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Oscuridad y luz en las obras de Gao Xing-jian

06/11/2001
Los ojos del cielo, tinta sobre papel (103 x 84 cm) (Fotos cortesía del NMH)

El Consejo para los Asuntos Culturales, dependiente del Yuan Ejecutivo, invitó a Gao Xing-jian, ganador del Premio Nobel de Literatura de 2000, a realizar una exhibición de sus pinturas de tinta con la esperanza de que la actividad brinde al pueblo de Taiwan otra oportunidad de familiarizarse con el artista. Durante su reciente estadía, Gao también realizó una gira por la isla con el objeto de intercambiar ideas y dialogar con otros escritores y artistas locales y aprender más acrerca de la diversidad y riqueza de la cultura de Taiwan.

“Taiwan se ha convertido en mi hogar”, dijo Gao en una conferencia de prensa celebrada tras su llegada a Taiwan, a principios del mes pasado, para inaugurar Oscuridad y luz: una exhibición de las obras recientes de Gao Xing-jian, que está siendo llevada a cabo en el Museo Nacional de Historia (NMH, siglus en inglés).

Al igual que sus obras literarias, las pinturas de Gao Xing-jian se desvían de las tradiciones chinas. “Mis pinturas son difíciles de explicar”, señaló en otra rueda de prensa celebrada en el NMH en la víspera de la inauguración de la exposición.

Con ese comentario podemos asumir que el pintor no quiere explicar su arte porque no desea ponerle grilletes a ninguna interpretación. Las imágenes que él crea son aspectos de un mundo interno en blanco y negro construido por la complejidad de la existencia humana, que según él mismo, no puede explicar.

Huang Kuang-nan, director del museo, dijo que cuando vio por primera vez las pinturas de tinta de Gao, sintió una misteriosa fascinación. Agregó: “Su obra es literaria, filosófica, contemporánea, ecológica y poética, todo a la vez. Con elementos del zen y abundante misterio. En sus obras, las emociones ocupan el sitio principal, seguidas por el pensamiento”.

Si se considera el trasfondo cultural del artista (nacido en 1940 en Jiangxi, China continental), el hecho de que creció en un país con una larga historia significa que su obra refleja los elementos de la tradición y el uso de símbolos para la expresión de las emociones. Concretamente, habiendo crecido en un ambiente en que fue expuesto a la cultura china, a un nivel del subconsciente, intentó comprender el significado de la vida en términos de la identificación racional; el vacío del espíritu; y las relaciones bipolares. La representación artística de Gao no se deriva sólo de las vicisitudes de los últimos años de su vida; la influencia de la tradición también es evidente en sus obras. Encima de todo ésto, también se encuentra la influencia de su educación académica, durante la cual fue expuesto a la lógica occidental, y a la idea de que al considerar imagen y espíritu --en la transición de la identificación a la imaginación-- existen elementos autónomos y libres en la existencia de un individuo. No todo está controlado por la sociedad.

En su investigación de la tradición, Gao ha encontrado que lo “viejo” en ésta deja a una persona en la incertidumbre. Por ejemplo, las pinturas de las Cinco Dinastías y de la dinastía Sung forman un tipo de modelo en el que es difícil saber cómo mejorar más. Interpretada puramente en términos de la estética, la filosofía idealista Sung puede ser comparada al idealismo de “saber” y “naturaleza”. En lo que respecta a la representación de la forma, se ha alcanzado un nivel de necesidad de “vacío”, de temperamento y de acción. Si uno se mantiene al nivel de la forma tradicional, será incapaz de alejarse de la idea de que el arte es creación.

Sin embargo, Gao también está consciente de que lo “nuevo” de la era contemporánea tiene que ver con la moda, y no con un principio invariable del artista, de lo contrario la representación artística se verá afectada. Gao dice: “El reto que la modernidad ha representado para el arte, así como para la sociedad, la política y las tradiciones culturales, ha --en la era post-modernista de la ‘comodificación’ globalizada-- degenerado el nivel de una técnica de mercadeo, sugiriendo que solamente lo nuevo tiene valor… si lo 'nuevo' no puede llevar al descubrimiento de formas y métodos de representación únicos, entonces está vacío”. Está claro que el arte visual de Gao Xing-jian, así como sus obras literarias, poseen un fuerte elemento de idealismo, y eso significa poner en acción. Kant preguntó: “En la estética, ¿qué es más importante? ¿la imaginación o el juicio? Con solamente imaginación, el arte únicamente puede ser considerado una habilidad; sólo cuando la imaginación se encuentra acompañada por el juicio, el arte puede considerarse hermoso”.

