"Quisiera que la gente redescubriera la calma ante un mundo que intenta arrasar con todo y que ya no nos deja crecer con tranquilidad ni encontrarnos a nosotros mismos y nuestro entorno", dice Chung Yung-ho comentando su quinta exposición de fotografía "Bosquejos del campo y de la ciudad".
La muestra presenta 60 fotos en blanco y negro recopiladas de 1980 a 1992 y estará abierta al público hasta el 28 de marzo en el Museo de Bellas Artes de Taipei.
Actualmente trabaja a tiempo completo para Free China Review. Sus trabajos también aparecen frecuentemente en The United Daily News de Taipei y otros informativos locales. Además son publicados por la revista Sinorama y Noticias de la República de China.
Chung, 37 años, nativo de Ilan, en el este de la isla, siempre va con su cámara tratando de captar la vida misma. "Quiero mostrar las cosas como son. Y lo que la mayoría no ve", explica.
Así, ha recopilado desde las huellas dejadas en el campo de ayer hasta las imágenes de la próspera ciudad de hoy. Elementos sencillos, algunos de los cuales, según él, ya han sido olvidados.
Prefiere aquellos detalles con los cuales espontáneamente se siente relacionado o que le evocan un recuerdo de los momentos más representativos de su pasado. "Por eso hay fotos de hace más de diez años junto a las de 1992".
A través de las vistas que expone desea perpetuar aspectos de los dos ambientes que presenta: "Quiero que perdure el ambiente de cada época a través de las cosas pequeñas que dejo en mis fotos, ya que todo está cambiando".
Su obra nos habla de cómo el desarrollo económico, el progreso, la pluralidad de las expresiones de la sociedad y la ocupación de los espacios durante la última década en Taiwan le han restado a lo diario el sabor humano que poseía. Se ha perdido gran parte de la riqueza y serenidad de la vida, dice el autor.
Chung lamenta que todo ese mundo de costumbres que llenó su memoria de recuerdos se haya diluído.
En la exposición, podemos ver al pueblo con sus expresiones y su manera de vivir. "Actualmente todo ha cambiado y eso es lo que yo quiero hacer perdurar: los detalles y el ambiente", puntualiza Chung. "Sin embargo, mi trabajo no consiste en hacer un registro de imágenes de los quehaceres comunes, pues esto lo hacen los periódicos; yo uso mi propia intuición para seleccionar", enfatiza.
Al tratar de captar escenas, le molesta que la gente se salga de su actitud común, que adopte posturas. Considera que así se falsifica y se pierde lo natural, lo cotidiano.