En medio de una seria crisis financiera mundial, la amenaza del agravamiento de los conflictos que tradicionalmente han azotado al Medio Oriente y la expectativa general de la mayor parte de los países por mejoras en el panorama económico global, el mundo dejará formalmente el Año de la Rata el día 26 del presente mes.
El año 2009, que corresponde al año 4706 de la Era China, estará regido bajo la influencia del Buey, el segundo animal dentro del zodíaco chino.
En chino, el carácter niu usado para denotar al buey, se aplica al por igual a todos los ejemplares bovinos, indistintamente del sexo, edad o condiciones específicas que tengan. Así, para los chinos, vaca, toro, novillo, buey, ternero y semental se denominan todos con un solo vocablo, niu. La única diferencia que se hace es anteponerle un adjetivo o función al término para denotar una condición específica. Así, un toro sería un niu macho, o mejor dicho un macho niu.
Por extensión, niu es un término genérico que también se aplica a muchas especies de mamíferos de gran porte que posean cornamentas sencillas, gruesas y no bifurcadas. Así, el rinoceronte es llamado en chino hsi niu; el bisonte, se denomina yieh niu, etc.
En consecuencia, decir Año del Buey sería la forma más apropiada de describir el significado original del festival. Bien podríamos llamarlo año de la vaca o año del toro, pero tal vez no describe tan completamente el carácter que impregna este signo en todos los nacidos bajo él.
Dependiendo de la región en China, el buey también puede tener una diferente designación. En el sur de China, el carabao o búfalo de agua es el buey convencional dentro del folklore local. Sin embargo, en el norte de China, el ganado común constituye la representación propia del buey.
Las personas nacidas bajo el signo del Buey son confiables y poseen una habilidad innata para alcanzar grandes logros. En cierto sentido, nacen con un sentido de liderazgo. Influenciados por el animal zodiacal, generalmente son seres calmados y hasta cierto grado, modestos. Están dotados de gran paciencia, dados al trabajo y capaces de soportar una gran cantidad de rigores sin quejarse.
El Buey es una persona que es extremadamente inteligente, pero habla poco. Empero, ésto no significa que carece de capacidad para expresarse; si la situación lo amerita, puede ser muy articulado y elocuente al exponer sus ideas.
Necesita de paz y tranquilidad para poner a trabajar sus ideas, y cuando decide hacer algo, resulta difícil convencerlo de lo contrario. Allí radica una de sus debilidades, la terquedad. Muchos ideológos e idealistas han nacido bajo este signo, y algunos de ellos han demostrado hasta la saciedad cuán fuerte ha sido la influencia de este animal en su carácter y forma de ser. En la historia, tenemos a varios personajes nacidos bajo el signo del Buey que han triunfado gracias a su don de persistencia, pero finalmente han terminado en el desastre debido a su obstinación.
Una característica peculiar del Buey es que prefiere actuar con los pies firmemente parados en el suelo, ya que la seguridad es una de sus principales preocupaciones en la vida. Suele tener una actitud muy positiva, siempre que la misma se acomode a su propio criterio. Tiende a ser alguien muy individualista, aunque trabaja duro para ofrecer un hogar agradable y confortable para su familia.
No es extravagante y no está muy acostumbrado a vivir con muchos lujos. La simple posibilidad de caer en una condición que implique un serio riesgo podría causarle noches de insomnio al nacido bajo la influencia del Buey.
En términos globales, el mundo sentirá el peso del yugo de la responsabilidad por muchas fallas del pasado. Para los países, éste es un año bueno para poner en orden los asuntos internos. Lo más prudente sería aferrarse a la rutina y apoyar políticas de tipo conservadoras. Si bien el buey es considerado como un signo de prosperidad, sin embargo, ésta será lograda a través del trabajo arduo y la persistencia. No olvidemos que el Buey es paciente, pero también inflexible.
Si deseamos poner en orden el caos que produjo la Rata durante su reinado, tendremos un año de duro trabajo. Empero, será una época de buenos frutos, pero que sólo se conseguirán tras un trabajo arduo. No será un año de logros intelectuales y académicos, pues el Buey desprecia el ejercicio intelectual y premia el trabajo físico.
