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Extranjeros comparten rito confucianista

16/01/2007
Un joven extranjero recibe un sombrero tradicional como símbolo del paso de la niñez a la edad adulta. (CNA)

La tradicional ceremonia confucianista que marca el paso de la niñez a la madurez ha sido celebrada por milenios de la misma forma. No obstante, en la celebración realizada el 7 del mes en curso en el Templo de Confucio de Taipei, se invitó por primera vez a jóvenes extranjeros para que participaran en este importante acto, con el que adquirieron un recuerdo inolvidable de su estadía.

Según Pyramid Tsai, funcionario encargado de esta ceremonia, y director del distrito #3520 del Club Rotario Internacional, que auspició este evento, participaron cerca de 30 estudiantes de intercambio e hijos de diplomáticos residentes en la isla. También tomaron parte unos 180 estudiantes locales.

El origen de esta ceremonia se encuentra en el Libro de los Ritos confucianista, que establece que "los hombres a los 20 años de edad deben llevar sombrero, y las mujeres de 15 deben usar horquillas en el cabello".

Por ello, en la ceremonia realizada, se les impuso un sombrero tradicional o una horquilla para el cabello para denotar su paso a la madurez, según la antigua tradición china que se ha transmitido desde los tiempos de Confucio.

Antes de la ceremonia, los participantes, llamados lisheng, deben atravesar las Puertas Li y Yi, lo que significa que han atravesado todas las etapas conforme a la costumbre.

Los nombre de las puertas, li y yi, conforman el nombre en mandarín para "costumbres", liyi.

Inmediatamente antes de pasar al patio central, los lisheng deben remojar sus manos en un cuenco dorado lleno de agua.

Este gesto significa que los participantes se han "lavado" o despojado de los viejos hábitos o costumbres para aceptar sus nuevas vidas como adultos, según explicó el organizador.

A los participantes se les ofreció la bienvenida con una orquesta china de 70 miembros, y una presentación de tambores tradicionales.

Asimismo, aunque generalmente sólo se realiza durante las ceremonias para celebrar el cumpleaños de Confucio, también se presentó la danza en formación de ocho, llamada bayi. Esta danza lleva ese nombre porque es ejecutada por ocho filas de bailarines con ocho danzantes en cada una de las filas.

En su discurso durante la ceremonia, el alcalde de la ciudad de Taipei, Hau Lung-bin, exhortó a los jóvenes a aceptar sus responsabilidades ante la sociedad y sus familias con valor, ahora que ya son adultos.

El alcalde Hau, quien recientemente asumió el cargo, acompañó al funcionario encargado de la ceremonia para presentar una ofrenda de incienso y frutas.

La culminación de la ceremonia se dio cuando los padres y acudientes de los participantes colocaron sombreros y horquillas sobre las cabezas de los jóvenes, declarándolos formalmente como adultos.

Los estudiantes extranjeros se sintieron muy impresionados por la etiqueta ceremonial y el protocolo de este rito chino, incluyendo la clásica danza de líneas y cuadrados y los toques de tambor.

Paul Huang, joven nicaragüense que estudia en la Universidad Nacional Chengchi, declaró que la parte más impresionante fue el paso ceremonial a través de las puertas y el acto de lavarse las manos en el cuenco dorado, y que no olvidaría esta ceremonia en toda su vida.

"Es fabuloso, impresionante, instructivo e inspirador", dijo con entusiasmo Ephraim Einhorn, representante honorario de la Cámara de Comercio Polaca, cuando se le preguntó su opinión acerca de la ceremonia. "Si Confucio estuviera aquí, se sentiría muy orgulloso".

"Toda la ceremonia fue fabulosa, la música, la danza, todo se conjugó para crear un gran evento", indicó Lisa Rappold, estudiante alemana de intercambio.

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