Uno de los edificios en la calle Jhongshan Norte se destaca entre los demás, no solamente por su estilo arquitectónico, que sigue más fielmente las tradiciones occidentales que los tradicionales diseños estructurales taiwaneses, sino también por el aura ilustre de algunos de sus antiguos ocupantes. Este edificio fue el hogar de cinco embajadores estadounidenses hasta que Estados Unidos reconoció a la República Popular China en 1979 y retiró al personal de su embajada en Taiwan. Hoy en día se le conoce como Spot --la Casa de Películas de Taipei-- o la Casa de Taipei, un centro dedicado a la cinematografía y que funciona como conducto para el intercambio intercultural.
Construida en 1926, esta gran casa, con sus portones impresionantes y exuberantes jardines verdes, permaneció escondida del público en general por más de dos décadas tras su retiro como residencia oficial de los embajadores de EE UU. Nadie estaba autorizado a demoler esta estructura, por lo que gradualmente se fue deteriorando. Tras años de descuido, la mansión occidental de dos pisos al estilo sureño de Estados Unidos finalmente recibió una reconstrucción cosmética cuando el Ministerio del Interior designó al edificio como sitio histórico en 1997.
La mayoría de los edificios que tienen el dudoso honor de convertirse en sitios históricos son relegados por siempre a servir los años que les quedan como museos, recolectando apenas unos pocos dólares a la entrada de los visitantes interesados. Sin embargo, no era probable que la Casa de Taipei atrajera multitudes interesadas en ver dónde el ex embajador se cepillaba sus dientes, especialmente cuando en Taipei hay tantos otros museos que visitar, así que se decidió hacer algo fuera de lo común con la majestuosa mansión.
El Departamento de Asuntos Culturales del Gobierno de Taipei convenció a Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. Ltd. (TSMC, siglas en inglés) --uno de los fabricantes de microchips más grande del mundo-- que donara un poco menos de dos millones de dólares estadounidenses para reconstruir y renovar la vieja casona.
El lugar fue puesto a cargo de la Asociación de Cinematografía y Cultura de Taiwan, que es encabezada por Hou Hsiao-hsien, uno de los directores cinematográficos más famosos de Taiwan. Hou es probablemente mejor conocido en la escena mundial, al menos por los cineastas, que cualquiera de los presidentes de la República de China. Por ejemplo, su película La ciudad de la tristeza, se convirtió en el primer filme taiwanés en atraer la atención y aclamación mundial cuando obtuvo el Premio León de Oro en el Festival de Cine de Venecia en 1989. Fue uno de los primeros cinematógrafos del movimiento del Cine de la Nueva Ola Taiwanesa que comenzaron a emerger a principios de los años ochenta.
Este movimiento fue considerado la apoteosis de la cinematografía de Taiwan, con películas de la isla ganando premios en festivales de cine de todo el mundo. Las películas también se vendieron razonablemente bien en los teatros locales antes de perder terreno en los años noventa ante las películas comerciales de Hollywood, menos melancólicas, y más llenas de acción.
Muchos de los que vivieron esa era recordarán lo buenas que eran las películas taiwanesas. Cheryl Robbins, del periódico local en inglés Taiwan News, recordó cómo ella fue impresionada por la cinematografía y especialmente con la complejidad de la historia de La ciudad de la tristeza. Robbins la disfrutó tanto que compró el libro, aunque en aquellos tiempos a duras penas podía leer chino.
Es esta tradición fílmica la que ha inspirado la operación de la Casa de Taipei, que está equipada con una librería, restaurante, cafeterías, salas de descanso, una sala separada para exhibiciones y un pequeño teatro.
Lo que otrora fuera un garaje en desuso, hoy en día se dedica a exhibir películas, cortos y documentales de tipo no comercial, según un horario preestablecido, liberando a los artistas del peso que representa el lucro. (Fotos de Silvia Villalobos)
El teatro, o Spot, está ubicado en lo que fuera antes el garaje de la embajada. Lo que antaño albergara un par de limosinas y un generador de emergencia está ahora engalanado con 88 asientos donde se muestran seis proyecciones al día, del mediodía a medianoche.
A pesar de que a primera vista parece que Spot es exclusivamente una casa del arte cinematográfico, Hung Yawen, directora administrativa de la Asociación de Cine y Cultura de Taiwan, aseveró lo contrario. "El principio que seguimos para la selección de las películas es que no solamente hacemos lo que todos los demás están haciendo", explicó Hung.
