05/05/2024

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Taiwán Hoy

AGRICULTURA PARA UN MUNDO LIBRE DE TOXINAS

01/07/2014
La agricultura libre de toxinas, que rechaza el uso de pesticidas y fertilizantes químicos, es buena tanto para las personas como para el medio ambiente. Este movimiento comienza con un retorno a la naturaleza.

La agricultura en Taiwan está experimentando en la actualidad una revolución de base, que involucra métodos de producción ecológicos, comercio justo y un cambio en las actitudes de los consumidores.

Taiwan es llamado frecuentemente un paraíso del gourmet, y se ha enorgullecido por mucho tiempo de sus deliciosos y abundantes alimentos. No obstante, una cosa es llenarse el estómago y otra diferente comer en forma saludable. En años recientes, el consumidor en Taiwan está más interesado en que sus alimentos sean seguros y libres de toxinas.

Lo orgánico cobra auge

La isla de Taiwan cuenta con solamente seis mil hectáreas de tierra arable orgánica, cifra que equivale apenas al 0,6 por ciento del total de terreno disponible para cultivo, lo cual es muy poco en comparación a Francia, con 16 por ciento y Austria, con 20 por ciento. Sin embargo, los cambios medioambientales y las repetidas crisis de seguridad alimentaria han acelerado la marcha de Taiwan hacia la agricultura libre de pesticidas. Con los mercados de agricultores ganando popularidad rápidamente; así como las tiendas por departamentos y grandes almacenes ofreciendo productos agrícolas orgánicos, un nuevo mundo libre de toxinas parece estar a nuestro alcance.

Dada la ola de escándalos en seguridad alimentaria acontecidos en 2013, tales y como el uso de ingredientes artificiales por parte de la famosa panadería Top Pot Bakery, que se vanagloriaba de sus panes “naturales”; o la sustitución de arroz barato importado por arroz taiwanés; y hasta la adulteración del aceite de oliva con aceite de semilla de algodón, entre otros; no debe sorprender que el periódico local United Daily News seleccionó “la seguridad alimentaria” como la noticia más importante del año.

Los escándalos en seguridad alimentaria ocasionaron que las ventas de productos agrícolas libres de pesticidas, “ecológicos”, se dispararan. “Los productos orgánicos y libres de pesticidas se vendieron muy bien el año pasado”, revela Yang Ru-men, fundador del Mercado de Agricultores 248 de Taipei.

La nación cuenta con unos 1.600 distribuidores de productos orgánicos, que incluyen cadenas de tiendas como Lezen y Cotton Land, mercados como Pxmart, Wellcome y Matsusei; al igual que los grandes almacenes como Carrefour, RT Mart y a.mart. En estos días, hasta  en las instalaciones de la Librería Eslite en el Parque Cultural y Creativo de Songshan se ofrecen productos agrícolas orgánicos.

No obstante, los mercados de agricultores continúan siendo el -principal punto de contacto entre los -pequeños agricultores y los consumidores de Taiwan.

Productos asequibles

La Fundación Frontera tiene 63 mercados de agricultores en su lista. Parecen muchos, pero es importante recordar que el primero fue establecido apenas ocho años atrás.

Dicho mercado fue el Mercado -Esperanza, inaugurado en el distrito de Xitun en Taichung, en el centro de Taiwan, en octubre de 2006. El segundo fue el Mercado de Agricultores Orgánicos de la Universidad Chung Hsing, también en Taichung, en septiembre de 2007.

Yang Ru-men, un agricultor del poblado de Erlin, en el distrito de Changhua, fundó el Mercado de Agricultores 248 en Taipei en julio de 2008. Basando su modelo en el Mercado Esperanza, Yang dedicó el mercado a “mantener las comunidades agrícolas, desarrollar el sector agrícola y beneficiar a los agricultores”. En el transcurso de los últimos cinco años, este mercado no solamente ha ayudado a que los pequeños agricultores tengan una base en Taipei, sino también que ha permitido la expansión a numerosos otros lugares. Desde 2010, cuenta con 15 lugares permanentes, incluyendo sucursales en sitios selectos como Tianmu y el Centro Comercial Global en Banqiao. En los próximos tres a cinco años, Yang espera ampliarlo a unas 50 sucursales.

Yang explica que el Mercado 248 exige de sus agricultores algo muy simple: no pueden usar pesticidas o fertilizantes químicos en sus cosechas. En los últimos cinco años, el mercado ha reunido a más de 200 pequeños agricultores y ha ayudado a lanzar al mercado más de 20 marcas de pequeñas granjas, incluyendo los helados de palito Chunyizhi, las jaleas Zaiconghong, los dulces de malta Laichunma, los mariscos Aheshi y el arroz Longde Mizhuang.

