29/04/2024

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Espejos de bronce reflejan la antigüedad

16/04/1997

Aunque el tiempo quizás haya apagado su brillo, su antigüedad ha aumentado su valor artístico e histórico.

Los espejos de bronce chinos, con sus intrincados diseños grabados en la parte posterior, son valiosas obras de arte entre los coleccionistas de antigüedades de todo el mundo.

El Museo Nacional de Historia en Taipei alberga una extensa colección de más de doscientos espejos de bronce chinos que datan desde el Período de los Estados Combatientes (476-221 a. de C.) hasta la dinastía Ching (1644-1911).

Para que los conocedores del arte y el público en general puedan apreciar mejor la belleza y la importancia cultural de los elaborados espejos de bronce, el museo exhibió estos tesoros artísticos.

Huang Kuang-nan, director del museo, indica que en la antigüedad los espejos de bronce fueron una parte importante de la vida cotidiana del pueblo chino. Además de ser una necesidad diaria, los elegantemente grabados espejos de la China antigua también eran ampliamente utilizados como decoración e incluso como objetos para protegerse de los malos espíritus, añade Huang.

Además de enfocar en estos aspectos, la muestra del Museo Nacional de Historia también arrojó luz sobre el desarrollo tecnológico de las técnicas usadas por los chinos para fundir bronce en el transcurso de los siglos.

"Estos espejos de bronce son materiales valiosos para los historiadores en el estudio de las costumbres folclóricas, las actitudes sociales y las situaciones económicas de las diversas dinastías", indica el director del museo.

Shih Hui-mei, investigadora del museo, señala que los chinos de antaño usaron bronce fundido para hacer la superficie reflectante de los espejos antes que empezara a usarse el vidrio.

Puliendo un lado de la aleación de cobre y estaño, los chinos descubrieron hace mucho tiempo que podían crear una superficie reflectante adecuada para acicalarse y ajustar su atavío.

El origen de los espejos de bronce en China se remonta al Período Neolítico, unos seis mil años antes de Cristo. Un espejo desenterrado en 1977 de una tumba ubicada en la provincia de Qinghai, es el más antiguo encontrado hasta la fecha.

Una biografía de Huang Ti, el Emperador Amarillo del siglo XXVII a. de C., indica que el legendario gobernante chino fundió doce espejos de bronce, para usar uno diferente cada mes.

Los historiadores por lo general creen que los espejos de bronce cobraron popularidad durante la dinastía Shang (1766-1122 a. de C.) y entraron en un nivel de desarrollo más elevado en la dinastía Chou (1122-221 a. de C.).

Durante mucho tiempo, los diseños en la parte posterior de los espejos eran en su mayor parte patrones geométricos sencillos e imágenes básicas de animales. No aparecieron inscripciones hasta el Período de los Estados Combatientes.

En la dinastía Han (206 a. de C.- 220 d. de C.), un gran avance en el desarrollo económico de la sociedad china resultó en una mayor prosperidad económica. Esto, a su vez, dio lugar a un uso más extendido de los espejos de bronce y a una mayor sofisticación de los diseños artísticos.

Sin embargo, la dinastía Tang (618-907), es considerada por los historiadores como la edad dorada de los espejos de bronce chinos. La apertura de los enlaces comerciales entre China y países extranjeros expuso los singulares espejos al mundo externo y a la vez, puso a los artistas chinos en contacto con diseños y motivos exóticos de tierras lejanas.

También a partir de la dinastía Tang, el pueblo chino empezó a seguir la costumbre de enviar espejos de bronce como regalos.

No obstante, finalmente los espejos de bronce entrarían en una época de decadencia, causada por el gradual surgimiento de los espejos de vidrio de las dinastías Ming (1368-1644) y Ching.

En la sociedad china, el espejo durante mucho tiempo ha sido considerado como símbolo de profunda sabiduría. Una cita de la biografía de Wei Cheng, primer ministro de la dinastía Tang, es un buen ejemplo de ésto: "El emperador Taitsung en cierta ocasión dijo que si usas tu bronce como un espejo, puedes arreglarte la ropa; si usas la antigüedad como tu espejo, sabrás sobre las vicisitudes de la vida. Y si usas a la gente como tu espejo, comprenderás los conceptos de ganancia y pérdida".

