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Restauración del Templo Paoan

16/07/1998
Restauración del Templo Paoan

Restauración del Templo Paoan">

Restauración del Templo Paoan

Un detalle de las decoraciones de cerámica del templo (arr.). Paosheng Tati, el dios de la medicina. Las estatuillas del centro fueron traídas a Taiwan a mediados del siglo XVII (cen.). Relieve basado en la La leyenda de la deificación (aba.). (Fotos de Huang Chung-hsin)

Cuando los colonizadores llegaron al Continente Americano, la religión era una de las fuerzas más importantes que los ayudó a hacer frente a los terrores del nuevo mundo. De la misma manera, cuando los chinos llegaron por primera vez a Taiwan procedentes de China continental, la religión desempeñó un papel clave al confortarlos y ayudarlos a dedicarse a cosas más importantes. Pero existe una gran diferencia entre los dos en términos de lo que trajeron consigo. Los colonizadores empacaron sus Biblias, mientras que los chinos insistieron en traer las estatuas de sus dioses. A mediados del siglo XVIII un grupo de chinos continentales se trasladó del distrito de Tong-an, en Fukien, al extremo noroeste de la cuenca de Taipei y trajo desde sus tierras dos estatuas de Paosheng Tati (dios que protege vidas), también conocido como el dios de la medicina.

A su llegada, los inmigrantes sólo podían brindar a su dios un templo destartalado hecho de madera, el cual llamaron Paoan, que significa “proteger y bendecir a las personas de Tong-an”. Hay una larga historia de que el templo fue renovado en 1755, pero no se ha descubierto evidencia de ésto. Los registros más antiguos tratan de la reconstrucción del templo entre 1805 y 1830. Los residentes juntaron dinero y enviaron grandes cantidades de granito y roble de Foochow desde el sur de China, y artesanos traídos desde esa misma área reconstruyeron el templo.

Siendo la segunda zona más antigua de Taipei en términos de desarrollo (Wanhua es la primera), el área alrededor del templo (ahora ubicado en la Calle Hami), pronto se convirtió en un importante centro para actividades religiosas, comerciales y culturales. Así, un cada vez mayor número de personas empezó a ir al templo a pedir bendiciones. Quizás el dios de la medicina estaba muy ocupado atendiendo a estas personas que no tenía tiempo para prestarle atención al sitio en donde vivía. De todas maneras, en los últimos 25 años del siglo XIX fue necesaria otra renovación. Sin embargo, tampoco se ha encontrado evidencia de este trabajo. Luego hubo un gran cambio entre 1917 y 1919. El templo contrató a dos grandes artesanos –una práctica poco común entonces– cada uno de los cuales se encargó de la mitad de la estructura. Esto hizo que pequeños detalles de las dos mitades fuesen un poco diferentes, pero la competencia que surgió estimuló a que los dos artesanos pusieran lo mejor de su parte.

Sus logros no duraron mucho porque en ese entonces nadie estaba encargado de la administración ni del mantenimiento del templo. Y a principios de los años cincuenta se convirtió en un albergue para unas doscientas familias que llegaron a Taiwan con el Gobierno Nacionalista. En 1952, los residentes organizaron un comité administrativo y fue así como el templo empezó a ser mantenido adecuadamente. Se realizaron reparaciones pequeñas y se construyó un jardín y dos salas.

En 1992, el comité administrativo empezó a planificar una restauración a gran escala. Dado que el templo fue designado un sitio histórico de segundo grado en 1985, cualquier tarea de reparación tenía que seguir el procedimiento estándar para la renovación de monumentos de propiedad privada. El primer paso es evaluar si la reparación es necesaria o no. Si lo es, un plan detallado debe ser enviado al Gobierno para su aprobación. Después de una evaluación presupuestaria y de la preparación de un cianotipo detallado, los comités administrativos o los propietarios del sitio deben pagar parte de los gastos, por lo general la mitad del presupuesto total, entregando el dinero al Gobierno. Luego, éste nombra un contratista después de una licitación pública, y quien obtenga el proyecto es responsable de comprar los materiales y encontrar a los artesanos.

La Ley para la Preservación del Patrimonio Cultural evita que las restauraciones de sitios históricos tengan que pasar por los procedimientos establecidos para los proyectos de obras públicas comunes y corrientes. Pero actualmente el Gobierno parece considerar que las licitaciones son la manera más segura para proceder en cualquier caso. Shiue Chyn, subjefe ingeniero del Departamento de Viviendas y Desarrollo Urbano del Gobierno Provincial, indica que el problema más grande de Taiwan en la restauración de monumentos es tratarlos como obras públicas ordinarias. “Se necesitan los mejores artesanos y los mejores materiales, pero es difícil encontrarlos y por lo general son caros”, señala. “No obstante, los contratistas compran materiales y contratan artesanos a los precios más bajos, y adoptan la manera más barata para obtener más ganancias del proyecto, a costa de la calidad”.

