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Antigua residencia de un Señor de la Guerra atrae turistas

06/01/2009
La antigua casa de Zhang Xueliang en Qingquan atrae turistas locales y extranjeros.

Qingquan, un asentamiento aborigen en el poblado de Wufeng que es mejor conocido por sus fuentes termales, es el último sitio importante en la carretera hacia el Parque Nacional Sheipa y el Sendero Histórico Syakaro. Opacado durante mucho tiempo por esos dos sitios vecinos más famosos, el gobierno local ha presentado recientemente planes para promover este “tesoro oculto”, invocando a un legendario personaje chino que en cierto momento tuvo como hogar una cabaña en medio de la montaña.

Este personaje es Zhang Xueliang (conocido también como Chang Hsueh-liang), un señor de la guerra manchú quien en 1936, ayudó a cambiar el curso de la historia china al secuestrar el entonces líder máximo del país, Chiang Kai-shek, en un esfuerzo por detener la acción militar en contra de los comunistas y enfocar en la lucha contra los invasores japoneses. El acto sensacionalmente desinteresado de Zhang en Xi’an ha sido históricamente conocido desde entonces como el “Incidente de Xi’an”.

Zhang nació el 3 de junio de 1901 (algunas fuentes indican que fue en 1898 ó 1900) en el distrito de Haicheng, en la provincia de Fengtian (actualmente provincia de Liaoning), en la región de Manchuria de China continental. Era hijo de Zhang Zuolin, poderoso señor de la guerra y gobernante de Manchuria, en una época en que China estuvo dividida en varios territorios controlados por caudillos militares.

Fue educado por tutores privados, y estaba acostumbrado a hablar con extranjeros. Después de graduarse de la Academia Militar de Fengtian, ascendió al rango de Coronel del Ejército Fengtian y fue asignado comandante del Cuerpo de Guardaespaldas de su padre en 1919.

En 1921, viajó a Japón para observar maniobras militares y allí se percató de la importancia de la aviación en la guerra moderna. A su regreso, se esforzó por desarrollar un cuerpo aéreo, que fue utilizado frecuentemente en las batallas libradas dentro de la Gran Muralla en los años veinte. En 1922, fue ascendido al rango de Mayor General y recibió el mando de un ejército. Dos años después fue nombrado comandante en jefe de la Fuerza Aérea.

Tras el asesinato de su padre, conocido como el “Viejo Mariscal”, por los japoneses en 1928, nuestro personaje asumió el mando del ejército de su progenitor y fue conocido como el “Joven Mariscal”. Zhang Xueliang se convirtió en uno de los personajes militares más poderosos de China.

El asesinato de su padre, quien pereciera viajando en tren al estallar un poderoso artefacto explosivo colocado debajo de un puente ferroviario, fue perpetrado por los japoneses; quienes creían que Zhang Xueliang, siendo un mujeriego y drogadicto, sería más fácil de controlar que su progenitor.

Sin embargo, el “Joven Mariscal” probó ser más severo que su padre. Para deshacerse de la influencia japonesa en sus tropas, Zhang ordenó en enero de 1929, la ejecución de dos altos oficiales pro-japoneses de su ejército en el transcurso de una cena, en medio de muchos invitados.

Zhang también trató de eliminar la influencia soviética en el noreste de China, pero tuvo que limitar sus acciones debido a la amenaza de una mayor presencia militar soviética en Manchuria. Al mismo tiempo, desarrolló muy estrechas relaciones con Estados Unidos.

El “Joven Mariscal” se convirtió en uno de los ayudantes cercanos de Chiang Kai-shek y ayudó a dirigir operaciones para suprimir la insurrección comunista en 1930. Como comandante de las fuerzas nacionalistas en el noroeste de China, Zhang sostuvo negociaciones con Zhou Enlai, alto dirigente y diplomático comunista, quien le persuadió acerca de las ventajas de integrar un frente unido entre nacionalistas y comunistas en contra de la cada vez más grave invasión de los japoneses.

En diciembre de 1936, Zhang ordenó que su ejército detuviese a Chiang y lo mantuviese prisionero durante dos semanas, hasta que el Generalísimo aceptase su petición de cooperación. Finalmente, Zhang liberó a Chiang y le reiteró su lealtad, acompañándolo de vuelta a Nanjing, capital del Gobierno Nacionalista.

Chiang Kai-shek viajó a Xi’an el 12 de diciembre con el propósito de investigar por qué los generales Yang Hucheng y Zhang Xueliang habían detenido sus ataques contra los comunistas. A su llegada, los dos generales informaron a su superior de una propuesta comunista para unificar sus fuerzas contra Japón. Chiang rechazó la propuesta, procediendo Yang y Zhang a comunicarle arresto.

