Una sandía partida a la mitad es puesta en medio de las piernas de una mujer mientras que su compañero acaricia en forma sugestiva la pulpa. Al rato, el hombre aparta la fruta y dedica toda su atención a la estrella de pornografía japonesa en la cama. Este no es un video de mala calidad en el infame canal taiwanés para adultos, sino la escena inicial de la más reciente película del niño terrible del cine de Taiwan.
Esta misma escena del nuevo filme del afamado director Tsai Ming-liang, La Nube Caprichosa, fue descrita por una de las activistas más abiertas y liberales de Taiwan como "escandalosa". El hecho de que la honesta representación de los actos sexuales que pone la película en la pantalla escandalizara a Jo Ho --una académica que se volvió famosa por popularizar el canto "Quiero un orgasmo. No quiero acoso", durante la primera protesta en contra del acoso sexual de la nación-- dice mucho acerca de su separación del tradicional cine taiwanés.
Ho no está sola en su asombro. La sesión de preguntas tras una presentación privada del filme en la 55ª Berlinale --el festival del cine de Berlín-- tuvo una duración fuera de lo común: dos horas. La mayor parte de las sesiones para películas en la categoría Competencia se acaban a los 30 minutos.
La mayoría de los miembros de la prensa le preguntó al director acerca de las prácticas de censura en Taiwan y que explicara el propósito tras algunas de sus tomas y de los accesorios usados en la película. Como señaló el crítico de cine local Wun Tian-shiang, las preguntas hechas durante la conferencia de prensa demuestran que en Occidente se tienen ciertos prejuicios acerca de los asiáticos.
Por ejemplo, él estuvo muy en desacuerdo con las observaciones hechas por los occidentales respecto a que los asiáticos son generalmente menos propensos a discutir asuntos relacionados con el sexo. En el artículo de Wun acerca de esta película, él cita a una mujer que se presentó como profesora de una universidad alemana, y quien dijo que había pasado un tiempo en China y enseñado allí. Ella afirmó que, según su experiencia, los estudiantes universitarios chinos y taiwaneses tienen temor de hablar acerca de el sexo.
Tsai explicó que el sexo es un tema de conversación común en el Taiwan de hoy, lo que no necesariamente significa que la actitud de la sociedad hacia éste ha cambiado, sino que ahora la gente se siente libre para tener una discusión seria acerca de este tema. El describió a la prensa internacional la creciente apertura de los programas de la televisión taiwanesa, señalando que éste es un tema universal, no uno exclusivo a la sociedad taiwanesa.
Los reporteros daneses tenían curiosidad por saber si los miembros de la audiencia en Taiwan estarían reticentes a decirle a sus amigos y familiares que habían ido a ver esta película explícita. "Creo que todos los que vayan a ver este filme saben que es una película de Tsai Ming-liang. No van a tener reparos de decírselo a otros; por el contrario, ellos se lo recomendarán a otros para que lo vean", fue la respuesta del director.
El debate desatado en Taipei acerca de que si el filme era pornográfico o artístico no fue tema de interés para los miembros del jurado en el Festival de Cine de Berlín. Ellos le dieron a La Nube Caprichosa un Oso de Plata por su libreto y la denominaron una "sobresaliente contribución artística". El filme también ganó el Premio Alfred Bauer, dado en memoria del fundador de la Berlinale a las películas que llevan al arte cinematográfico hacia una nueva dirección.
Como si estos dos premios no fueran suficientes para demostrar el amor que sienten los europeos por las obras de Tsai, La Nube Caprichosa también obtuvo el reconocimiento del Premio Fipresci de la Asociación Internacional de Críticos del Cine, "por su tragicómica reflexión acerca de la decadencia en las relaciones humanas y la pornografía como una obsesión de la cultura moderna, hasta del cine mismo".
Esta declaración muestra claramente que, a pesar de la casi fetichista atención que se le brinda a los asuntos carnales, los temas principales en esta película no se desvían mucho de aquéllos hallados en la mayoría de las películas de Tsai: la impotencia de la gente por establecer contacto. Esta vez, él usa al cuerpo humano como su medio para contar una historia de alienación, soledad, sexo y posiblemente hasta de amor.
La historia toma lugar en una ciudad taiwanesa anónima, durante un período de sequía veraniega. Haciendo el papel de un actor pornográfico de poca monta se encuentra el eterno protagonista de Tsai, Lee Kang-sheng, quien ha sido el actor principal en casi todas las películas de este director. En su más reciente colaboración, la película de 2001 ¿Qué hora es allí?, Lee hizo el papel de Hsiao-kang, un vendedor de relojes que conoce e inmediatamente se obsesiona con Shiang-chyi, interpretada por Chen Shiang-chyi. En la segunda parte, Shiang-chyi ha regresado de París, y a pesar de una sola línea de diálogo compartido ("¿Todavía vendes relojes?") el amor se desarrolla entre ambos de forma inusual.