El antiguo filósofo chino Chuang-tzu escribió: "La mente del noble es un espejo que nunca encubre ningún objeto".

Una de las muchas funciones de los espejos de bronce chinos en la antigüedad era protegerse de los malos espíritus o de las desgracias. Shih, del Museo Nacional del Palacio, indica que los espejos de bronce que datan de la dinastía Han tienen inscripciones tales como "alejar la mala suerte" en la parte posterior.

"Esto demuestra que la práctica de usar los espejos para alejar el mal ha existido cuando menos desde esa época", dice la investigadora.

Así mismo, a partir del período de las Cinco Dinastías (907-960), los espejos eran usados como objetos funerarios. Un libro de la dinastía Sung del Sur (1127-1279) escrito por Chu Mi declara: "Al final de las ceremonias para colocar a los muertos en los ataúdes, se colgaban espejos sobre los féretros con el fin de iluminar la oscuridad para los muertos".

Descubrimientos arqueológicos de tumbas de la dinastía Sung (960- 1279) en la provincia de Shannxi incluyeron espejos que estaban colgados en el centro de los techos de las tumbas.

Además, las excavaciones de antiguas tumbas chinas también revelaron que se habían puesto espejos sobre las cabezas, pechos o pies de los cadáveres.

Entre los sacerdotes taoístas era una práctica común usar espejos de bronce como instrumentos para expeler las fuerzas negativas. La creencia general era que sus espejos con formas especiales revelarían las formas originales de los espíritus malévolos que habitaban los cuerpos humanos. Estos espejos tenían superficies sumamente cóncavas para manipular al máximo los reflejos de la luz.

"La costumbre de usar espejos cóncavos tiene una larga historia en China", dice Shih. El registro más antiguo de dichos espejos para alejar los demonios, añade, se encuentra en un libro de la dinastía Chin Oriental (317-420) escrito por Ko Hung.

Los espejos también desempeñaron un papel importante en la arquitectura tradicional china. En la antigüedad, las paredes o los caballetes de los techos de los templos por lo general eran decorados con espejos protectores.

Según Shih, algunos chinos colgaban los espejos sobre los portones de sus patios o en los techos de sus casas para alejar los malos espíritus.

Los espejos eran considerados objetos auspiciosos. Eran un elemento necesario de las dotes de las mujeres chinas. Y además de servir como objetos de los compromisos matrimoniales, eran usados por las parejas en el transcurso de sus vidas de casados como símbolos circulares de armonía y felicidad.

En las dinastías Sui (581-618) y Tang, la costumbre de presentar espejos como regalos de afecto entre hombres y mujeres echó raíces.

Según Shih, los antiguos también usaron los espejos para adivinar acontecimientos futuros y predecir la buena o la mala suerte en rituales realizados durante los días del Año Nuevo chino.

Los espejos exhibidos en el Museo Nacional de Historia manifiestan las habilidades decorativas de los artesanos que crearon estas exquisitas obras de arte. Los artistas también tuvieron gran talento en las tallas de espléndidos diseños y la creación de inscripciones auspiciosas. Como tales, los antiguos espejos de bronce chinos eran una rica combinación de la literatura, la pintura y las artesanías.

"La fabricación de espejos estaba estrechamente relacionada con la prosperidad o decadencia de cada dinastía en particular", señala Shih. "Por ejemplo, en tiempos de paz o vigorosa actividad económica, florecía la creación de los espejos de bronce".

Además, y de especial significado para los historiadores es el hecho de que los espejos de bronce reflejaban los valores morales de los diversos períodos. "Por ejemplo, que las teorías sobrenaturales eran populares durante la dinastía Han", dice Shih.

Las deidades chinas tal como la Gran Anciana del Oeste por lo general eran usadas como motivos decorativos al reverso de los espejos. Así mismo, la dinastía Tang era un tiempo de frecuentes intercambios con naciones extranjeras. Imágenes de leones y uvas así como de otros objetos traídos de lejos frecuentemente aparecían en los diseños de los espejos de ese período.

Al mostrar las partes posteriores de los espejos de bronce, los lirios y otras imágenes budistas comunes manifiestan un período en la historia en el que el budismo echó sus primeras raíces en la sociedad china.

Traducción de María Francisca González de The Free China Journal

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