07/05/2024

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Héroes destellantes se reúnen a celebrar y revivir las historias clásicas de caballería

06/11/2006
En esta gráfica compuesta, el Leal Dos Dientes da la bienvenida a los visitantes de la más reciente exhibición del PACT, mientras que un león danzante entretiene a los niños y augura buena fortuna al evento.

Regresando de los campos al atardecer de un cálido sábado de otoño, un agricultor se emociona al vislumbrar el pequeño escenario montado en el patio del templo de la aldea. A pesar de que la función no ha comenzado, el aroma de las salchichas a la barbacoa y del tofu hediondo emanan de los puestos de vendedores ambulantes que se congregan alrededor. Pequeños banquillos se agrupan frente del escenario, y ya está reunido un grupo de vecinos, compartiendo chismes y comiendo bocadillos. Al caer la noche, el patio ya está lleno, y con un estruendo de los platillos, el grupo artístico compuesto por figuritas de apenas 15 centímetros de alto toma el escenario y comienza la función de títeres.

Esta fue una escena típica en los empobrecidos años de la posguerra en Taiwan. Pocas personas podían darse el lujo de gastar tiempo y dinero viajando a la ciudad para ver una película, y pocos tenían televisores en sus hogares. Peor aún, bajo la mirada desconfiada del Gobierno de la República de China que se había trasladado recientemente a la isla desde China continental, hasta los entretenimientos callejeros inocentes como los títeres eran vigilados celosamente.

Aunque es bien sabido que durante el período de la Ley Marcial, de 1949 a 1987, no se formaron nuevos partidos políticos ni se inauguraron nuevos periódicos, es menos conocido que hasta los titiriteros y otros artistas que se ganaban la vida viajando de aldea en aldea debían obtener una licencia gubernamental. Aún más, sus presentaciones eran vigiladas cuidadosamente y sus libretos censurados, supuestamente para asegurarse de que no propagaran la doctrina comunista, a la vez que se añadían elementos didácticos para educar a su público.

No obstante, a pesar de la aparente austeridad de este ambiente artístico, o tal vez debido al mismo, dicho período presenció el nacimiento de una nueva forma de teatro de títeres. Debido a la introducción de efectos especiales, luces para el escenario y sonidos amplificados, este nuevo género de los años cuarenta, cincuenta y sesenta llegó a ser conocido como los títeres de luz dorada.

En otra tarde otoñal de sábado cincuenta años después, algunos de los titiriteros sobrevivientes de esa era, junto con otros profesionales de la industria tradicional de entretenimiento de Taiwan, así como varios aficionados, se reunieron recientemente en el Centro del Arte de Titiriteros de Taipei (PACT, siglas en inglés), ente patrocinado por el Gobierno, para inaugurar una exhibición dedicada a los títeres de luz dorada titulada Una destellante reunión de héroes.

Héroes destellantes se reúnen a celebrar y revivir las historias clásicas de caballería

Viejos discos y tornamesas usados para presentar la música de fondo en los espectáculos callejeros son algunos de los muchos artefactos en esta exhibición sobre los títeres de luz dorada.

Por las animadas conversaciones y compartidas reminiscencias, es claro que los títeres aún ocupan un lugar importante en la vida cultural de Taiwan, especialmente en los corazones de aquéllos que vivieron durante este período del desarrollo de la isla.

"Lo más divertido que puedo recordar acerca de las ferias en los templos es ver el teatro de títeres frente al templo, sentado en una banca o banquillo, comiendo un cono de helado", admite la concejal de la ciudad, Chen Yu-mei.

El director del PACT, Ju Shu-ming comentó que, en sus inicios, los artistas hacían dinero extra, además de lo que les pagaban los encargados del templo, alquilando asientos para los miembros del público. Sin embargo, algunos traían sus propios asientos, o se quedaban de pie gratis en la parte de atrás.

El hecho de que los templos pagaran a los artistas podría parecer un acto de buena voluntad para las comunidades locales. De hecho, los residentes de carne y hueso de las villas no constituían el público principal de estos espectáculos. Al igual que el incienso quemado, y los alimentos puestos sobre el altar en ocasiones festivas, los títeres y otras presentaciones artísticas servían como una ofrenda a los espíritus de los antepasados. Al satisfacer sus necesidades culinarias y de entretenimiento en el más allá, los vivientes podían suplicar su ayuda por otro año más.

