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Taipei exhibe cerámica china del Museo Guimet

26/06/1999
Bodhisattva de porcelana ching-pai. Chingtehchen. Dinastía Yuan. Altura: 56 cm. (Fotos cortesía del Museo Nacional de Historia)
El Museo Guimet de París, Francia, ha traído de vuelta a suelo chino cerámicas centenarias que abarcan varios períodos dinásticos. La exhibición Arcilla de Nieve, Hielo y Sombras, inaugurada recientemente en el Museo Nacional de Historia de Taipei (NMH, siglas en inglés), muestra 130 obras de la sobresaliente colección de cerámicas chinas monocromas de Guimet. Las finas piezas en la muestra datan del siglo I al siglo XIV.

“El propósito de esta exposición es permitir que el público aprecie la belleza y el espíritu de las cerámicas chinas monocromas”, indicó Huang Kuang-nan, director del NMH.

Huang explicó el nombre poético de la muestra. “Arcilla” sugiere obviamente cuál es el material con que se hace la cerámica. “Nieve” se refiere a las obras en la exhibición que fueron recubiertas por los antiguos ceramistas con lustrosos esmaltes blancos. La comparación fue extraída de los escritos de un poeta de la dinastía Tang (618-907) que compara la hermosa cerámica blanca con la pureza de la nieve.

Lu Yu, en El clásico del té, compara las cerámicas blancas de los hornos Hsing (Xing) con la nieve, y los celadones de los hornos Yue con el verde pálido de la nieve de invierno. Hsing y Yue son dos áreas de China continental famosas en los siglos pasados por sus maravillosas obras de cerámica.

El uso de la palabra “sombras” en el título de la exhibición es una alusión a la cerámica negra favorecida por los entendidos en la materia durante las ceremonias del té de la dinastía Sung (960-1279).

Al mostrar los poderes cautivantes de los tres esmaltes –blanco níveo, verde helado y negro sombreado– la exhibición de Taipei sirve como una retrospectiva del tradicional arte de la cerámica china.

Taipei exhibe cerámica china del Museo Guimet

Tinaja. Cerámica con esmalte marrón oscuro y manchas grises. Honan. Dinastía Tang. Altura: 44 cm.

La extensa colección de cerámicas chinas de Guimet contiene más de 8 mil piezas. La exposición en Taipei, que clausurará el 27 de los corrientes, aparte de ser una exquisita muestra de la colección del museo francés, también marca la primera vez que esas obras se exhiben fuera de Francia.

Jean-François Jarrige, director de Guimet, indica que se seleccionaron obras de los diferentes hornos de la China antigua para mostrar el desarrollo en fases múltiples del arte de la cerámica china.

La muestra de Taipei representa la última exhibición patrocinada por Guimet antes de la reapertura del museo parisiense el próximo año, al completarse su importante proyecto de renovación iniciado hace tres años. El proyecto le dará mayor espacio de exhibición, una biblioteca más grande y una nueva sala de conferencia al museo.

La vasta colección de cerámicas chinas de Guimet proviene de varias fuentes. Pero merecen especial reconocimiento dos contribuidores en particular: Ernest Grandidier y Michel Calmann.

Grandidier acumuló 6.500 piezas de cerámica china durante sus 40 años de colección. En los años 1870, él se concentró en las piezas de gran tamaño de la dinastía Ching (1644-1911). A fines del siglo pasado, su interés cambió a las cerámicas de la dinastía Ming (1368-1644). A inicios del siglo XX, Grandidier enfocó en la recolección de obras de Sung.

Su colección fue donada al Louvre en 1911. Después de la Segunda Guerra Mundial, la misma fue transferida al Guimet junto con la colección de Calmann, quien tenía más de 500 obras de cerámica que datan de las dinastías Han (206 a.C.-220 d.C.) a la Sung.

Taipei exhibe cerámica china del Museo Guimet

Florero. Cerámica gris con revestido blanco. Decoración pintada bajo esmalte transparente. Chichou. Dinastía Sung. Altura: 42,5 cm.

Otras importantes aportaciones fueron las donaciones de cerámica china antigua en 1973 y 1988 por Lionel Jacob, que ayudaron a expandir el alcance histórico de la colección de Guimet.