En lo referente a la reflexión sobre la identificación y el fenómeno cultural, Gao ha experimentado más dificultades que otras personas. En su juicio de la presentación formal de la belleza, su uso del lenguaje es extremadamente preciso, y ya ha recibido amplio reconocimiento por ésto. No obstante, también inyecta este juicio único en sus pinturas de tinta. Claro que al aplicar la estética oriental en su pintura, en algunos casos la impresión general es indistinta, y no siempre logra el efecto emotivo especial característico de la pintura, ni asegura un contenido bastante rico. Está consciente de que la vestidura de la pintura de tinta es algo que puede aprenderse, pero que los nutrientes en la misma son catalistas de la estética. Si la alimentación de uno es desequilibrada o se ha tornado habitual, no podrá desarrollar maneras diferentes de pensar. Para lograr algo significativo, uno debe entender claramente que en lo que respecta a los elementos de la belleza, incluyendo los conocimientos, ideales y perfección, lo que quizás se necesite es espacio y no un énfasis en la estructura formal de las reglas de la pintura de tinta.

Por eso Gao dice: “Regresar a la pintura significa retornar al presente, al momento eterno en el tiempo”. El se ha dado cuenta de que la realidad social está encapsulada en la “temperatura” de la época. Es ésto lo que lo ha llevado a emprender el estudio de las técnicas artísticas occidentales, El llegó a comprender que además del elemento religioso, el desarrollo de la pintura occidental también incluye la representación de escenas de la vida diaria y paisajes, y que todo ello está conectado a la vida humana.

Gao manifiesta que los lados político y modernista del arte se desarrollaron en la segunda mitad del siglo pasado. El primero representa los juicios de valor del aspecto social del arte; el segundo constituye un nuevo juego de valores para la estética. Esta es una de las cosas que lo motivaron a elegir la pintura china para sus símbolos artísticos. Concretamente, Gao ha combinado la cultura occidental y oriental; está naturalmente consciente de lo que es el “yo” y de lo que es un sujeto objetivado; los métodos de expresión que pueden ser categorizados como el “nivel de libertad” incluyen la pintura de tinta, el pensamiento taoísta y la estética propia de Gao.

Aunque la forma no es necesariamente absoluta y sólo la riqueza del contenido puede demostrar el talento del artista, Gao Xing-jian también ha manifestado que la forma es el método mediante el cual las artes plásticas existen; a lo largo del proceso de creación artística, desde la primera etapa hasta la conclulsión del objeto terminado, uno siempre intenta buscar la forma. Los intentos del artista de hacerlo están dirigidos a la forma que existe una vez que las condiciones sean adecuadas. Esta es la razón por la cual cuando se observan las obras de Gao, éstas ofrecen una experiencia visual nueva, y con carácter oriental.

El director del museo dijo que Gao a veces toma como muestra a los artistas occidentales que han sido influidos por el arte oriental, como Jacskon Pollock y Pierre Soulage. En las propias obras de Gao, ya sea en el movimiento, en el tejido de los trazos de los pinceles, o donde traslapan los diversos elementos de sus pinturas, uno siente una gran sensación de espacio creada por la interrelación del retrato y la tierra. Al estudiar sus pinturas, es aparente que Gao intenta alejarse de las restricciones impuestas por los símbolos formales. El lienzo parece bullir con conflicto y correspondencia, y desde él se intenta obtener una mirada apropiada. Gao trata de representar lo profundo y lo eterno. En el espacio entre negro y blanco, entre forma y espíritu, allí está la verdad. Por eso él dice: “La convergencia e interrelación de lo concreto y lo abstracto brinda un nuevo rumbo para la pintura. Además de la representación tradicional de lo concreto y la representación moderna de lo abstracto, un mundo interno más profundo que en el pasado no ha sido integrado totalmente en las artes plásticas”.

Huang también manifestó que si observamos las pinturas de tinta de Gao con más detalle, podemos ver la fuerza poética que contienen. Esto no es meramente su ideal; ni la voz de su corazón. La pintura es diferente que la literatura, con sus giros y la oportunidad que ofrece para volver sobre las mismas cosas repetidamente. Lo que la pintura representa es un tipo de inspiración o ceremonia, es un símbolo silencioso de la lengua compartida, y también constituye la fe del artista. Es como si el uso taoísta de la alegoría fuese transferido al nivel de la pintura de tinta; el contraste creado deja al observador en éxtasis o en silencio.

Claro que Gao opina que la pintura es una actuación que involucra todo el cuerpo; su estética de la pintura de tinta radica en la interrelación de lo natural y lo humano. Por eso se opone al concepto de que la pintura sea un objeto o una comodidad; la popularidad lleva al estancamiento, y la popularización, a la mediocridad. Cree que la pintura debe retornar a lo natural, a lo humano; a la percepción visual y al espíritu.

Huang concluyó que no se puede tener una visión extensa de las obras de Gao Xing-jian si uno se limita a la estructura formal de los trazos del pincel o al contenido de su concepción artística.

Compilación y traducción de María Francisca González

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