02/05/2024

Taiwan Today

Noticias de Taiwán

El Templo Tsushih: un palacio del arte folclórico

26/03/1997

Arrellanado en el distante pueblo de Sanhsia, en la confluencia de tres ríos, una ubicación bastante propicia, se encuentra el templo Tsushih, de doscientos años de antigüedad.

Es un sitio solemne. El tranquilo interior del templo, iluminado por una miríada de pequeñas llamas de velas rojas y lleno con el olor de incienso, tiene el poder de apaciguar cualquier mente atribulada.

Al igual que en otros templos alrededor de Taiwan, el pueblo chino va allí para pedir buena suerte, o algún otro favor, a los dioses o para mostrar respeto hacia los antepasados. Pero desde la perspectiva histórica, el orgulloso templo de Sanhsia es mucho más que un centro espiritual para los residentes locales.

Dadas sus elaboradas obras en madera y piedra, y una estructura sumamente decorada, es visitado frecuentemente por aficionados al arte folclórico procedentes de Taiwan y de otras partes del mundo. Los turistas inmediatamente quedan impresionados por las delicadas tallas en madera; grabados en piedra; y esculturas de dragones auspiciosos, ciruelos en flor, aves fénix y sabios chinos hechas de bronce. Los estudiantes de arte que hacen viajes de campo consideran el lugar como un museo educativo.

Pero son los eruditos expertos en cultura china quienes muestran aún mayor reverencia por el lugar. Para ellos, el templo Tsushih es un "palacio del arte oriental".

Localizado a treinta kilómetros al sur de la ciudad de Taipei, el Templo Tsushih de Sanhsia posee gran valor histórico y artístico, según los intelectuales. Gran parte del crédito de la conservación del templo y sus bellas obras de arte folclórico es atribuida a Li Mei-shu, quien en 1947 se encargó de un importante proyecto para renovar la estructura.

Li, un nativo de Sanhsia, era un artista famoso que estudió pintura occidental en Japón pero que sintió el llamado de su tierra en el reino del arte tradicional chino. Li murió en 1983 a la edad de 82 años. Dedicó casi la mitad de su vida al proyecto de renovación, trabajando diligentemente durante treinta y seis años para restaurar y embellecer la arquitectura del templo.

Poniendo a prueba su fuerte sentido estético, a fines de la década de los cuarenta Li se fijó la meta de convertir el deteriorado edificio en un altar cultural, artístico e histórico. Su dedicado trabajo ha hecho distinguir al Templo Tsushih de entre miles de otros lugares de adoración en la isla.

Según Cheng Yu-tsai, secretario de la junta directiva del templo, el proyecto original de Li incluye la expansión de todo el templo así como la renovación de las estructuras históricas existentes. Cuando el proyecto fuera finalmente terminado, el complejo mediría 1.600 metros cuadrados e incluiría tres salas para ceremonias religiosas, una torre de tambor, un campanario, una biblioteca, un depósito y un cuarto para los archivos.

Bajo la supervisión de Li, se terminaron las obras en el frente y en las salas principales, una gran parte del proyecto. Pero cuando murió el artista taiwanés, el 40 por ciento del trabajo aún estaba sin terminar. Aunque en los años posteriores se ha hecho muy poco, recientemente ha surgido un renovado interés hacia el ambicioso trabajo.

Hoy, trece años después de la muerte de Li, la fase final del Templo Tsushih se ha convertido en una gran disputa entre la directiva del templo y los encargados de conservar el arte folclórico. El quid del argumento es qué tan rápido debe completarse el resto de la restauración.

El consejo de la administración del templo desea acelerar el proyecto para disminuir los gastos. No obstante, los historiadores y aficionados al arte folclórico temen que impulsar el proyecto a una apresurada conclusión resultará en un trabajo mal hecho y disminuirá el valor artístico del famoso templo. Los preservadores sostuvieron una audiencia a mediados de julio pasado en un esfuerzo por despertar el sentimiento del público por su causa.

A pesar de la controversia que rodea sus techos con aleros de cola de golondrina y llenos de estatuillas, el Templo Tsushih es indiscutiblemente uno de los principales atractivos culturales de Taiwan. Construido en 1769, el templo está dedicado a Chen Chao-ying, un patriota de la dinastía Sung quien intentó en vano convencer a los partidarios del régimen para que lucharan contra las fuerzas invasoras del mongol Genghis Khan en 1206.

A pesar del fracaso de Chen, sus descendientes de la tercera generación ayudaron a derrocar la dinastía mongol Yuan, dando inicio al establecimiento de la dinastía Ming en 1368.

En reconocimiento a los heroicos actos de la familia Chen, el primer emperador Ming, Taitsu, emitió un decreto para deificar a Chen Chao- ying como Tsu-shih, o "Gran Ancestro". Un altar dedicado al Gran Ancestro finalmente fue construido en Anxi, un pueblo en la provincia de Fukien en China continental.

Una gran ola de fukieneses inmigraron a la isla de Taiwan en el siglo XVIII. Un grupo de ellos trajo consigo una estatuilla del Gran Ancestro y se estableció en Sanhsia. Cuando los colonizadores construyeron su Templo Tsushih, el ídolo fue puesto en su interior como una fuente de fuerza espiritual.

