaminación o emisiones de gases de efecto de invernadero. En marzo de 2010, el Yuan Ejecutivo agregó la arquitectura verde, la comercialización de patente, los vehículos eléctricos y la computación en nube —todas son relativamente benignas o beneficiosas para el ambiente— a la lista de industrias que se pretende desarrollar.

Junto con el énfasis emergente sobre la protección medioambiental, otra importante tendencia es el desarrollo de lazos económicos más íntimos con China continental desde finales de los ochenta. En la búsqueda de recursos humanos y terrenos menos costosos, los fabricantes taiwaneses se trasladaron a China continental en olas. En 2000, los empresarios taiwaneses invirtieron US$2.600 millones en China continental, pero la cifra alcanzó más de US$14 mil millones en 2010. Durante este período, el valor de las exportaciones de Taiwan a China continental y Hong Kong incrementó de US$35.500 millones a US$114.700 millones.

No obstante, Taiwan encaró barreras substanciales para el desarrollo de una relación económica más completa con su vecino más próximo hasta hace pocos años. Por ejemplo, las reglamentaciones del Gobierno de la República de China estipularon que los ciudadanos taiwaneses podían ir en avión a China continental, sólo después de hacer una parada en un tercer país o territorio, lo que amplió significativamente la duración del viaje para los empresarios. El transporte de los navíos de carga entre ambos lados tenían las mismas restricciones, incurriendo en costos de transporte más altos. Así, las reglamentaciones del Gobierno prohibían la entrada a la mayoría de los turistas continentales a Taiwan.

Estas barreras se mantuvieron de esta manera hasta que el presidente Ma Yin-jeou tomó posesión en mayo de 2008, y comenzó a implementar una política de compromiso renovado con China continental. Hoy día, los empresarios pueden ahorrar tiempo viajando en vuelos directos que unen aeropuertos de Taiwan con 40 ciudades en China continental.

Los grupos de turistas continentales también pueden entrar a Taiwan desde julio de 2008. Alrededor de 1,6 millones de ciudadanos continentales visitaron la isla en 2010, superando el número de turistas japoneses por -primera vez, e inyectando por lo menos NT$60 mil millones (US$ 2 mil millones) en la economía, según la Asociación de Agencias de Viajes de la República de China (Taiwan). El Gobierno permite desde junio la entrada de los viajeros continentales de manera individual.

La primera Exposición Internacional de la Industria Cultural y Creativa fue celebrada en Taipei en noviembre de 2010. A fin de equilibrar el desarrollo y la protección ambiental, el Gobierno está centrándose en el fomento de los sectores económicos favorables o que no afecten el medio ambiente.

Inversiones pesadas

El aumento del número de visitantes continentales también está impulsando la mejora de la infraestructura del turismo. “Por eso los restaurantes y hoteles en Taiwan han comenzado a invertir mucho en renovaciones y expansiones”, dice Wang Chien-chuan, del CIER.

Por otro lado, los operadores del sector de los servicios de Taiwan están expandiendo sus operaciones en China continental. Según la Comisión para la Inversión, bajo el Ministerio de Economía, los jugadores del sector de los servicios de Taiwan representaron el 24,87 por ciento de todas las inversiones en China continental de la isla en 2010, más del 10,85 por ciento en 2005. Aunque es una disminución de capital, esa inversión tiene el objetivo de ayudar a que los operadores de los servicios taiwaneses compitan en el vasto mercado de China continental. Según Wang, a medida que exploran China continental, tendrán que aumentar su escala e innovación, lo que ayudará a elevar su competitividad mundial.

Por supuesto, una de las políticas económicas más importantes que procura la administración de Ma ha sido el Acuerdo Marco de Cooperación Económica (ECFA, siglas en inglés), que fue firmado por los representantes de Taiwan y China continental en junio de 2010, y tiene como objetivo reducir las tarifas sobre los productos y ampliar el acceso al mercado de los servicios. “El ECFA estimulará en gran medida la vitalidad económica de Taiwan, aunque necesitará de cierto tiempo antes de que se puedan ver resultados realmente substanciales”, dice Wang.

La firma del ECFA impedirá que Taiwan sea marginada en la economía regional, también presentará un número de retos a mediano y largo plazo. Los subsidios gubernamentales que existen ahora, tienen el fin de ayudar a los fabricantes locales a competir con sus homólogos continentales de bajo precio, pero las compañías locales que no modernizan sus modelos comerciales tendrán que salir del mercado al final. Aun cuando el presidente Ma ha dicho repetidamente que el ECFA es puramente un acuerdo económico, se ha expresado temor en cuanto a que la mayor dependencia económica de Taiwan en China continental, pudiera algún día comprometer su soberanía política. “Es demasiado pronto para decir si el ECFA es realmente beneficioso para Taiwan”, dice Huang, pero agrega que la tendencia hacia lazos más íntimos con China continental es inevitable, por lo menos durante el futuro cercano y a mediano plazo.

Entre tanto, Wang dice que el principal reto económico que enfrenta el gobierno de la República de China no es en la arena de las relaciones a través del Estrecho, sino en la creciente brecha entre los ricos y los pobres, aludiendo al hecho de que el ingreso disponible de los ciudadanos que componen el primer 20 por ciento de los hogares de Taiwan era un poco más de cuatro veces el del último 20 por ciento en los años setenta, pero ha aumentado a más de seis veces desde comienzos del 2000. El Gobierno está al tanto del asunto de la brecha de ingresos, y ha comenzado a tomar medidas para resolver este tema. Por ejemplo, en diciembre de 2010, el Yuan Legislativo aprobó una revisión de la Ley para la Asistencia Social, que permitirá que más familias económicamente desventajadas puedan solicitar ayuda financiera del Gobierno. Por ejemplo, la ayuda es actualmente destinada para los hogares de bajos ingresos que se encuentran fuera de los cinco municipios especiales de Taiwan en lo que cada miembro gana un promedio mensual de menos de NT$9.829 (US$328). Después que la revisión entre en vigor el 1 de julio de este año, el ingreso promedio se elevará a NT$10.244 (US$341) por mes. Según el Ministerio del Interior, el cambio permitirá que 600.000 personas más aprovechen la ayuda gubernamental.

En otra medida que se espera que reduzca la brecha en los ingresos, en marzo el Yuan Legislativo aprobó la primera lectura de un proyecto de reglamentaciones que podrían imponer el impuesto al lujo en unidades de viviendas que sean compradas, y luego revendidas en un corto plazo, entre otras cosas. Con ciertas demoras en la legislatura, el impuesto está programado a entrar en efecto este verano, y se espera que reduzca el continuo aumento de los bienes raíces que dificulta la adquisición de propiedad a muchos posibles compradores. El impuesto persigue específicamente la “reventa” en corto plazo de las propiedades por los especuladores de bienes raíces, que eleva los precios pero no ayuda a aumentar la propiedad. “Eso es algo positivo”, dice Wang, “pero el Gobierno puede hacer más en la reforma arancelaria, como por ejemplo, imponer más impuestos sobre la renta a los acaudalados a fin de cubrir la asistencia financiera de los pobres”.

Así como muchos países, Taiwan debe equilibrar el desarrollo económico con la protección del medio ambiente, y reducir la brecha de los ingresos a nivel interno. También se debe enfrentar la tarea de desarrollar lazos económicos que produzcan beneficios mutuos con China continental. Si se resuelven exitosamente estos retos, la economía de Taiwan continuará creciendo de manera que cada miembro de la sociedad se beneficie.

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