03/05/2024

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Comercializando creatividad y cultura

26/07/2003

ada era tiene su propias características únicas. La señal de los primeros años del siglo XXI es la creciente globalización, donde todo el mundo es un mercado abierto sin fronteras. Algunas personas consideran el sistema del libre mercado como un mal que hace que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres.

Una gran cantidad de manifestantes se aparece con frecuencia en las reuniones del Banco Mundial o del Fondo Monetario Internacional, gritando alrededor de las sedes de las mismas y manifestando su oposición a cualquier cosa que ponga en peligro la integridad política, económica y cultural de una nación-estado.

En los últimos años, la gente se ha percatado gradualmente del hecho de que los efectos de la globalización no están limitados sólo al campo económico, sino también al estilo de vida individual, especialmente para quienes viven en países no occidentales.

Tomemos Japón, por ejemplo. A pesar del clima de recesión económica, el negocio de Rainbow Rolled Sushi --una tienda que vende sushi al estilo estadounidense con queso crema y ajíes-- está floreciendo. El menú no sólo representa un distanciamiento de la cocina tradicional, sino también un testimonio a la influencia norteamericana.

Otro ejemplo sobresaliente son las cadenas de comida rápida estadounidenses, tales como Starbucks y McDonald´s. Muchos han criticado a dichos conglomerados por introducir comida rápida estadounidense no saludable, e insistir en la cultura y los valores de ese país.

A pesar de los comentarios negativos, el editorial de un diario local comentó que las hamburguesas no sólo son productos que los consumidores compran bajo los arcos dorados de la empresa, sino que McDonald´s también ofrece un modelo exitoso de servicio y administración para las cadenas locales.

De hecho, el impacto de la globalización ya se ha extendido mucho más allá de la comida rápida y ahora abarca una amplia gama de productos, cubriendo con el mismo velo homogéneo a los estilos de vida. Como el consumo refleja valores e identidades, muchos han fruncido el ceño debido a los efectos negativos de la globalización en la diversidad cultural. Tenemos miedo que la cultura pop de Estados Unidos penetre directamente en cada cultura, convirtiendo el mundo en uno monocultural.

Se ha encendido una feroz competencia entre las industrias culturales, incluyendo los medios impresos, editoriales, multimedios, audiovisuales, de grabación musical y cinematográficos. Las industrias culturales de Taiwan, al igual que la mayoría de los países no occidentales, han caído víctimas de ésto.

Al no poder competir con las películas con grandes presupuestos de Hollywood, ha llegado el ocaso de la industria cinematográfica de la isla; con sólo unas 20 películas filmadas al año. Como lo dijo a secas en cierta ocasión el famoso director de cine taiwanés Hou Hsiao-hsien: "Taiwan es meramente un teatro para los filmes de EE UU. La isla no posee industria cinematográfica".

A pesar que el declive del cine en Taiwan ha desilusionado a muchos localmente, Liou Wei-gong, profesor asistente del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Soochow, contempla la reacción de la isla hacia la globalización desde un ángulo más positivo.

"Indudablemente, la globalización refleja una desigualdad en poderío nacional", dice Liou. "Por ende, muchas personas consideran la globalización como una invasión de la cultura occidental o una nueva forma de imperialismo. Sin embargo, creo que al mismo tiempo ha recordado a los países no occidentales sobre la importancia de sus bienes culturales, inspirando los ideales locales o nacionales en el proceso".

Liou señala que en Taiwan, los gobiernos locales celebran dos festivales culturales cada semana. En consecuencia, ésto puede ser considerado como un reflejo de la tendencia hacia un emergente localismo.

En los años noventa, a medida que Taiwan se preparaba para ingresar en la Organización Mundial del Comercio al abrir sus mercados internos y aflojar las restricciones sobre los productos culturales extranjeros, también aceleró el desarrollo de las comunidades integradas. Esas comunidades no sólo hacen hincapié en sus características culturales locales, sino que también se han convertido en la corriente principal del llamado para retornar a las raíces nativas.

Recientemente, los distritos y pequeños pueblos rurales han explotado los recursos turísticos con la esperanza de mejorar las economías locales al ofrecer refinadas actividades culturales y recreativas. Liou citó el Festival Internacional de Folklore y Juegos Folklóricos Infantiles de Ilan, que ha integrado a comunidades locales en forma lucrativa y ha alentado la devoción a los pueblos nativos.

Foong Wai-fong, director de Megatrends Asia, dice: "La cultura es un buen negocio". El Gobierno en Taiwan ha tomado muy en serio en el desarrollo de las industrias culturales o creativas al integrar ésto como uno de los 11 principales enfoques del Plan de Desarrollo Nacional Desafío 2008 del Gabinete.

Según estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, el comercio en bienes culturales ha crecido en forma exponencial en las últimas dos décadas. Entre 1980 y 1998, el valor de dicho comercio subió de 95,34 millones de dólares estadounidenses a 387,92 millones de dólares.

Es más, en 1996, el valor los productos basados en el contenido --tales como filmes, música, programas de televisión, libros, revistas y soporte lógico de computadoras-- sobrepasó al de industrias tradicionales tales como la de automóviles, agricultura o defensa, para convertirse en la mayor categoría de exportaciones de EE UU.

Lo anterior sugiere que los servicios culturales están creciendo más rápido que las exportaciones tradicionales, dejando en claro que la cultura añade valor y genera ganancias para los individuos y las sociedades. En otras palabras, la cultura crea empleo y riqueza, así como nutre la creatividad, la materia prima que más necesitan las industrias culturales.

El Gobierno en Taiwan se ha percatado que el desarrollo de las industrias creativas también puede remediar el actual receso económico. El Gobierno ha destinado 39,6 millones de dólares para estimular los negocios relacionados.

