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Montículo Chihshan: corredor de la historia

16/07/1997

Se dice que una tierra bendecida con ruinas antiguas es una tierra rica en recuerdos e historia. Taiwan es tal sitio y quizás el lazo más importante de la isla al pasado es el montículo Chihshan.

Dado que es el primer sitio prehistórico descubierto en la isla, la colina cubierta de densa vegetación ciertamente tiene un pasado colorido. Su historia abarca todo un espectro de acontecimientos fascinantes, desde la evidencia de hombres antiguos e historias de fantasmas, hasta interés hacia la seguridad de un presidente.

Pero a pesar de su importancia arqueológica y cultural, pocos residentes de Taipei saben que enterrado bajo este parque de la ladera se encuentra un rico registro histórico de la ciudad.

"Mis amistades me pedían que fuese su guía y les mostrara el lugar. Dado que había vivido cerca del montículo Chihshan durante mucho tiempo, equivocadamente asumían que sabía mucho sobre su historia", dijo Liu Hsiu-hui. Ella es una ama de casa que vivió cerca del antiguo sitio durante más de 15 años.

Liu admitió que hasta hace tres años no tenía ninguna idea de por qué los historiadores estaban tan interesados en la colina. Fue entonces que se unió a un grupo conservacionista local llamado Equipo de Mantenimiento del Montículo Chihshan.

A ella no se le puede culpar de no haber estado al tanto del tesoro sociológico de la vecindad durante todos estos años. Con sus campos recreativos, grandes árboles, templos folclóricos y pabellones al estilo chino, el Parque del Montículo Chihshan se parece al de cualquier otra ciudad de Taiwan.

El lugar prehistórico fue descubierto por primera vez a fines del siglo XIX. Pero, no fue sino en la década de los ochenta que los arqueólogos empezaron a desenterrar un considerable número de artefactos en la colina Chihshan. Esto indica que hace decenas de millones de años, la colina todavía era un islote con agua del mar barriendo sus costas.

La Puerta Oeste fue construida en la colina durante la dinastía Ching (1644-1911) por los primeros inmigrantes procedentes de China continental. La entrada de piedra fue designada una reliquia histórica en 1975, pero transcurrirían otros 18 años antes de que el Ministerio del Interior registrara la colina en sí como un sitio histórico.

La importancia del lugar quizás habría sido pasada por alto totalmente si no hubiese sido por una propuesta inicial hecha por el profesor Hsu Yu-chien del Instituto de Humanidades y Tecnología Huafan. Después de realizar investigaciones preliminares, en 1993 Hsu instó al Gobierno de la ciudad de Taipei a que transformara el área en un parque histórico y cultural.

"El montículo Chihshan es un sitio histórico con un valor pluralista para la conservación", dijo el profesor en la propuesta.

El Gobierno Municipal aprobó el proyecto y destinó un presupuesto de varios millones de dólares para transformar el sitio. Sin embargo, la propuesta alarmó a los conservacionistas y ecologistas. Ellos arguyeron que las obras de construcción podrían destruir los objetos que todavía estaban enterrados en la colina y dañar su delicada ecología.

El Gobierno de la ciudad decidió suspender el proyecto, esperando los resultados de un estudio de un año sobre Chihshan. El grupo de investigación, dirigido por el profesor Chen Liang-chuan, de la Universidad Nacional de Taiwan, condujo intensos estudios sobre la geología, geografía, flora y fauna e historia del lugar.

Más o menos durante el mismo tiempo, los residentes locales fundaron el Equipo de Mantenimiento del Montículo Chihshan. El grupo participó en trabajos de investigación, haciendo su parte para ayudar a conservar el histórico cerro.

En febrero de este año, el alcalde de Taipei, Chen Shui-bian, dio instrucciones a la Oficina de Asuntos Civiles del Gobierno Municipal para que se encargara de la conservación y mantenimiento del montículo Chihshan.

Para muchas personas, el montículo de ninguna manera es un sitio recreativo. Según ellas, la colina pertenece a los muertos. Con el fin de apoyar esta afirmación, pueden contar historias espeluznantes de fantasmas que habitan el cerro.

"Los ancianos entrevistados durante la investigación dijeron que raramente se aventuraban a la cima del cerro cuando eran jóvenes. Sus padres siempre les advirtieron que no se acercaran al lugar", indicó Liu.

Cuando el Gobierno de la República de China se trasladó a Taiwan en 1949 en plena guerra civil china, Chihshan estaba parcialmente cerrado al público. Tropas fueron estacionadas en una vista estratégica para vigilar la cercana propiedad en que el fallecido presidente Chiang Kai-shek y su familia vivían entonces.

