08/05/2024

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No nos tengan lástima

16/06/1999
No nos tengan lástima

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Arriba: Una obra (autor desco-nocido) utilizada en una tarjeta del capítulo de Taiwan de la MFPA.

Abajo: Hsieh Kun-shan trabaja con la boca en una de sus obras. El utiliza técnicas de la pintura china tradicional así como de la occidental. Hsieh ha montado exhibiciones individuales y participado en varias actividades a nivel interna-cional.(Fotos cortesía de la MFPA)
Nacido en el seno de una familia campesina pobre, Hsieh Kun-shan, tuvo una niñez normal, como la de cualquier otro niño en la vecindad. Al igual que muchos de ellos, Hsieh tuvo que trabajar tiempo completo para ayudar a mantener a su familia después de que terminó la escuela primaria. Después de varios años de arduo trabajo, se convirtió en un joven con una constitución física bien fuerte. Hsieh recuerda que cuando tenía solamente quince años, podía recorrer una distancia considerable con más de doscientas libras de mercancía sobre sus hombros.

Si todo hubiera salido bien, Hsieh se habría convertido en parte de la productiva mano de obra de la República de China o incluso, hasta en un atleta profesional. Pero el destino tenía planes diferentes. Cuando tenía 16 años, Hsieh recibió una descarga eléctrica al tocar el cable de alto voltaje de una máquina que estaba moviendo en el trabajo. Al llegar al hospital, todos pensaron que el joven no sobreviviría. Hsieh recuerda que algunas personas trataron de persuadir a sus padres a que abandonaran sus esfuerzos para salvarlo porque creían que con las graves heridas que había sufrido, él no sería más que una carga para la familia si lograba sobrevivir. Después de seis meses de hospitalización, regresó a casa. El accidente requirió la amputación de los dos brazos y su pierna derecha.

Imposibilitado para realizar sus actividades diarias, Hsieh se convirtió en una carga al retornar a casa. Aunque no escuchó quejas de su familia, no quiso pasarse el resto de su vida dependiendo de otros. Intentó rehacer su vida poco a poco.

El reto de Hsieh fue aún mayor, porque lo único que podía usar era su boca y unas cuantas pulgadas de sus brazos.

Los dedos de su pie izquierdo también resultaron heridos en el accidente, y no podían funcionar normalmente. “Me decía una y otra vez que no pensara en lo que había perdido, sino en lo que aún me quedaba –que no era mucho– y en cómo sacarle el mayor provecho”. Con esta determinación y actitud positiva, Hsieh pudo solucionar muchas dificultades en su vida diaria. Tomemos como ejemplo el cepillarse los dientes. Mientras que otras personas cepillan sus dientes con un cepillo, Hsieh cepilla el cepillo con sus dientes. Lo hace “sosteniendo” el cepillo y moviendo su cabeza para atrás y para adelante, y en diferentes ángulos, de manera que las superficies de sus dientes sean limpiadas.

Mientras trataba de adaptarse a su nuevo estilo de vida, Hsieh también consideró a qué dedicarse para vivir. Un día, cuando vio que su hermanita hacía la tarea con un bolígrafo en la mano, se le ocurrió una idea. La pluma parecía bastante ligera para ser sostenida con su boca, pero ¿qué podía hacer con un bolígrafo en la boca? mientras pensaba más y más, los alegres días de sus clases de arte en la primaria volvían a su mente, y Hsieh decidió probar su suerte en la pintura.

El camino entre saber que podía pintar a realmente pintar fue largo y difícil. En primer lugar, el sólo sostener un bolígrafo en su boca sin salivar excesivamente representó una gran dificultad. Le tomó mucho tiempo poder “agarrar” adecuadamente y controlar el bolígrafo. Dado que Hsieh nunca recibió una educación formal en la pintura, se pasó los primeros siete años de su tiempo en casa, enseñándose a sí mismo cómo hacer bosquejos, esperando construir una base sólida para sí mismo. “No creí –y no creo– en la idea de talento”, dice. “Desde que ocurrió el accidente, lo único que he llegado a creer es que la práctica lleva al perfeccionamiento”.

Esta práctica estableció una base sólida para el estudio posterior de Hsieh con el conocido pintor Wu A-sun en 1980. Mientras tanto, Hsieh también estudiaba los textos de bachillerato y proyectaba ir a la universidad. Los libros con frecuencia eran grandes y pesados, así que Hsieh y su hermana menor los desbarataron en secciones, que eran más ligeras y más fáciles de manejar para él. Parecía que todo marchaba bien con este sistema hasta que ocurrió otro accidente. Uno de los libros que él y su hermana desmantelaban, de repente le pegó en un ojo. A pesar de dos operaciones quirúrgicas, perdió la vista de un ojo. “Tirado en la cama de un hospital otra vez, me dí cuenta qué frágil puede ser el cuerpo humano y la vida”, recuerda.