“El mercado brinda a los productores y consumidores un canal de comunicación”, explica Yang. “Pero muchos de los agricultores ancianos hallan más difícil conversar con la gente que cultivar sus cosechas”, señala Yang, quien trata de persuadir a los agricultores para que hablen con los consumidores a fin de intercambiar sus puntos de vista.

“Por ejemplo, considere el mito del precio. Todos piensan que ‘orgánico’ significa ‘caro’, y que por lo tanto, solamente la gente pudiente pueden costearse los productos agrícolas orgánicos”, señala Yang.

“El hecho es que las personas tiran un tercio de la comida que compran. ¿Porqué no gastan un poco más de dinero comprando alimentos de mejor calidad y los consumen todos?”, pregunta Yang.

“Nuestra esperanza es que al comunicarnos con el público en los mercados de agricultores, los campesinos podrán en el curso de un año o dos, desarrollar un confiable canal de ventas”, afirma Yang, quien revela que muchas personas que trabajan en hoteles, restaurantes y tiendas orgánicas vienen a los mercados de agricultores para buscar suministros. Los agricultores que son afortunados de tener buena reputación pueden entonces quedarse en casa y cuidar de sus campos, mientras que los clientes llegan a ellos.

 

Los mercados de agricultores permiten a los pequeños productores y consumidores conversar.

La mayoría de los pequeños agricultores que participan en los mercados comparten esta ambición. Por ejemplo, está Chen Wei-ren, quien recientemente ingresó al Mercado de Agricultores 248. “Chen de los pollos” viaja todos los fines de semana desde el poblado de Gaoshu en el distrito de Pingtung en el sur de la isla hasta Taipei, un viaje largo, cansado y costoso. Aunque sus pollos orgánicos son más caros que las aves criadas en forma convencional, la recompensa inmediata no vale tanto como el esfuerzo y el costo del viaje. No obstante, Chen hace este viaje todas las semanas porque está tratando de elevar su reputación y construir el futuro.

“Los mercados de agricultores brindan a los pequeños productores una plataforma, un foro en el cual pueden explicarle al público”, explica Lee Pao-lien, conocida como Ah-pao. Anteriormente, Lee cultivaba frutas en Lishan, Taichung. Hace seis años, Lee regresó a su pueblo natal en Yilan para cultivar arroz y criar pollos. También formó una alianza de pequeños agricultores ecológicos. El grupo organizó un mercado de agricultores dos veces al mes, en el que participaron de diez a 20 productores por cuatro o cinco años, pero que fue cancelado en 2013 para colaborar con el mercado de agricultores del Gobierno del Distrito de Yilan. Habiendo concluido esta etapa de su misión, Ah-pao revela que enfoca sus energías en el Proyecto Taller Yilan, un grupo de trabajo sobre asuntos medioambientales pertinentes a la agricultura, tales como la ecología de los campos y la contaminación por escorrentía con residuos agrícolas.

Cuando los productores y los consumidores se comunican cara a cara en el mercado, aumenta la confianza del consumidor en el producto, lo que los predispone a estar más anuentes a gastar un poco más en beneficio de su salud y para apoyar la agricultura libre de pesticidas.

Warren H. J. Kuo, profesor del Departamento de Agronomía de la Universidad Nacional de Taiwan, afirma que compra frutas y verduras en el mercado orgánico que se organiza en el Museo del Agua Potable en Taipei cada sábado, para apoyar la agricultura orgánica. “Los que tenemos los medios económicos para hacerlo, debemos tomar la vanguardia al apoyar los esfuerzos de los agricultores orgánicos y ayudar a que se difunda la agricultura orgánica”, declara Kuo.

En años recientes, las principales cadenas de supermercados han comenzado a comprar los productos agrícolas orgánicos por contrato, lo que ha ayudado a rebajar los precios de los mismos. Por ejemplo, la cadena de supermercados Pxmart vende algunas de las verduras orgánicas por apenas el equivalente a un dólar estadounidense por paquete, el menor de todos.

La compañía puede hacerlo porque sus contratos con los agricultores orgánicos permiten a los productores concentrarse en cultivar sus cosechas sin preocuparse de si podrán venderlas finalmente.

“Los agricultores orgánicos que carecen de un canal de distribución, y que por lo tanto deben cultivar y comercializar sus cosechas por ellos mismos, pueden sentirse abrumados”, señala Li Wen-zong, encargado de compras de verduras de la cadena de supermercados Pxmart. Li revela que Pxmart tiene contratos con agricultores que son -orgánicos o con certificados de origen, y que hace pruebas en las verduras para detectar residuos de 251 químicos agrícolas antes de ponerlas en los anaqueles para su venta.