Restauración del Templo Paoan

Restauración del Templo Paoan

Restauración del Templo Paoan

En la restauración, los materiales antiguos no son cambiados a menos que sea absolutamente necesario. Un artista talla adornos (cen.). Para evitar que los artesanos reconstruyan de acuerdo a sus ideas, es necesario trabajar con arquitectos capaces de identificar las estructuras y técnicas necesarias (aba.).

Los propietarios de los sitios tampoco están contentos con este procedimiento. “Nuestro problema aquí es que el Gobierno domina el proceso de renovación, porque es la parte que firma el contrato, y cuando menos en nombre, paga los gastos”, dice W. J. Liao, vicepresidente y administrador general del comité administrativo del Templo Paoan. “A los propietarios no se les permite decir nada, aunque son responsables de pagar la mitad o más de las cuentas, y con frecuencia son quienes saben más y están más interesados acerca del sitio que el Gobierno o el contratista”.

Para evitar convertirse en otra víctima del procedimiento, el comité administrativo del Templo Paoan decidió abandonar su derecho a recibir asistencia del Gobierno. Aunque algunos aspectos, tales como revisiones de la pre-evaluación y cualquier cambio subsecuente en el plan, requieren la aprobación del Gobierno, el comité del templo ahora tiene control total sobre la restauración, y en 1995, con la asistencia de comités asesores organizados por intelectuales y profesionales, empezó a comprar materiales y a buscar artesanos calificados.

Los miembros del comité realizaron varios viajes a China continental con la esperanza de encontrar los materiales que fueron usados en la construcción original, e importaron madera de abeto. Pero resultó que la calidad de la madera entregada era más baja a la de las muestras que habían visto en China continental, así que el comité trató de buscar otra solución. Después de buscar por todas partes, Liao encontró cipreses chinos cultivados localmente y, excepto el granito, finalmente logró encontrar substitutos para todos los demás materiales necesarios, incluyendo mosaicos producidos en un horno de Kaohsiung.

Se necesitan artesanos con diversas habilidades para trabajar estos materiales y convertirlos en vigas, techos o tallas decorativas. La manera más fácil de encontrarlos es mediante contratistas, quienes por lo general poseen sus propios equipos. Dado que aún se construyen templos en Taiwan, se pueden encontrar artesanos que saben algo sobre las técnicas. Pero el asunto no termina aquí. Existe una gran diferencia entre construir y restaurar un templo. “La construcción de un templo es una obra de creación que permite un diseño y una técnica individual”, dice Shiue Chyn. “Pero una restauración es hacer que un templo sea lo que originalmente fue, lo cual excluye la creatividad individual”.

En muchos casos, incluyendo el Templo Poan, varios componentes han sido dañados al punto de que la estructura o técnica originalmente usadas ya no pueden detectarse, y no hay ningún registro de una restauración previa. Para evitar que los artesanos reconstruyan de acuerdo a sus ideas, es necesario que trabajen muy de cerca con arquitectos capaces de identificar las técnicas y estructuras originales. “El asunto aquí es restauración, no rejuvenecimiento”, dice Shiue.

Hasta ahora, se ha completado casi el 40% de la proyectada restauración del templo, y el progreso satisfactorio ha dado lugar a una ambición aún mayor. “Consideramos que estamos realizando un buen trabajo de restauración”, dice Liao. “Pero será como una perla en el desierto si no hacemos algo acerca del ambiente”. Se está refiriendo a cosas tales como las aceras, semáforos, postes de cables de alta tensión, e incluso estacionamientos y planificación del tránsito. Puede hacerse que las aceras y los semáforos, por ejemplo, armonicen con el templo mediante un cuidadoso uso de los materiales adecuados. La restauración del ambiente es quizás un puente muy largo en la actualidad, pero el Templo Paoan ha establecido un valioso ejemplo para aquéllos involucrados en otros proyectos de restauración. Al cargar con todos los gastos a cambio del control total, el comité ha podido garantizar la calidad. Pero no importa qué tan exitosa sea la restauración, los expertos advierten que será una pérdida de tiempo y dinero si en el futuro no se tiene una buena administración y un buen mantenimiento. Shiue Chyn recalca que el principal enemigo de los edificios de madera en Taiwan es la humedad.

Explica que los edificios de madera en Japón, por ejemplo, pueden durar entre cincuenta y sesenta años antes de que se realice una restauración a gran escala, pero los de Taiwan duran solamente diez años. “La diferencia es que los japoneses están dispuestos en invertir en la administración y mantenimiento de estos sitios”, explica Shiue. “Pero en Taiwan, los restauramos, dejamos que se pudran y luego los volvemos a restaurar”.

La base para un mantenimiento y administración excelentes pueden sentarse junto con la restauración. Muchos aspectos de la reparación del Templo Paoan, tales como un sistema de aire acondicionado escondido que reduce la humedad, y un sistema subterráneo para rociar pesticidas con el fin de combatir las termitas, harán que el futuro mantenimiento sea más fácil. Además, para disminuir posibles daños de visitantes descuidados, el templo está entrenando guías voluntarios que están contentos de compartir con los turistas la historia del templo, la belleza de su ornamentación y quizás, hasta algunas de las leyendas acerca del dios de la medicina.

Traducción de María Francisca González de The Free China Review

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