30/04/2024

Taiwan Today

Noticias de Taiwán

Recordando a un artista de costumbres locales

26/11/2006

Recientemente, el Museo Nacional de Historia en Taipei dedicó una exhibición conmemorativa a la vida y obras de Huang Ou-bo, un pionero de la pintura. Huang destacó entre muchos otros artistas por sus obras, que generalmente trataban sobre temas alegóricos a las costumbres más tradicionales y los paisajes más autóctonos de Taiwan. Además, su uso del goauche para preservar escenas folclóricas en forma jocosa le permitió ser considerado no solamente un maestro de la pintura, sino también un poeta del pueblo. Esa misma sensibilidad hacia el valor de lo cotidiano y el respeto a las tradiciones fundamentales en el corazón del pueblo de Taiwan también lo motivó a promover la educación artística y el aprendizaje del goauche, labor por la que es recordado con mucho cariño.

Ciertamente, la vida de Huang refleja en muchos aspectos el desarrollo de las bellas artes en Taiwan durante el siglo XX. No solamente fue pionero en muchos campos y técnicas, sino también fungió como modelo a seguir por sus logros en sus funciones como artista, dueño de una galería de arte, coleccionista y educador. Su vida fue bastante difícil y se caracterizó por el trabajo duro; no obstante, no perdió el optimismo y el sentido del humor para enfrentar las circunstancias adversas, reflejando así los elementos más intrínsecos del carácter taiwanés.

Huang nació en 1917, en el sureño distrito de Chiayi. Su padre fue un académico educado en la más rigurosa tradición confucionista. Desde muy temprana edad, se le inculcó el estudio de los libros y poemas clásicos, desarrollando así la base de su amplio conocimiento en literatura china. En 1937, dada su temprana vocación artística, viajó a Japón para estudiar en la Escuela de Pintura Kawabata. Esta época de guerra estuvo caracterizada por la frugalidad y las dificultades, por lo que no le fue fácil mantener una familia y estudiar arte bajo esas circunstancias. Huang realizó múltiples trabajos, como repartidor de periódicos, intérprete, anunciador, profesor de arte y chino, y diseñador.

Posteriormente, sus habilidades en idioma chino, su experiencia en literatura y poesía china, y su japonés fluido, le permitieron desempeñarse como traductor oficial en Yangzhou, China continental. Huang aprovechó esta oportunidad para expandir sus conocimientos en arte y literatura, y dar sus primeros pasos en estas ramas con obras tempranas.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, regresó a Taiwan en 1946 y pudo participar en las Exhibiciones Provinciales, obteniendo muchos premios. En 1948, fundó la "Asociación de Pintores Cielo Azul", con el propósito de reunir a los pintores del período colonial japonés.

No obstante, no todos sus esfuerzos de este período se limitan al arte. En colaboración con su esposa, Lai Yu-chiao, abrió la "Clase de Sastrería Occidental" para enseñar a las mujeres locales cómo coser y tejer. Este conocimiento, conjuntamente con la creciente economía de esa época, brindó a las mujeres la oportunidad de suplir sus ingresos con un trabajo de tiempo parcial.

En el período de 58 años que abarca la carrera artística de Huang, Taiwan experimentó una serie de cambios y reformas políticas, sociales y económicas; pasando de una dictadura a una democracia, y de una región rural subdesarrollada a una rica sociedad desarrollada. Las pinturas de Huang, desde un punto de vista meramente formal, son realmente impresionantes, ya que manifiestan una fusión de los estilos japoneses, occidentales y varias técnicas de pintura china tradicionales; dando como resultado un estilo único. Sin embargo, son los temas seleccionados por el artista los que más logran conmover al público. Sus obras son especialmente llamativas para aquéllos que vivieron las diversas etapas recopiladas por el artista. Huang fue un maestro de la poesía y la escritura creativa, así que sus obras combinan la palabra con los colores para producir una imagen que no sólo registra un momento en la historia, sino que hace un comentario jocoso que produce una sonrisa en el observador.

En sus obras más populares, sus sujetos son personas que, a simple vista, normalmente no se nos ocurriría plasmar, por lo comunes que se podrían considerar, tales como La Prestamista encubierta, Poema de Taipei en bambú, y La moderna Señora Meng. En ellas, el artista refleja no solamente lo difícil que significa ganarse la vida, sino también las partes dulces y amargas de la existencia, así como las costumbres y sentimientos en retrospectiva del Taiwan de antaño; todo esto con sarcasmo y humor.

Por ejemplo, en La Prestamista encubierta (2001), Huang realiza un sutil comentario sobre los usureros que operaban sin control, exigiendo a sus víctimas intereses de hasta 40 por ciento. No obstante, muchas personas no se atrevían a denunciar estos abusos. Huang utilizó el dinero fruto de uno de sus premios para ayudar a otros artistas a comprar pinturas y pinceles, evitando que cayeran en deudas interminables, y aprovechó el tema para hacer una pintura que creara conciencia en el pueblo acerca de la necesidad de deshacerse de estos prestamistas ilegales e inmorales.

