02/05/2024

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Taiwán Hoy

TELAS FABULOSAS

01/05/2013
Indumentarias deportivas con telas tecnológicas se exhiben en la Exhibición de Aplicaciones Textiles Innovadoras de Taiwan 2012. Las empresas textiles en Taiwan se están enfocando en la fabricación de telas que son ecológicas, modernas y con alta tecnología. (Cortesía de la Federación de Empresas Textiles de Taiwan)

Tres empresas textiles son un ejemplo del esfuerzo del sector para sobresalir mediante la innovación.

Una visita a la sala de exhibición de Singtex Industrial Co. no estaría completa sin probar su café. Sin embargo, no es la bebida lo que impresiona. En su lugar, esta sugerencia se refiere a la línea especial de telas hechas con hilado S.Café de la compañía, que está impregnado con partículas microscópicas de café. La marca S.Café “tiene como fundamento la materia prima que se usa en la vestimenta, así como los chips Intel dentro de las computadoras”, dice Chris Chiang, director del Departamento de Marca e Hilados de Singtex.

Los posos del café usados en el hilado S.Café provienen actualmente de alrededor de 30 tiendas de conveniencia cerca de la sede de Singtex en la ciudad de Nuevo Taipei, en el norte de Taiwan, donde los trabajadores procesan esa materia. “Ayudamos a las tiendas a de-shacerse de los residuos que son simplemente desperdicios para ellos. Ellos están felices de darnos gratuitamente la materia prima”, indica Chiang.

Establecida en 1989, Singtex comenzó a enfocarse en telas a prueba de agua de alto valor a mediados de la década de 1990. Fue una época cuando la mayoría de las empresas locales en el sector se trasladaron a China continental para aprovechar el terreno y la mano de obra baratos de ese país, seguidos de la decisión en Taiwan de flexibilizar las restricciones sobre la habilidad de que las empresas de propiedad taiwanesa pudieran invertir allí en 1992. La decisión de Singtex fue inteligente porque las compañías que se quedaron en Taiwan tuvieron que buscar maneras de mantener la competitividad en contra de los productos de bajo costo, producidos en masa que estaban siendo fabricados en China continental. “Los telares mecánicos eran tan valiosos como las máquinas impresoras de billetes en Taiwan hace 30 años”, dice Justin Huang, secretario general de la Federación Textil de Taiwan (TTF, siglas en inglés), refiriéndose a la época próspera de los textiles de Taiwan durante la década de 1980. En esa época, Japón, Corea del Sur y Taiwan eran las tres principales potencias mundiales en la industria textil –Japón brindaba telas de mediano a alto nivel, y los otros dos países fabricaban productos de mediano a bajo nivel.  Sin embargo, como China continental y el Sudeste Asiático se elevaron rápidamente en el campo durante la década de 1980, los telares de Taiwan se sintieron presionados a hacer un cambio, y la mayoría, como Singtex, comenzaron a fabricar productos de alto nivel para poder mantenerse adelante.

 

El primer paso en el uso de los posos de café para hacer telas es secar los posos. (Cortesía de Singtex Industrial Co.)

El poder del café

La habilidad de impregnar posos de café, que absorben los olores, a la tela ha sido el avance más importante hecho por Singtex en los últimos años. La idea se le ocurrió a Jason Chen, el fundador de la compañía, hace aproximadamente ocho años, y en los últimos tres años la empresa ha invertido entre el 2 y 3 por ciento de sus ingresos anuales en mejorar el rendimiento de su fibra única absorbente de olores. Con el paso del tiempo, los investigadores de la firma han podido eliminar el olor y el color del café del producto final. También han mejorado el rendimiento del material al extraer más del aceite natural de los posos de café, que a su vez fortalece la efectividad de la gran cantidad de agujeros minúsculos de los posos que absorben los olores. La tela también se seca fácilmente porque la materia añadida crea una mayor superficie, lo que significa mayor contacto con el aire. El proceso de producción de S. Café es una de las 34 patentes de Singtex, que la compañía registró en Taiwan y China continental, y cuya aprobación está a la espera en Europa y Estados Unidos.