Además, la compañía mantiene sus márgenes de ganancias bajos a fin de asegurarse que los productos agrícolas orgánicos que vende sean accesibles. Li explica que la mayoría de los distribuidores tiene márgenes de 30 a 40 por ciento, mientras que los de Pxmart son apenas de 10 a 20 por ciento.

Los precios bajos son la clave de la identidad corporativa de Pxmart. De hecho, uno de los principales objetivos para 2014 es vender los productos orgánicos a un precio que aumente la demanda.

El Consejo de Agricultura introdujo una definición muy estricta de “orgánico” el año pasado, y prohibió a los productores sin certificación llamar sus productos agrícolas “orgánicos”. Como resultado, muchos agricultores que no tienen certificación a pesar de emplear prácticas orgánicas de cultivo han comenzado a referirse a sus productos agrícolas como “libres de toxinas”.

Ah-pao, por otro lado, prefiere la designación “ecológica” a “orgánico”. Según Ah-pao, desde que se convirtió en una designación legal, “orgánico” ha perdido su espíritu medioambiental. “La producción emplea demasiada energía, y cerca del 70 por ciento de los productos agrícolas vendidos en las tiendas orgánicas son importados en vez de locales. Eso no va con la idea de orgánico”, opina Ah-pao.

Ciertamente, la idea de la certificación no es ideal. Los consumidores y los productores necesitan saber y entenderse mutuamente si van a tener confianza el uno en el otro. La única forma práctica de obtener este conocimiento y comprensión es reducir la distancia entre ellos, cuando los consumidores pueden comprar directamente de los productores locales.

La agricultura apoyada por la comunidad (CSA, siglas en inglés) implica una forma de vender los productos agrícolas localmente, orientada a conocer al agricultor personalmente en vez de buscar certificaciones formales. Ejemplos exitosos de este sistema en Taiwan incluyen el conocido Club del Arroz Ko Tong en -Yilan y la granja comunitaria o CSA Qianjia de Hsinchu.

 

Chen Wei-ren cría pollos en el poblado de Gaoshu, localizado en el distrito de Pingtung. Al rechazar el uso de antibióticos, hormonas de crecimiento y medicinas preventivas, se ha ganado la reputación de producir aves “deliciosas, libres de toxinas”.

Agricultura en comunidad

“Antes trabajé en el sector de Internet”, explica Chen Jian-tai. “Ahora administro una granja, lo que realmente significa que estoy haciendo ventas de arroz por Internet”, revela Chen, quien es el director de CSA Qianjia, que opera subordinada al Comité de Bienestar Social del Instituto de Investigaciones sobre Tecnología Industrial.

Ubicada en el área suburbana de Hsinchu, cerca del Parque Científico de Hsinchu, esta granja comunitaria cultiva 0,8 hectáreas de tierra donde produce pequeñas cantidades de más de 20 tipos de cultivos, incluyendo frijoles, tomates y tubérculos.

“En promedio, cultivamos nuestros productos una semana más que los productores convencionales”, explica Chen. “Con tiempo para madurar, tienen más sabor”, señala Chen.

“El movimiento ecológico es muy poderoso”, afirma Chen, explicando que las comunidades universitarias y los numerosos trabajadores en la industria de alta tecnología de Hsinchu crean una enorme demanda de productos agrícolas de calidad y facilitan hallar suscriptores para  la CSA Qianjia.

Esta granja comunitaria cobra casi 600 dólares estadounidenses por la suscripción anual, y su base de suscriptores ha aumentado de 20 en su primer año a 50 este año. La CSA Qianjia entrega los productos al parque científico cada miércoles, y los suscriptores pasan después del trabajo a recoger sus canastas de productos agrícolas.

Asimismo, el ingreso a la agricultura de una generación más joven y que conoce bien el uso de las computadoras ha permitido a los pequeños agricultores establecer nuevos canales de ventas para sus cosechas.

En este grupo destacan los llamados “agricultores académicos”. Ejemplo de ello es Yang Wen-chuan, de 50 años de edad. Yang trabajaba para la Fundación de Investigación de Construcción y Planificación de la Universidad Nacional de Taiwan, haciendo planes para las villas rurales. No obstante, Yang descubrió que carecía de la experiencia práctica necesaria para planificar las villas rurales. Por ello, se dedicó a la agricultura en tierra arrendada en el poblado de Neicheng, en Yuanshan. También fundó 200 acres, una incubadora agrícola que ayuda a los nuevos agricultores a encontrar tierra y les brinda asesoramiento.

En resumen, los años que los agricultores han pasado diseminando información sobre los beneficios de la agricultura libre de toxinas, por medio de los mercados de agricultores, los supermercados, las ventas directas o por Internet, han comenzado a dar prósperos frutos.

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