El templo ha sufrido tres importantes renovaciones durante los últimos 150 años. En 1833, fue reconstruido después de un destructivo terremoto. La segunda remodelación se realizó en 1899, después de que el gobierno de la ocupación japonesa saqueó el templo en respuesta a una fracasada revuelta civil.

Y en 1947, dos años después de que Taiwan fue devuelta al régimen chino, Li, quien entonces tenía 46 años, dio inicio al tercer proyecto para conservar el templo.

Madera arriba y, de allí hacia abajo, todo de piedra sólida. Este es el concepto básico de la construcción del Templo Tsushih. Los techos están hechos de tablas de madera en capas de patrones octagonales. En lo referente a las paredes, columnas, escalones y pisos, todos están hechos de piedra, no de cemento.

"Li creía en la resistencia y durabilidad de la piedra. El quería que el templo perdurara cientos de años", dijo Cheng.

En la etapa actual del trabajo de restauración, el templo cuenta con 122 pilares de piedra, cada uno tallado con imágenes que representan historias de la mitología, la historia, la literatura o el folclor chinos. "El Templo Tsushih es el que tiene la mayor cantidad de pilares de piedra entre todos los templos de Taiwan. Cuando el proyecto de expansión sea completado, el número de pilares aumentará a 156", dijo Chang, quien ha trabajado en el templo toda su vida de adulto.

El par más famoso de columnas de piedra, localizado en la sala principal, está tallado con un diseño conocido como Cien pájaros entre ciruelos en flor. Cincuenta pájaros de diversas especies y en varias poses han sido esculpidos en cada uno de los dos pilares. Están incluidos pájaros nativos de Taiwan y especies de Asia, Africa y América.

Según Cheng, el artista Li intentó que el diseño de cien pájaros representara a todos los países del mundo viviendo juntos en paz y armonía.

El par Cien pájaros es parte de un grupo de seis columnas de piedra construidas enfrente de la sala principal. Cada uno de los dos pilares en el centro del grupo está tallado con un sinuoso dragón que sostiene una perla en su boca. Dado que el trabajo es tan exquisito, los cuernos, los bigotes y las escamas de los dragones parecen reales.

Las dos columnas de los extremos están decoradas con guerreros y caballos de la mitología china. Las expresiones en los rostros de los legendarios generales son verosímiles y sus armas, aunque no más largas que un bolígrafo, están talladas meticulosamente.

Se dice que los artesanos que trabajaron en los pilares tenían que dejar de tallar cada unos cuantos minutos porque la piedra se calentaba tanto durante la constante fricción. "Las columnas fueron talladas a mano sin la ayuda de máquinas. Se tomó aproximadamente unos mil días de trabajo para hacer cada una de ellas", dijo Cheng.

En las paredes del templo se reproducen escenas de pinturas famosas realizadas por pintores de Taiwan, tales como Wang Yi-yun, Fu Chuan- fu, Ou Haonien y el mismo Li.

En el interior de la sala principal hay cuatro columnas de piedra en las que se han grabado en hueco obras de la caligrafía china. Algunos de los reconocidos calígrafos que contribuyeron a los diseños fueron: Yu Yu-jen, Chia Chin-te y Yen Hsi-shan.

Extendidos sobre todo ello, en las secciones octagonales de los techos abovedados de los salones del frente y principal, se encuentran las tallas en madera más elaboradas del templo Tsushih. Leones y aves fénix volando son los motivos dominantes.

Los grabados de leones en el techo son particularmente complejos. En los pechos de los leones se tallaron cadenas con esferillas en su interior. Y debajo de las garras de las fieras hay pelotas huecas, dentro de las cuales hay pequeñas campanas.

Para asegurar longevidad, en las tallas se utilizó madera de ciprés chino y alcanfor. La madera aromática de estos árboles es conocida por su durabilidad y capacidad para repeler insectos. La madera también fue dorada para fortalecer sus capacidades de conservación.

Los cielorrasos tallados de los salones principal y del frente contribuyen a la singularidad del Templo Tsushih debido a que los diseños en los techos de la mayoría de los templos en Taiwan son pintados. "Las tallas doradas hacen que el templo se vea más esplendoroso", manifestó Cheng.

Además de sus tallas decorativas, el diseño estructural de los cielorrasos de los salones es de especial interés. Los cielorrasos se hicieron ensamblando numerosas placas de madera, capa sobre capa. No se utilizó ni un solo clavo ni tornillo.

Las obras esculpidas en bronce por Li y sus estudiantes de la Academia Nacional de Artes de Taiwan son otras de las características del templo. Según Cheng, el templo de Sanhsia fue el primero en Taiwan que empleó el arte en bronce para su ornamentación. Hay esculturas en bronce en las puertas y porciones de las paredes del templo. También, algunas de las estatuas de deidades y varios símbolos folclóricos de buen augurio están hechos de ese metal.

Para proteger el templo de los malos espíritus, en la puerta central del salón del frente se repujaron en bronce los dioses de las puertas: Cheng Lun y Chen Chi. Las dos puertas que flanquean la puerta central tienen grabados en relieve los dioses folclóricos de la riqueza y de la prosperidad.

Traducción de María Francisca González de The Free China Journal

Popular

Más reciente