En Taiwan y otros países del Este Asiático, el 18 de febrero marcará la llegada de un nuevo año dentro del calendario lunar. El año que se iniciará estará dedicado al cerdo, el último en la lista de los doce animales del Zodíaco chino.
Según los cálculos astrológicos chinos, 2007 es el Año del Cerdo Dorado, un período de gran prosperidad que ocurre una vez cada 600 años. La tradición popular y la sabiduría del pueblo chino señalan que es un año idóneo para tener niños, así como también para las inversiones financieras.
Teniendo en cuenta que siendo este un año donde la energía de la luz brillante (fuego) se combinará armoniosamente con el agua clara, es obvio que será uno con muy buena fortuna para muchas personas. En consecuencia, se espera que habrá otro “boom” en la tasa de natalidad en los países del Este Asiático.
En Taiwan, no se espera que ocurra un incremento significativo en los nacimientos, ya que el puerco no es un animal tan favorecido por la gente como lo sería el dragón. Empero, muchas parejas se apresuran para casarse durante este año auspicioso, con la esperanza que la bonanza y buena fortuna les acompañe en su vida marital.
En los primeros tiempos en Taiwan, el cerdo fue considerado un símbolo de prosperidad en el campo. Aparte de su significado cultural, el marrano siempre ha sido una de las principales fuentes de proteína en la isla. Por tradición, nunca falta un plato hecho a base de carne de cerdo en la mesa de las familias taiwanesas. De hecho, uno de los platos típicos de la cocina taiwanesa es el arroz con carne de cerdo molida y cocida en salsa de soya.
Todas las variedades de cerdo son descendientes del cerdo salvaje o jabalí (Sus scrofa), conservando la mayor parte de las características genéticas de sus antepasados. A diferencia del perro, que fue evolucionando en una especie propia; el cerdo esencialmente ha sufrido poca modificación genética tendiente a un proceso de especiación. En consecuencia, el banco genético original de las variedades domésticas del cerdo proviene del jabalí, una especie cuya distribución cubre toda la masa continental euroasiática, con varias formas regionales y subespecies reconocidas.
A fines del paleolítico, el ser humano fue adquiriendo un modo de vida sedentario y comenzó a procurar medios para salir de la dependencia de la caza y la colecta. Ya a inicios del neolítico, comenzaron a aparecer los primeros núcleos humanos asentados en aldeas o villorios con medios rudimentarios de autosubsistencia. Si bien se seguía practicando la caza y colecta, estos métodos fueron adquiriendo una naturaleza cada vez más complementaria, siendo reemplazados por la agricultura y la ganadería.
En China, se han desenterrado sitios con más de diez mil años de antigüedad, básicamente concentrados en las actuales provincias de Honan (Henan), Hunan y Kianghsi (Jiangxi), donde se han encontrado restos de utensilios de piedra, cacharros de arcilla y arroz cultivado. Entre los restos animales que se han recobrado en tales desenterramientos, se encuentran huesos de cerdo, pero los arqueólogos consideran que pertenecen a una variedad de cerdo silvestre.
El análisis fundamental que los arqueólogos realizan para determinar si los restos de cerdo antiguos son de un animal silvestre o uno domesticado consiste en estudiar la estructura del cráneo y los dientes, en especial los molares. El animal salvaje tiene los molares más gastados que el domesticado, debido a la diferencia dietaria entre uno y otro. También resulta útil determinar la edad aproximada de los animales que se han desenterrado. Si la mayoría de ellos representan animales menores de dos años, lo más probable es que hayan sido criados y sacrificados para consumo humano al crecer.
Los investigadores consideran que el cerdo domesticado más antiguo hallado en China fue descubierto en un sitio en el distrito de Wu-an, en la provincia de Hopei (Hebei), cuya edad ha sido calculada en unos ocho mil años. Las evidencias arqueológicas sugieren que el cerdo fue domesticado hace unos nueve mil años en Turquía. El descubrimiento en China sugiere que la domesticación del cerdo también ocurrió simultáneamente en el Lejano Oriente.
