05/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Los trajes chinos llegan con la época

01/09/1982
Paseando por las calles de Londres y viendo los escaparates de las tiendas de alta moda en los magníficos hoteles, Algunas modelos de Taipei descubrieron con emoción varias prendas para damas procedentes directamente de su país. La marca en las etiquetas indicaba que procedían de Taiwan, República de China. En París, los clientes estan dispuestos a pagar altos precios por los exclusivos tejidos de punto de una boutique con diseñadores famosos. Gracias a la exhibición del escaparate, un comprador bien informado se da cuenta en seguida que las modas finas son de Taiwan. Vestidos elegantes y costosos pueden apreciarse fácilmente en algunos de los mayores almacenes tanto en la ciudad de Nueva York como en las boutiques a lo largo de la Avenida Séptima. Los proveedores de estos productos, notablemente atractivos, son de Taiwan. En los mercados extranjeros, los vestidos hechos en Taiwan fueron una vez clasificados entre el grado mediocre o inferior. Actualmente, la industria del vestido está mejorando tanto en la calidad como en el diseño, en una verdadera guerra por competir en los mejores mercados internacionales de la moda. Algunos empresarios de la República de China tomaron acciones decisivas para crear prendas de alta calidad. Importaron materiales finos, los juntaron con las excelentes habilidades locales y luego exportaron con éxito los productos terminados. Un cuello mandarín bajo, una abertura en forma de media luna, largas y amplias mangas, y una decoración de colorido brocado de seda con ribetes de oro en el escote y en los puños -constituían el diseño básico del traje de noche, estilo chipao, que lucía Elizabeth Taylor en una recepción de la Casa Blanca. Este traje, uno de los seis de su clase que le fueron entregados a la actriz cuando fue invitada por la República de China para la entrega en 1979 de los Premios Caballo Dorado, equivalentes al Oscar de Hollywood, es una creación de Liza Wang, una destacada modista de la República de China. Desde 1978, las modas "Belleza Oriental" de Wang han llamado la atención en el exterior. Su carrera de la moda fue sostenida totalmente por su esposo. Tras su fallecimiento, Lisa estableció una compañía comercial para exportar sus propios diseños en vestidos de alta moda. Triplicó la dimensión del taller que dedicó completamente para la exportación. En julio de 1981, organizó un viaje de promoción para presentar más ampliamente sus trajes "Belleza Oriental" a otros países del mundo. Durante su permanencia en la ciudad de Nueva York, utilizó los modelos de la agencia Ford, Karen Howard y Nancy Hunter para una exposición de modas con trajes chinos hechos con seda. La respuesta fue satisfactoria. La clientela local de Lisa está compuesta en su mayoría por las esposas de negociantes de edad media. A veces los compradores extranjeros visitan Taiwan y se impresionan ante el escaparate de Lisa y finalmente cierran algún negocio con ella, estimulados por la exhibición. Los pedidos vienen de distintos lugares del mundo. Lisa se ha sorprendido al ver que un vestido que cuesta US$300 en su tienda de Taipei es vendido en US$900 en el extranjero. Para incrementar las ventas y ensanchar los mercados extranjeros, Lisa Wang invitó a una diseñadora experimentada, la Srta. Chen I-jun de Nueva York para trabajar juntas. Chen se desempeñó como diseñadora en Nueva York hace seis años. El principio primordial de Lisa Wang es el control estricto de la calidad en todas las piezas producidas, las cuales Chen revisa para asegurarse aún más de esa calidad. Tras percatarse de que las prendas de estilo chino se estaban haciendo populares en los círculos internacionales de la moda, un grupo de jóvenes modistas locales trabajaron arduamente para revivir la esencia de las prendas tradicionales chinas. Aunque adaptadas a los modernos estilos de vida, estas prendas conservan la gracia y la belleza de las tradiciones chinas. Como consecuencia de la publicidad en periódicos y televisión, estos trajes se han hecho muy populares en los mercados locales e internacionales. Además de ser cómodas y atractivas, estas prendas tienen también que mostrar las características nacionales. La alta costura local está cansada de copiar el estilo occidental, y desea crear un estilo propio basado en las raíces de las tradiciones chinas. Las llamadas prendas de estilo