03/05/2024

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El Año del Mono

26/01/1992
La naturaleza inquieta y traviesa del mono marcará este año con altos y bajos en todas las áreas del quehacer humano. Para quienes se identifican con este signo será un período vigorizante. Cuando el reloj marque las cero horas este 4 de febrero, el Año de la Cabra llegará a su fin -junto con su tendencia a la ar­monía y a las artes- para dar paso al Año del Mono, un ani­mal cuya naturaleza inquieta y traviesa influirá en todos los quehaceres humanos, desde la política a los amores. Se espera que éste sea un año lleno de tensiones políticas e inestabilidad en los gobiernos. Las finanzas pasarán por varios terremotos, lo cual será un dolor de cabeza para los inversionis­tas. Por lo tanto, si bien no es aconsejable arriesgarse demasia­do en el terreno especulativo, habrá algunos destinados a sacar ganancias en medio del caos re­sultante (los nacidos bajo el signo del mono, quizás). Pero sus beneficios serán más fortuitos que planeados. Aquellos que logren man­tener la calma durante este período tembloroso, quedarán en mejor posición en el futuro. En el terreno sentimental, es un año de confusión, metas equivocadas y poco descanso. Será mejor dejar que las cosas sigan su curso. La salud de muchos pasará por altos y bajos. Se aconseja a las personas ex­tremadamente activas, tanto física como mentalmente, que dejen suficiente tiempo para des­ cansar. Pero aunque el lado negativo del Año del Mono indica travesuras y problemas, los rasgos positivos son destreza y habilidad. El campo de la ciencia, particularmente la física y la tec­nología, tendrá avances espec­taculares que servirán por largos años. Los trabajadores especiali­zados y los técnicos estarán en gran demanda. Para los que se identifican con este signo del horóscopo chino, el período será vigo­rizante; pero no tendrá el mismo efecto para las personas que se relacionen con ellos. Los monos gozarán de su buena suerte en los negocios y su vida social será muy intensa. Astuto y curioso El mono es el noveno signo del zodíaco chino, que contiene doce, todos representados por animales. Cada uno encabeza una de las doce ramas que com­ponen los cinco ciclos simples de un ciclo completo de 60 años. La leyenda dice que el Empe­rador de Jade organizó una carrera entre todos los animales para elegir a los símbolos. Y el orden de llegada fue: la rata, el buey, el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el gallo, el perro y el cerdo. Según la creencia china, cada uno de ellos ejerce una profunda influencia en la per­sona que nace bajo su reinado. Como el calendario lunar tiene una diferencia de casi un mes con el solar, en el cual está basado el calendario gregoriano de uso internacional, las fechas varían entre el inicio y el tér­mino de cada período. Pero, aproximadamente se puede decir que en este siglo han sido Años del Mono 1908, 1920, 1932, 1944, 1956, 1968 Y 1980. Cada horóscopo chino es per­sonal, ya que el astrólogotoma en consideración la fecha exacta y la hora de nacimiento, para saber qué elementos (madera, fuego, tierra, metal o agua) son determinantes en uno. No obs­tante, todos los monos com­parten características comunes. Estas son las de tener una mente inventiva y ágil, además de ser curiosos insaciables. Son astu­tos, siempre capaces de salir con éxito de las situaciones más difí­ciles. Y nunca les faltan palabras o ideas, aunque sí cierta dosis de escrúpulos. Exito y humos Bajo esa imagen de audaces, los monos son inseguros. Porque, a pesar de su aparente popularidad, sufren por no ser tomados en serio. Las frustra­ciones los afectan tanto que el resentimiento reprimido los puede llevar a la depresión. Les toma tiempo aprender a rela­cionarse con aquellos en su mismo nivel, pero si lo con­siguen, obtienen el respeto y la aprobación anhelados. Los monos de mayor edad, y por lo tanto más sabios, son capaces de canalizar su imagi­nación enérgica y fértil hacia la solución de problemas ex­tremadamente complejos. En general, los monos son seres sumamente versátiles que pueden tener éxito en cualquier área. Pero es fácil que los hu­mos se le vayan a la cabeza, ale­jando a sus amigos. Sin em­ bargo, como su personalidad se equilibra con el excelente hu­mor que tienen y otras cuali­dades sociales, 10 más posible es que sus amistades no se alejen demasiado. El mono es uno de los per­sonajes más populares de la mitología china. Aunque la leyenda no tiene relación con el lugar que el simio ocupa en el horóscopo, vale la pena echarle un vistazo para saber cómo es que este representante de los re­beldes ha llegado a ser tan famoso en el budismo, el taoísmo y la religión fol­clórica. La historia está relatada en una de las mejores piezas litera­rias chinas, Viaje a Occidente, escrita a fines del siglo XVI. Dice que Sun Hou-tze, el Mono, nació de una roca especialmente nutrida por las esencias puras del Cielo y los finos sabores de la Tierra. Por su valentía y astu­cia, pronto llegó a ser el rey de los simios, y empezó a adoptar costumbres y ropas humanas. La vida era buena para él y vivía contento. Pero un día tuvo una premonición de muerte y em­pezó a buscar formas de superarla. En su búsqueda de la inmor­talidad, cometió diversos errores por su ansia de conseguirlo todo. Le encargaron cuidar los du­raznos de la longevidad del jardín del Cielo. Pero los comió y se dedicó a hacer travesuras y a portarse arrogante frente al mismo Buda. Su castigo fue quedar prisionero en una mon­taña de rocas. Pasaron 500 años y fue libe­rado a instancias de Kuan-yin, la Diosa de la Misericordia, quien pidió que el Mono fuese in­cluido en el peregrinaje del monje Hsuan Chuang a la India en búsqueda de las sagradas es­ crituras budistas, con el fin de que el pueblo chino aléanzara la Iluminación. Para evitar que vol viera a portarse mal, le pusieron una banda de metal en la cabeza. Hsuan sólo tenía que pronunciar una oración especial para que el Mono se convulsio­nara de dolor. El Mono usó sus habilidades mágicas para ayudar a la caravana a salvar los 80 obstáculos que había en su camino. Al final de su viaje, todos los miembros del grupo fueron bendecidos por Bodhisattva. Así fue como recibió el título de Dios de la Lucha Victoriosa. La moraleja de su historia es que una persona con muchas ha­bilidades innatas sólo puede dar­les buen uso bajo la guía de la religión. Además, apunta a que todos los beneficios de las in­venciones científicas pueden ser usados para propósitos oscuros si caen en las manos equivocadas. Muy popular entre los chi­nos, el Mono es considerado una deidad que puede ayudar de cualquier manera y circunstancia. Su altar ocupa un sitio en muchos templos y su imagen es reproducida en los más diversos materiales. Y aunque la leyenda no tenga particular relación con el turno del mono en la as­trología china habrá muchos que no, perderán la ocasión de pre­sentarle ofrendas especiales en este Año del Mono. Por cualquier eventualidad.

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