En el Poema de Taipei en bambú (1975), Huang se burla de los jóvenes que adoptaron la moda hippie --minifaldas, pelo largo, y ombligos al aire-- sin tomar en cuenta que se veían como monigotes ridículos.

La moderna Señora Meng (1956) se refiere a una historia empleada como ejemplo a los padres sobre cómo educar a sus hijos. Sin embargo, en la versión moderna la señora Meng vive en el mercado con sus niños, quienes deben aprender a vender cosas para ganarse la vida.

Otras obras no enfocan tanto en personajes como en un reflejo de la época. En 1972, el artista fue testigo de una tremenda inundación en Taipei, que lo conmovió a escribir que "en las bulliciosas calles, los vecinos son extraños y se preocupan solamente de sí mismos. Pero cuando subieron las aguas, todos se encontraron en el mismo bote". Las inundaciones de 1972 mostraron que cuando los desastres naturales abaten Taiwan, los ciudadanos "se hallan en el mismo bote y deben ayudarse unos a otros".

Las costumbres tradicionales también son retratadas por el hábil pincel de Huang. Fan Hsin Ti es un término en hoklo (dialecto taiwanés) para denominar la "personalidad". La pintura Fan Hsin Ti (Armonía, 1993) refleja la costumbre de las bodas de que la novia debe dejar caer un abanico al trasladarse de casa de sus padres a su futuro hogar. Este acto significa que ella va tranquila al matrimonio, y no necesita usar el abanico que lleva en su mano. Otras costumbres asociadas con la boda se ven reflejadas en esta pintura; como por ejemplo, sobre el lujoso carro va montado un palo de bambú en el que se cuelga un trozo de carne de cerdo, y el vidrio trasero ha sido decorado con un auspicioso cernedor de bambú.

Otra pintura que plasma un registro valiosísimo es La prueba al año de nacido (1992). El artista escribió sobre esta pintura que "Al cumplir un año de edad, se presentan doce objetos delante del bebé, para ver cuál toca y así poder predecir su futura ocupación... esta interesante costumbre folclórica ha sido olvidada, por lo que esta pintura plasma un recuerdo de la misma".

Taiwan fue un centro maderero desde los tiempos de la colonia japonesa. Huang registra este pasado con una alegoría de unos niños jugando entre enormes planchas de madera. También ilustra en Caballo de madera galopa por las nubes (1950) y Planchas a las nubes (1953) cómo los aserraderos movilizaban los troncos aprovechando primitivos canales elevados construidos con ese propósito.

La laboriosidad por la que se conoce al pueblo de Taiwan es evidentemente uno de sus temas predilectos. Tenemos por ejemplo a los técnicos reparando el tendido eléctrico después de un tifón en Seguimos firmes (1956) tras escalar un simple andamio de bambú y cuerdas.

Su atención a los detalles de la época se manifiesta por ejemplo en su Celebración en el hogar (1953), donde una mujer de mediana edad prepara laboriosamente los pastelillos de masa roja, moldeados en forma de tortuga, que se usarán en las fiestas de Año Nuevo Lunar. El observador cuidadoso notará que los pies de la mujer están deformados, lo que evidencia que alguna vez fueron esclavizados por las gasas en la vieja costumbre de "amarrar" los pies, pero ahora están libres.

Por otro lado, a Huang se le considera como un pionero en la colección de obras artísticas y la administración de galerías de arte en Taiwan. Huang resultó un artista versátil, con la sensibilidad de un pintor y el profesionalismo de un administrador de negocios. De su experiencia colaborando con otros artistas al organizar las primeras asociaciones de artistas, administrar la primera escuela de arte aprobada por el Gobierno en la posguerra, participar en numerosas exhibiciones de arte, obtener muchos premios y entablar múltiples debates sobre obras de arte en sus escritos, obtuvo la valiosa preparación para consolidarse como un administrador versátil y activo en pro del artista. La Galería de Arte Chan Liu, fundada en 1973, evidenció sus esfuerzos por superar la brecha entre el artista y el público.

Huang falleció hace tres años. El Museo Nacional de Historia, como homenaje póstumo, realizó esta exhibición y mandó a publicar dos libros. Uno de ellos presenta reproducciones de las obras exhibidas en la muestra conmemorativa. En el otro, se recogen los recuerdos e impresiones de amigos y pupilos del artista, junto con estudios y disertaciones por académicos y expertos de arte. De esta forma, se cubre la vida y obras de Huang en forma abarcadora, desde múltiples ángulos, con una mirada ya sea íntima o clínica a su arte que evoca el espíritu de Taiwan.

Texto de Silvia Villalobos

Popular

Más reciente