Desde sus inicios en 1983, el evento ha sido patrocinado por el Consejo para los Asuntos Culturales de la República de China con el fin de apoyar nuevos talentos y promover los intercambios artísticos entre Taiwan y la comunidad artística internacional. Siendo un acontecimiento local con participación internacional, la muestra ha contribuido considerablemente al enriquecimiento y desarrollo del grabado y del dibujo en Taiwan. Después de dos décadas, la exhibición ha logrado llamar la atención internacional y aumentado la apreciación del público hacia estas formas de arte.
Cuando la exhibición fue puesta en marcha enfocaba exclusivamente en la categoría de grabados o en obras bidimensionales realizadas en papel que retienen su calidad después de múltiples reproducciones, tales como los monotipos. En la sexta exhibición se observó la introducción de la categoría de dibujos, que abarca piezas originales en carbón, lápiz, tinta, pasteles así como acuarelas. Dibujos realizados en medios experimentales también son elegibles en esta categoría.
La muestra consta de dos componentes distintivos. La exhibición de competencia abierta es para todos los solicitantes, y este año atrajo un total de 1.404 obras en la categoría de grabados y 1.532 participantes en la sección de dibujo. La muestra invitacional es una oportunidad para que ganadores previos de la competencia abierta exhiban algunas de sus nuevas obras. Artistas de 78 países son representados en este acontecimiento.
Este año, los ocho ganadores en cada una de las dos categorías son de 13 países diferentes. Hubo dos ganadores de Taiwan, ambos en la competencia de dibujo. Pan Jen-sung ganó la medalla de oro y Hung Shih-wei obtuvo una mención honorífica.
Nacido en 1966, Pan ha ganado varios premios en los últimos años en la categoría de grabado y hasta recientemente participó en la de dibujo. Usó lápiz, tinta y acrílicos para crear su obra ganadora Cerros. Presenta un camino que se abre y lleva al observador a entrar en la estructura espacial que fluye debajo, y entre una pagoda y un estanque.
"El uso caótico de formas abstractas y símbolos así como de elementos pictóricos orgánicos le da a la obra un estilo nativista, rico y encantadoramente infantil", explica el artista. "Las delicadas líneas, y bloques de colores sutiles y elegantes también producen una sensación de paz y satisfacción cuando se observa la obra con un sentido de luz", indicó.
Las medallas de plata y bronce en la categoría de dibujo fueron obtenidas por el mexicano Carlos Pérez Bucio y Bogdan Topor, de Polonia. Unas 105 obras participaron en dicha categoría.
Gente de la ciudad, de Hung, presenta figuras que parecen un par de hombres en trajes oscuros y una mujer vestida de amarillo, acentuando el aislamiento y la frialdad que persiste en la jungla urbana. Las figuras aparecen ante un fondo desolado y vacío, exponiendo una casi intangible impresión de soledad. Viniendo de diferentes escenas, poseen una expresión uniforme y sombras sin alma. El aspecto convincente de la obra es cómo ésta imparte un sentido del inútil compromiso que los residentes de las urbes han establecido con su ambiente.
La obra Retrato de una niña: víctimas sociales No. 6, de Vara Chaiyanitaya, de Tailandia, ganó la medalla de oro, de entre 95 obras presentadas en la categoría de grabados.
Según Chaiyanitaya, quien nació en 1967, la sociedad tailandesa sufre dificultades más grandes que las expuestas por los medios de prensa, tales como una alta tasa de violencia en las calles y asesinatos. El espera crear un medio para reflejar el dolor de sus víctimas a través de su arte.
La poderosa composición en blanco y negro es afín a un ícono religioso. Capas de hermosa caligrafía tailandesa y patrones lineares se yuxtaponen sobre la figura humana. Los penetrantes ojos del sujeto brillan contra el fondo, acentuando el tema de la pureza e inocencia que afrontan un mundo duro. El artista indicó que expresa un deseo de amor y paz mediante el tono oscuro y en diversas capas de la obra.