Hasta hace poco, los especialistas asumían que después de la domesticación inicial en estos dos sitios, los cerdos amaestrados fueron transportados al resto del mundo a través del comercio y las migraciones humanas.
Es muy probable que todo ésto haya ocurrido durante el neolítico, cuando se fueron generalizando los animales domésticos y las nuevas técnicas de cultivo entre la población humana de ese entonces.
Sin embargo, análisis basados en el ADN revelan que todos los cerdos domésticos en Europa descienden del jabalí europeo, y no del jabalí del Medio Oriente, sugiriendo que los emigrantes que viajaron desde Anatolia hacia Occidente no llevaron consigo cerdos domesticados, al menos en cantidades significativas.
Actualmente, se ha demostrado que la domesticación del cerdo posiblemente también ocurrió simultánea o independientemente en el Norte de India, Europa Central, el Sudeste Asiático y algunas islas de la Melanesia.
El perro fue posiblemente el primer animal que se domesticó en China, y probablemente el siguiente animal que fue amansado es el cerdo. Sin embargo, el episodio ocurrió casi dos mil años después de haberse introducido el cultivo del arroz y el aprovechamiento de la arcilla para confeccionar cacharros.
Para el éxito en la domesticación del cerdo, fue necesario la conjugación de varios factores. En primer lugar, tuvo que existir un excedente en la producción de granos y cereales para poder alimentar al animal encerrado. También hubo que capturar hembras grávidas o crías de cerdo para poder iniciar el proceso de reproducción en sitios encerrados.
Pero, posiblemente la condición más apremiante que impulsó el proceso de la domesticación del cerdo fue que los animales obtenidos a través de la caza tradicional ya no lograban satisfacer la creciente demanda por carne en asentamientos con cada vez mayor población.
En algunos sitios arqueológicos de China se han desenterrado centenares de urnas de arcilla repletas con restos de granos, lo que sugiere que fueron usadas para el almacenamiento de cereales. Esta situación confirma que ya existía en el neolítico una suficiente producción agrícola para lograr excedente de granos que podría utilizarse en la cría de animales domésticos.
El cerdo es un animal omnívoro que puede sobrevivir bien en casi cualquier clima. Es especialmente muy prolífero y suele parir una camada de más de media docena de cerditos, que crecen muy rápido. Por esa razón, no resulta difícil comprender por qué ha sido considerado un símbolo de fertilidad.
En muchos hogares y negocios de Asia, la gente colocará cuadros o figuras de marranitos como un adorno de buen augurio que simboliza la abundancia, la fertilidad y la riqueza. Y de noche, se considera de muy buena suerte soñar con un cerdo, y quien sueñe con el benévolo animal podrá comprar lotería o hacer una inversión en un nuevo negocio.
Por la naturaleza despreocupada del animal, el Año del Cerdo será uno de diversión e indulgencia en uno mismo. La facilidad y el disfrute de la vida se valoran más que la energía y el estado del ánimo. Es momento para resaltar la armonía, la paz, la comprensión, y buenos sentimientos. A diario, podemos aprovechar para mejorar las interacciones con el prójimo y manifestar mutuamente nuestra buena voluntad.
La única debilidad del año será la despreocupación por nuestros problemas y el dinero será utilizado en lujos tales como vacaciones extravagantes, comidas suntuosas y ropa fina. En el Año del Cerdo, trataremos de satisfacer nuestros deseos, haciendo caso omiso a las cuentas que se irán acumulando durante todo el año. Sólo en el próximo año, despertaremos para hacer frente a realidad después de las indulgencias del presente. En fin, hay que gozar mientras sea bueno el tiempo para disfrutar.
Por lo general, la gente nacida en el Año del Cerdo es buena, honesta y de naturaleza pacífica. Tienen un gran temple, se acomodan fácilmente a las circunstancias, y odian las discusiones y las peleas. Tal vez por su hedonismo innato, aquéllos nacidos bajo el símbolo del Cerdo son optimistas, dados a la diversión y las fuertes emociones sentimentales, y hacen poco esfuerzo por ocultar sus emociones. Suelen ser buenos amigos, y muy leales, debido a su capacidad para dar y perdonar. Son muy buenos con los que aman.
