06/05/2024

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Diseños autóctonos buscan un lugar junto a las marcas internacionales de la moda

16/11/2005
Yuli Taki ha convertido su viaje de redescubrimiento de sus raíces aborígenes en un lucrativo negocio. Su estilo personal y marca comercial expresan su origen nativo.

En una tarde de primavera en el Hotel Hyatt de Taipei, una compañía establecida recientemente, llamada Taiwan Ang (bermellón en taiwanés), anunció su intención de vender artículos de lujo con diseños aborígenes originales. Distinguidos invitados tales como la primera dama, Wu Shu-chen, aplaudieron conforme las modelos caminaban entre ellos, mostrando carteras de mano con un toque aborigen. Yuli Taki estaba especialmente emocionada, ya que las carteras con diseños tradicionales Truku eran de su creación. Ella estaba tomando un paso más en el camino para que el legado material de su tribu sea conocido en todo el mundo.

“La cultura aborigen de Taiwan es muy rica, sólo ella puede representar la verdadera identidad taiwanesa”, afirma Ligi Lee, una taiwanesa que emigró a Australia y ahora es la fundadora de Taiwan Ang. “Taiwan es capaz de producir artículos culturales de alta calidad. Debería mejorar su imagen creando y promoviendo su exquisita cultura”.

Taki proviene de la tribu Truku, un grupo aborigen de la parte este de Taiwan, que era antes considerado parte de los Atayales, un grupo más grande. A sus 42 años, estaba algo reticente al principio acerca de aprender sobre sus raíces pero atribuye su pasión por el diseño aborigen a la inspiración de su abuela. “Mi abuela me decía que yo no podría casarme si no sabía tejer”, recuerda Taki. De acuerdo con la tradición Truku, antes de alcanzar la mayoría de edad, las jóvenes deben ser hábiles tejedoras, mientras que a los muchachos les toca aprender a cazar. Pero Taki decidió hacer caso omiso a este consejo, a pesar de las continuas regañadas de su abuela. “Ella tenía que atraerme con bocadillos para que yo me sentara a verla tejer”, cuenta Taki.

Su abuela era muy conocida en su tribu por sus excelentes habilidades como tejedora y le gustaba explicarle a Taki acerca del simbolismo detrás de cada uno de los patrones. “Esta es una montaña, éste es el océano, ésta es una carretera, y éste es el ojo de nuestros ancestros”, decía. El ojo romboide de nuestros ancestros, o dowriq utux en lenguaje Truku, aparece repetidas veces en las obras de Taki. “Mis antepasados me están observando constantemente y me motivan a mantener mi alma pura y bella”.

Tras ganarse la vida vendiendo chucherías en las calles de Taipei, Taki, en ese entonces con apenas 20 años, comenzó a contemplar sus raíces más seriamente. Ella desarrolló un interés por el tejido y comprobó que aprendía rápidamente. “Nadie me enseñó en realidad. Aprendí sólo viendo. Les pedía a los tejedores su obra terminada y luego la desenredaba para saber cómo la hicieron”, explica. “Yo creo que mi abuela de alguna manera está guiando mi carrera”. Taki comenzó a diseñar ropa incorporando los motivos aborígenes y en 1996 la exhibió por primera vez en el Hotel Grand de Taipei.

Su despertar a las tradiciones tribales se dio al mismo tiempo que un renacimiento de la cultura nativa recorría toda la isla. De pronto, los gobiernos locales volvieron la mirada hacia la herencia aborigen de Taiwan y como resultado comenzaron a organizar ferias de artes y manualidades. Fue entonces cuando Taki comenzó a pasar a las generaciones más jóvenes el conocimiento acerca de las habilidades del tejido, enseñandoles su arte en las escuelas.

Quiero que mis productos sean más sofisticados. No quiero que ellos sean expuestos solamente en las ferias que venden productos aborígenes”, declara Taki. Ya que era gran admiradora de los productos de cuero de Louis Vuitton (LV), durante muchos años se compraba una cartera como regalo para su cumpleaños. Sus amigas la exhortaron a enfocarse en construir una marca para sus propias carteras. “Mis amigas me dijeron que debería dejar de comprar las carteras LV y llevar las mías”, recuerda. En 2003, Yuli Taki registró su marca bajo su nombre y en la víspera de año nuevo selló todas sus carteras LV dentro de cajas. A partir de ese día, solamente ha usado sus propias carteras.

