08/05/2024

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Escultor imparte nueva vida a los despojos de la naturaleza

06/05/2008
Una pieza de Lee Yung-mo mostrando hormigas y libélulas.
El clima subtropical de Taiwan es conocido por su cálida época de primavera, pero cuando llegan los grandes calores de verano, los tifones también suelen azotar la isla. Para la mayoría de los taiwaneses, el daño que causa ese despiadado fenómeno natural constituye una fuente de gastos e inconvenientes. Pero para una pareja que vive en la ciudad de Banciao, distrito de Taipei, el arribo de la temporada de tifones anuncia una explosión de creatividad.

Después que se calman las fuertes lluvias y los vientos de tormenta, Lee Kalya, oriunda de Chiang Mai, en el norte de Tailandia, se aventura en su motoneta para buscar cortezas, hojas y troncos dispersos por el tifón. Esta labor de amor no sólo ayuda a recobrar a buen estado los alrededores, sino que también acumula reservas de materiales para Lee Yung-mo, su marido y maestro escultor de cortezas, de modo que pueda crear sus obras favorables al medio ambiente.

"Este árbol era tan grande y pesado que no pude subirlo sola", explica Lee Kalya mientras señala a un masivo tronco que ella logró de alguna forma meter en la casa. "Lo que ha sido abandonado por la naturaleza se convierte en la arcilla artística de mi marido", añade ella. Para Lee Yung-mo, los esfuerzos de su esposa constituyen una parte integral del proceso creativo basado en los desechos de la naturaleza, tales como cortezas, hojas, frutos, semillas, hojas, raíces y raíces adventicias.

Como artista minusválido --Lee perdió el uso de sus piernas después de contraer polio en 1961, antes de su primer cumpleaños-- ha tenido que luchar de sobremanera a lo largo de su vida para lograr un alto nivel de reconocimiento artístico. Pero su espíritu inquebrantable y un par de manos que se encuentran constantemente en movimiento han más que reemplazado sus piernas dañadas.

Indistintamente si sostiene sus muletas; enseña tejido de corteza en la Sociedad Cultural Wandan, en el poblado de Wandan, distrito de Pingtung; o realiza labores domésticas en casa, Lee siempre ha rehusado ceder ante cualquiera de los desafíos diarios en su vida. Recordándose vívidamente de sus días en la escuela, él habla acerca de cuán afortunado fue ganar tantos amigos en la misma. "La gente que pasaba cerca me ayudaba a llevar mi bolso escolar al aula de clases ", dice Lee.  


Una mariposa hecha de corteza.

A pesar de la asistencia de sus amigos, a la madre del autodenominado "artista ambientalista" le preocupaba que la incapacidad de su hijo podría causar inconveniencias a su maestro y a los otros compañeros de clase. Por tal razón, trató de proteger a Lee manteniéndolo en casa; pero una fuerte ansia de independencia lo condujo a procurar ganarse la vida trabajando con sus manos.

Después de graduarse de bachillerato, Lee salió de casa y se fue a trabajar como aprendiz en la ciudad de Taipei, aprendiendo el arte de tallado y escultura en coral. "Los adornos de coral eran muy populares en los años ochenta, de modo que decidí ganarme la vida tallando en esa industria", manifiesta. A pesar de su compromiso, la jornada no fue nada fácil. Lee recuerda que en cierta ocasión, tuvo que pasar medio año tallando capullos de rosa, un esfuerzo que requería que estuviese sentado completamente inmóvil mientras operaba una cuchilla mecánica.

"Se requiere de mucha paciencia y atención para esculpir, y aquéllos que carecen de perseverancia sencillamente desisten de ello", dice Lee. Aunque tallar el mismo patrón de pétalos de rosa todos los días pareciera aburrido, Lee ha desarrollado una habilidad para captar los detalles del proceso artesanal a través de una cuidadosa observación. La experiencia solidificó su base artesanal y lo equipó con un ojo para captar los finos detalles que usaría posteriormente en su carrera.

Como que si la suerte no lo quisiera acompañar, cuando ya estuvo a punto de dominar las técnicas, los planes de Lee fueron torpedeados por la creciente conciencia pública de la conservación ecológica. Con menos piezas de coral disponibles para la talla, y una decreciente demanda, él no tuvo otra alternativa que buscar un nuevo empleo. Sin embargo, ésto no fue tan fácil como parece. Ser un minusválido limitó las oportunidades de trabajo de Lee, forzándolo a dedicarse a tejer hierbas y vender sus creaciones en la calle. "En realidad, el negocio era bastante bueno en aquel tiempo, de modo que tuve una vida sorprendentemente confortable con mis ingresos".