Posiblemente, estas ánimas oían muy bien. "Originalmente, estos espectáculos se realizaban sin ningún sonido amplificado", explica Shih Yi-chieh, otra integrante del personal del PACT. "Tras el incidente del 28 de febrero de 1947", conocido como el Incidente 2-28, que la recién llegada administración vio como un intento de revuelta y sofocó violentamente, "el Gobierno impuso mayores restricciones a las reuniones al aire libre". Esto llevó a que los espectáculos se realizaran bajo techo. También condujo a que los lazos con los templos se debilitaran hasta cierto punto, y a una mayor profesionalización de los titiriteros. Gracias a sus crecientes ingresos, los grupos artísticos podían invertir en equipos y efectos especiales, que a su vez atraían mayor público. Así nacieron los títeres de luz dorada.

Héroes destellantes se reúnen a celebrar y revivir las historias clásicas de caballería

Los fuegos artificiales y las columnas de humo acompañan a los nuevos personajes de títeres de luz dorada en la alegre inauguración del evento dedicado a ellos. (Fotos de Chen Mei-ling)

Esta nueva forma se caracteriza por fascinantes efectos especiales y equipos audiovisuales, explosiones de fuegos artificiales y columnas de humo, trajes magníficos, y complicadas escenas de luchas con espadas, lanzas y artes marciales. Si bien los guiones todavía se enfocaban en las aventuras tradicionales de caballería y romance que enfatizaban los códigos de comportamiento moral y la lucha entre el bien y el mal, también se introdujeron nuevos elementos. Las figuras vestidas con trajes de las dinastías Han, Sung, Ming y Ching ahora se codeaban con otras ataviadas con sombreros de vaqueros, bufandas, y zapatillas deportivas, conforme los taiwaneses se fueron familiarizando con los estilos occidentales.

Esta diversificación también se nota en los personajes de caricaturas creados por el PACT para atraer la atención de los jóvenes a la exhibición. Además de las figuras tradicionales del Caballeroso Varón de la provincia de Yun, y el Hombre que Libera las Cinco Aguilas Doradas, existe también el moderno Rebelde en el Cielo, que lleva anteojos oscuros y un pañuelo al cuello.

La exhibición, que continuará hasta enero del próximo año, incluye ejemplos de este tipo de títeres y de sus trajes, al igual que libretos, boletos, permisos de registro, registros, y hasta un escenario. Juntos, éstos brindan la evidencia material que corrobora e ilustra los recuerdos de la generación mayor de Taiwan.

Los títeres de luz dorada evolucionaron finalmente hacia los programas de títeres por televisión en los años sesenta. Desde entonces, inclusive se han filmado películas de largo metraje con títeres de mano. No obstante, a pesar de su lugar en el corazón del pueblo de Taiwan, esta forma de arte se encuentra en peligro y sus seguidores están preocupados acerca de la transmisión de su arte a las generaciones de talentosos sucesores.

Chung Jen-Pi, titiritero en jefe del Grupo de Espectáculos con Títeres Hsin Hsing Ku, describió este sentimiento diciendo "Sugiero a los funcionarios gubernamentales que agreguen los títeres de mano al sistema educativo. Pueden enseñar a los estudiantes cursos obligatorios como Mandarín, Historia, Matemáticas, entre otros, y yo me encargo del entrenamiento sobre títeres. Quiero que mis estudiantes aprendan las habilidades de los títeres de mano al igual que su filosofía de vida. Ser una buena persona es realmente importante".

Los títeres de mano son una parte muy importante de la memoria colectiva en Taiwan, con la cual grandes y chicos pueden identificarse. En estos tiempos modernos, donde el acelerado ritmo de vida amenaza con relegarlos al ámbito de las curiosidades de museo, surge una chispa que alumbra un futuro renacer, como la primera estrella de esas tardes de antaño.

Traducido del Taiwan Journal Por Silvia Villalobos

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