06/05/2024

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Proteger el tejido de la historia

26/07/1993
Muchas joyas y vestidos, heredados de padres y abuelos, son un fuerte vínculo con los antepasados.

La indumentaria de algunos pueblos chinos es mucho más que vestidos para cubrir el cuerpo. Universidades, museos y coleccionistas privados están haciendo un esfuerzo por preservar la riqueza cultural que guardan los trajes típicos.

"La gran parte de las mi­norías étnicas de China carece de lenguaje escrito. Pero los símbolos y patrones usados en sus artes textiles son muy pare­cidos a un lenguaje escrito, por lo cual son claves para com­prender la historia y el desarro­llo de su cultura", dice la Hermana Maryta Laumann, di­rectora del Departamento de Textiles y Vestuario de la Universidad Católica de Fujen.

La Hermana Maryta, ale­mana y por largos años resi­dente en Taiwan, es también la directora del Centro de Trajes Chinos, creado por esa casa de estudios. La colección de 1.400 piezas incluye muestras de las tr.ibus nativas de Taiwan, vestidos chinos han tradi­cionales de la Dinastía Ching (1644-1911) y una selección proveniente de los 120 grupos tribales miao que habitan en el sur de China continental.

La religiosa cuenta que no le fue fácil partir con ese Centro. En un principio, cuan­do inició la colección de trajes típicos de Taiwan, se encontró con la falta de financiamiento y apoyo de los empresarios de la industria textil "que no veían la forma en que un proyecto como éste pudiera ayudarles en su negocio". Y, aunque varios anticuarios le ofrecieron piezas de alta calidad a muy bajo precio, le fue imposible com­prarlas.

Pero no se dio por vencida. Hace cuatro años, cuando supo que las tribus miao de la provincia continental de Kweichow estaban vendiendo sus trajes típicos a coleccionistas extran­jeros, acudió a Gu Hsing-chung, presidente de una importante compañía del ramo, GTM Corp.. Gu aportó 200 mil dólares estadounidenses para el proyecto, convencido por la religiosa de que era una oportunidad única.

El estilo miao

Afortunadamente, el interés de la Hermana Maryta por proteger esta expresión de la cultura china no se encuentra aislado. En Taiwan, diversos coleccionistas privados, directores de galerías de arte y anticuarios se están preocupando de preservar ropa tradicional y otros objetos de minorías raciales. Además, en marzo de este año, el Museo de Bellas Artes exhibió una interesante muestra de moda contemporánea inspirada en ropa de las tribus miao.

Este grupo es uno de los preferidos por lo bellos y elaborados que son sus vestidos. Su población, de cinco millones de personas, habita principalmente en la montañosa Kweichow; pero a la vez está diseminada por las provincias de Yunnan, Szechwan, Hunan, Hupeh y Kwangtong. Dedicados a la agricultura, los miao también pescan y cazan. Pero, obviamente, se distinguen por su música, danzas y, en especial, por la habilidad que tienen para tejer y bordar hermosas telas con las que hacen trajes multicolores.

Ahora que Asia va camino a una industrialización y urbanización semejante a la de Occidente, la imagen de estas tribus proyecta el encanto de lo antiguo, especialmente durante los meses festivos. Por ejemplo, entre marzo y abril, época en que los miao celebran el año nuevo, los visitantes pueden ver a las mujeres adornadas con sus mejores alhajas de plata, creativos peinados y trajes bordados con viveza.

Faldas plisadas largas y cortas, chaquetas, delantales, blusas, trajes de niño, talismanes... de todo hace este creativo pueblo. La inspiración viene desde las más diversas fuentes. Algunas tribus tienen un traje típico que parece el atuendo de un guerrero, en tanto que el de otras está basado en la "Leyenda del faisán dorado", una historia de amor en la que la protagonista se hizo un vestido imitando a ese pájaro, con cola y todo.

Lamentablemente, la aridez de Kweichow ha perjudicado muchísimo la situación económica de esta gente. Como resultado, los nativos están vendiendo sus mejores vestiduras y objetos, legados por sus padres y abuelos.

Vínculos con el pasado

Huang Ying-feng, arquitecto de 32 años de edad, posee una colección privada de indumentaria miao que formará parte del museo que piensa abrir en el futuro en Taiwan. Indudablemente un hombre acaudalado, Huang cuenta con el apoyo de un equipo de compradores que le buscan y compran trajes. La directora del grupo es Chiang Pi-jing, periodista especializada en temas antropológicos, quien se encarga de reunir información sobre cada compra.

Comenta el arquitecto: "Para mí, la documentación es incluso más importante que la pieza misma. Le pido a quienes trabajan conmigo que verifiquen el origen y la edad de cada una, además de enterarse del significado de las decoraciones".

Dice que desea continuar con ciertos descubrimientos hechos por su grupo asesor. Por ejemplo, algunos adornos de la ropa miao tienen formas casi idénticas a tótems que se han encontrado en piezas de cerámica china prehistórica. Esto es más que una coincidencia, dice Huang. Según su opinión, esas tribus deben remontar sus orígenes a tiempos muy antiguos.

Las tribus miao del sur de China conti­nental vivían aisladas en las montañas culti­vando su creatividad y particular sentido estético. Ahora son fuente de inspiración. (Fotos de Chang Su-ching)

"Estos descubrimientos están dando una dirección a mi colección. Quiero seguir estudiando la prehistoria china y encontrar las relaciones y conexiones entre las minorías actuales y la cultura china central", declara.

La colección de la Universidad de Fujen, cuidadosamente guardada en habitaciones con humedad controlada, es mucho más que un almacén de antigüedades. Los vestidos son los mejores materiales de enseñanza ya que los estudiantes pueden usarlos como fuente de inspiración. La Hermana Maryta incentiva a sus alumnos a descubrir los abundantes recursos que hay en la cultura china para luego desplegarlos en sus trabajos de diseño contemporáneo.

Su sueño es trasladar el conjunto de vestidos a un espacio mayor, que sea a la vez bodega y lugar de trabajo. "Quiero que el sitio sea un laboratorio de vestuario y que estas piezas puedan ser tocadas y usadas tanto por estudiantes como por diseñadores locales", comenta.

Una preocupación de los expertos es el hecho de que los mejores ejemplos de culturas como la miao desaparezcan por completo de las áreas donde estas tribus habitan y sólo se las pueda encontrar en colecciones y museos. Para evitarlo, y para ayudar económicamente a los miembros de esos grupos, se están poniendo en marcha programas de producción comercial.

De este modo se espera que la manifiesta creatividad de los miao encuentre un cauce que los beneficie directamente, aparte de regalar a la humanidad el alegre colorido de sus vestiduras.

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