03/05/2024

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Festival del cine de Taipei enfoca en jóvenes cineastas independientes

06/05/2004

Festival del Cine de Taipei de este año, que se llevó a cabo del 21 de marzo al 3 de abril, contó con una muestra retrospectiva de más de 50 películas españolas que enfocan en Madrid y Barcelona, así como más de 100 filmes asiáticos.

Las películas españolas estuvieron compuestas por obras de 12 reconocidos maestros --incluyendo el controversial filme de 1961 Viridiana, dirigido por Luis Bruñuel, el padre del surrealismo cinematográfico; y clásicos tempranos como los del bien conocido director español Pedro Almodovar-- y de emergentes talentos como Julio Medem y Alejandro Amenabar. Viridiana, que narra la historia de una monja engañada por unos pordioseros a quienes muestra caridad, fue prohibida en España, dominada por el catolicismo, por blasfema, aunque ganó el Premio Palme d´Or en el Festival del Cine de Cannes.

Inaugurado en 1998, el Festival del Cine de Taipei comenzó a presentar filmes de o sobre ciudades particulares en otros países en 2000, a sugerencia del primer organizador del festival, Chen Kuo-fu, director de la película en mandarín producida en Hollywood Visión doble. Ciudades que fueron enfocadas en las películas extranjeras presentadas en los años anteriores incluyen a París, Praga, Kioto y Melbourne.

El realce que el festival da a ciudades extranjeras selectas refleja la política del Gobierno de la Ciudad de Taipei de promover los intercambios entre las ciudades. Este enfoque es especialmente apropiado para un festival que se realiza principalmente para disfrute de los residentes de la ciudad, "debido a que ver las imágenes de una ciudad distante es una importante fuente de entretenimiento para los aficionados al cine en general", dice Mia Chen, una bien conocida personalidad del escenario cultural de Taipei que ha servido como directora de programación del Tercer Festival Internacional del Películas Documentales, así como dos Festivales del Cine Femenino y la Sección de Competencia del Festival del Cine de Taipei 2000. "Imagínese cómo era antes de inventarse el televisor", añade ella, señalando el poder del cine en la ampliación de las perspectivas sobre el mundo en la gente.

Sin embargo, la filosofía general del Festival del Cine de Taipei es presentar obras cinematográficas que demuestren innovación artística no sólo para enriquecer las vidas de los residentes de Taipei, sino también para estimular a los artistas cinematográficos que aspiran al éxito. "El espíritu es joven, independiente y no pertenece a la corriente principal", dijo Liao Hsian-hao, comisionado del Departamento de Asuntos Culturales del gobierno municipal, en la recepción del festival. Al mantener esta filosofía, el enfoque principal del festival es la competencia por los Premios del Festival del Cine de Taipei y los Premios Imagen de Taipei para cineastas independientes locales, incluyendo por igual tanto a ciudadanos de Taiwan como a extranjeros.

Los Premios del Festival del Cine de Taipei son otorgados a cuatro categorías de obras --ficción, documental, experimental y dibujos animados-- con duración de tres a 120 minutos. La mejor obra en cada categoría recibe un premio de cerca de seis mil dólares estadounidenses, y uno de las cuatro obtiene adicionalmente el Premio Gran Taipei de 30 mil dólares, el premio monetario más alto de Taiwan para películas producidas localmente. Los nominados en la categoría de ficción incluyen bien conocidos directores profesionales como Tsai Ming-liang, junto con aficionados como Leste Chen, estudiante de Diseño Comercial de la Universidad Chung Yuan, en Chungli. "Cada uno tiene la misma oportunidad que Tsai Ming-liang" para obtener el Premio Gran Taipei, dice Wen Tien-hsiang, director del festival. Todos los años, también se otorgan un número de premios monetarios.

Los Premios Imagen de Taipei, que van desde mil a tres mil dólares, se otorgan a cineastas taiwaneses independientes para obras que no tengan más de diez minutos de duración que usen como trasfondo a la ciudad.

Un total de más de 140 películas y grabaciones de video compitieron por los Premios Festival del Cine de Taipei y los Premios Imagen de Taipei, sobrepasando el número en inscripciones de los años anteriores y creando una fiera competencia. Las obras tuvieron grandes contrastes, ya sea en términos del tema, longitud o formato de registro --incluyendo celuloides de 35 y 16 milímetros, y videos hechos con videocámaras digitales de calidad profesional, análogas de tipo Betacam y digitales para aficionados, e incluso cámaras fotográficas digitales.

Para atraer gente que muy poco van a ver otra cosa más que las producciones comerciales de Hollywood, la Sociedad Fílmica y Cultural de Taiwan, organizadora del evento en los últimos dos años, preparó un número de actividades informales gratuitas. Entre ellas, disertaciones sobre los aspectos de la vida en las ciudades enfocadas que no necesariamente estén relacionados con el cine, así como demostraciones sobre cómo preparar tapas y paellas españolas. El año pasado, cuando Kioto fue una de las ciudades enfocadas, se ofrecieron demostraciones sobre la ceremonia japonesa del té. Otro tipo de evento para promoción fueron las tomas gratuitas frente a la Sala Cívica Chungshan.