Los ganadores de las medallas de bronce y plata en la categoría de grabados fueron Florin Hategan, de Canadá, y Keisuke Yamamoto, de Japón.
Wang Hsiu-hsiung, profesor de Bellas Artes de la Universidad Tunghai, sirvió como juez en la actividad. El encontró que las técnicas de tallado y en relieve fueron las más comunes entre los finalistas, seguidas por la litografía y serigrafía. Hubo métodos únicos usando una combinación de medios, incluyendo técnicas múltiples, combinación de planchas, collage y papel maché.
Además de los objetos tradicionales usados para crear obras para la categoría de dibujo, ha habido un notable incremento en la cantidad de ilustraciones y grabados computarizados en los años recientes. Esto sugiere que el mundo del arte está siguiendo una tendencia en otros sectores de la vida moderna y adoptando la computadora como una herramienta indispensable.
El museo invitó a intelectuales locales y extranjeros para que vieran y calificaran las obras presentadas así como para que asistieran a un simposio académico sobre grabados. Académicos procedentes de Taiwan, Japón, Suiza, Vietnam, Estados Unidos y China continental presentaron ponencias en la conferencia.
Pan Yuan-shih es director de un museo y un ávido artista del grabado. En el simposio, él presentó una tesis sobre el origen y posición actual del arte del grabado en Taiwan.
Pan cree que el contenido y estilo de los grabados tradicionales en la isla recibieron la influencia de áreas costeras en Fukien y Kwangtung. Las primeras migraciones a Taiwan involucraron una peligrosa travesía a través del Estrecho de Taiwan, tan peligrosa que en ese entonces era denominado la Quebrada Negra. Con frecuencia las embarcaciones hacían frente a grandes olas y corrientes traicioneras, y los viajeros agradecían a las deidades por un viaje seguro.
Esto se refleja en las obras más antiguas, incluyendo grabados en madera de Matsu, la diosa del mar, y sus asistentes. También hay un significativo número de enormes grabados de Kuanyin, la diosa de la misericordia, en grandes muros para que los fieles le rindan tributo.
Lin Yao-tang, quien da clases de Bellas Artes en la Universidad Ming Chuan, habló sobre dinero de sacrificio y el arte moderno de los grabados en Taiwan. Según su tesis, el arte del grabado en Taiwan puede ser dividido en cuatro períodos bien definidos. El primero está dominado por el método de corte en madera que fue popular en los años cuarenta. Un período de asociación del grabado moderno dominó desde la década de los cincuenta hasta los sesenta. Para 1970, el arte del grabado moderno tenía una fuerte influencia de las obras de Liao Hsiu-ping.
El período final empezó a principios de los años ochenta, y está definido por la influencia de concursos de grabados modernos, tales como la exhibición de grabados bienal y la competencia de Año Nuevo chino realizada por el Consejo para los Asuntos Culturales.
El dinero de sacrificio que es comúnmente utilizado en las ceremonias religiosas; ya sea de color dorado o plateado, por lo general está hecho de bambú, y se le añade un pedazo de papel aluminio, pintado de color dorado y terminado con un sello rojo. Incluso en el dinero de ofrenda incinerado en el Taiwan de hoy, el sello rojo es un grabado en madera. La prominencia del equipo utilizado y la frecuencia de su uso ayuda a explicar por qué los grabados en relieve se convirtieron en el formato dominante, indicó Lin.
Según él: "Aunque los principios y procesos son similares a los utilizados en los relieves de hoy, el dinero de sacrificio comúnmente usado puede ser denominado arte del grabado. No obstante, algunas personas se refieren a él como arte folclórico, grabados tradicionales e incluso grabados religiosos".
Otras exhibiciones de grabado se llevan a cabo en la isla. El Museo de Arte de Taiwan, la Asociación Ex-Libris de Taiwan, y el Museo de Bellas Artes de Kaohsiung realizan muestras similares.
Traducido del Taipei Journal por María Francisca González