chino no son una versión mejorada del chipao, ni un resucitamiento de los trajes de estilo clásico. Son continuamente renovadas, al mismo tiempo que retienen un sabor chino en su diseño, complementos y colores. Actualmente hay más de 10 empresas dedicadas a esta actividad, que con frecuencia patrocinan exhibiciones de alta costura para dar a conocer sus creaciones. En un principio, éstas parecían ejemplares de museo, vistosas, pero raras. Simplemente no se podían llevar en las ocasiones sociales. Recientemente se realizó un avance al combinar ingeniosamente los botones, las aberturas en forma de media luna, los cortes laterales y los ribetes de las prendas tradicionales chinas con conceptos modernos. Se presta especial atención a la funcionalidad y a la factibilidad de las prendas para que las mujeres de todos los estratos de la sociedad y de todas las edades puedan apreciarlos. Las chaquetas rellenas de algodón constituyen un artículo muy popular durante el invierno. Para ofrecer una mayor variedad se han introducido en el mercado chalecos y chaquetas de seda con bordados que hacen un buen conjunto con suéteres de cuello de tortuga, con faldas y pantalones. Al llegar la primavera, conjuntos de dos o tres piezas, T-shirts y prendas sin espalda en estilo tradicional chino proporcionan una agradable apariencia. Algodón, lino, franela, terciopelo, fibras químicas, seda pura y fibras mezcladas, en su mayoría nacionales, son parte de los materiales frecuentemente utilizados. El calicó se emplea para hacer bajos y botones de tela. Pura y brillante seda, mezclada con fibras químicas, es usada para confeccionar trajes de noche. Más trabajo y por lo tanto un mayor precio son necesarios si las prendas son decoradas con esmerados bordados y diseños pintados. Con el paso del tiempo, los diseñadores de moda han dejado de inspirarse en las prendas de las dinastías Ming y Ching. La ópera de Pekín, las figurillas de cerámica excavadas de tumbas de las dinastías Han y Tang, los trajes aborígenes e incluso la arquitectura de los templos se han convertido en nueva fuente de inspiración. Patrones con temas de arraigo popular, tales como abanicos, flores, cetros, monedas de cobre, monedas de oro, y caracteres chinos como los de longevidad y felicidad se han visto incorporados también al diseño de los trajes. Para hacer más atractivas estas prendas de estilo chino, se han introducido toda clase de complementos. Cinturones de encaje de nudos chino con borlas en ambos extremos son un buen ejemplo. En ocasiones, jade y otras piedras preciosas, cuentas de porcelana, cloisonné y monedas de oro chinas son convertidas en elegantes adornos para la cintura o el escote. Una amplia variedad de horquillas de estilo tradicional contribuye también a realzar el diseño de estas prendas. Introducidas en el exterior por turistas, chinos de ultramar y estudiantes, las prendas de estilo chino se han hecho muy populares entre los chinos de ultramar y los extranjeros. Lee You, profesora de diseño de prendas de vestir en el Colegio de Economía Doméstica Shih Chien de Taipei, con 10 años de experiencia en la promoción de las prendas de estilo chino, comentó que las exportaciones tienen un potencial prometedor. Al acercarse la República de China al status de nación desarrollada, Lee considera que la confección de prendas de alta calidad es la única vía para superar la reñida competencia internacional. Las prendas de estilo chino necesitan mucho trabajo manual y no son susceptibles de producción en masa. Dado que las compradoras occidentales son en su mayoría mujeres profesionales, Lee subraya que las empresas locales deben tener mucho cuidado en la selección de materiales de calidad y de atractivos diseños, así como deben utilizar avanzadas técnicas de confección para ganar pedidos en el mercado internacional. Lee también sugirió que se celebren más exhibiciones de moda para hacer más conocidas internacionalmente las creaciones de las empresas locales. En su opinión más hombres de negocios deben incorporarse a la planificación y organización de estudios de mercado para abrir un nuevo panorama a las casas de moda locales. Al poder reflejar las prendas de vestir las condiciones de vida, la profunda cultura y la próspera economía de una nación, con una continua revocación, las prendas de estilo chino pueden ayudar a la moda china a alcanzar nuevas cotas.

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