05/05/2024

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Tijeras creadoras

06/05/1993

Linda Pu-fei Sun Yeh es una de las artistas con más renombre en el arte de recortar papel en Taiwan. En sus creaciones resalta su habilidad para mostrar cualidades naturales, como la delicadeza del plumaje de diversos pájaros y la elegancia del bambú. (Fotos de Yeah Ming-yuan)

Con un par de tijeras, manos diestras y cualquier trozo de papel, Linda Pu-fei Sun Yeh da rienda suelta a su imaginación y logra resultados increíbles. De sus dedos brotan figuras de dioses chinos, paisajes, animales y complicadas caligrafías, todos elaborados hasta el más mínimo detalle.

Debido a su difícil técnica y, sobre todo al tiempo que requiere para cultivarlo, el arte de recortar papel tiene actualmente sólo un puñado de cultores con talento en la República de China en Taiwan.

Para Linda Pu-fei Sun Yeh, una de las artistas con más renombre, todo comenzó en 1975. En esa época residía en Israel debido a que allí había sido destinado su marido a una misión diplomática. En una ocasión, su hija llegó a casa pidiendo una contribución para una venta de caridad de la escuela. Linda pensó y pensó en algo que pudiese ser interesante y recordó el antiguo arte chino. Después de practicar un poco, un par de atractivos trabajos vieron la luz y, por supuesto, se vendieron muy bien en la feria.

Esta experiencia despertó en ella una creatividad imparable. Autodidacta, ahora expone en museos y galerías nacionales e internacionales, a la vez que enseña su especial técnica: el recorte continuo con tijeras, sin uso del cuchillo.

"El arte de recortar papel es una forma realmente fantástica de agradar a la mente y deleitar el espíritu, a la vez que cultivar la paciencia y la concentración. Va en absoluta concordancia con la filosofía china de calma, tranquilidad, reposo, deliberación y alcance de un fin deseado", dice Linda Pu-fei Sun Yeh.

Graduada de la Universidad de Taiwan, la señora Yeh posee múltiples talentos. Hasta hace un tiempo fue productora de programas de televisión. Cuando su marido estuvo destinado a misiones diplomáticas en el exterior, ella enseñó chino en universidades extranjeras. Además, por varios años se ha dedicado a escribir ensayos en sus ratos libres.

Cuenta que, en un principio, cuando trabajaba en desarrollar su técnica, llegaba a soñar con sus temas e instrumentos. Era una época en que la inspiración le robaba horas de descanso. "Cometes el más pequeño error y tienes que empezar todo de nuevo, ya que no se pueden pegar las piezas", explica.

Su maestría la demuestra en obras especialmente complicadas, en las que hay pájaros y árboles, cuyos plumajes y ramas son verdaderas obras de arte. Además, tiene notoria habilidad para darle expresión a los ojos de sus modelos.

Los coleccionistas ya han empezado a apreciar su trabajo. Porque cada una de sus piezas es, desde luego, irrepetible.

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