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A celebrar el Año del Cerdo

26/01/2007
Cinco cerdos que representan el dicho "que las cinco fortunas se acerquen a tu puerta" conforman esta escultura de cobre de la colección de Wang Tai-hua.

El Año Lunar del Cerdo comenzará el 18 del mes próximo. En la cultura tradicional de Taiwan, usualmente se menosprecia a los cerdos, y de ser posible, los padres de familia evitan tener niños este año. Sin embargo, existen muchas razones positivas para apreciar al noble cerdo. En general, existe la idea de que los cerdos son animales escandalosos, groseros, sucios, y que no sirven para nada sino para ser servidos como piernitas de cerdo estilo Wanluan (un platillo del sur de Taiwan), en un delicioso plato de intestinos de cerdo con jengibre al estilo hakka, o en el pudín de sangre de cerdo coagulada (favorito en los mercados nocturnos). Sin embargo, como señala Hu Zer-man, profesor de textiles y trajes de la Universidad Católica Fu Jen, en su reseña para Los Diseños de las Estampillas de Año Nuevo, los cerdos y los seres humanos han compartido una existencia muy íntima por generaciones. De hecho, el caracter en chino para hogar y familia --jia-- se compone de las representaciones de un cerdo cobijado bajo un techo completo con su chimenea. Hu sugiere que los cerdos no solamente fueron parte indispensable de los animales de granja, sino que prácticamente se les consideró casi un miembro de la familia.

Según explica el escritor y especialista en folclor, Chuang Po-ho, dentro la sociedad preindustrial de Taiwan, los puercos eran considerados un símbolo de riqueza: entre más cerdos se tuviera, más rico se era. Chuang destaca que la frase idiomática en chino "el cerdo gordo derriba la puerta" se refiere a que los cerdos traen suerte y riqueza a las familias.

Desde antes, y después de ser domesticado, el jabalí (Sus scrufa) era cazado por su carne, piel y otras partes del cuerpo. Hasta hoy en día, al jabalí se le respeta como un feroz enemigo, según los aborígenes que habitan las montañas de Taiwan. Como escribe Yu Yong-he en su recuento de su visita a Taiwan en 1697, el jabalí tiene "orejas más pequeñas que los cerdos domésticos, pelaje gris y dientes sesgados lo suficientemente afilados como para derribar árboles y derrotar tigres. Los jabalíes enfadados pueden enfrentarse a las personas con sus dientes y saltar como una tormenta que hacía que los cazadores temieran disparar". En las prácticas religiosas tradicionales, los aborígenes todavía cuelgan el cráneo y las mandíbulas de un adversario particularmente valeroso, invitando al espíritu de la bestia para que los ayude en sus cacerías futuras.

Los chinos han todavía veneran al cerdo, pero en su caso es a Zhu Ba-jie, uno de los protagonistas de la novela de la dinastía Ming, Viaje al Occidente. Chen Wen-wen, administradora del Templo Siahai en Taipei, explica que "los cerdos caracterizan la idea de la risa y del engorde, al igual que el espíritu de tolerancia y mentalidad abierta".

Las personas nacidas en el Año del Cerdo no tienen mayor elección en este asunto. Algunos inclusive le sacan provecho, como Wang Tai-hua. Tanto él como su esposa, Lin Cing-cuei "pertenecen al cerdo", y desde 1979 han coleccionado adornos con forma de cerdo. Hasta la fecha poseen más de dos mil ejemplares. Algunos de ellos, cuenta Wang, señalando una pareja de cerdos de madera hecha a mano que representa a una pareja en motocicleta, fueron hallados durante sus viajes alrededor del mundo. Otros fueron hechos por el mismo Wang, con lo que aprendió cuando trabajaba en la industria del vidrio. En este momento, se dedica a fabricar cerdos voladores para celebrar el Año Nuevo.

Más aún, dado que su primer cerdo le fue dado por un empleado de alto rango en el Museo Postal, Wang decidió exhibir a partir del 1º de diciembre de 2006, 600 muestras de los objetos favoritos de su colección, para deleite del público y como forma de celebrar el lanzamiento al mercado de las estampillas de Chunghwa Post Co. Ltd., la empresa postal de Taiwan.

Lee Fong-mao, miembro de la Academia Sínica, resumió las esperanzas de todos los amantes de los cerdos con la frase en chino "los asuntos del cerdo van bien", que es un giro poético y algo jocoso frecuentemente escuchado, al menos cada 12 años, en lugar de la frase correcta "todos los asuntos van bien".

No obstante, "cerdo" y "tierno" no son dos palabras que usualmente van juntas en la mayoría de las frases idiomáticas o dichos chinos, ya que la mayoría de las obras literarias enfocan en los atributos negativos del animal. Para compensar, tres nuevas estampillas de Chunghwa Post. Co. Ltd. que salieron al mercado el 1º de diciembre del año pasado ciertamente presentan al Sus scrofa domesticus de la mejor manera posible.

A celebrar el Año del Cerdo

Un cerdo de porcelana de la colección de Wang en exhibición en el Museo Postal. (Fotos de Chen Mei-ling)

Dos estampillas pequeñas muestran la caricatura de un cerdo de cara a un fondo con tambores rojos de los que se usan para celebrar la llegada del Año Nuevo.

En la estampilla principal, según la página web de Chunghwa, "dos gorditos lechones, uno rojo y otro dorado...se sonríen uno al otro...representando la nobleza y la alegría". Sus cuerpecitos rechonchos y sonrisas, continúa, trasmiten la abundancia y festividad del Año del Cerdo. A la izquierda se encuentra el tradicional diseño cortado en papel mostrando a un niño que sostiene un pescado y unos lotos. Este es un mensaje codificado, deseando que los bebés tengan abundancia en los años sucesivos, dado que las palabras "pescado" y "abundancia" se pronuncian yu en mandarín; y "loto" y "sucesivo" se pronuncian lian.