La meta es elevar el valor de producción del 3 por ciento del producto interno bruto al 6 por ciento para 2008. También se espera que el empleo aumente de 200 mil a 600 mil. Aunque las autoridades han pintado un cuadro muy prometedor, alcanzar sus metas requiere mayor dedicación.

Taiwan es hogar de muchos artistas y grupos artísticos renombrados. Por ejemplo, Liuligongfang y el Teatro de Danza Puerta a las Nubes han ganado fuertes partidarios en Occidente. Sin embargo, en un seminario para discutir la visión de las industrias creativas de Taiwan, Chang Yi, supervisor artístico de Liuligongfang, opina que el grupo de danza no califica como una industria cultural.

"Es un negocio cultural personal. La industria es algo lucrativo y que tiene valor de mercado. El entusiasmo por el arte no es suficiente para mantener una industria tal. La comercialización es otro elemento sustancial. Sin un plan abarcador, es poco probable que crezcan las industrias culturales", explica Chang.

Compartiendo la opinión de Chang, Liou sugiere que como las industrias basadas en el contenido son la clave para una mejor calidad de vida, el sector oficial y el privado deben unirse para promoverlas.

Liou cita el éxito del Reino Unido al crear un Grupo de Trabajo sobre las Industrias Creativas dentro del Departamento de Cultura, Medios de Comunicación y Deportes. La entidad publica un documento sobre industrias creativas que estudia los asuntos periferales, incluyendo la educación, colecciones conjuntas, impuestos y derechos reservados. El informe ayuda al Gobierno y al sector privado a moverse en la dirección correcta.

El año pasado, cuando el Yuan Ejecutivo prometió desarrollar el sector del diseño de la isla, el Consejo para los Asuntos Culturales se dedicó a preparar los planos para la construcción de un parque cultural-industrial y para promover los intercambios con profesionales del diseño a nivel mundial. Esto incluyó inspeccionar centros de diseño en Dinamarca y el Reino Unido, dos mecas de la creatividad.

"No podemos negar los esfuerzos que hizo el Consejo", dice Wu Szu-hua, décano del Colegio de Comercio de la Universidad Nacional Chengchi, "pero se han ignorado las políticas económicas".

"Las industrias creativas deben ser apoyadas con incentivos gubernamentales al igual como se promovieron la ciencia y la alta tecnología en el pasado", sugiere.

Aparte del financiamiento, se necesita urgentemente una plataforma para reunir la creatividad artística y la industria, dice Chen Hsi-kuan, ejecutivo de GE/Fitch Design Consulting. Como las compañías taiwanesas están acostumbradas a las manufacturas de equipos originales y diseños originales, ellas carecen de recursos y profesionales con talento que necesitan para mejorar sus operaciones.

Para poder integrar recursos, el Consejo está creando un parque cultural y creativo de múltiples propósitos. De acuerdo con el plan primario, cinco parques cultural-industriales serán inaugurados en Taipei, Taichung, Tainan, Chiayi y Hualien.

Los parques cultural-industriales no son museos, asegura Liou. Los últimos son para exhibiciones, los anteriores complementan la competitividad de Taiwan en el diseño. Como resultado, los parques ofrecerán sitios donde los profesionales pueden abrir estudios, el Gobierno puede crear centros administrativos y las empresas que recién inician sus operaciones pueden intercambiar experiencias.

Inspirado por la activa industria cinematográfica de India --conocida como Bollywood-- los especialistas consideran la actual globalización como una calle de dos vías, permitiendo que los países no occidentales muestren productos culturales nacionales en la comunidad internacional. Wimal Dissanayake, profesor visitante de la Universidad de Hong Kong, hace hincapié que los productos culturales exitosos deben tener una "visión global con un relleno de contenido local".

El viceministro de Economía, Shih Yen-hsiang, está de acuerdo con la noción de que el poderío cultural es la piedra angular de las industrias basadas en el contenido. El insta a Taiwan a que haga buen uso de su herencia.

Por ejemplo, Shih sugiere que el Monte Jade sea usado como un tema. Una serie de artesanías puede surgir de ésto, tratando acerca de la topografía de la isla. "El éxito radica en escoger los temas correctos. Ellos deben tener ‘contenido local’ y estar salpicados con la internacionalización", indica.

"El Reino Unido sobresale en diseño y los medios de comunicación, mientras que Estados Unidos sobresale por sus películas, y Corea del Sur por sus juegos y películas de vídeo. Nada es más importante para Taiwan que encontrar una imagen y una marca si la isla desea ocupar un nicho en el mercado global", dice Shih.

Aunque el sector de diseños no es nuevo en Taiwan, no ha florecido como en otros países asiáticos tales como Japón, Hong Kong y Singapur. Una buena mercadotecnia es otra receta segura para el éxito, además de la innovación, creatividad y las políticas a largo plazo.

En cuanto a encontrar un canal efectivo para vender los productos hechos en Taiwan e incrementar sus visibilidad, la colaboración con las multinacionales podría ser un posible solución, opina el viceministro.

Tal vez los cambios en el panorama de la ciudad --que están apartando más espacios para las exhibiciones artísticas-- son un ejemplo que ilustran cómo los residentes de Taiwan están adquiriendo una visión más abarcadora de la calidad de vida después de haber dedicado varias décadas al esfuerzo del desarrollo económico.

Esto, según Liou, añadirá peso a las industrias creativas de la isla, a la vez que el Gobierno se prepara para elevar el valor de las industrias de diseño creativo en Taiwan.

Traducido del Taiwan Journal por Luis M. Chong L.

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