Antes de finalizar el siglo XIX, Chihshan era un sitio de adoración importante para el pueblo de Changchou, colonizadores que llegaron a Taiwan procedentes de la provincia de Fujian, en China continental. En un terreno privado donado en 1752 por una familia de apellido Huang, los aldeanos construyeron el Templo Hueichi, y lo dedicaron a su guardián espiritual, Kai Chang Sheng Wang.

Luego, un templo más pequeño fue añadido detrás del Templo Hueichi para adorar al emperador Wen-chang, quien fue deificado como el Dios de los Académicos. Durante el período de la ocupación japonesa en Taiwan (1895-1945) el complejo del Templo Hueichi fue convertido en un centro para enseñar el idioma japonés a los residentes locales.

La Puerta Oeste permanece como un monumento a las constantes guerras entre los clanes rivales de los primeros colonizadores en la cuenca de Taipei. En el transcurso de los siglos XVIII y XIX, hubo numerosos y sangrientos enfrentamientos entre los inmigrantes de China continental, que luchaban por la tierra y los recursos. El conflicto más famoso fue uno entre los clanes de Changchou y Chuanchou.

El pueblo de Changchou construyó una fortaleza que tenía puertas en el este, oeste, norte y sur del perímetro de Chihshan. Cuando eran atacados, los habitantes se refugiaban detrás del muro y cerraban las puertas del pueblo. Hasta ahora, sólo la Puerta Oeste ha resistido los rigores del tiempo.

Un ataque sumamente famoso dio lugar a un gran número de pérdidas en los dos ejércitos. Los cuerpos fueron tantos que tuvieron que ser enterrados en una misma tumba en el cerro. Existe una graciosa historia sobre la tumba, conocida como Tung Kuei Hsuo.

"Se dice que la tumba tiene una apertura en algún sitio en la cima del montículo", dijo Liu. "La leyenda cuenta que una noche varios esqueletos repentinamente fueron lanzados por la apertura. Viendo este misterioso acontecimiento, los locales metieron otra vez los esqueletos a la tumba, sólo para descubrir que a la noche siguiente habían sido lanzados otra vez.

"Los locales bromeaban que los esqueletos tal vez eran muertos del clan de Chuanchou que estaban siendo desterrados por los muertos del grupo de Changchou quienes se negaban a vivir con ellos hasta en el infierno", añadió Liu.

Hay otras historias que como esa aumentan la aprensión que algunos residentes locales sienten ante la idea de aventurarse a la cima del cerro durante la noche.

En 1895, la corte Ching cedió Taiwan al Japón en el Tratado de Shimonoseki, después de que China fue derrotada en la primera guerra sino-japonesa. Las tropas japonesas despachadas a Taiwan hicieron frente a una fuerte resistencia de los habitantes en la isla. Decenas de miles de personas murieron en las batallas de resistencia.

En una emboscada para vengar la sangrienta toma, las guerrillas de la isla mataron a seis profesores japoneses en 1896. Los profesores se encontraban entre los primeros que fueron reclutados por el gobierno de la ocupación para enseñar japonés al pueblo de Taiwan. En 1929, los japoneses construyeron un templo en el montículo Chihshan para conmemorar a los profesores muertos.

El templo fue demolido después de la retrocesión de Taiwan. El Gobierno de la República de China erigió un pabellón y una sala de lectura para honrar al general Tai Li, el padrino de los agentes secretos de la nación.

Los cerezos japoneses que antes alineaban el camino que lleva al templo fueron substituidos con banianos (higueras de Bengala). "Dado que el gobernante cambió, los árboles cambiaron también", explicó Liu.

Una estela instalada en 1959 considera patriotas a las guerrillas que emboscaron a los profesores.

Ambos, la corte Ching y el gobierno de la ocupación japonesa prohibieron la tala en el montículo Chihshan, ayudando a conservar la biodiversidad del paisajístico bosque. Un alcanforero de trescientos años es el árbol más antiguo del parque. Se necesitan cuatro niños unidos de las manos para rodearlo totalmente.

El parque también es un buen sitio para observar el fenómeno de "enredo y estrangulamiento" en el cual un baniano crece directamente encima de otro. Las semillas de un baniano caen en un árbol receptor. El nuevo árbol empieza a crecer y finalmente enreda al árbol huésped con su tronco", dijo Liu.

La abundante vegetación del parque es un hábitat ideal para pájaros, ardillas, reptiles e insectos. Los visitantes del montículo Chihshan frecuentemente escuchan el frenético cotorreo de los pájaros o el animado chachareo de las ardillas buscando comida. Un giro de la imaginación puede convertir estos sonidos en el llanto de los clanes de Changchou y Chuanchou combatiendo por territorio.

"Visitar el parque es como estar en el corredor de la historia", dijo Liu.

Traducción de María Francisca González de The Free China Journal

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