05/05/2024

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Arte y cultura de la dinastía Sung

06/06/2000
Un detalle de la obra caligráfica Observancia de la comida fría, de Su Shih (1036-1101).

Chao Kuang-yin, en su capacidad de general del período Chou posterior, asumió el poder y derrotó a los rivales al finalizar el período de las Cinco Dinastías (907-960), estableciendo la dinastía Sung y siendo conocido después como el emperador Tai-tsu (Gran Fundador). Mediante la política de mantener “un tronco fuerte con ramas débiles”, centralizó la autoridad militar dejando a funcionarios a cargo de las tropas. Aunque su influencia en el exterior disminuyó, fomentó la estabilidad y un ambiente de progreso interno. A pesar de los conflictos intermitentes con los vecinos del norte —las dinastías Liao y Chin— el clan Chao preservó a los Sung durante 319 años. En cierto momento los conflictos dieron lugar a la caída de la dinastía. En 1126, los jurchen, una tribu del norte, tomaron la capital Kaifeng y establecieron una nueva dinastía: la Chin. La corte Sung tuvo que retroceder hacia el sur y se estableció en la gran ciudad sureña de Hangchow. Este acontecimiento marcó la junción entre la dinastía Sung del Norte y la Sung del Sur. No obstante, la dinastía Sung es universalmente considerada como una de las épocas más gloriosas del arte y la cultura china.

En cuanto a la filosofía, numerosos intelectuales, tales como Chou Tun-i, Chang Tsai, Cheng I y otros, revitalizaron el pensamiento confucianista para establecer la Escuela Neoconfucianista del Principio (li-hsueh), que a la larga se convirtió en una ideología del estado. El Sung fue también un período de grandes historiadores, tales como Ssu-ma Kuang y Li Tao, quienes escribieron extensas cronologías de la historia china. Yuan Shu alcanzó grandes logros, mientras que Cheng Chiao y Ma Tuan-yu compilaron importantes enciclopedias.

En el área de la literatura, la dinastía Sung se destacó por figuras como Ou-yang Hsiu, Wang An-shih, Tseng Kung y los Tres Su (incluyendo a Su Shih), quienes dieron vigor a la prosa y se distinguieron tanto como Han Yu y Liu Tsung-yuan, de la dinastía Tang (618-907). La sociedad Sung fue testigo del surgimiento de intelectuales-funcionarios, quienes, a diferencia de los períodos previos con frecuencia eran de orígenes humildes.

El comercio alcanzó un auge sin precedentes, ya que la clase de los mercaderes creció y la prosperidad se extendió. Todos los niveles de la sociedad —desde la corte y los eruditos, hasta los comunes— reflejaban un interés en el mundo de los objetos e ideas, como se observa frecuentemente en las obras de los grandes poetas tzu, incluyendo Liu Yung, Chou Pang-yen, Li Ching-chao, Hsin Chi-chi and Chiang Kuei.

La propagación del uso de la xilografía con bloques de madera en el territorio significó que la información fue cada vez más accesible para muchas personas. Había muchas imprentas oficiales y privadas, lo que dio lugar a la promoción de la erudición y la educación general. Los grabados con bloques de madera también eran de alta calidad, haciéndolos obras que arte que han sido altamente apreciadas por los coleccionistas desde sus inicios. La invención de la imprenta de tipos móviles en la dinastía Sung también redujo los costos de impresión e incrementó considerablemente la rapidez de la producción.

En términos de artesanías, el nivel de refinamiento y calidad llegó a la cúspide. Las artesanías de varias regiones —como las lacas de Wenchou, los tapices de Ting-chou, los espejos de bronce de Hu-chou, y la tinta y piedras de entintar de Hsi-chou— eran famosas entre los expertos. En la cerámica, la belleza y perfección de las vasijas de porcelana blanca hsing y las vasijas de porcelana mi-se de la dinastía Yueh (período de las Cinco Dinastías), anunciaron los desarrollos de la Sung, que se destacó por los productos de los hornos de Ting, Ju, Kuan, Chun, Yao-chou, Tzu-chou, Chien-chou, Lung-chuan y Ching-te-chen.

Las cerámicas Sung son valoradas por su variedad y calidad. Estas abarcan desde estilos populares rústicos hasta ultrarefinados, incluyendo una experta aplicación de vidriados para crear tonos suaves de azul y crema; superficies gruesas y lustrosas; resquebrajaduras como las del hielo; y hasta patrones y motivos tales como piel de liebre y hojas verosímiles. Sin duda alguna, las cerámicas reflejan la fusión de los logros estéticos y técnicos de la dinastía Sung.

