Taiwan Today

Un pasatiempo típicamente chino es el diábolo. El juguete consiste en un par de discos unidos por un eje en el centro, que se manipula con una cuerda delgada atada a una varilla en cada extremo. El juego propiamente tal, es usar la cuerda con agilidad para hacer girar la pieza formada por los discos. Cuando el diábolo gira fuerte, emite un sumbido característico que aumenta el ambiente de diversión, y se le puede hacer "caminar" sobre la cuerda o puede ser arrojado al aire, para volver a recibirlo en la cuerda o intercambiarlo, mientras gira, con otro compañero de juegos. Otro entretenimiento es el chíentzu, o plumilla china. Los niños saltan y se contorsionan en el aire como un resorte cuando juegan con este liviano objeto. Las tres a cinco plumas atadas entre sí y fijadas perpendicularmente a una pequeña base del tamaño de una moneda le dan el aspecto que le hace tán popular. Esta diversión viene de muy antiguo, tanto así que incluso se han encontrado vestigios arqueológicos de más de dos mil años. La gracia del juego está en mantener saltando a la plumilla mediante golpecitos dados con el empeine o los lados del pie, la cabeza, las manos o cualquier parte del cuerpo. Las combinaciones más mágicas vienen cuando los niños compiten en mantener saltando el chientzu mientras corren, hacen otras cabriolas o se ponen en diferentes posiciones. El que dura más sin que se le caiga la plumilla al suelo, gana.