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Maestro titiritero inspira juventud de Taiwan

16/04/2003

al vez una copla escrita por Huang Hai-tai describe mejor los títeres de mano taiwaneses: "Una voz exhala regocijo, ira, pena y alegría, con diez dedos meneando las formas de eventos que ocurrieron en el pasado y en el presente".

Huang, de 103 años de edad, que es considerado como una reliquia viviente de la historia de los títeres de mano de Taiwan, ha dedicado toda su vida a este arte. El creó un grupo de títeres --Jardín Wuchou-- que no sólo se convirtió en la mayor escuela de titiriteros en la isla, sino que también ayudó a este arte tradicional para que creciera con luces brillantes y efectos visuales.

"Los seguidores de las normas artísticas tradicionales creen que nuestro uso innovativo de rayos láser eclipsa la belleza original de los títeres. Sin embargo, creo que tales cambios han sido instrumentales en el retorno de los títeres entre los jóvenes aficionados acostumbrados a sorprendentes efectos especiales", dice Huang Chiang-hua, presidente de Pili International Multimedia y nieto del viejo maestro.

El empresario sigue explicando que la disminución en el número de devotos está proporcionando un golpe fatal a numerosas formas de arte folklórico. Lo que más importa es volver a ganar a la "generación-e", que constituye el grupo menos interesado en disfrutar de las artes tradicionales. La estrategia de mercadeo de Pili integra la innovación y la tradición, señala.

De hecho, tales reformas no ocurrieron de la noche a la mañana. La familia Huang ha transmitido las destrezas del arte del titiritero de una generación a otra, y cada generación ha añadido sus propios refinamientos al arte.

La historia de los titiriteros de Huang se inicia con el padre de Huang Hai-tai, Huang Ma. Para cuando nació Huang Hai-tai, su padre recién se iniciaba como un titiritero de mano. Está de más decir que sus actuaciones eran todavía muy primitivas.

El grupo estaba integrado solamente por seis personas, quienes cargaban cestos con los accesorios a donde alguien deseaba ofrecer un espectáculo para agradecer a los dioses o para alguna ceremonia. "El grupo solía actuar con lámparas de aceite. Después de cada espectáculo, sus caras quedaban negras del humo", se ríe Huang mientras recuerda eventos que ocurrieron hace 100 años.

A la edad de 18 años, el maestro de los títeres de mano ya podía actuar sin asistencia de otros. El comenzó a viajar con el grupo de su padre e infundió aire fresco al arte de los titiriteros. En esos momentos, la mayoría de los grupos ejecutaban música china tradicional beiguan y los argumentos eran historietas acerca del patriotismo y la piedad filial.

Huang y su hermano menor recurrieron a sus conocimientos de artes marciales y literatura para crear historias de caballeros donde el bien lucha contra el mal. Sus excitantes secuencias de acción y movidas de artes marciales impresionaron al público en el centro y sur de Taiwan.

A la edad de 26 años, Huang ya era famoso. El se convirtió en el líder del Jardín Wuchou. El invitó a famosos maestros de beiguan para que dirigieran la banda del grupo, en vez de usar música grabada.

Con fuertes actores tanto en el escenario como detrás de los telones, el mundo era del Jardín Wuchou. "Hay por lo menos 200 grupos de títeres de la escuela Wuchou en Taiwan. Mi abuelo enseñaba en forma generosa absolutamente todo lo que sabía. El nunca guardó algunos trucos para su propia familia por temor a que un día la familia Huang quedase fuera de la competencia", dice el presidente de Pili.

Por más de 200 años, los espectáculos de títeres eran ejecutados por pioneros en todo Taiwan. En manos de varios maestros famosos, el arte del titiritero en Taiwan se desarrolló con sus propias líneas en un estilo regional diferente a aquel de China.

A diferencia de otros grupos acreditados --"I Wan Jan" del maestro Lee Tien-lu y "Hsiao Hsi Yuan" de Hsu Wang-- la escuela Wuchou cambió con el tiempo, desarrollando su espectacular estilo de luces doradas y siendo el pionero de las actuaciones de títeres en la televisión.

En los años cincuenta, Huang Chun-ching y Huang Chun-hsiung fueron encargándose gradualmente del negocio de la familia. Ellos fueron una fuente de nuevas ideas, diseñando títeres más grandes con caras más modernas y vestidos más vistosos. "La proporción entre la cabeza y el cuerpo de los títeres tradicionales es 1 a 3, pero los nuestros son 1 a 7", dice Huang Chiang-hua. "Se requiere aproximadamente 15 días para hacer un títere. Los nuevos títeres se parecen mucho a personas reales".