En esos momentos, Zhang estaba convencido de que si el Kuomintang continuaba enfocándose en aniquilar a los comunistas, en lugar de los japoneses, crecería el descontento popular en China. Por su parte, Chiang Kai-shek creía que primero debía unificar el país, para luego poder formar un frente único contra los invasores.

Al retornar a Nanjing, Zhang fue sentenciado a diez años de prisión por una corte militar. Poco después, el Generalísimo le otorgó una amnistía, pero colocó a Zhang bajo arresto domiciliario, --donde pasaría un total de 55 años-- primero en el territorio continental, y posteriormente en Taiwan.

De 1946 a 1957, Zhang pasó sus días en Qingquan estudiando literatura de la dinastía Ming (1368-1644), leyendo la Biblia y escribiendo. Durante este período de reclusión, Zhang estuvo acompañado por su esposa, y vigilado por un equipo de 60 soldados y policías militares. Después de 13 años de aislamiento, fue trasladado de su “hogar” en la montaña a varios sitios en Taiwan.

Con la llegada de la democracia en la isla a fines de los años ochenta, Zhang obtuvo una mayor libertad. En 1993, emigró a Honululu, Hawaii, donde rechazó distintos ofrecimientos del gobierno de China continental para visitar el territorio continental, alegando su delicada salud. Acerca de su postura política, Zhang aseguró ser neutral entre el Kuomintang y los comunistas, y explicó que sus acciones pro-comunistas fueron motivadas por sus deseos de acabar con la guerra civil.

Zhang falleció en Honolulu en 2001, a la edad de 100 años. Con él, se cerró uno de los capítulos más apasionantes y turbulentos de la historia moderna de China.

Como parte de un esfuerzo para impulsar el turismo local, el Gobierno del Distrito de Hsinchu procura resaltar la vida de Zhang en Qingquan. La casa donde estuvo alojado el “Joven Mariscal” y su esposa, era conocida como el “Sanatorio de Fuente Termal Inoue” durante el período colonial japonés (1895-1945). Fue destruida por el tifón Gloria en 1963, junto con caminos y una iglesia. Según el gobierno de distrito, se reconstruyeron los caminos y la iglesia, pero la casa donde estuvo recluido Zhang fue arrastrada por la corriente. Después de décadas de tifones, el sitio forma parte ahora del lecho del río.

“En 2004, después de un devastador tifón, comenzamos a reconstruir el poblado para integrar recursos turísticos”, dice Cheng Yung-chin, alcalde del distrito. El proyecto de turismo incluye reparaciones de carreteras, administración del río y control de inundaciones. Sin embargo, una parte importante del mismo es reconstruir la casa de Zhang, investigar acerca de su vida allí y entrevistar a ancianos aborígenes que aún se acuerdan de la pareja. El hogar del antiguo Señor de la Guerra se encuentra ahora a orillas del río, opuesto al sitio original, y fue inaugurado el 12 de diciembre pasado, al conmemorarse el 72º aniversario del “Incidente de Xi’an”, señala Cheng.

Para el jefe del poblado de Wufeng, Chiu Hsien-ming, la apertura de la casa de Zhang posiblemente renovará el interés por esta parte importante de la historia, y se espera que traiga prosperidad a la economía de la región. “Cerca de diez mil aborígenes atayal y saisiyat viven en Wufeng”, indica Chiu. “La belleza de Qingquan, así como su arte y cultura aborigen son parte de nuestro patrimonio, esperamos que más gente vengan a sentirlos”.

Si Zhang estuviera vivo hoy, hubiera compartido el deseo de Chiu de transmitir la belleza de Qingquan al resto del mundo, debido a que los esposos guardaron buenos recuerdos de su estadía allí. Según las dos sobrinas de Zhang --Luheng y Luzhi-- que viven ahora en Hong Kong, pasajes en el diario de su tío revelan el gran afecto que tenía por los aborígenes locales. El indica que fueron ellos quienes entregaron batatas a la pareja cuando hubo gran escasez de alimentos durante el Incidente del 28 de febrero de 1947.

Cheng explica que Zhang instó a sus sobrinas que visitaran Qingquan, y después de su muerte, las hermanas retornaron al sitio. Ellas publicaron un libro en 2006 acerca de la vida de la pareja en el asentamiento. Las fotos ofrecidas por la familia Zhang a funcionarios del distrito ayudaron a reconstruir las estructuras de madera que fueron dañadas por los tifones.

Como ser humano, Zhang es difícil de describir y resulta incluso más difícil en vista de la naturaleza volátil del conflicto entre nacionalistas y comunistas. El “Joven Mariscal” siempre protestó en contra de ser considerado como un héroe en el mundo sinoparlante y un seguidor leal de Chiang. A pesar de haber sido invitado en muchas ocasiones por los comunistas para que visitase su tierra natal, Zhang se rehusó y nunca puso pie de nuevo en China continental.

Adaptado del Taiwan Journal por Luis M. Chong L.

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