En línea con sus medidas hacia la fabricación de productos ecológicos, Singtex gastó NT$250 millones (US$7,9 millones) en la construcción de una planta para teñido y terminación que ayudó a la compañía a obtener el certificado Bluesign en 2008. Un estricto conjunto de estándares para fabricar telas ecológicas, el sistema Bluesign fue creado en 2000 por los representantes de la academia europea, organizaciones de consumidores y la industria. Desde que Formosa Taffeta Co. logró el certificado en 2001, alrededor de 120 empresas del sector textil de Taiwan han recibido el derecho a usar la marca Bluesign.

Los esfuerzos de Singtex para innovar y volverse más ecológico obtuvieron frutos y la compañía recibió pedidos de marcas internacionales de ropa deportiva y actividades al aire libre, tales como Patagonia y The North Face, así como de otras que enfatizan la alta calidad de las telas, que sean tanto ecológicas y de alta tecnología. Según Chiang, el 30 por ciento de los NT$1.200 millones (US$40 millones) en ingresos creados por la compañía en 2012 procedieron del hilado S.Café, en el que se enfoca el esfuerzo de la marca de la compañía.

 

La tela hecha con botellas de plástico recicladas puede crear indumentaria elegante y de moda. Los modelos exhiben piezas de vestir de DA.AI en el Desfile IN Style de Taipei 2012, que tuvo lugar en octubre de ese año. (Cortesía de DA.AI Technology Co.)

Entre tanto, BeBe Cotton Knitting Co., una empresa relativamente pequeña con ganancias de alrededor de NT$80 millones (US$2,67 millones) en 2012, también está esforzándose en crear un espacio en el mercado ecológico al desarrollar tintes naturales con extractos de las plantas. “Ya he contaminado bastante el planeta Tierra”, dice el fundador y director de BeBe, Harch Hong, sobre los tintes químicos que se usaban en las telas que vendía su compañía. “Ya es hora de arrepentirme y compensar por el daño que hice al medio ambiente”. Parte del sector textil de Taiwan durante 38 años, BeBe comenzó a invertir en la investigación de tintes naturales en 2008 con la esperanza de desarrollar telas que fueran más saludables tanto para el medio ambiente como el cuerpo humano. “¿Por qué no resolver el asunto de la contaminación desde el inicio en lugar de gastar dinero construyendo instalaciones para tratar las aguas residuales?”, pregunta Hong.

Desde entonces, BeBe ha gastado más de NT$40 millones (US$1,4 millones) en la investigación relacionada, NT$9 millones (US$310.000) de los cuales provienen de subsidios concedidos por el Ministerio de Economía. En agosto de 2012, la compañía comenzó a producir grandes cantidades de tintes a base de plantas en su fábrica de tintes en Taoyuan, en el norte de Taiwan. “Los tintes a base de plantas tienen realmente una larga historia a través del mundo así como en Taiwan –la tinta índigo famosa en Sanxia (una zona en las afueras de la ciudad Nuevo Taipei) es famosa y un buen ejemplo aquí. Pero soy el pionero en la producción industrializada”, dice Hong. Además, la compañía compra tintes de plantas naturales en el exterior para así ofrecer una mayor gama de colores.

Seguir las prácticas ecológicas se está convirtiendo en una tendencia en el sector textil local, y sin duda DA.AI Technology Co. es uno de los líderes en este campo. Una afiliada a la Fundación de Beneficencia Budista Tzu Chi, una organización religiosa sin fines de lucro conocida por su trabajo caritativo alrededor del mundo, DA.AI fue fundada por cinco empresarios taiwaneses en diciembre de 2008 con el fin de desarrollar productos ecológicos. Lo hace reciclando botellas de tereftalato de polietilenglicol (PET, siglas en inglés) que se usan para hacer telas, y ahora la compañía es un importante jugador entre los fabricantes de materiales textiles ecológicos en Taiwan.