Un nuevo programa en el Festival del Cine de Taipei de este año, denominado "Nueva era de los independientes: filmes chinos globales", se caracterizó por las películas independientes de directores de etnia china en muchos países, incluyendo Estados Unidos, Canadá, Suiza, Japón, Singapur, Hong Kong, Taiwan y China. Para varias de las 20 obras presentadas, era el estreno mundial y atrajó a muchos agentes de festivales internacionales del cine y distribuidores de películas.

Entre las obras en el programa de filmes chinos globales, Mejor suerte mañana es el primer filme dirigido por un estadounidense de origen asiático cuyos derechos de distribución fueron adquiridos en el Festival del Cine Sundance. El director de la obra, Justin Lin fue colocado en la lista de 2002 de los 10 directores a quienes hay que ponerles atención. Otra película en esta sección fue Temor de intimidad, producida por el director Vincent Chui, de Hong Kong. El fue altamente elogiado por su ingenioso estilo de edición, así como por la actuación del artista internacional del cine, Tony Leung Ka-fai.

Una de las películas más populares en la categoría de filmes chinos globales fue la comedia de homosexuales Fórmula 17, dirigida por Chen Yin-jung, directora de 23 años de edad residente en Taiwan. Su primera obra fue también un estreno mundial para esta historia de un muchacho homosexual de 17 años que se enamora por primera vez. El público de la sala llena encontró la obra tan jocosa que sus "risas casi levantan el techo", dice Wen. "Finalmente, hay esperanzas para la industria fílmica de Taiwan", añade al observar la buena venta de los boletos.

Un Foro Global de Filmes Chinos Independientes se llevó a cabo conjuntamente con las funciones de cine, dividido en dos secciones que contaron con conversaciones de directores y productores. Los productores asociados de Lin, así como Chui y Chen, estuvieron a disposición para compartir sus experiencias iniciales con la audiencia. Aunque joven, las respuestas altamente coherentes de Chen a las preguntas del público muestran que el éxito de su primera película no fue ganado por chiripa. Chui presentó observaciones de primera mano sobre las condiciones a que se enfrentan los cineastas locales de Hong Kong. Por algo, el Consejo para Desarrollo de las Artes de Hong Kong no ofrecía subsidios para los filmes sino hasta 1997, ya que no reconocía la cinematografía como un arte, señala.

La rica mezcla ofrecida en el festival de este año atrajo una multitud sin precedentes. Si bien no sorprende que los boletos para las funciones nocturnas de los fines de semana en los tres sitios del festival --la Sala Cívica Chungshan, la Sala Metropolitana y el Teatro Presidente-- fueron vendidos de antemano, las funciones en los días de semana también tuvieron numerosas muchedumbres que ocuparon 70 por ciento o más de su capacidad. Por ejemplo, la función en la noche del martes del documental taiwanés de dos horas Fiebre de océano --cuyo tema se refiere al Festival de Rock Congliau Ho-Hai-Yan del año pasado, realizado en la Playa Fulung en el pueblo de Gongliau, distrito de Taipei-- estuvo repleta de aficionados al cine.

Sin causar mayor sorpresa en nadie, debido a sus numerosos premios recibidos con anterioridad en el campo internacional, Tsai Ming-liang obtuvo el Premio a la Mejor Ficción con su obra Adiós, Dragon Inn. Sin embargo, para sorpresa de quienes automáticamente asumen que una película de ficción ganaría el Premio Gran Taipei, el mismo fue para un filme documental, Adiós 1999, producido por Wuna, la ganadora del Premio al Mejor Documental del año pasado. En su producción de 26 minutos, la directora contempla la vida diaria de su familia a medida que cuenta la vida de su madre, que falleció en 1999. Aunque sea técnicamente sencilla, su forma de narrar la historia simplemente hace que sea difícil que los espectadores no se sientan conmovidos.

De hecho, desmintiendo la noción de que los documentales son menos interesantes que los filmes de ficción, ellos fueron los grandes ganadores en los Premios del Festival del Cine de Taipei este año, ya que cinco de siete documentales que fueron presentados salieron galardonados, incluyendo el Premio Favorito de la Audiencia, que fue entregado a Fiebre de océano, y los Premios del Jurado Especial.

En resumen, el Festival del Cine de Taipei de este año fue particularmente digno de elogio debido a la mayor exposición que ofreció a los cineastas independientes tanto taiwaneses como chinos de ultramar.

Para la industria cinematográfica en general, traducciones de más alta calidad de los subtítulos, ya sea de lenguas extranjeras al chino o viceversa, mejorarán significativamente la apreciación por parte del público.

Traducido del Taiwan Journal por Luis M. Chong L.

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