Durante los setenta, Huang Chun-hsiung introdujo el arte de los titiriteros a la televisión, haciendo buen uso del medio. El no sólo presentó a la teleaudiencia a Shih Yen-wen, el héroe de los títeres más famoso, sino que también uso hielo seco y polvos relampagueantes para crear una variedad de efectos de escenario.

Además, él cambió la música, usando canciones de las estrellas pop locales junto con las melodías tradicionales. Su teatro de vanguardia y luces doradas impulsó a los títeres a su cenit.

Sin embargo, después de presentar 583 episodios, el programa fue prohibido. Según el Gobierno, los estudiantes se escapaban de las clases y la eficiencia de los trabajadores bajó ya que cada uno trataba de estar a día con los últimos capítulos. Para no interferir con los horarios de trabajo normales, el espectáculo fue retirado del aire en 1974. El atractivo caballero con armadura brillante, Shih, tuvo una triste despedida ante sus admiradores.

Sin embargo, ésto fue un punto de cambio para el teatro de Huang. Ellos comenzaron a pensar acerca de cómo pavimentar un camino más amplio para esta tradición taiwanesa. Después de recibir el bastón de mando, Huang Chiang-hua continuó llevando a cabo la tradición familiar de la innovación y el entusiasmo en los títeres. El y su hermano, Huang Wen-tsa, crearon Pili International Multimedia para reclutar talentos e inyectar vitalidad a esta antigua forma artística.

Los hermanos Huang llevaron la redacción del guión a un nuevo nivel, creando nuevos personajes con personalidades más profundas y complejas. Figuras famosas como Yen Hsiao-chai y Su Huan-chen iniciaron encendidos debates por computadora y su frialdad les hizo ganar una innumerable cantidad de admiradores entre el pueblo de Taiwan. Actualmente, existen 40 sitios web locales dedicados a discutir los espectáculos de Pili.

"Desde que adoptamos las técnicas de filmación de películas y creamos los argumentos estrechamentes relacionados de caballeros errantes que caracterizan el estilo de los títeres de mano transmitidos por televisión por Pili, los episodios de entretenimiento han despertado de nuevo el interés en el arte del titiritero entre los jóvenes locales", afirma Huang Chiang-hua.

Al preguntarle sobre las razones de la popularidad del nuevo estilo de títeres de mano, Huang señala que los caracteres masculinos y femeninos están estrictamente separados entre sí en las actuaciones de Pili. "Como existen solamente voces sencillas a través de la actuación, el sonido es lo que cuenta. Un solo narrador debe expresar los sentimientos de todos los personajes, incluyendo la melancolía de la hsiaotan --mujer joven--; la voz raspada y vieja del laosheng --el viejo--; así como los tonos humorísticos del hsiaochou --el payaso--.

El gerente general Huang Wen-tsa dice que los dramas de Pili distinguen claramente los papeles básicos tales como los jóvenes, las mujeres, los payasos y los viejos, impartiendo en el público un sentido de la personalidad, edad y estado de ánimo de los caracteres presentados. "Además de mantener mi voz en perfecto estado, yo nado y hago ejercicios para aumentar la capacidad de mis pulmones para las actuaciones", indica.

En la actualidad, Pili opera su propio canal de televisión por cable para transmitir los programas de títeres e inclusive hace cuatro años rodó una película sobre los títeres de mano, La leyenda de la Piedra Sagrada. "Invertimos 8,5 millones de dólares estadounidenses para hacer la película. Si bien las ventas de taquilla fueron apenas de 2,8 millones de dólares, fue un récord para los filmes locales", observa Huang.

"Ha sido muy alentador. Me siento feliz al ver que el tradicional arte del titiritero está navegando por las corrientes de la moda contemporánea para convertirse en parte de la línea central del entretenimiento", añade. Huang tiene planes para hacer otra película con una mejor calidad en un futuro cercano.

Desde las plazas de los templos a la televisión y la pantalla del cine, desde voces humanas que emulan sonidos de tempestades hasta los actuales efectos especiales de alta tecnología, los títeres de mano han caminado un largo trecho. El teatro de Huang no sólo ha escrito una página en la historia del arte tradicional, sino que también ha abierto un nuevo capítulo en los dramas antiguos.

Traducido del Taiwan Journal por Luis M. Chong L.

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