Taki pidió un préstamo de unos 310 mil dólares estadounidenses para financiar sus planes de crear carteras taiwanesas de alta calidad. Fue necesario tomar este préstamo con el propósito de comprar cuero en grandes cantidades para reducir los costos y para que hubiera suficiente tela tejida lista con vistas a lanzar el producto al mercado.

“No doy descuentos, ni siquiera a mis amigas o familiares”, afirma. Si bien controlar los precios y la distribución es clave para desarrollar la marca Yuli Taki, ella asegura que sus productos cuestan apenas una décima parte de lo que la mayoría de las marcas de productos de lujo. “A pesar de que estoy bajo mucha presión, obtener ganancias no es la única meta en esta etapa. Estoy también tratando de promover la cultura aborigen”.

Los productos Yuli Taki son únicos gracias a su toque aborigen. Los patrones son originales y exclusivos, a pesar de que Taki halla una similitud entre la cultura Truku y la de otros aborígenes alrededor del mundo. El uso del ramié, un material común para los tejedores Atayales y Truku, es también impresionante. El grosor de la fibra del ramié asegura su durabilidad aunque, cuando se requiere de trabajo manual durante la etapa final de manufactura, resulta algo difícil doblar la tela en la forma deseada.

La creatividad se ve también en el estilo de Taki. Ella encuentra su inspiración al ir de compras. Lo ve como parte de su trabajo con el fin de decidir cómo innovar los estilos de sus productos. “Hago cambios en el estilo de los productos más o menos cada 100 piezas”, nos cuenta. Para garantizar la calidad y la aceptación en el mercado de sus carteras, Taki se las presta a sus amigas para una “prueba de campo”.

“Las carteras Yuli Taki destacan entre la muchedumbre debido a su fuerte sabor étnico”, explica Wang Hsiu-lien. Ella renunció a su marca favorita después de encontrarse con Yuli Taki a principios del año pasado. “Comparadas con Chanel, las suyas son baratas pero la calidad es realmente buena. Lo más importante es que prefiero tener una marca taiwanesa de ser posible”.

No obstante, el récord de ventas no es muy alentador, y Taki todavía está en deuda. Si no fuera por el dinero que gana fabricando trajes aborígenes para grupos y organizaciones, sería imposible para ella mantener su marca a flote.

“Los taiwaneses todavía piensan que las marcas extranjeras son mejores”, declara. Sin embargo, los turistas japoneses muestran mucho interés por sus carteras; por lo menos una vez se vendieron completamente en el aeropuerto de Hualien.

La situación de Taki no es diferente de la que enfrentan muchos de los artesanos aborígenes: débil reconocimiento de marca, si es que lo hay. El Consejo para los Asuntos Aborígenes, subordinado al Yuan Ejecutivo, llevó a cabo una competencia el año pasado con el propósito de escoger las mejores 22 obras de entre 160, basado en su creatividad y posibilidades de mercadeo. En abril pasado, el Consejo ofreció puestos en la Exhibición Internacional de Primavera de Regalos y Artículos de Escritorio de Taipei a 15 de los artesanos escogidos “No conseguimos muchos pedidos, pero este evento aumentó nuestra visibilidad y confianza”, confiesa Taki.

Taiwan Ang espera tener una fuerte influencia en el futuro de Taki. Lee afirma que ella invierte dinero para ayudar a los artesanos aborígenes como Taki a mejorar sus productos y desarrollar el reconocimiento de su marca. “Hay muchos aborígenes talentosos, pero ellos no tienen apoyo financiero”.

Para incrementar el valor de las carteras de Taki, Lee, quien también es diseñadora, les añadió decoraciones hechas de piedras preciosas, tales como jade, coral, y ágata. “Asimismo, estoy haciendo planes para mejorar la calidad reemplazando el forro interno con cuero, como lo hacen las marcas famosas a nivel mundial”, indica. Entre tanto, está buscando una compañía local que se haga cargo del mercadeo y la distribución en Taiwan, mientras que Taki y ella se encargan del diseño y la producción. En cuanto al mercado internacional, los anuncios de Taiwan Ang aparecieron esta primavera en los buses de París. “Mi meta final es tener sucursales en todos los principales aeropuertos del mundo”, afirma Lee. No debe sorprendernos entonces que Taki considera su cooperación con Lee como el punto de cambio en su carrera.

Adaptado del Taiwan Review por Silvia Villalobos

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