El museo ha adquirido muchas otras obras de arte asiático a través de varios programas propios. Todas esas piezas han convertido a Guimet en una meca del arte antiguo de Asia.

En los últimos 20 años, los investigadores de Guimet han estado trabajando en cooperación con otros expertos del mundo entero para encontrar cerámicas chinas perdidas en naufragios.

Jean-Paul Desroches, conservador jefe de arte asiático del museo, explica que en los siglos anteriores, los europeos, particularmente portugueses y holandeses, viajaron a través del Océano Atlántico, el Océano Indico y el Mar de China para recolectar obras de arte asiático. Pero algunos de esos buques se hundieron, llevando consigo muchos tesoros artísticos chinos al fondo del mar.

La participación de Guimet en operaciones de salvamento ha añadido más de 200 piezas de cerámica china a la rica colección del museo parisiense.

El arte de la cerámica china tiene una larga historia. La forma artística tuvo su etapa de desarrollo desde el siglo I al X. Alcanzó una cúspide durante las dinastías Tang y Sung con el perfeccionamiento de los esmaltes monocromos parecidos al jade. A partir de la dinastía Yuan (1279-1368), se popularizó la pintura sobre las obras de cerámica.

Taipei exhibe cerámica china del Museo Guimet

Tazón. Cerámica con esmalte azul claro. Horno Chun. Dinastía Yuan. Altura: 8 cm.

La noción popular de atribuir una calidad similar al jade a la cerámica surge de la preferencia del pueblo chino por la piedra preciosa. Desde la antigüedad, el jade ha sido considerado en la sociedad china como un símbolo tanto del carácter del hombre como de la belleza de la mujer.

Los celadones son probablemente la cerámica monocroma china más conocida por su esplendor verde lustroso. Las vasijas de celadón son cocidas a temperaturas extremadamente altas y sus tintes verdes vienen del óxido de hierro.

El término “celadón” fue utilizado por primera vez por los europeos debido a que las cerámicas verduscas les recordaban de las cintas del mismo color que vestía Celadón, protagonista de un novela pastoril francesa del siglo XVII.

Los hornos en Lungchuan (Longquan) fueron la fuente más famosa de celadones en China continental. Con el tiempo, fueron sobrepasados por los hornos de Chingtehchen (Jingdezhen). Los de Lungchuan se volvieron obsoletos en la dinastía Ming.

La cerámica blanca, que se refiere a obras hechas de caolín con un esmalte transparente, antecede al celadón y se remota al siglo VI. Este género fue especialmente popular en juegos de té, ya que el fondo brillante resalta la apariencia del té, sea negro o verde. Chingtehchen fue también bien conocido por estos productos.

Las primeras cerámicas blancas no tenían un color blanco puro. En vez, tenían un ligero tinte verdoso como resultado de haber sido cocidas en hornos donde se hacían también los celadones. Pero, se logró un blanco inmaculado en este tipo de cerámica durante la dinastía Tang.

Durante esta dinastía, las cerámicas fueron unos de los principales productos de exportación de China. Las mismas fueron embarcadas hasta Africa.

La cerámica negra está estrechamente relacionada a los celadones en cuanto a técnica de producción. Se le considera generalmente como una extensión y avance de la producción del celadón.

La cerámica negra se popularizó en la dinastía Sung al ser usada para una forma especial de tomar té llamada tiencha. Como involucraba beber un tipo de té blanco, el uso de tazas negras era especialmente atractivo.

Durante este período, los literatos chinos exaltaron las virtudes de la cerámica negra. Hoy, la cerámica negra sigue siendo popular en Taiwan en la forma de grandes platos para sopas de fideos.

La cerámica de Chichow (Cizhou) fue resaltada como tema en la presente exhibición. La misma se parece a la cerámica blanca pero tiene ligeras variaciones en diseño y técnica de producción. La cerámica de esta área de China continental data de las dinastías Sung y Yuan, y era generalmente utilizada como utensilios de uso diario.

En cuanto a las formas de la cerámica china, los ceramistas antes del siglo III seguían los patrones básicos de los cacharros de bronce al diseñar sus obras. Con el tiempo, aparecieron nuevos y atrevidos diseños para los objetos de cerámica.

Traducido por Luis M. Chong L. de The Free China Journal

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