Esta nueva experiencia, como dice Hsieh, contribuyó a que su pintura madurara, e hizo que se dedicara más al arte. La pintura y el estudio forzaron el único ojo que le quedaba. La vista de Hsieh se debilitó rápidamente después de que retornó de su segunda hospitalización. Para proteger su vista, Hsieh se vio obligado a elegir entre la pintura y la educación. “Pensé que tendría otras oportunidades para educarme después, pero no podía dejar de pintar”, dice. “Abandonar la oportunidad de ir a la universidad siendo joven fue una decisión muy dura, pero creo que fue lo mejor para mí”.

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Arriba: Chen Shi-feng pintó con su boca esta obra utilizada en una tarjeta de la MFPA. Abajo: Una creación del artista Liu Chen-long, quien pinta con los pies.

Su determinación y esfuerzos le brindaron gran satisfacción personal y aceptación en Taiwan. Aceptación que fue aumentando entre más exhibía e intentaba vender sus obras en la década de los setenta y a principios de los años ochenta. Aún así, una reputación sólida y una satisfacción espiritual no son lo mismo que comida en el estómago, y a pesar de sus premios y honores, Hsieh seguía siendo un artista que ganaba poco. Parte de la razón es el triste hecho de que las galerías de arte en Taiwan y en otros sitios, típicamente cobran una fuerte comisión de sus ventas. Añadiéndole a ésto el tiempo que le toma completar una sola obra –usualmente dos meses y a veces todo un año–, está claro que la pintura no va a poner mucha comida sobre la mesa. Incluso si Hsieh puede pintar, la comercialización, el trabajo administrativo y la habilidad empresarial requeridas para transformar una pieza de arte en dinero constante y sonante estaban muy lejos de sus capacidades. Para hacer frente a estos problemas de una manera constructiva y práctica, Hsieh decidió unirse al capítulo de la Asociación de Artistas de la Pintura de la Boca y del Pie (MFPA, siglas en inglés) en Taiwan en 1985.

La MFPA es una organización internacional establecida en Liechtenstein en 1956. En la actualidad tiene 52 sucursales y unos 500 pintores. Cada año, la oficina de la MFPA en Taiwan informa a todos sus pintores cuántas obras se necesitarán ese año. A los artistas se les pide que entreguen cierto número de obras y luego la asociación elije algunas para reproducirlas en tarjetas, carteles, calendarios y otros productos que posteriormente son vendidos a través del sistema de correos de Taiwan. La MFPA no tiene una galería ni un distribuidor porque desea reducir los costos de los intermediarios y del personal. Después de que la MFPA paga los gastos administrativos necesarios, los ingresos son usados para pagar a los pintores.

El capítulo de Taiwan de la MFPA ahora tiene 17 artistas. Para unirse a la asociación, los solicitantes deben obtener un certificado de un hospital público para verificar su discapacidad. Luego deben demostrar que pueden pintar. Los requisitos de afiliación de la MFPA son muy liberales y las posibilidades de que un pintor principiante sea admitido son bien altas. Después de ser admitidos, los artistas reciben cheques mensuales. Los pagos varían de acuerdo a la antigüedad, logros artísticos y progreso, así como al número de obras elegidas.

La afiliación de Hsieh a la MFPA contribuyó a su creciente fama en Taiwan y en el extranjero. En 1997, fue seleccionado por el programa de Artes Muy Especiales para ser Miembro del Instituto Internacional de Artes Visuales Yamagata. El instituto, que lleva el nombre del conocido artista Hiro Yamagata, enfoca en el proceso de aprendizaje creativo en las artes visuales y tiene especial interés en estimular a los artistas discapacitados que están asociados con los programas de Artes Muy Especiales de todo el mundo.

De hecho, un ingreso estable es una razón importante por la cual personas discapacitadas como Hsieh empiezan a pintar. No obstante, el obtenerlo está siendo cada vez más difícil para los miembros del capítulo de la MFPA en Taiwan ya que la competencia va en aumento, explica Bernie Cheng, secretaria ejecutiva de la oficina de MFPA en Taiwan. Cuando ésta fue establecida en la isla, era la única organización que vendía obras de personas con discapacidades, pero ahora hay más de veinte organizaciones como ésta operando en Taiwan. La diferencia entre la MFPA y los competidores, es que la MFPA es la única organización local que vende productos hechos de las obras de sus pintores. Cheng explica que otras empresas son operaciones conjuntas entre compañías comerciales y organizaciones de caridad. Los productos son diseñados y fabricados por compañías comerciales y vendidos bajo el nombre de las organizaciones de caridad. Cuando hacen estos productos, los diseñadores tienen la libertad de elegir sus materiales y tienen espacio para creatividad en las diversas etapas de la producción y la venta. Pero diseñar un producto de la MFPA es diferente: “El principal factor aquí son las pinturas originales de los artistas, y no diseños sofisticados en las tarjetas y calendarios”, dice Cheng. “No queremos y no tenemos mucho margen para experimentación creativa en el proceso de manufactura, porque no queremos alterar la más fiel representación de las obras de nuestros artistas”.

Desde el punto de vista comercial esta insistencia ha debilitado el margen competitivo de la MFPA, pero para los pintores de la asociación esta insistencia probablemente es la única ventaja competitiva, ya que amplía la integridad de sus propios procesos creativos.

Traducido por María Francisca González de Free China Review

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