Hsuan Cheng se encuentra situado en la orilla sur del río Yang-tze. Cada año, en la estación en la que se dora la ciruela, el espíritu del Río Amarillo ordenaba una terrible inundación. Sus habitantes nada podían hacer en contra del desastre periódico y poco a poco, liegaron a considerarlo como algo que pertenecía a la naturaleza de las cosas.
En cierta ocasión, durante la última dinastía, tres días antes de que llegara la inundación. el Diol de la Tierra se le apareció en un sueño al gobernador Chen, diciéndole: "Durante los últimos mil años ha habido dos bueyes de hierro enterrados en la cima del Monte Hua-yang. Este año, en el sexto mes, están planeando bajar al mar con las inundaciones. Pero me temo que si los bueyes de hierro se juntan con el río, hombres, campos y pueblos, se hundirán bajo las aguas y la tierra se convertirá en un gran lago. Tu eres el gobernador de esta parte del mundo y no puedes permanecer al margen, mientras sus habitantes son destruidos; debes cumplir con tu deber e impedir que ocurra esta calamidad. Si no supieras nada al respecto, el desastre no sería culpa tuya; pero puesto que te lo acabo de contar, tu deber es hace, algo. Yo conozco la forma de salvar al país, pero dudo que tú seas capaz de sacrificarte por él".
El gobernador se apresuró a replicar: "Soy padre y madre de mi pueblo y estoy dispuesto a ayudarlo. Con tal de salvarle, mi propia vida no cuenta". A lo que el dios respondió: "Si realmente amas en tal forma a tu pueblo, mereces las mayores alabanzas" -agregando- "lo único que tenéis que hacer es escribir en un libro los nombres de los habitantes de tu distrito y cuando las inundaciones lleguen a los muros de la ciudad, saltar al agua con el libro. No hay otra forma para conjurar el peligro. Te suplico que medites mi sugerencia". Sin pensarlo dos veces, el gobernador Chen aceptó el sacrificio. En aquel momento escuchó marcharse al vigilante nocturno y se despertó, dándose cuenta que era exactamente media noche. Hasta en los más pequeños detalles, su sueño aparecía claramente ante sus ,ojos.