A finales de 2012, DA.AI, que significa “gran amor”, había reciclado más de 250 millones de botellas de PET usadas para producir telas. Requiere alrededor de 130.000 litros de aceite para producir esa cantidad de botellas, según DA.AI, un recurso que se desperdiciaría si simplemente se desechan tras su primer uso.

James Lee, uno de los fundadores de la compañía, dice que DA.AI ha dado un paso más al introducir el concepto Cradle to Cradle (C2C, siglas en inglés) a su línea de producción. Siendo una nueva tendencia en el mundo, C2C se refiere a los productos diseñados que son fácilmente reciclados al final de su vida útil. En 2010, la Agencia para Estimular la Protección Medioambiental, una compañía consultora con sede en Alemania, estableció una sucursal en Taiwan y ayudó a formar una alianza de organizaciones conscientes de C2C, incluyendo la Administración para la Protección Medioambiental, de nivel ministerial, y varias empresas. DA.AI es una de las ocho compañías del sector textil de Taiwan que participan en este grupo.

 

Un código de respuesta rápida –código QR– (arriba) en las etiquetas de la indumentaria de DA.AI permite a los consumidores ver un pequeño filme sobre los voluntarios.

En 2012, DA.AI ganó el certificado con nivel medalla de plata del Instituto para la Innovación de Productos Cradle to Cradle, una organización no gubernamental con sede en Estados Unidos. La firma taiwanesa recibió la acreditación para la reutilización de materiales libres de contaminación para sus productos que están fabricados solamente con botellas recicladas y teñidos sin químicos adicionales o agua. DA.AI fue la primera empresa de Asia en utilizar botellas de PET recicladas como materia prima, que gana acreditación de un instituto estadounidense. La próxima meta para DA.AI es mejorar su clasificación en el sistema de cinco niveles del grupo, garantizando que sus propios productos sean fáciles de reciclar.

76.000 voluntarios

Sin embargo, a pesar del esfuerzo de DA.AI de sacar el máximo provecho a los materiales de desecho, Lee enfatiza que la compañía es valiosa principalmente por la manera cómo opera. Mientras que la firma es solamente una empresa de mediano tamaño en términos de ingresos entre los fabricantes locales de textiles, DA.AI depende de los 76.000 voluntarios que preparan las botellas desechadas para reutilizarlas en casi 5.400 estaciones alrededor de la isla, que son administradas por la Fundación Tzu Chi. “Cuando usted utiliza vestimenta con la marca DA.AI, se siente el amor desinteresado de muchos voluntarios taiwaneses. Eso es algo de lo que carecen otras empresas”, dice Lee. Además, las alrededor de 50 empresas involucradas en convertir las botellas en productos de vestir terminados ofrecen sus servicios a bajo precio. “Ellas contribuyen su sabiduría con DA.AI porque se identifican con Tzu Chi y su trabajo de caridad”, agrega Lee. En 2012 la compañía obtuvo ingresos de NT$300 millones (US$10 millones), con su ganancia neta donada a la Fundación Tzu Chi. En 2011, con apenas tres años de haberse formado, DA.AI ganó el primer premio a la responsabilidad social corporativa en la categoría de promoción de interés público patrocinado por Global Views Monthly, una revista de comercio en idioma chino muy conocida en Taiwan.

Para crear lazos más estrechos con sus clientes, DA.AI  anexa códigos de respuesta rápida a sus prendas de vestir para que los consumidores tengan acceso a videos cortos, que presentan a los voluntarios que se encargan de procesar las botellas. Los artículos de vestir también se etiquetan con información sobre dónde y cuándo fueron recicladas las botellas. Este es un paso significativo en la creación de la confianza de los clientes, ya que algunas compañías fabrican botellas con el único propósito de “reciclarlas” en tela, dice Huang, de la TTF. De esta manera, las compañías pueden usar plástico nuevo, que presenta menos problemas durante la producción, pero retienen la apariencia de productos ecológicos.