Como es el último de los 12 animales del zodiaco, el cerdo concluye la cuarta serie de estampillas del zodiaco emitidas por Chunghwa desde que inició esta tradición anual en 1968. Como siempre, los sagaces coleccionistas de estampillas hicieron fila frente a las oficinas de correos de todo Taiwan para comprar las ediciones del primer día y enviar los saludos de temporada con la fecha del 1º de diciembre de 2006.

Ese mismo día se inauguró una exhibición que cubre los 38 años de historia de las estampillas del zodiaco chino en Taiwan en el Museo Postal, localizado en el sexto piso de la Quinta Oficina de Correos de Nanhai. El presidente de Chunghwa, Lai Ching-chyi expresó en su discurso de inauguración de este evento que "el zodiaco es parte de nuestras costumbres populares y posee gran valor tradicional. Además de la gran cantidad de coleccionistas de estampillas en Taiwan, los sellos postales nos permiten presentar estas costumbres culturales en el extranjero. Dondequiera que residan chinos han, habrá estampillas del zodiaco".

Esto fue evidente durante la exhibición, que incluyó estampillas del zodiaco del Año Nuevo lunar provenientes de 28 países. Además de Taiwan, Hong Kong y China, se exhibieron ejemplares de Japón, Tailandia, y Vietnam --todos los cuales tienen sus propias versiones del zodiaco de Año Nuevo-- y también países como Estados Unidos, Suiza, Nueva Zelanda y Tahití, que no celebran el Año Nuevo lunar pero a los que simplemente les gustan las imágenes de los animales del zodiaco.

También podemos hallar otras imágenes asociadas con el Año Nuevo en los templos. Por ejemplo, en el Templo del dios de la Ciudad de Siahai, de 150 años de existencia, localizado en el histórico distrito de Dadadocheng, en Taipei, hallamos estatuas de cientos de deidades, espíritus ancestrales, caballos, tigres y otros animales, cubriendo prácticamente cada centímetro de las mesas y altares del recinto. Por ende, no debe sorprendernos que los creyentes llenan el lugar desde que las puertas abren al amanecer hasta que cierran pasado el atardecer, ya que tienen mucha ayuda espiritual de dónde escoger.

Algunos vienen a rezarle a la deidad principal, el dios de la Ciudad, de quien se dice vigila las acciones de los ciudadanos --con sus ayudantes con cabeza de caballo y de toro-- e informan de las acciones buenas y malas a las autoridades en los Infiernos, quienes pueden juzgar y adjudicar los castigos respectivos. Otros le rezan al Viejo bajo la Luna, quien supuestamente ayuda a los feligreses a hallar su amor verdadero. Hasta se encuentra un bodhisattva, usualmente hallado en los templos budistas, y cuya adoración supuestamente brinda sabiduría y conocimiento.

En la parte trasera de la última mesa en el cuarto más pequeño, yace una estatua de 40 centímetros de alto de un cerdo panzoncito. La mayoría de los creyentes pasa de largo sin darle una segunda mirada, pero para otros él es la única razón por la que asisten a este templo. La estatua representa a Zhu Ba-jie, mejor conocido como Cerdo, uno de los personajes principales de la novela Viaje a Occidente.

La novela relata los viajes a la India por el monje Suanzang en búsqueda de los sutras budistas. El monje fue acompañado por tres discípulos, de los cuales el Cerdo, que fue anteriormente el Mariscal Tian Peng, Gran Almirante del Río Celestial, era responsable de los eventos sociales. Por su carácter llevadero, bendijo al grupo con su jovialidad. Esta circunstancia también le ganó la reputación de darse la buena vida con comida abundante y coqueteando con muchas mujeres. Como señala Chen Wen-wen, administradora del templo Siahai, ésto hace de Zhu Ba-jie "la única deidad que la industria de la hospitalidad necesita adorar".

Además de su papel como una antigua área comercial al lado del Río Danshuei, el distrito de Dadaocheng era famoso por la riqueza de sus teatros, restaurantes, hoteles y casinos. Las personas que trabajaban en estos clubes, especialmente en la industria del sexo, venían a adorar al Cerdo al salir del trabajo cuando el templo abría sus puertas en la mañana. "Cada mañana entre las 6 y 8 de la mañana, muchas damas y gente importante en carros Mercedes Benz negros llegaban a rezarle a la deidad del Cerdo. Se vestían muy bien y se veían acaudalados", contó Chen, explicando que estas personas esperaban que sus clientes fueran tan llevaderos como el Cerdo y que continuaran visitando su negocio.

A pesar de que esta área ya no es tan rica como antes, y de que los negocios de bares musicales se han ido a otros lugares, Chen relató que una mujer visitó su templo apenas unos días atrás. "Ella me contó que estaba a cargo de preparar chicas para los clientes y confesó que venía aquí a pedir para que sus negocios fueran bien". Chen preguntó que a quién le rezaba, a lo que la mujer de mediana edad replicó "Ustedes tienen al Mariscal Tian Peng aquí". Chen le preguntó que si se refería a Zhu Ba-jie y la mujer le dijo que sí, que él había sido educado e instruido por su maestro, el monje Suanzang, y que desde entonces se había convertido en la figura espiritual del sector hospitalario.

Traducido del Taiwan Journal por Silvia Villalobos

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