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Famosa autora china San Mao escribe el punto final de su propia vida

16/01/1991
El suicidio de la novelista San Mao ("Tres Pelos"), ocurrido en Taipei el 4 de enero, ha dejado a los admiradores de sus historias de amor y descubrimiento personal con la pregunta de si su eterna búsqueda de un significado para su vida sólo la llevó a la tristeza.

La escritora, cuyo verdadero nombre era Chen Ping, era leída tanto en Taiwan como en China continental. Varias de sus obras están en proceso de ser traducidas al inglés y al japonés. Para toda una generación de mujeres chinas ella era una verdadera heroína; la admiraban por su independencia y su romántica visión del mundo.

Su acto final terminó con la ilusión. Después de someterse a una operación de cirugía menor, se ahorcó con sus medias en el baño de un hospital de Taipei. Tenia 47 años.

"Era una persona dramática", dijo su amiga, la actriz Lin Ching-hsia. "A ella le gustaba que todo fuera dramático. Cuando se sentía feliz, estaba en éxtasis. Cuando se sentía triste, estaba desolada."

La vida de San Mao estuvo marcada tanto por el éxito comercial como por la tragedia personal. Nació en Chekiang, China continental, en 1943. Seis años más tarde su familia se trasladó a Taiwan siguiendo al Gobierno nacionalista y estableció su residencia en Taipei.

Espíritu libre

La vena artística de la escritora se hizo evidente cuando se retiró de un prestigioso colegio para niñas de Taipei, donde la acusaban de "conducta antisocial". En sus últimos trabajos, San Mao insistió bastante en la infelicidad que sintió en el fuertemente restringido sistema educativo de Taiwan; se describió a sí misma como un espíritu libre que fue oprimido por las fuerzas de la conformidad.

Después de estudiar filosofia en la Universidad de Cultura China de Taiwan, la escritora dejó la isla a principios de la década de los 70 y comenzó un período de exilio autoimpuesto en España, Alemania y las Islas Canarias. En Europa adoptó el nombre de "Echo". Se casó con un ingeniero español en 1974, en el norte de Africa. Su primer y más conocido libro fue "Cuentos del Sahara", un éxito instantáneo en Taiwan apenas fue publicado en 1976. Esta obra y "El Llanto del Camello" fueron condensadas y traducidas a varios idiomas por Selecciones del Reader's Digest.

Viajó durante seis meses por Latinoamérica, como enviada especial de un periódico. En una entrevista publicada en 1987 por la revista China Libre, declaró: "Soy quien más ha escrito en China sobre España y Latinoamérica, he dado a conocer el mundo del idioma español, otra mentalidad y cultura diferentes a las norteamericanas, otra forma de vida que tienen gentes más cariñosas, distintas a los norteamericanos".

Por varios años, su producción fue prodigiosa y estuvo siempre en las listas de "me­jores ventas" de Taiwan. Sus libros se vendieron por millones y estuvieron también disponibles en ediciones piratas en Hong Kong y China continental. Entre ellos están "La Estación Lluviosa no Volverá", "Noche Suave" y "El Diario de un Espantapájaros".

Para muchos en Taiwan, San Mao vino a representar a la nueva generación de la mujer china: una mezcla de fuerte seguridad en sí misma con delicadeza y feminidad. Pequeña, llena de estilo y de espíritu libre, tenía una imagen pública que en nada evidenciaba su debilidad interior. Después de su muerte, sin embargo, algunos doctores revelaron que en repetidas veces la escritora había buscado ayuda sicológica; y que, de hecho, había intentado suicidarse dos veces, durante su adolescencia y cuando tenía 26 años de edad.

Retirarse del mundo

La tragedia tocó a San Mao directamente cuando su marido murió mientras trabajaba en un proyecto de ingeniería submarina. Entonces se recluyó en una casa en Espana, donde permaneció hasta que volvió a Taiwan en 1986.

A pesar de que sus últimos libros siguieron vendiéndose bien, ella nunca volvió a alcanzar el éxito de sus primeras obras. Sus últimos libros fueron dedicados a dar consejos de amor a las jovencitas.

En diciembre pasado, San Mao pareció decidida a volver al estrellato literario, cuando su guión para la película "Hasta el Fin del Mundo" fue nominado para el premio del Caballo de Oro de Taipei.

A unque la cinta obtuvo ocho distinciones, su trabajo no fue galardonado. Esto significó una gran frutración para la escritora, contaron sus amigos.

"En los últimos años, ella tenía el deseo de retirarse del mundo. Dijo que nada más le importaba", comentó a la prensa el escritor Liao Hui-yin.

Las autoridades del hospital dijeron que San Mao no dejó carta alguna explicando las razones de su determinación. Sin embargo, en uno de sus últimos artículos, titulado "Bailemos otro Baile", expresó claramente su creciente desesperación: "La nueva era reemplaza a la antigua. La vida se expande para los jóvenes, pero los viejos tienen menos y menos espacio... la gente busca en sus memorias, pero al final no tiene nada. "

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