Influidos por el interés neoconfucianista en los principios del universo, el renacimiento espiritual y los rituales sirvieron como la base para que los intelectuales entendieran el mundo que los rodeaba. Ellos empezaron a coleccionar bronces y estelas con inscripciones, buscando las raíces de su lengua e historia. Al hacer una reevaluación de las ideas y los implementos utilizados en los rituales, vieron el pasado para revisar el presente, convirtiéndose en pioneros en los campos de las antigüedades y la arqueología.

El período Sung también es conocido como la edad de oro de la pintura y la caligrafía, que florecieron poco después de la fundación de la dinastía. El emperador Tai-tsu continuó y expandió el precedente de las Cinco Dinastías de mantener una academia de la pintura en la corte. Otros emperadores, tales como Tai-tsung y Jen-tsung, sintieron pasión por el arte, y se esforzaron por coleccionar obras caligráficas y convertir la colección imperial en un gran depósito. No obstante, el gobernante que ejemplifica al emperador como patrón y artista es Hui-tsung, quien no sólo imponía los estilos de pintura de la corte y se destacaba en la caligrafía, sino que también realizaba exámenes para seleccionar y cultivar a los mejores artistas de su reino. Por eso, no es una sorpresa que la pintura haya florecido en dicho ambiente.

En la pintura de paisajes se destacaron maestros como Fan Kuan, Kuo Hsi, Li Tang, Ma Yuan y Hsia Kuei. Artistas como Li Kung-lin, Su Han-chen, y Mou I, dieron vitalidad a la pintura de retratos, mientras que Huang Chu-tsai, I Yuan-chi, Tsui-po y Lin Chun dieron gloria al género de aves y flores. La dinastía Sung del Norte también fue testigo de un florecimiento del “arte escolar”. En éste se pueden incluir las obras monocromas en tinta de Wen Tung.

Aunque la mayor parte de la colección del Museo Nacional del Palacio se deriva directamente de la corte Ching (1644-1911), en realidad las semillas fueron plantadas hace mil años en el período Sung. Cuando Tai-tsu absorbió a los artistas y las colecciones de sus rivales derrotados, y Tai-tsung recorrió todo el territorio en busca de antiguas obras caligráficas (amasando una colección de miles de piezas), ellos prepararon el camino para la institución de coleccionar y preservar los objetos culturales del pasado.

Para el reinado de Hui-tsung, el depósito imperial de antigüedades, pinturas y caligrafías había crecido aún más, culminando en una gran colección de arte registrada en catálogos que todavía se conservan. No obstante, con la caída de la capital después de Hui-tsung, los invasores Chin desparramaron y saquearon los tesoros. Después de que Kao-tsung restableció la dinastía Sung en el sur, casi inmediatamente empezó a adquirir nuevamente lo que quedaba de la colección.

Al terminar las dinastías Sung del Norte y del Sur, las obras de éstas se convirtieron en parte de la colección de la dinastía Yuan, bajo los mongoles. Tras el colapso de la dinastía Yuan en 1368, los tesoros de las cortes Sung y Yuan constituyeron la base de la colección de la dinastía Ming (1368-1644). Esta finalmente fue adquirida por los conquistadores manchúes, que establecieron la dinastía Ching.

Luego, en 1925, el Museo Nacional del Palacio fue establecido, asumiendo la responsabilidad pública de una colección que se originó con la corte Sung del Norte. Aunque los tesoros han cambiado de manos así como sufrido pérdidas y adiciones en el transcurso de los siglos, algunas piezas aún pueden ser remontadas al reinado de Hui-tsung.

La colección de obras Sung del museo es una de las más grandes del mundo. Además de marcar la llegada de un nuevo milenio, este año representa un momento apropiado para mirar en retrospectiva los logros de la dinastía Sung. China al comienzo del segundo milenio: arte y cultura de la dinastía Sung, que se está llevando a cabo en el museo ubicado en un suburbio de Taipei, exhibe algunas de las obras Sung más exquisitas y celebra el nuevo milenio mientras que ofrece una mirada a la gloria artística y cultural de ese período.

La muestra rompe el patrón tradicional de presentar las obras cronológicamente. Los objetos están divididos en cinco categorías temáticas: El Tao y el arte; La naturaleza como maestra; Belleza y simplicidad; Vida y arte; y Síntesis cultural.

Traducción por María Francisca González de materiales brindados por el Museo Nacional del Palacio

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