Cuando los termómetros empiezan a marcar diariamente más de 30ºC, los habitantes de Taiwan saben que no sólo ha llegado el verano en el hemisferio norte, sino también la hora de comer tsung-tzu. Este es un pastelito de arroz glutinoso envuelto en hojas de bambú, tradicional de la fiesta china Tung Wu Chieh (cuando comienza el estío), a la que también se conoce como Festival de los Botes Dragones.
La fecha corresponde al quinto día de la quinta luna según el calendario lunar (16 de junio este año). y la celebración del solsticio de verano se mezcla con la conmemoración de Chu Yuan, un poeta y funcionario del Período de los Estados Guerreros (siglo IV a.C.). Chu se suicidó lanzándose a un río, después de fracasar en sus intentos por convencer al Rey Huai de los errores que cometía y, a partir de entonces, pasó a ser un héroe popular.
Sabia recomendación
Cuentan las leyendas que, en las primeras semanas tras su desaparición, la gente empezó a lanzar arroz al río. Algunas versiones dicen que se hacía para alejar a los peces de sus restos, y otras, que era una forma de sacrificio ritual por su alma. En la misma fecha, doscientos años después de su muerte, el espíritu de Chu se apareció para agradecer a la gente por recordarlo y, a la vez, hacer una recomendación. Dijo que el monstruo causante de las inundaciones engullía toda la ofrenda, que sería mejor hacer pequeños paquetes y atarlos con lazos de cinco colores. De esa forma, la bestia sentiría miedo y los dejaría en paz.
La idea prendió rápidamente. Y no sólo eso, sino que la receta se fue refinando hasta convertirse en la comida típica de la fecha, que de duelo pasó a celebración debido a la costumbre de hacer regatas.
Estas competiciones en canoas con dragones en la proa, ahora el aspecto más llamativo del festival, partieron como una procesión fluvial que seguía la ruta emprendida cuando se habían buscado los restos de Chu Yuan. No faltó, entonces, el primer desafio de velocidad.
Ahora la competición tiene un reglamento preciso. Los botes deben ser conducidos por once parejas de remeros. Puede haber equipos de un solo sex o mixtos.
En la proa viajan un participante encargado de marcar el ritmo con un tambor y otro que, al acercase la embarcación a la meta, debe extender su cuerpo sobre la cabeza del dragón y estirarse lo más posible para coger la bandera del vencedor. En la popa va un timonel que anima a la tripulación.
¿Dulce o salado?
Ahora casi nadie practica la antigua costumbre de lanzar arroz al río. La mayoría prefiere comerlo. Y a su manera, claro está.
En el norte de China, el tsung-tze se hace con arroz de grano redondo y es untado en azúcar y miel. Ocasionalmente se le pueden añadir trozos de piña, pero nada más. Se come frío.
Del sur proviene la variedad con carne salada, aunque en Hunan, una provincia sureña, el relleno se hace con pasta de frijoles. El tsung-zsu de Cantón es el que contiene la mayor cantidad de ingredientes.
Recién, salido de la olla, el pastelillo de carne salada y en forma de pirámide emite un aroma dificil de resistir. Para hacer su relleno se debe elegir una buena carne de vacuno, dejarla remojando en agua salada durante un día, y luego agregarle salsa de soja y vino de arroz. Lo mejor es usar carne magra y añadir un pequeño trozo de grasa al final para darle sabor.
Para la receta de Hunan se debe lavar muy bien la pasta de frijoles y luego ponerle azúcar. Su cubierta de arroz glutinoso y hojas de bambú no deben ser apretadas. De lo contrario, los granos de arroz entrarán al relleno.
Los ingredientes del estilo cantonés son jamón, carne de cerdo crudo y asado (cha shao), nueces, yemas de huevo, castañas, pollo, pato, pasta de frijoles verdes, hongos y camarones secos. Debido a su gran tamaño, se envuelve en hojas de loto.
Intercambio amistoso
La variedad taiwanesa de este pastelillo tiene forma pirami.dal y utiliza arroz de grano largo. Este se fríe primero con ajo, cebollas y salsa de soja, para luego ser dejado en reposo. El relleno se prepara con trocitos de cerdo cocido a la cacerola, camarones, yemas de huevo saladas, hongos, cuajado de soja (tofu) seco, trozos de bambú, anacardos y trozos de pescado frito. Este se envuelve con el arroz precocinado y todo, a su vez, en hojas de bambú. Después de atarlo bien, el delicioso paquete se cuece al vapor o directamente en agua hirviendo.
Las familias más tradicionales preparan tsung-tze en estas fechas y los comparten también con sus amigos. No obstante, también hay abundancia en los restaurantes y puestos callejeros de comida. Aunque típico de estas fechas, este pastelillo se sigue viendo durante buena parte del año. Es que no faltan los entusiastas.