Gracias a DA.AI y el mayor número de empresas locales dedicadas a producir telas hechas de botellas recicladas, estas telas han mejorado en cuanto a su tecnología y están dándose a conocer más en el mundo. Por ejemplo, en la Copa Mundial de Fútbol 2010 en Sudáfrica, de los 32 equipos nacionales de fútbol que jugaron en uno de los eventos deportivos más importantes del mundo, nueve equipos patrocinados por Nike Inc. usaron uniformes hechos en Taiwan con botellas de PET recicladas, procesadas por Far Eastern New Century Corp., un importante fabricante local.

 

BeBe Cotton muestra sus productos en una exhibición de telas en Paris en 2009. La compañía espera ver un crecimiento significativo a medida que el público se hace más consciente de los asuntos medioambientales. (Cortesía de BeBe Cotton Knitting Co.)

En 2012, DA.AI fue anfitriona de 309 presentaciones y exhibiciones a través de Taiwan y el exterior, promoviendo sus productos ecológicos para así ampliar su atractivo entre el público en general, como lo reconoce Lee, actualmente la mayoría de los productos de la compañía son adquiridos por seguidores de Tzu Chi. La compañía invitó también a los diseñadores de moda locales a trabajar en su equipo de diseño para producir una línea de prendas de vestir. Los diseños fueron exhibidos en el desfile de moda Taipei IN Style, organizado por la TTF a mediados de octubre de ese año, y la compañía tiene planes de producir algunos de esos estilos.

Colores de la naturaleza

BeBe Cotton espera que la mayor conciencia medioambiental entre los consumidores impulse la venta de sus productos. Según Hong, las telas teñidas con tintes hechos con plantas serán un 30 por ciento más caras que las teñidas con métodos convencionales. Aparte de eso, es más fácil que esas telas se destiñan después de exponerse al sol por largo tiempo, lo que explica por qué en su mayoría se usa para ropa interior y ropa de casa. La compañía está contando que el interés de los consumidores en el medio ambiente supere esas consideraciones. Por ahora, las telas teñidas de forma natural representan más del 10 por ciento del ingreso de la compañía, pero Hong espera que las ventas aumenten, agregando que varios clientes de la compañía, después de hacer compras exploratorias iniciales, han vuelto a hacer pedidos.

Con la vista puesta en el futuro, Singtex está destinada a impulsar su marca S.Café al ampliar los usos de sus hilados. Actualmente, su tela resistente a los olores se usa en alrededor de 60 marcas tanto en el país como en el exterior, para productos desde bolsos, plantillas de zapatos y lencería hasta ropa para ciclistas. “China continental está avanzando a un paso más rápido del que se imagina”, dice Chiang de la calidad y rendimiento mejorados de las telas fabricadas allí, y explica que la necesidad de mantener la competitividad es otra razón para crear la marca S.Café. La compañía espera obtener mayor visibilidad vendiendo aceite de café, el principal subproducto del proceso de fabricar hilado, como un aditivo para el champú, jabón y otros productos cosméticos.

Huang, de la TTF, dice que Taiwan ha sido capaz de fabricar telas con funciones únicas desde hace seis años, pero hoy todos los grandes jugadores en el sector pueden producir textiles con funciones múltiples que por ejemplo, son simultáneamente a prueba de agua, ultra delgados y tienen factor de protección ultravioleta alto. Además, aunque las empresas en China continental están siguiendo muy de cerca los pasos de Taiwan, Huang señala que el índice de defecto de las telas multifuncionales de China continental es relativamente alto. Aún así, para seguir siendo competitivos, él dice que los telares de Taiwan tratan de incorporar más valor a sus productos ofreciendo servicios de diseño a sus clientes, una tendencia que se ha vuelto especialmente evidente desde 2008. “Función más moda—es el eslogan en el sector hoy en día”, dice Huang, indicando que casi todos los fabricantes locales de telas emplean ahora sus propios diseñadores de moda.

“Hay muchos fabricantes de telas en el mundo. ¿Cómo se puede atraer verdadera atención de los compradores en un entorno tan competitivo?” pregunta. Conocidas por su habilidad de adaptación a las tendencias mundiales, las empresas taiwanesas ciertamente tienen la respuesta.

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