Ganando más que lo suficiente para sobrevivir, Lee pronto comenzó a ver su creatividad acorralada por el tejido de hierbas. "Después de un día, la cola de mis maravillosos saltamontes se cae y las alas pierden su brillo", señala, añadiendo que la decepción de ver que sus obras de arte se desintegraban explica la razón de por qué comenzó a interesarse en el potencial creativo de la corteza de los árboles.

Leyendo extensivamente acerca del tema, Lee aprendió acerca de las características botánicas de varios árboles y pidió consejos a los profesores del Departamento de Silvicultura de la Universidad Nacional de Taiwan. "Ellos son los expertos en la relación entre las plantas y el mundo viviente, y me suministraron informaciones acerca de la tenacidad de la corteza de las diversas especies", indica.


Una protea del rey en medio de unos ramos de bayas. (Fotos cortesía de Lee Yung-mo)

Según Lee, la mayoría de las personas usa la corteza para hacer redes, vestidos, pantallas para lámparas y papel para paredes. Pero, él es uno de los pocos que han tenido la idea de tallar este tipo de material. Después de un largo período de experimentación, pudo identificar la corteza de más de 80 árboles, incluyendo el olmo, la rosa de Siria, la morera de papel y el parasol de China, como lo más aptos para sus propósitos.

La dureza y elasticidad de la corteza son cruciales para su trabajo, que requiere de grandes cantidades de formas. Lee demuestra ésto tomando un delgado pedazo de corteza de olmo y doblándolo 360 grados para formar el cuerpo de una mariposa. "Si las fibras son muy quebradizas, no podrían soportar el doblado continuo y se romperían", dice. A diferencia de la hierba que usaba anteriormente, la corteza del arbol produce resultados más atractivos a la vista; pero lo más importante, su obra puede durar mucho más tiempo bajo condiciones normales.

Señalando un ramo de rosas que ha tallado de la corteza, Lee explica que algunas personas creían que estaba hecho de cuero hasta que lo tocaron. "Los aceites naturales en la corteza ofrecen un maravilloso acabado brillante en mis piezas", explica. Para expresar la esencia de sus creaciones a través de la áspera textura de la corteza, todavía queda una montaña de preparativos para lograr ese efecto.

El proceso comienza con el uso de un par de tijeras para recortar por parte Lee con el fin de cortar la corteza antes de penetrar a la capa interior, revelando un color blanco o amarillo claro. Seguidamente, deja que el material se seque a la temperatura del ambiente. La humedad puede dañar el material y acelerar su descomposición, de modo que almacena todas sus cortezas en una caja de madera aislada con espuma de plástico.

Al usar materiales reciclados, Lee reduce sus costos y puede sentirse orgulloso de impartir nueva vida en cosas que habían sido originalmente destinadas al basurero. "Recojo las cosas que otras personas botan", dice. "Muchas personas solamente toman la mejor parte de la madera y dejan botado todo el resto de ella. Esto es un desperdicio, especialmente frente a la actual amenaza del calentamiento global". Para el artista, cada parte de los desechos de la naturaleza puede ser aprovechado y transformado en algo útil. Las semillas maduras de la nuez de areca pueden ser transformadas en la cubierta para un bombillo de luz, y la vaina del loto convirtiéndose en un portaplumas bajo su tacto creativo. "Si la gente sacara el máximo uso de los recursos existentes, no tuviéramos la necesidad de talar tantos árboles", explica.

Este mantra reconciliatorio con la ecología brilla a través de todas las creaciones de Lee, pero ninguna lo hace más que su pieza que captura la belleza de una mariposa descansando sobre una flor. Le ha dado forma a una pieza anónima de corteza para transformarla en una cosa hermosa, y en el proceso, ilustra su esperanza de despertar la conciencia por el medio ambiente y la necesidad de reciclar. "Mientras más gente entienda la naturaleza, más la apreciarán y desearán transformar nuestros limitados recursos naturales en otra forma de vida", dice Lee.

Lee también traza un paralelismo entre las piezas de corteza que nadie desea con su incapacidad. La áspera superficie de la corteza es considerada como algo imperfecto, pero usando su creatividad, destrezas y paciencia desarrolladas a lo largo de su vida, él es capaz de transformar algo que ha sido percibido como defectivo en una cosa de valor y hermosura. "Desde el pasado hasta ahora, la creación innovativa siempre ha dependido de la perseverancia del creador", añade.

Traducido por Luis M. Chong L. del Taiwan Journal

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