La última escena del filme se da durante una filmación erótica que involucra a Chen y a una Yozakura (la estrella porno japonesa) inconsciente, y es fácilmente la escena más controversial de toda la película. Parece que, en algunas de las proyecciones, tanta gente salió del cine como la que decidió quedarse y ver el final.
Tal vez lo que resulta aún más chocante para los fanáticos de las obras anteriores de Tsai es que Lu Yi-ching, quien ha participado frecuentemente en el papel de la mamá de Lee en películas precursoras, interpreta el papel de una estrella pornográfica en esta película y tiene una escena de sexo con un actor que la mayoría del público en Taiwan identifica como su hijo.
En caso de que suene como si en esta película no hay nada más sino sexo, debe acotarse que el erotismo es entremezclado con cinco escandalosos números musicales. No obstante, para ser sinceros, uno de estos actos involucra a un falo danzante.
Tsai nació en 1957 en Malasia y creció en Kuching, la ciudad más grande y capital de la provincia de Sarawak en la parte malaya de Borneo. El joven Tsai, que no estaba muy interesado en sus estudios, prefería ir a los cines de su pueblo y ver las películas importadas desde Hollywood. Cuando cumplió los 20 años, su padre lo instó a seguir su educación en Taiwan, donde decidió matricularse en el programa de estudios teatrales de la Universidad de Cultura China .
"El cuerpo humano es como un contenedor", explica Tsai, expresando su filosofía con respecto a la estructura física de los seres humanos. El cuerpo humano requiere agua ya que ocupa la más alta proporción del cuerpo de cualquier persona, y estar sediento en una ciudad afectada por una sequía se asemeja al deseo humano de amor. No obstante, en la película sólo vemos al cuerpo femenino como un contenedor para diversos objetos.
Es tal vez la expresión cinematográfica de Tsai de ese sentimiento lo que ha llevado a algunos críticos a llamar a La Nube Caprichosa una película misógina, y que su intento de criticar la pornografía burda, que el director ha calificado como mecánica, es solamente una excusa cínica para tratar de superar a los pornógrafos mismos.
En defensa de Tsai, su uso de imágenes ambiguas e indecentes describiendo los escenarios, y accesorios baratos y sucios usados en la pornografía ciertamente descorre cualquier velo de brillo o fantasía que pueda acompañar a la industria pornográfica.
Las críticas a este filme han estado polarizadas hasta el momento. Algunos dicen que es brillante, aunque escandalosa. Se ha usado la palabra obra maestra. Con igual frecuencia, ha sido descrita como vil, tonta y tal vez, lo más duro para un artista del calibre de Tsai, banal. Sin importar la reacción, ciertamente cualquiera que la vea, según un crítico de cine, nunca volverá a ver las sandías de la misma forma.
Una de las críticas más repetidas que se le hace al cine taiwanés es que está diseñado para atraer a los jueces de los festivales de cine europeos, y no a las audiencias locales. A pesar de algunas críticas negativas acusándola de pornográfica, o tal vez a causa de ellas, La Nube Caprichosa ha logrado cruzar este abismo, probando el viejo adagio que el sexo vende, inclusive en Taiwan. La escena musical en que Chen Shiang-chyi y Lu Yi-ching interpretan un baile erótico alrededor y sobre la estatua del Generalísimo Chiang Kai-shek en la plaza del Museo Nacional del Palacio en Taiwan, resultó divertidísima para la audiencia taiwanesa. La risa irreprimible brotó en el teatro como prueba fehaciente de que el sexo y la política son los mejores temas.
Se ofreció una presentación para los medios de comunicación locales el 15 de marzo, tres días antes de que llegara a los cines. En una movida poco usual, el filme que vieron los taiwaneses fue idéntico al que se mostró en Berlín. Tsai hizo hincapié en que si la Oficina de Información del Gobierno (GIO, siglas en inglés) --ente gubernamental responsable de publicar este periódico y de realizar los cambios editoriales a las películas antes de que lleguen a las pantallas en Taiwan-- trataba de cortar un cuadro de La Nube Caprichosa, él no permitiría que se mostrara esta película ganadora en la isla. Al final, no solamente la GIO estuvo de acuerdo en distribuir la película tal y como era --no obstante limpiando un poco las imágenes usadas para publicidad-- sino que también otorgó un estipendio a Tsai.
Además de recibir fondos de la GIO por su exitosa película, se anunció el 14 de marzo que Tsai recibió un premio de 323.353 dólares estadounidenses de la Municipalidad de Kaohsiung. Según un funcionario de esta ciudad, le dieron ese dinero porque un cuarto de la película fue filmada en esta ciudad portuaria y por lo tanto contribuirá a la buena imagen de Kaohsiung.
Traducido del Taiwan Journal por Silvia Villalobos