Esto no significa que Spot sirva solamente a una audiencia a microescala. Hung cuenta que los fines de semana el teatro tiene un día dedicado a la familia, o un día para los estudiantes, o un día cuando las amas de casa obtienen descuentos especiales por traer a sus niños. Por ejemplo, cualquiera que lleva puesto su uniforme escolar en el día del estudiante, paga un precio menor por los tiquetes, sin importar que sea estudiante en realidad o no.
Aún más, a pesar del pequeño tamaño del teatro, Spot ha tenido éxito en ayudar a ciertos tipos de películas a aumentar su recaudación en las taquillas. Tras una semana de presentaciones en Spot, la más reciente producción de Hou, Café Lumière, financiada por los japoneses, recaudó más dinero en ventas de taquilla que lo que consiguió en dos de los más grandes cines comerciales de Taipei en dos semanas. El Flotador Espléndido, película ganadora del Premio de Taiwan en el Certamen Caballo Dorado 2004, también tuvo mejores ventas en Spot que en los teatros convencionales. Cada año, el comité del jurado del Caballo Dorado escoge una película taiwanesa para su Premio Taiwan como un estímulo a los cinematógrafos en ciernes de la isla y para ayudar a revivir la tambaleante industria cinematográfica local.
La mayoría de los teatros tienden a extender el tiempo de exhibición de una película cuando se vende bien, y cortan cuando atrae "unos cuatro gatos", por así decirlo, muy poca gente. Por otro lado, Spot tiene un horario preseleccionado para mostrar sus películas. Populares o no, las películas se muestran según el horario y se cierran en la fecha designada, sin importar si se venden muchos o pocos boletos.
A pesar de la ayuda financiera inicial dada por TSMC, el gigante de los semiconductores, no subsidia los gastos operativos de la Casa de Taipei, señaló la directora administrativa. "Veinte años de descuido hicieron ver al edificio como una mansión embrujada, con pastos excepcionalmente altos, serpientes enormes y todo lo imaginable", explicó ella. El dinero usado para convertir un viejo garaje en un teatro decente fue bastante generoso, añadió.
Con un personal permanente de diez personas, incluyendo dos proyeccionistas, el complejo recreativo todavía no está ganando dinero. A pesar de que algunas veces el teatro Spot está lleno a reventar, la asociación pierde alrededor de 6.500 dólares estadounidenses al mes, según Hung.
A 7,20 dólares estadounidenses por boleto, los precios están algo más bajos que en otros teatros de Taipei, que cobran hasta 9,10 dólares por adulto. Los miembros pagan aún menos por ver una película. Un programa llamado Películas del Cine POP hace todavía más accesible el ver una película, con tiquetes que van de los 2,30 a los 3,90 dólares estadounidenses. Esto es casi un cuarto de los precios regulares de los tiquetes y aún menos que alquilar un DVD.
El Cine POP, llamado Guo Min Si Yuan, literalmente "cine para los ciudadanos", es un proyecto actual fundado por el Gobierno para tratar de que más personas vayan a ver películas que no sean de Hollywood. En este momento, el Museo Municipal de Imágenes de Hsinchu y el Archivo Cinematográfico de Kaohsiung se han unido a Spot-Casa de Películas de Taipei como lugares para que los taiwaneses disfruten una variedad de filmes poco convencionales de Taiwan, Hong Kong, India y un sinnúmero de otros lugares donde las industrias cinematográficas encuentran dificultad en competir con los éxitos de taquilla con gran presupuesto de Hollywood.
Durante el mes de abril, Spot está mostrando películas de Canadá. Cerrando el festival estará Ryan, película ganadora del Premios de la Academia para el Mejor Filme Corto 2005, al igual que el Mejor Corto Canadiense 2004. Por otro lado, la película de apertura será el controversial documental Casuística: El Arte de Matar a un Gato, por Zev Asher. Acompañada de una exhibición fotográfica titulada Impresiones de Taiwan: Taipei a través de Ojos Canadienses, por el fotógrafo y periodista David Smith, esta muestra de películas nuevas y clásicas de Canadá es uno de los muchos programas temáticos en esta casa del arte cinematográfico. Asimismo, a finales de mes se mostrará Los Diarios de Motocicleta, que relata las aventuras de un Che Guevara joven.
Solamente en el año pasado, Spot organizó varios festivales cinematográficos presentando varias películas que no son de Hollywood o filmes raramente vistos en los teatros locales, como los que provienen de India, Europa Oriental o Escandinavia.
La Casa de Taipei celebró su segundo aniversario en noviembre pasado. Para entonces, el complejo multifuncional había recibido más de 60 mil visitantes. En total, se han llevado a cabo 20 festivales cinematográficos, con presentaciones de más de 3.500 películas, y un sinnúmero de exhibiciones y foros.
Traducido del Taiwan Journal por Silvia Villalobos