Taiwan Today

La actual tendencia en Taiwan es usar ideas y materiales novedosos en la presentación de obsequios. Diseños tradicionales combinan con actitudes modernas, como la preocupación por la ecología. En Taiwan, el acto de obse­quiar es hoy más complicado -y más interesante- de lo que ha sido por década . Aparte de la decisión sobre cuál es el regalo más adecuado para una persona, ocasión y temporada, la forma en que el presente es envuelto ha pasado a ser tan importante como el contenido. Un empaque bonito es signo de individualidad y buen gusto. Se trata de una actitud tanto nueva -predominante entre las personas más pudientes, entre los 20 y 40 años de edad-como antigua. Para lo chinos, la habilidad de seleccionar regalos apropiados ha sido siempre señal de refinamiento. Antaño, para elegir bien se debía tener en cuenta la posición social de quiene regalaban y recibían, al igual que el propósito del gesto. Un objeto extravagante, por ejemplo, era indicio de aprecio (y que luego podría venir una petición de ayuda). Por el contrario, una baratija consistía en una forma de insulto, o señal de que una relación antes cercana estaba deteriorándose. Normas de etiqueta En toda ocasión (cumpleaños, boda, festival o soborno), el objeto debía entregar e cubierto, sin denotar qué era realmente. Aún predominan normas de etiqueta según las cuales los regalos deben abrirse en privado, fuera de la vista de quien los da. Por una parte, se trata de mostrar que la avaricia no es uno de los defectos del receptor y, por otro, evitar una vergüenza al donante si el contenido no es verdaderamente apreciado. Aquellos más proclives a dar importancia al exterior de los presentes, ponían éstos dentro de hermosas cajas hechas a mano, colocadas una sobre otra y conectadas con una manilla. Las llamadas hsieh lan eran generalmente fabricadas con madera lacada, o con un apretado tejido de bambú. Su belleza las convirtió en piezas de colección cuando la gente optó por formas más baratas y simples de empacar. "Cuando aún éramos una sociedad agrícola, el regalo más común consistía en comida", señala Dannis Chen, de la revista Giftware World Monthly. Agrega que, entonces, la gente daba mucho menos importancia al envoltorio y, cuando lo ponía, era sólo para proteger el objeto. El dinero también ha sido un regalo común entre los chinos. Los sobres rojos, o hung-bao, son una forma fácil de salir de la complicación de elegir un buen presente. Un sobre rojo, brillante y festivo, es bienvenido en cualquier ocasión. Tal vez por esa razón es que, en otras épocas, se aceptaba con agrado una caja de fruta o un canasto de bambú con alimentos, todo tapado con un trozo de papel rojo. Si el regalo era un pollo o un pato, obsequios muy populares en las zonas rurales de Taiwan, las patas iban atadas con una cinta escarlata. Para dar flores, bastaba envolverlas en papel de diario o una página de la guía de teléfonos. Pero los tiempos han cambiado. Hoy, la mitad de la población de la isla tiene menos de 30 años de edad. Y para la mayoría de esas personas, los días difíciles de la post-guerra son historia antigua. Viven en una sociedad adinerada, compran objetos caros y prestan más atención a la forma de entregarlos como regalo. Arte-negocio En 1984, Hong Hsiu-luan, directora del Centro de Desarrollo del Arte de Envolver de China, abrió la primera tienda especializada de Taiwan en el refinado almacén Sunrise, en Taipei. Hasta entonces, la tienda ofrecía un servicio de empaquetamiento simple y ella pensó que su idea cobraría vuelo. Pero la iniciativa de Hong fue demasiado avanzada para los tiempos, ya que la necesidad no era muy imperiosa entre los compradores. "Aunque la clientela de Sunrise tiene un alto poder adquisitivo, encontraba el costo muy alto", dice Hong. No obstante, el progreso económico de los últimos años terminó por modificar los patrones de compra. "El negocio de envolver regalos empezó a mejorar en el mercado hace unos tres años", comenta Dannis Chen. Ahora existe este tipo de servicios en grandes almacenes, tiendas de regalos, librerías y tiendas de artículos de escritorio y papelería. Tienen un promedio de 30 clientes diarios, cifra que aumenta durante los festivos. Los materiales para envolver son los de siempre: papel y cinta. Pero los promotores de este nuevo arte-negocio también se preocupan de ser creativos, introduciendo nuevos elementos. Algunos tienen elevada conciencia sobre la necesidad de proteger el medio ambiente. Papel hecho a mano, papel de junco o un colorido papel de diario son opciones válidas para quienes se preocupan del excesivo corte de árboles. Hágalo usted mismo Con el auge de los "expertos en envolver regalos", mucha gente ha perdido la confianza para hacerlo por sí misma, o ni siquiera tiene el tiempo o el interés por aprender. Una buena idea para ellos es "The Book of Boxes" (El libro de las cajas). En realidad, más que un libro, es una colección de pequeñas cajas para armar, hechas de papel reciclado. Sólo es necesario arrancar una página y seguir las instrucciones de plegado. Son trece en cada libro, de diferentes tamaños, formas y colores. Todos sus diseños tienen influencia de la estética clásica china. "Insertar la tradición china en nuestras vidas diarias, ése ha sido nuestro principal objetivo", dice Andy Ko, presidente de Champion Culture, editorial de la publicación. "Los diseños pueden ser tradicionales, pero no necesariamente las formas ni los colores de las cajas. Por ejemplo, ninguna de ellas es bermellón, verde o azul zafiro, los colores chinos por excelencia". Otro elemento en boga, según Hong Hsiu-luan, es que "el diseño del envoltorio debe ser compatible con la naturaleza del obsequio". Por ejemplo, sería rarísimo empacar un juego de tetera y tazas de arcilla con un papel brillante, por más que el exterior se vea muy delicado. En ese caso, ella sugiere usar papel crepé de fibras largas y colores naranja, rojo ladrillo o verde oscuro. Para mayor decoración: nudos chinos o elementos naturales, como bulbos de ajo, o tallos de arroz o trigo. Son ideas novedosas, por decir lo menos. Y, para mejor, basadas en costumbres y tendencias de siempre en la cultura china.