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Un singular museo sobre las fuentes termales de Peitou

26/12/2001
El Museo de Fuentes Termales de Peitou es la vanguardia de los esfuerzos para revitalizar el área de Nuevo Peitou, famoso por sus termas. (Cortesía del Museo de Fuentes Termales de Peitou)

En octubre de hace tres años, el Museo de Fuentes Termales de Peitou abrió sus puertas al público. El edificio que alberga el museo está ubicado en Parque de Fuentes Termales en Nuevo Peitou, un suburbio de Taipei, y es un símbolo cultural con una historia que posiblemente se remonta a más de cien años para cubrir períodos de opulencia internacionalmente reconocida y descuido en el anonimato.

Para celebrar el evento, el museo llevó a cabo una serie de actividades, una de las cuales fue una exhibición de afiches del cine clásico de Taiwan. Lung Ying-tai, directora de la Oficina de Asuntos Culturales de Taipei; el director de cine Hsin Chin y un grupo de actores y actrices que fueron populares durante lo que muchos consideran la edad dorada del cine en dialecto taiwanés, estuvieron presentes en la ceremonia de corte de cinta para inaugurar la exposición.

El Museo de Fuentes Termales de Peitou era anteriormente un baño público y actualmente ha sido designado sitio histórico. Desde que fue inaugurado en 1998, ha atraído a visitantes extranjeros y locales. Durante décadas, Peitou ha sido famoso no sólo por sus fuentes termales, sino también por su magnífico paisaje montañero. Este paisaje ha servido como trasfondo para muchas películas que fueron filmadas en el sitio.

Muchas de las películas de antaño, cuyos afiches sirvieron como tema de la muestra del aniversario, fueron exhibidas en el evento, despertando sentimientos de nostalgia en el público. Lung dijo que cuando ella era una alumna de sexto grado en Miaoli, los actores y directores de cine eran sus ídolos. Ella se recuerda tener que pasar por encima de piedras, mosquitos y una caminata de tres kilómetros para ir a un cine local al aire libre para disfrutar de las películas de Taiwan bajo el claro cielo nocturno.

Ella se sintió especialmente complacida de poder estar sentada al lado de Ching Mei, una de las principales actrices de Taiwan en los días que Lung todavía estaba en la escuela primaria y a quien admiraba durante su niñez. Ella caracterizó aquellos años como tiempos de escasez espiritual, donde el escapismo y la fantasía de las películas eran las cosas más importantes del día para los jóvenes. Lung también agradeció a muchos residentes de Peitou cuyo apoyo como comunidad de base hizo posible el renacimiento del museo sobre las fuentes termales.

Tenguan, la primera instalación de fuentes termales en Taiwan fue construida en 1896 por Hirado Gengo, un empresario japonés que identificó adecuadamente que las aguas sulfurosas naturales de la región atraerían a la élite gobernante que administraba la isla durante el período colonial japonés. El sitio que ahora alberga el museo descansa sobre un lujoso sitio público construido por la administración territorial entre 1911 y 1913. La casa de estilo playero fue remodelada en 1923 como parte de los esfuerzos locales para darle la bienvenida a un príncipe japonés, y después se convirtió en un popular destino turístico en el área de Peitou.

La casa al estilo playero de Peitou fue construida siguiendo el diseño de una famosa casa de playa en una fuente termal de Japón y es una amalgama de estilos japoneses y europeos. El primer piso utiliza claustros y vidrios de color para proyectar una sensación europea de espacio. El segundo piso se asemeja una tradicional sala japonesa.

Después de la reintegración de Taiwan a la soberanía china, la estructura tuvo una variedad de usos. Con el tiempo, fue la oficina de Peitou del Kuomintang, una biblioteca, un jardín de infantes, el Hotel del Concejo del Distrito de Taipei, y una estación de policía. A inicios de los ochenta, una compañía cinematográfica la usó como depósito y comenzó a tener una apariencia de sitio abandonado. El gran baño público en el centro del primer piso, uno de los mayores de su género en el Este Asiático, fue convertido en los setenta en una piscina. En este sentido, se transformó en un sitio de reunión del vecindario durante los calurosos veranos, y muchos residentes locales se recuerdan que aprendieron a nadar aquí siendo niños.

Sin embargo, el sitio cayó en desuso y pasó al olvido durante una generación hasta que fue redescubierto en 1994 por un curioso cambio del destino. Cuatro maestros de la Escuela Primaria de Peitou que estaban recolectando información acerca del pasado de la región leyeron acerca de la histórica casa de baño. Desafortundamente, nadie sabía dónde estaba ubicado este olvidado edificio. Los maestros hicieron su propia gira de campo, penetrando en una parte abandonada y cerrada del viejo y descuidado edificio, llegando finalmente a lo que parecía un baño al estilo romano.