En América Latina, se tienen programados varios procesos electorales durante este año. En medio de la crisis financiera y un estado de inseguridad generalizada por la mayoría de los países latinoamericanos, los procesos electorales que se avecinan prometen ser difíciles de manejar.
Ante todo, se debe pensar en la austeridad y la dedicación, virtudes propias del Buey. Los funcionarios públicos, políticos, comentaristas, dirigentes religiosos y el público en general deberán promover tales virtudes, si es que se desea salir de los problemas a que nos enfrentamos en la actualidad.
Durante el Año del Buey, cualquier demostración exagerada de riquezas y ostentación será visto como algo de mal gusto. En este mismo sentido, los derroches detestables en las campañas se castigarán en las urnas. Es muy probable que tengamos muchas sorpresas en los resultados electorales, donde se vaticina un resurgimiento de las fuerzas conservadoras. Las ideas de corte socialista perderán vigencia rápidamente, pero persistirán insistentemente durante un largo tiempo; porque muchos de quienes las concibieron, nacieron precisamente bajo el signo del Buey.
En el plano económico, la primera mitad del año será prácticamente una extensión del año pasado, con pocas posibilidades de una mejora considerable en la situación económica y financiera mundial. Sin embargo, gracias al gran esfuerzo y la persistencia del Buey, surgirán señales de mejoría a mediados del tercer trimestre de este año.
En China, se dice que “lo que la Rata comienza, el Buey lo termina” y en cierto sentido el año del Buey es una prolongación del año de la Rata, en el cual lo que se inició entonces se termina de consolidar. Y esa es la realidad del presente año. Tal vez tendremos que esperar hasta 2010, cuando entre el Tigre a implantar el éxito con su ferocidad.
Una frase conocida en China es niu-chuan chien-kun(扭轉乾坤), que significa “revertir la situación” o “cambiar Cielo y Tierra”, y es utilizada para denotar un cambio importante que haya ocurrido o está por producirse en medio de una situación adversa. Por homofonía, la frase ha sido adaptada para describir este año, donde la declinación niu, que refuerza la acción de cambiar, ha sido reemplazada por la letra niu, que tiene la misma pronunciación pero significa “buey”(牛轉乾坤).
La razón de esta alegoría es que el buey es un animal de tiro fuerte y poderoso, que puede revertir cualquier situación. De esta manera, el mensaje de buen augurio implica que el buey o toro cambiará todo el orden presente. De esta manera, lo malo se convertirá en bueno, y lo bueno en mejor.
Si enfocamos en el aspecto de la salud personal, habrá que poner más atención al cuidado de su salud, ya que si bien goza de una energía inagotable, el trabajo excesivo que exige el Buey podría causar males físicos. Como prevención, hemos de evitar comer en exceso o ingerir comidas dañinas del tipo chatarra. Hay que cuidarse el estrés, procurando hacer uso al máximo de la calma y estabilidad que caracteriza a ese noble animal.
En el plano amoroso, el anterior Año del Buey fue un buen año para contraer matrimonio. Sin embargo, doce años después, no es aconsejable casarse durante este año, debido a que el presente Año del Buey es uno “solitario”, lo que implica no muy buenas expectativas amorosas en una relación matrimonial iniciada en su reinado.
Entre las personalidades políticas más famosas nacidas bajo el signo del Buey tenemos: Napoleón Bonaparte, Adolfo Hitler, Pandit Nehru, el Duque de Wellington, Margaret Thatcher, el Emperador Hirohito, Richard Nixon, Gerald Ford y Willy Brandt. También han nacido bajo este signo muchas personas con gran talento artístico, tales como Walt Disney, Charlie Chaplin, Vincent Van Gogh, Peter Sellers, Robert Redford, Johann S. Bach, Jane Fonda, Eddie Murphy, Jack Nicholson, Richard Burton y Paul Newman. El nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, nació precisamente en el Año del Buey; y su ascenso al cargo en un año de su propio signo podría ser interpretado como un buen augurio para su Administración.
Resumiendo un poco lo anterior, podremos deducir que será un año de logros, donde se cosecharán los frutos de todo el trabajo que vino realizando de manera consistente y concienzuda. Veremos un mundo más unido, tratando de poner de lado sus diferencias para salir adelante de la crisis financiera.
Texto de Luis M. Chong L.