Se puede decir que los fuegos artificiales del pueblo de Yen-shui en el sur de Taiwan forman parte de la más espléndida procesión del Festival de los Faroles. Se diferencia de los actos similares realizados en otras localidades en que, por una parte, no son los faroles sino los petardos el centro de atención y, por otra, no se reza a las deidades San-kuan. Lo que se hace es lanzar miles de cohetes de fuegos de artificio, agrupados en racimos que parecen colmenas, para dar una espectacular bienvenida al dios Kuan Kung que viene en una gira de inspección.
Se lleva la estatua del dios a todas partes en un palanquín mientras el estallido masivo de luces y petardos se alza hasta el firmamento y el gentío de los fieles entra en frenesí.
En Taipei, casi todos los habitantes, lo mismo creyentes que no, recuerdan haber sido llevados al Templo Hsin Tien para ser tratados de conmociones infantiles. Sacerdotes de aire misterioso recitaron cantos cabalísticos al introducir a los pacientes en una nube de incienso. Invocaron a Kuan Kung para que exorcizara el mal.
Una mujer que, como voluntaria, ha estado limpiando el templo y reponiendo el incienso durante muchos años, dice que Kuan Kung realmente realiza milagros. Ha visto a muchos devotos acudir llorando a hacer peticiones y regresar sonriendo al cabo de pocos días.
Al lado, otra mujer suplica a Kuan Kung que haga que marche bien el negocio de su marido. Otra más pide que su hija apruebe los exámenes de ingreso en la universidad. También hay un hombre que solicita un amuleto con el que proteger a su hijo, que ha sido llamado a filas.
Empezando como "Gran Dominador de los Demonios" y "Señor de la Compasión", este ser, que antaño fue militar, se ha convertido en deidad que accederá a cualquier clase de súplica.
¿Es Kuan Kung amo del cielo?
A lo largo de las tres últimas décadas, la gran secta Luan Men de Taiwan ha anunciado que Kuan Kung ya ha sido elegido por los dioses principales del confucianismo, el budismo, el taoísmo, el cristianismo y el islam para ocupar el puesto más alto del cielo.
Se debate sin cesar si Kuan Kung es, efectivamente, amo del cielo. Esto aumenta su reputación. El número de templos que le están dedicados se ha incrementado desde casi dos centenares en los años 50 hasta más de cuatro centenares en la actualidad. Además, van aumentando de tamaño. Kuan Kung se ha convertido en una de las deidades principales de los taiwaneses, una de las que han penetrado con mayor profundidad en la vida espiritual popular.
Llegada del culto a Taiwan
Ahora bien, los cultos de los igualmente populares Wang Yeh y Matsu se iniciaron.en la provincia de Fukien, a un paso de Taiwan, mientras que el de Kuan Kung proviene de Shansi en el distante período de los Tres Reinos (220 d.J.C. - 265 d.J.C.). ¿Cómo se hizo tan atractivo para los habitantes de Taiwan?
Un experto en tradiciones populares, Yuan Chang-jui, dice que "Los primeros colonos en cruzar el Estrecho de Taiwan hubieron de hacer frente no sólo a tempestades y enfermedades sino que, al llegar a la isla, tuvieron que pelear con los aborígenes. Se puede decir que había obstáculos peligrosos por todas partes". En esta situación, se invocaba a Kuan Kung como deidad guerrera.
Por necesidad de los colonos, recibió el nombre de "Gran Dominador de los Demonios" de dos emperadores: Shen-tsung, de la Dinastía Ming (1368 d.J.C. - 1644 d.J.C.), y Shen-tsu, de la Dinastía Ching (1644 d.J.C. - 1840 d.J.C.). Se le representó como ídolo rojo de semblante airado en las proas de los barcos, los salones de las casas y por los caminos entre las poblaciones.
Más adelante, Kuan Kung pasó a ser divinidad médica que podía aliviar no sólo los efectos de las epidemias sino los de las sequías y otras calamidades. Todavía hoy, muchos templos de Kuan Kung proporcionan recetas médicas además de artículos más habituales en los templos como, por ejemplo, palos con los que predecir el futuro.
La época actual
Ahora que Taiwan se ha convertido en una sociedad industrial y comercial, y la necesidad de detener las epidemias y exorcizar a los demonios no parece ser tanta como antes, la fe en Kuan Kung continúa floreciendo.
Además de considerarse divinidad militar, Kuan Kung fue un intelectual de categoría. Escribió los Anales de la Primavera y el Otoño, consiguiendo con ello clasificarse también como deidad cultural. Por este motivo, en época de exámenes, muchos padres llevan a sus hijos al templo.
También se considera al antiguo intelectual guerrero, según una leyenda, creador del método chino tradicional de llevar contabilidad. En consecuencia, se le rinde culto como deidad del comercio.
El Templo Hsin Tien fue construido por un magnate del carbón en acción de gracias a Kuan Kung. Al prosperar hoy en día tanto los empresarios taiwaneses, no han olvidado a su patrono celestial. En la ciudad de Taichung, hay un comité encargado de erigirle un templo en Kuanyuan, al borde de la autopista que atraviesa la isla. El presidente del comité, Hung Hsing-jung, dice que, en el futuro templo, no sólo se dará adiestramiento empresarial sino que "se fomentará entre los trabajadores la fidelidad a su compañía así como un espíritu de moralidad".
Se asocian con Kuan Kung las virtudes de fidelidad, moralidad, valentía, cortesía y sabiduría, así como, por supuesto, la de ser digno de toda confianza.
Lo que subyace la admiración imperial de Kuan Kung se reduce a la percepción objetiva y realista de la política: el general mitificado tenía fama de ser fiel, cualidad harto útil para asegurar la estabilidad del Imperio.
Esto revestía importancia especial en los momentos en los que era necesario hacer frente a una rebelión. Se podía sacar a relucir a Kuan Kung para poner en evidencia la deslealtad de los rebeldes y azuzar la moral de las tropas imperiales.
Además de la sociedad de Taiwan, la de Hong Kong y la de China continental, hay otras sociedades chinas desperdigadas por el mundo que necesitan apaciguar demonios, ahuyentar enfermedades, formalizar enlaces matrimoniales beneficiosos y que sus estudiantes aprueben los exámenes. Kuan Kung es tan popular internacionalmente que no sólo del Sureste Asiático sino, cruzando el Pacífico, de la comunidad china de Estados Unidos, de la de Panamá y, más lejos aun, de la del Brasil, se encargan imágenes suyas a China continental. Se piden tanto estatuas de diversos tamaños como cuadros con su retrato.
Aun cuando algunos chinos de ultramar no conocen la lengua china, el general de faz encarnada y airada es para ellos objeto de reverencia. En muchas sociedades chinas de lejanas latitudes, se conserva con vigor este vínculo con la tradición popular.