Los maestros pidieron la ayuda de historiadores locales para que solicitasen al Gobierno que salvara lo que ellos consideraban un importante sitio de herencia cultural. Después de una difícil lucha cuando se estaba por ordenar la demolición de la estructura para construir un nuevo complejo de edificios, el Ministerio del Interior decidió finalmente en 1997 protegerla como un sitio histórico.

Hoy, los visitantes pueden conocer acerca de las fuentes termales a través de una serie de exhibiciones temáticas acerca de las termas de Taiwan, y particularmente aquéllas de Peitou. Uno puede seguir visualmente los anales y el desarrollo de las termas de Peitou en un arreglo de palabras y fotos. Entre los objetos exhibidos se encuentra una piedra de 800 kilogramos que se dice tiene poderes curativos mágicos. En todo el territorio que integraba el Imperio Japonés en su apogeo, Peitou era el único lugar donde se podía encontrar piedras de este tipo.

Aunque no hay termas dentro del museo mismo para que se bañen los visitantes, hay una plétora de hoteles con baños termales y el Parque de Fuentes Termales en los alrededores para el deleite de los huéspedes. Resulta muy obvio que todas las cosas en Peitou, desde la cultura e historia hasta los hoteles turísticos y parques, tienen algo que ver con las fuentes termales.

Eso incluye también a la religión. Por ejemplo, el Templo Puchi recibe a los fieles que vienen a rezar al dios de las termas. Originalmente construido entre 1905 y 1920, el Templo Puchi fue severamente dañado por un terremoto que devastó la mayor parte del centro de Taiwan el 21 de septiembre de 1999. La Oficina de Asuntos Culturales destinó 177 mil dólares estadounidenses para la remodelación del templo, particularmente el reforzamiento de las estructuras y el techo.

En los últimos años, se ha realzado la imagen del área de las fuentes termales de Peitou a través de un esfuerzo colectivo del Gobierno, la comunidad empresarial y los trabajadores culturales. Anteriormente un floreciente distrito de burdeles, Nuevo Peitou ofrece ahora una colección de sitios de ocio de alto nivel, vívidas actividades culturales y el pacífico Parque de Fuentes Termales. A todos estos sitios se puede llegar convenientemente desde Taipei a través del sistema de transporte rápido en masa. El área está recobrando lentamente el prestigio que tuvo durante la ocupación japonesa.

La temporada más lucrativa para los dueños de las instalaciones de fuentes termales es de noviembre a marzo, nos indica Huang Ching-chuan, director ejecutivo de la Asociación para el Desarrollo de las Fuentes Termales. Aunque la mayoría de la gente viene sólo a disfrutar de un baño, algunas personas en Taiwan creen en las propiedades curativas de las termas. En Peitou, hay tres tipos de aguas termales, cada una con su propio famoso efecto medicinal.

El agua sulfurosa verde es algunas veces usada por quienes padecen de reumatismo, que se sienten vigorizados por el agua ácida que contiene rastros de tierras raras e incluso elementos radioactivos. El agua sulfurosa blanca supuestamente cura enfermedades del hígado, diabetes y problemas de la piel. Es visiblemente lechosa y tiene un fuerte olor a azufre. Se dice que el agua sulfurosa ferrosa alivia a quienes sufren de nervios y membranas mucosas inflamadas. Este tipo de agua clara puede ser consumido, aunque tiene una sabor raro.

De igual manera, existen tres clases distintas de sitios de termas en Nuevo Peitou. Tenemos las termas históricas que han recreado la apariencia y el efecto de las opulentas casas de baño de la región durante la ocupación japonesa. También están las termas públicas que ofrecen baño público y piletas para los pies al aire libre de bajo costo. Finalmente, tenemos los sitios de ocio de alto nivel que son relativamente caros.

Uno de los espectáculos que atraen a los turistas curiosos es el valle caliente subterráneo. Situado en una área baja al lado del Parque de Fuentes Termales, es la fuente del arroyo Peitou y de las aguas subterráneas calentadas y presurizadas por los volcanes debajo de la Montaña Tatun. El vapor de agua surge del área durante todo el año, y el sol naciente en la madrugada crea un espectacular despliegue de luz en el aire.

El Valle de la Fuente de Jade lleva ese nombre debido al agua sulfurosa verde que corre en la fuente. Durante siglos, el jade ha sido una piedra de buena suerte para los chinos. Sin embargo, su belleza puede ser peligrosa, ya que la temperatura del agua puede llegar hasta 90° C. Aún así, podemos ver gente usándola para hervir huevos.

Después muchos cambios en su suerte, el sitio del Museo de Fuentes Termales de Peitou parece haber encontrado finalmente una confortable y estable existencia como punto central de los esfuerzos conjuntos del Gobierno, las empresas y los historiadores para infundir nueva vitalidad a la región a través del turismo y la educación.

Traducido por Luis M. Chong L. de Taipei Journal

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