Contrario a la creencia errada de muchas personas, el cerdo no es un animal tonto y sucio. Al contrario, la gente nacida bajo este noble símbolo poseen un gran deseo por saber, y prestan mucha atención a la higiene y a la apariencia externa. También es muy creativa y tiene un gusto exquisito en los artes.
Para la gente del Año del Cerdo, no hay izquierda o derecha, ni vuelta hacia atrás. Lo que hacen, lo hacen con toda su fuerza. Tienen una enorme suerte y gran honradez. No importa cuáles sean los problemas, la gente del cerdo procura sacarlos adelante, con honestidad y a veces, hasta impulsivamente.
No suelen tener muchos amigos, pero aquéllos que tienen lo son para toda la vida. Ser amigo de alguien nacido bajo el signo del Cerdo es afortunado, ya que son personas extremadamente leales. Si bien son compatibles con la mayoría de los nacidos bajo la influencia de los otros animales del Zodíaco chino, tienen una mayor afinidad y se complementan mejor con la gente nacida bajo los signos de la Liebre y la Cabra.
Son excelentes en oficios que requieran mucha dedicación, un poco de imaginación y tenga poca presión por el dinero. En consecuencia, son ideales para cargos tales como los de funcionario público en el ramo ejecutivo; encargado de personal; cocinero; dueño de restaurantes y negocios relacionados con la comida; músico, científico, investigador, técnico, trabajador social, constructor y recolector de fondos.
Algunas de las personas famosas nacidas en el Año del Cerdo incluyen a Enrique VIII, Carlos Santana, Alfred Hitchcock, Humphrey Bogart, Lucille Ball, Jerry Lee Lewis, Arnold Schwarzenegger, Ernest Hemingway, Paul Cézanne, Kublai Khan, Woody Allen, Henry Ford, Thomas Jefferson, Chiang Kai-shek, Ronald Reagan, Hillary Rodham Clinton, Lee Kuan Yew, Magic Johnson, el Dalai Lama, Srinivasa Aiyangar Ramanujan, María Callas, John D. Rockefeller, Henry Kissinger y Jorge Luis Borges.
Tal como se predijo, el Año del Perro estuvo cargado de cambios poco usuales, acompañados por una cínica sensación de equilibrio y tranquilidad. Y así lo fue, un perro rabioso que impartió mordidas por doquier. Ahora, con la llegada del Cerdo, tendremos un año más tranquilo, donde reaparecerán de nuevo nuestras más hermosas ilusiones.
A nivel mundial, proseguirán las guerras y los conflictos en muchas partes del mundo; pero, bajo la influencia del Cerdo, habrá más cordura y detrás de todos los desórdenes que surgieron bajo la influencia del Perro, volverá a brillar la suerte. Seguirá la incertidumbre en el campo político, pero no habrán muchos problemas graves. Pero, siendo el último animal del Zodíaco chino, este año presenciará el fin de varias etapas históricas ligadas a ciertos personajes de gran fama.
En resumen, para los chinos, el Año del Cerdo simboliza el “cierre de ciclos y la inauguración de cosas nuevas”. Esperamos que las cosas nuevas que nos traiga el Cerdo Dorado sean gratificantes y positivas.
Texto y fotos de Luis M. Chong L.
Años del Cerdo durante los siglos XX y XXI
1911 30 de enero de 1911 al 17 de febrero de 1912
1923 16 de febrero de 1923 al 4 de febrero de 1924
1935 04 de febrero de 1935 al 23 de enero de 1936
1947 22 de enero de 1947 al 9 de febrero de 1948
1959 08 de febrero de 1959 al 27 de enero de 1960
1971 27 de enero de 1971 al 14 de febrero de 1972
1983 13 de febrero de 1983 al 1 de febrero de 1984
1995 31 de enero de 1995 al 18 de febrero de 1996
2007 18 de febrero de 2007 al 6 de febrero de 2008
2012 23 de enero de 2012 al 9 de febrero de 2013
2024 10 de febrero de 2024 al 28 de enero de 2025
2036 29 de enero de 2036 al 14 de febrero de 2037