"Estoy deprimido, déjame solo", dice el eslogan de una nueva línea de camisetas que está haciendo furor en las calles de Pekín, informa la agencia Reuters.
"Estoy realmente cansado", señala otra prenda. "Aburrido", una tercera.
Las camisetas del descontento están de moda en Pekín, como una forma velada y sarcástica de protestar. Es uno de los pocos medios con que la gente joven puede expresar públicamente su ira y frustración.
Es su respuesta a los lemas comunistas que se repitieron con molesta frecuencia, debido al 70° aniversario del Partido Comunista Chino, el 3 de julio.
"Las camisetas reflejan el pensamiento y los sentimientos de la gente joven de hoy", dice un estudiante de la Academia Central de Artes de Pekín, de 24 años de edad. Esa escuela fue centro de las protestas prodemocráticas que fueron aplastadas por tanques del ejército hace dos años.
Si ése es el caso, el mensaje socialista de ardor revolucionario y lucha colectiva difundido para el aniversario, no alcanzó a su objetivo.
"Yo soy el Emperador", escrito con enonnes caracteres en la espalda de una camiseta, es una desafiante afinnación de individualidad, hedonismo y libre pensamiento.